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La ‘izquierda’ es el baluarte del Estado capitalista en crisis 

 

Juan Manuel Olarieta - 27  noviembre 2021 - mpr21

Hace unos días Toby Green y Thomas Fazi publicaban unas reflexiones sobre los motivos por los cuales lo que ellos consideran como “la izquierda” estaba apoyando “todas y cada una de las medidas covid” (1).

La pandemia dura ya dos años y tiene numerosos aspectos de todo tipo, desde sociales hasta médicos, pero esa “izquierda” se está caracterizando por haberlos sostenido todos absolutamente, sin fisuras.

La explicación es que en la época del imperialismo “la izquierda” es uno de los sostenes más importantes del capitalismo en crisis. El imperialismo necesita su brazo izquierdo socialimperialista (2) y el fascismo tiene el suyo propio, que la Internacional Comunista calificó como “socialfascismo”.

Unos y otros son “de izquierdas” sólo de palabra, cuando tienen que hablar y escribir; en la práctica sostienen al Estado para que no se hunda. Son un factor de estabilización política y se han callado con los confinamientos, los estados de alarma, las patadas en la puerta, el aluvión de multas de la ley mordaza y las detenciones masivas sin orden judicial. En ellos es inútil buscar el más mínimo sentido crítico porque están volcados en el apoyo a la represión del Estado.

En España eso no es una sorpresa porque ya ocurrió en la transición, que hubiera resultado impensable sin la contribución de “la izquierda” al trabajo de chapa y pintura de un Estado envejecido que se desmoronaba.

En su charlatanería sobre la pandemia, “la izquierda” ha recurrido al mismo truco que en la transición: sacar al Estado de la ecuación para reducir el fascismo a lo que entonces se llamaba “el búnker” o, sea, a los grupos de la “ultraderecha”. Apoyaron al Estado en la transición porque “la ultraderecha” se oponía a ella.

Ahora utilizan el mismo ardid: los que se oponen a la pandemia y a las vacunas son Bolsonaro y otros como él. Le hacen el juego a “la ultraderecha”.

La mejor defensa es un buen ataque y en eso no hay quien gane a los demagogos que alimentan su reformismo con una continua retórica verbal contra organizaciones que, como Vox, sostienen todas y cada una de las medidas políticas aprobadas con el pretexto de la pandemia.

A otro perro con ese hueso.

El mejor apoyo que prestan los bocazas de “la izquierda” al Estado es la persistente devaluación de las libertades y derechos fundamentales de las personas, que si en este país, España han estado tradicionalmente bajo mínimos, ellos contribuyen a infravalorar aún más. Hay que confinarse, hay que ponerse la mascarilla y hay que vacunarse por motivos como la “conciencia colectiva” o la “responsabilidad social”. Las presiones y las amenazas importan menos.

Cuando el gobierno “de izquierda” se ha saltado a la torera las libertades fundamentales, al peor estilo franquista, con el estado de alarma, los confinamientos, las detenciones y las patadas en la puerta, era necesario que algún oportunista le echara un capote diciendo que eso son derechos burgueses, individualistas y egocéntricos, mientras que ellos tienen “conciencia”: piensan en el colectivo.

No servirá de nada recordar a los demagogos que la conciencia no es nada diferente de la ciencia y que la ofensiva de represión que padecemos desde hace dos años no tiene ninguna clase de apoyo en la medicina, ni en la epidemiología, ni en la virología, disciplinas de las que hasta ahora nunca oyeron hablar. Es disculpable que hace dos años no supieran lo que es una PCR, pero desde entonces han tenido tiempo para informarse un poco.

Lo que está ocurriendo con esta pandemia ni es casualidad ni es reciente. Ciertas corrientes seudomarxistas llevan cien años alimentándose de la vieja separación escolástica entre “ciencias naturales” y “ciencias sociales”, donde éstas no tienen el mismo estatuto que las anteriores, que son el canon por excelencia. Por el contrario, la dialéctica materialista sólo concierne a las ciencias de la segunda división: historia, sicología, economía… Un informe de los expertos del Banco de España se puede discutir, pero no ocurre lo mismo con uno de la Agencia Española del Medicamento. Las ciencias verdaderas, como la geometría o la física, son indiscutibles.

El imperialismo no hubiera podido desatar la pandemia con declaraciones de los políticos o los militares de la OTAN. Ha necesitado vestirla llevando a los “expertos” a la televisión y antes han necesitado situarlos en un Olimpo inalcanzable para el resto de los mortales, incapaces de entender una jerga repleta de SARS CoV 2, covid-19, Ómicron y demás entelequias.

En el futuro “la izquierda”, que alardea de ser un baluarte de la ciencia, se tragará también los informes de los “expertos” del Banco de España, que son siempre los mismos: hay que trabajar más y ganar menos, reducir las pensiones, contener el déficit público… Los charlatanes -que llevan dos años quedando en evidencia- se han ligado de una manera tan estrecha al capitalismo en crisis, que le acompañarán en su caída.

(1) https://unherd.com/2021/11/the-lefts-covid-failure/
(2) Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Pekín, 1972, pg. 140.

 

Viróloga Pilar Moreno ante llegada de Ómicron: “El mensaje, más que de alarma, es de responsabilidad”

 

La científica sostiene que “es momento de empezar a cuidarnos como nos cuidábamos antes”

la diaria 30/12/21

La variante de coronavirus Ómicron ya circula en Uruguay, tal como confirmó el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, este miércoles y como demuestra el aumento sostenido de casos positivos que pasó de cerca de los 400 a los 1.400 en una semana. La viróloga Pilar Moreno opinó este jueves que ante la circulación de la nueva variante en el país, “más que dar un mensaje de alarma es de responsabilidad, es momento de empezar a cuidarnos como nos cuidábamos antes”.

El aumento tan pronunciado de casos en Uruguay es similar al que vivieron semanas atrás en Sudáfrica, donde se detectó por primera vez Ómicron, en Europa o en Estados Unidos, por lo que se podría proyectar que la baja de casos a la que están llegando en esas regiones también se proyecte para dentro de dos meses en el país, explicó la científica en radio Sarandí, en base a los primeros reportes internacionales.

Al igual que las autoridades de la salud, Moreno retomó investigaciones hechas en Escocia, Inglaterra y Sudáfrica que demuestran que esta variante presenta “una disminución significativa de la hospitalización, genera menos enfermedad grave”. De todas formas, advirtió sobre las consecuencias de un aumento descontrolado de casos: “Cuanto más infectados haya, más posibilidades hay de que haya gente que tenga que internarse”.

En esta línea pidió considerar los efectos que puede tener esto a nivel de dinámicas laborales: “Pensemos en los servicios de salud; si el personal de salud se enferma, más allá de que no se enferme grave, eso va a traer un cambio. Más allá de que la variante parece ser menor, el aumento de casos puede afectar de forma significativa los servicios de salud como se ha visto en otras partes del mundo, por eso hay que intentar controlar esa subida tan vertiginosa de esta variante”.

Al momento de explicar por qué esta variante tiene síntomas más leves, Moreno comentó que en primer lugar está el factor de la vacunación, ya que Ómicron encuentra una población mundial con tasas de vacunación muy importantes, y por otro lado detalló que “esta variante replica o, en otros términos, se multiplica más en el tracto respiratorio superior que en el inferior, que es el pulmonar, entonces la enfermedad es más leve, los síntomas son más leves: es un resfrío, un dolor de garganta, fiebre”.

Consultada sobre la posible estrategia de ir hacia una inmunización natural, en la que la mayor parte de la población pase por Ómicron, que tiene síntomas leves, y de esta forma obtenga la inmunidad frente a otras variantes más peligrosas, Moreno dijo que “es un camino que probablemente podamos transitar”, porque “se ha visto que la respuesta inmune desarrollada por Ómicron es muy efectiva después para controlar delta, es decir que nos protege de una reinfección”, pero señaló que es una estrategia arriesgada, que salió mal en países como Reino Unido al intentar aplicarla al comienzo de la pandemia.

“El camino que tenemos que visualizar ahora es ir por lo que sabemos que son las vacunas, que es seguro y funciona, sabemos que son muy efectivas para protegernos de casos graves y de la muerte. La inmunización con Ómicron genera una muy buena inmunidad contra otras variantes, pero sabemos que estos virus cambian y mutan cuando se replican: cuanto más replique en nuestros organismos más posibilidades hay de que mute”, advirtió.

 comentario :  EXPERTA PAYADORA

Entre los supuestos expertos consultados por la prensa uruguaya acerca del covid figura en un lugar preponderante Pilar Moreno.

Según La Diaria,Moreno habría afirmado que una de las razones que explican la baja mortalidad de la variante Ómicron es la "alta vacunación" ("Al momento de explicar por qué esta variante tiene síntomas más leves, Moreno comentó que en primer lugar está el factor de la vacunación, ya que Ómicron encuentra una población mundial con tasas de vacunación muy importantes...").

Pero esta opinión se contradice con los datos. La Ómicron apareció en Sudáfrica en noviembre y fue muy benévola. De hecho, para la idea de que esta nueva variante es muy contagiosa pero no tan mortal como la delta, los datos sudafricanos son por ahora los más convincentes.

Moreno ignora, u oculta, que Sudáfrica no es un país con "tasas de vacunación muy importantes". En noviembre y diciembre, menos de un tercio de la población sudafricana estaba vacunada (1). 29% no es "una tasa de vacunación muy importante". 

Parecería que Moreno mezcló las cartas e imaginó una opinión sin base en la realidad.

Está mal Moreno, pero también La Diaria, por transmitirle a sus lectores una opinión tan equivocada como si fuese un dato cierto.

Saludos,

Rafael 

1)https://www.google.com/search?q=covid-19+vaccination+rate+south+africa&oq=covid-19+vaccination+rate+southafrica&aqs=chrome.1.69i57j0i19.13957j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8

 

Todos vacunados

 

Artículo de Virginia,  Contra el Encierro- 27 de diciembre del 2021

 

El caso de Herodes, «que tuvo la idea de que, degollando a todos los niños de menos de un año [...], se iba a librar de uno que, por la razón que fuera, lo tenía preocupado», como el de los nazis, que se propusieron «eliminar a todos los judíos, limpiar la raza de todos los judíos [...], acabar con todos los judíos», no son otra cosa que ejemplos particularmente claros del empeño en el cumplimiento del ideal de totalidad (Agustín García Calvo, Tertulia política del Ateneo de Madrid, 28 de diciembre del 2005). El ideal de la vacuna funciona igual pero más a lo grande: inocular a todos y cada uno de los seres humanos del mundo entero todas y cada una de las veces que haga falta.

El ideal es obviamente irrealizable, pero nunca lo irrealizable del ideal ha supuesto el menor impedimento para que se pretenda realizar, ni para que se emprendan matanzas y sacrificios en nombre de su cumplimiento.

Lo primero que hace falta es establecer una definición de ‘vacunado’ y ‘no vacunado’ que permita adscribir a cada individuo a una de las dos categorías, de la misma manera que en aquella otra ocasión hubo de definirse qué era ‘judío’ y qué ‘no judío’.

Las incontables situaciones intermedias que impedirían tal adscripción irremediable a uno u otro bando han de zanjarse de la única manera que pueden, o sea, manu militari, y así se decidió entonces, según cuentan, que un cuarto de sangre judía (un abuelo) bastaba para ser judío, sin que sepamos si al abuelo en cuestión se le aplicaba el mismo criterio ni gracias a qué averiguaciones podía ello establecerse, y así se decide ahora que es vacunado el que se ha puesto todas las dosis (¿o sólo las últimas?) que las autoridades manden en cada momento para el grupo de población al que el sujeto pertenece, y al menos en algunos contextos si además han pasado 14 días desde la última dosis (con las sutilezas añadidas que se conocen de que pasar el covid suele contar como una dosis o que, cuando se establecen obligaciones de vacunación, las personas exentas de vacunarse pueden contar también como vacunadas).

Y luego hay que intentar cumplir el ideal. No basta con definir, claro: hay que pasar a la acción: hay que eliminar judíos, hay que matar infantes, hay que vacunar, vacunar y vacunar.

¿Cómo lo harán, para tener vacunas disponibles y vacunadores dispuestos hasta en el último rincón de la tierra para cada niño que cumpla cinco años (como si en todas partes anduvieran contándoles los años a los niños como en el mundo desarrollado), o para cada niño que venga al mundo (porque la autorización para recién nacidos no tardará en llegar), o para cuando se cumplan los seis o tres meses desde la última inoculación de cada súbdito?

Lo estúpido, lo irrealizable del empeño no se reconocerá nunca, sino que, como siempre, la estupidez, la irrealizabilidad, se venderán como dificultad y reto que hay que superar con nuevas estrategias de distribución y concienciación, y es de creer que con nuevas «tecnologías» de administración de las sustancias que sean, y sin que importe nunca si las tecnologías, las sustancias y su administración sirven de nada ni si dañan y matan: eso es muy secundario con respecto al fin último, o primero, que es el de cumplir con el ideal de tener vacunados a todos y cada uno de los miembros del conjunto «Humanidad».

Si, por ejemplo, acaba cuajando la idea cada vez más extendida de que el (falso) efecto de la vacuna desaparece en tres meses, se trataría de pinchar a todos y cada uno de los habitantes del mundo exactamente cada tres meses, porque, si no, si unas cuantas personas en el mundo se retrasan en recibir su dosis pongamos que una semana, lo que sucedería (según el mito más extendido que la mayoría sigue empeñándose, seguramente con más razón de la que parece, en llamar «ciencia») es que el virus iría a buscar a esas personas que se han retrasado para hacerse en ellas más fuerte y desde ellas lanzarse contra los que están bien vacunados.

Los mecanismos del movimiento de la sociedad pandémica los conocemos tan bien después de casi dos años que no podemos menos de imaginar cómo por un lado se nos vendería la idea de conseguir cumplir tal ideal mientras por otro se diría también que no es posible y que hay que meterle a la gente otras vacunas mejores o metérselas de otras formas mejores. De manera que, como siempre, lo irrealizable, absurdo y delirante del empeño se convertiría en un argumento para seguir adelante con el empeño.

Algunos podrán decir, como se suele, que no importa que el ideal sea irrealizable, que, si no se puede conseguir del todo (que fuera lo suyo y lo mejor), hay que conseguirlo en la mayor medida posible. Desaparece así una totalidad para surgir al momento otra: hacer todo lo posible y no menos. Pero es que, además, en el caso de tan altos empeños como los que nos ocupan no caben, por las propias condiciones del invento, tales medias tintas: la empresa tiene sentido solamente si se consigue que se cumpla en todos y cada uno de los individuos a los que afecta, y pierde todo sentido si algún miembro del conjunto escapa a su cumplimiento. Un niño que consiga huir a Egipto, unos cuantos judíos que sobrevivan dispuestos a multiplicarse, unos pocos que tarden una semana en vacunarse, y todo lo conseguido por otro lado queda sin efecto.

Es como si un maníaco obsesivo-compulsivo estuviera a cargo de la humanidad y tuviera a su disposición todos los medios para cumplir en ella todas sus obsesiones y compulsiones. Es como si alguien se hubiera creído que el mundo y la humanidad son el campo de acción de un videojuego. Pero no: es como si las ideas en las que siempre hemos creído nos las estuviéramos tomando, por fin, en serio.

 

Qué mundo idiota

 

Con el ejemplo de la analogía virósica, el Nuevo Orden Mundial en poder del conocimiento en su duplicación constante, condicionó  a través de los periodos del Siglo XX y del Siglo XXI a la carrera de medicina en el área de la farmacología ----- que nace en 1847 en la descripción de los efectos de las sustancias, aspirando a la explicación de sus propiedades químicas ----- aportándole una ociosa y limitada descripción de suponer toda una suerte de trazos de necesidad, atisbos de ordenación y seriación de relaciones ingeniosas, y aparentes como lo observamos en los “asesores” mediante sus inadecuadas indicaciones, sin disposición conceptual; Una buena disposición infantil, que es pueril pretendiendo valer algo, como consideraciones de un “pensamiento” singular en un movimiento de lo negativo replegado fuera de la realidad. No teniendo realidad alguna significa sencillamente, que carecen de verdad científica; El proceso a partir de marzo de 2020, se presenta en sus relaciones de confinamiento, barbijos, test, PCR, inyectables, diseño de nuevas cepas, fases “vacunatorias” de innumerables dosis como absoluta verdad de determinabilidades fijas o aplicaciones de movimiento pensante sin contenido.

Lo “exitoso” del genocidio del Siglo XXI está, en el progresivo condicionamiento mediático sobre la totalidad de la población, en el campo de exterminio planetario; El condicionamiento posee similar periodo de 1940/1942 en que nadie ya, ignoraba ser meros objetos experimentales y posteriormente exterminados por la corporación médica a cargo de la SS. Hoy, periodo 2020/2022.

Está programado, diagramado y secuenciado: a) 2020 confinamiento, destrucción total económica, cultural, educación, familiar, terror, miedo a la muerte. b) 2021 en sus primeros meses el Dios de la industria de la Salud “ofrece” inyectables experimentales en sus diversas variantes farmacológicas, “surgiendo” las cepas previamente diseñadas y hoy, la obligación es irreversible en ser mero objeto del experimento globalizado. c) 2022 se activa con la corporación médica el exterminio de personas en el campo de concentración planetario, en una fase idéntica a 1940 a 1942 con el mando de la SS.

Periodo 1) Siglo XX 1940/1942. Periodo 2) Siglo XXI 20202/2022.

CLARÍSIMO.

Qué mundo idiota

Quienes se adjudican representar el psicoanálisis en el orden mundial y local, debieron evaluar, precisamente, el proceso iniciado al comienzo del año 2020 en el programa del poder global sobre la masa planetaria en el Siglo XXI.

Hoy, ya es tarde.

Osvaldo V. Buscaya (OBya)

 

Jamás fuimos tan libres como durante la pandemia

 

JUANMA AGULLES - Revista Hincapié 13/08/21

El mismo año de la liberación de París frente a la ocupación nazi, Jean-Paul Sartre escribía un artículo para Lettres Françaises, titulado «La república del silencio», que comenzaba así:  Jamás fuimos tan libres como bajo la ocupación alemana. Habíamos perdido todos nuestros derechos y, ante todo, el de hablar; diariamente nos insultaban a la cara y debíamos callar […] como una policía todopoderosa procuraba constreñirnos al silencio, cada palabra se volvía preciosa como una declaración de principios; como nos perseguían, cada uno de nuestros gestos tenía el peso de un compromiso […]

Habrá quien se escandalice porque piense que estoy tratando de comparar la gestión política de la actual pandemia con la ocupación nazi. Y eso es precisamente lo que voy a hacer.

El estado de excepción, de suspensión de derechos y libertades, mantenido durante los últimos diecisiete meses, se parece cada vez más a la imposición de una dictadura político-sanitaria cuyo efecto fundamental es reducir al silencio a quien alce la voz contra los repetidos abusos y gestos autoritarios. Por supuesto, también existen diferencias evidentes entre ambas situaciones; sería ingenuo pensar que siempre vamos a combatir el mismo tipo de opresión. Cada época cultiva sus maneras. Pero como las consecuencias para nuestra libertad, cada día que pasa, se asemejan más a una existencia en la que «una policía todopoderosa procuraba constreñirnos al silencio», viene al caso decir que nunca hemos sido más libres que durante la pandemia. Pues cada palabra en contra de las medidas gubernamentales se vuelve una declaración de principios y cada gesto cotidiano tiene hoy el peso de un compromiso.


Claro que esa «libertad» a la que apelaba Sartre se circunscribía a aquellas personas que asumieron la responsabilidad de resistir a la opresión con los medios que tenían a su alcance. Y de esas personas siempre hay pocas. Por lo menos en el momento en que las atrocidades se generalizan y el terror, a través de la propaganda diaria, se difunde entre una mayoría social que prefiere seguir pensando que «pronto pasará todo» o que, en realidad, esas supuestas atrocidades no le conciernen y lo fundamental es adaptarse a lo que venga con el mejor de los talantes. Colaborar y no presentar resistencia para pasar el trago lo antes posible.


El aprendizaje en la obediencia y la sumisión al que hemos asistido durante este año y medio abre, sin duda, un nuevo capítulo histórico en lo que a servidumbre voluntaria se refiere.

Pero, siguiendo la lógica que vengo describiendo, eso no hace más que aumentar las posibilidades para el ejercicio de nuestra libertad. Por supuesto, en las circunstancias actuales, el precio a pagar puede ser altísimo, pero ¿no hace eso que nuestra libertad sea más valiosa?
Negarse a la inoculación de compuestos que contienen OMG’s (Organismos Modificados Genéticamente) y que, a falta de mejor nombre, han llamado «vacunas» — comercializados bajo una licencia provisional a la espera de constatar posibles efectos adversos a medio y largo plazo—, supondrá pasar a formar parte de una categoría social que algunos pesimistas han llamado «ciudadanos de segunda», pero que en realidad nos abrirá nuevas oportunidades para ser libres.

No poder aportar el pasaporte inmunitario nos liberará de los viajes internacionales, del turismo de masas y de los humillantes controles aeroportuarios. Al mismo tiempo, y en un mismo y elegante movimiento, podremos prescindir de la asistencia a centros y eventos culturales de todo tipo donde el martilleo ideológico nos descerebra desde hace tiempo y en los que no dejarán de celebrarse las conquistas de esta nueva normalidad del sometimiento. Muchas de las supuestas bendiciones de las sociedades de consumo nos estarán vetadas, por lo que tendremos la libertad de dejar de participar en muchos de los rituales de esa forma de vida.

Es posible, incluso, que llegue el momento en el que pertenecer a esta nueva categoría social de los «no inoculados» nos libere del trabajo asalariado, porque no habrá nadie que quiera explotarnos. Y, así, un largo etcétera de situaciones en las que ejerciendo nuestra libertad de decir «no», tendremos que asumir otras libertades que como en un efecto dominó se nos irán presentando en el camino que conduce hasta nuestra condición de enemigos públicos o parias de la dictadura político-sanitaria.

Habrá quien piense que la perspectiva que ofrecen dichas libertades es más bien sombría, pero piensen por un momento en aquellas personas que, aprovechando las condiciones derivadas de una opresión inédita para ejercer su albedrío, pasaron a formar parte de la resistencia frente a la ocupación nazi: ¿creen que lo hacían esperando el reconocimiento o el perdón de sus verdugos?

A partir de ahora el ejercicio de nuestra libertad tendrá que desarrollarse en condiciones cada vez más duras. Es decir, en condiciones inmejorables. No hay que esperar que grandes masas secunden la desafección al nuevo régimen dictatorial político-sanitario, por más que las movilizaciones en varios países estén empezando a ser numerosas. En el corto plazo, la represión recaerá sobre los pocos que se hayan negado a aceptar las nuevas condiciones de miseria social y, además, osen expresarlo públicamente. Estamos entrando en una nueva «república del silencio», en la que la resistencia frente a la tiranía encontrará, como siempre lo ha hecho, su forma de abrirse camino entre las sombras.

 

Defensa de libertades individuales ¿Incompatible con el bien común?

 

Juan Giglio Convergencia Socialista 01/01/22

 

Uno de los argumentos más usados por ciertos izquierdistas que apoyan la vacunación masiva e indiscriminada, es la supuesta defensa del “bien común” o “colectivo”, que la inoculación garantizaría. De esa manera, atacan a quienes sostenemos el derecho de los individuos a negarse a ser inoculados por los productos experimentales que proveen los grandes laboratorios farmacéuticos.

Este planteo se da de bruces con la realidad, ya que los que optamos por no vacunarnos no solo no contagiamos más que el resto, sino más bien todo lo contrario. (*) ¡Algo está fallando en la lógica de esta gente, porque las últimas estadísticas oficiales indican que las personas vacunadas son las que más se contagian, las que más se mueren y, por tanto, las más contagiosas!

Por otra parte, las “libertades” individuales deberían ser valoradas por la izquierda y las organizaciones y personalidades que al menos se consideren demócratas, porque el capitalismo, en su etapa de mayor decadencia y putrefacción, las está atacando con una fiereza inusitada. ¡La izquierda no puede dejar en manos de ningún sector de derecha esta bandera, tan elemental!

Las organizaciones que se dicen socialistas, y que en los hechos actúan como lobistas de la Big Pharma, se han colgado del carro de la burguesía en cuanto a reivindicar sus ataques a la “democracia” formal, o lo que queda de ella, justo en una época en la que los y las de arriba están tratando de cambiarla por un régimen de características bonapartistas o dictatorial. ¡Los pases sanitarios y confinamientos son, en ese sentido, herramientas que limitan los derechos!

La izquierda que va para ese lado, cumple el papel de años atrás cumplió el estalinismo, cuando se negó a defender la democracia burguesa contra el ataque del fascismo, ubicando en el mismo platillo de la balanza a socialdemócratas y liberales con los partidarios de Hitler o Mussolini, que gratamente aceptaron ese tipo de ayuda, que los llevó al poder. 

El estalinismo del “tercer período” se negó a impulsar el Frente Único Anti Fascista, como proponía, entre otros, León Trotsky. Los izquierdistas que se ataron al carro de las orientaciones bonapartistas de la burguesía, son dignos herederos del principal enterrador de la Revolución Rusa y europea.

*Algunos datos para tener en cuenta: Según datos del Registro Nacional de las Personas, los Registros Provinciales, el Ministerio de Salud Nacional y las Naciones Unidas, al jueves 30 de diciembre 2021 habían fallecido en Argentina -por todas las causales- 344.000 personas, una cifra muy parecida a la que resulta de promediar los muertos de los últimos cinco años previos a la “era del Covid”.Por otra parte, en 2021, 63.026 habrían muerto por Covid -también de acuerdo a las cifras oficiales- 57.723 de las cuales apenas estaban vacunadas, contra 5.303 que no lo estaban. El promedio de fallecidos en el mundo por año antes de la pandemia era de 62.500.000, mientras que este fin de año ha llegado a 61.460.009.

 

LUKAS LION 1984: el video musical

https://youtu.be/4X1A5gxJn_I

La letra traducida

Dicen que es 2021 pero no estoy muy seguro,
se siente como 1984.
Han estado librando una guerra mental y espiritualmente.
Mire a dónde lleva esto, ¿no puede ver a qué apuntan?
Orwell subestimó la capacidad de la villanía y la tiranía,
estas élites enfermas son maestros del engaño.
Se mueven con maldad, viendo al mundo sangrar mientras se alimentan de nuestra miseria.
Los mundos se volvieron bastante locos.
Sí, la psique humana ha sido secuestrada.
Bombardeos de propaganda, tu mente es el objetivo,
quieren engañarnos y llevarnos a la oscuridad.
El miedo es su mejor herramienta.
El miedo puede convertir las mentes más brillantes en tontas.
Televisar mentiras interminables, mantener a la gente aterrorizada. Esa es la forma en que mantienen su gobierno.
El miedo es la prisión en la que quieren que vivamos todos
y desde el principio esta ha sido su única misión.
Los políticos causan división, solo están aquí para cegar nuestra visión,
jugando su posición... para distraernos de sus amos que están ocultos.
Creo que George tuvo un presentimiento.
Parece que todo está llegando a buen término.
Una carrera contra el tiempo ahora los relojes empezaron a correr.
¡Todo termina una vez que la gente se ha levantado!
La única infección aquí es el engaño.
Engañaron al mundo entero con las pruebas de PCR.
Mire todos los hechos que se olvidan de mencionar.
Haga demasiadas preguntas y puede ser censurado.
La policía del pensamiento está patrullando,
no quieren información si no pueden controlarla. Nah.
¿No puedes ver lo que se está desarrollando?
1984, George ya lo escribió.
Dijo que vivimos dentro de los capítulos de Orwell.
No hay dinero para las personas sin hogar, pero hay dinero para rastrearnos.
Dime que no es una locura. Ahora todos somos anti-vacunas,
solo porque cuestionamos y buscamos encontrar respuestas.
Quieren que me asuste por mi vida, pero ¿las enfermeras pueden encontrar tiempo para los bailes TikTok?
Los medios de comunicación un escenario lleno de actores, psyops (operaciones psicológicas) fabricados y distracciones.
El hermano mayor está mirando y tramando.
Las manos no son lo único que quieren lavarse. Nah.
Quieren a todos encerrados.
Tomando tu mente como rehén hasta que la pierdas.
Nuevos cierres normales…
Los planes están en marcha y no se detendrán ahora.
Puedes ver la trama ahora, ni siquiera se esconde.
Una pandemia real no necesita publicidad.
Es un ataque a nuestra libertad.
Negocios destruidos sin motivo.
Abuelos en hogares de acogida muriendo de soledad, extrañando a sus familias, deseando poder verlos.
¿Qué pasa con los pacientes en las listas de espera que no pudieron recibir su tratamiento?
Mira todos los estragos que ha estado causando.
Aumento del suicidio y la depresión.
¿No ves que esto nos está destrozando?
No creo en una maldita palabra
que está diciendo el gobierno, se están arrastrando hacia un mayor control.
Ese es el verdadero objetivo que buscan.
Los vampiros están tratando de hundir sus dientes.
¿Qué pasó con la verdad?
Ahora que lo pienso, ¿qué pasó con la gripe?
¿Y qué pasaría si nadie viera las noticias?
Pastilla roja o azul, ahora es el momento de elegir. De verdad.
Sea honesto consigo mismo...
¿De verdad cree que se trata de salud?
Nunca ha sido Eche un vistazo, es evidente.
Lo único que se está extendiendo es el terror que han estado vendiendo.
Esa máscara es un bozal.
Solo los fuertes sobrevivirán en esta lucha.
Si aún no ha visto el panorama general, entonces está perdido en el rompecabezas.
Literalmente te hizo vivir en una burbuja.
El único virus en nuestras vidas son estos mentirosos y estos tiranos
que intentan negarnos nuestros derechos y
conspiran para aniquilar a los justos.
Se puede silenciar a las ovejas,
pero nunca a los leones, ¡nos estamos levantando!
El velo se ha levantado.
La conciencia se ha desplazado hacia una sabiduría superior.
Y no seremos víctimas de este sistema.
No seremos prisioneros, esta es la resistencia.

LUKAS LION - 1984 PART 2

1984 PART 2: https://odysee.com/@lukaslion:f/1984p...

 

Bérgamo, ITALIA – LA NUEVA NORMALIDAD TRANSHUMANISTA

 

DOMINGO 9 DE ENERO DE 2022

LA NUEVA NORMALIDAD TRANSHUMANISTA

Reproducción artificial, edición de genes, ideología de género, industria de "identidad de género", bio nano tecnologías, biología sintética, inteligencia artificial: partes de un mismo proceso transhumanista de penetración en los vivos y en todos los cuerpos, para desmembrarlos, modificarlos, artificializarlos, digitalizarlos, recrearlos en laboratorios.

La eugenesia, que siempre ha sido el motor de la investigación genética, cambia de lenguaje y adquiere otra cara, se acepta y normaliza libremente, pero permanece inalterable en su objetivo final de seleccionar, y hoy con la tecnología de ARNm, alterar irreparablemente la especie humana.

Los cuerpos y procesos vivos fragmentados y reconstruidos en un portaobjetos, bajo la lente de un microscopio, sólo pueden perder su indisponibilidad original a la apropiación por parte de las tecno ciencias y a cualquier modificación genética. El embrión se convierte en un producto y lo que es un producto puede ser sometido a cualquier experimentación con el imperativo de estar libre de defectos y con las mejores características posibles. PMA (procreación médicamente asistida) representa el caballo de Troya del transhumanismo porque abre el camino a la posibilidad de reproducción artificial, para todos y para todos, la consecuencia lógica es precisamente la de la mejora continua del producto. La ideología transhumanista penetra medicalizando cada etapa de la vida: desde el diagnóstico prenatal hasta la medicina regenerativa.

El hombre del transhumanismo es un humano biomedicalizado en una sola dimensión omnicomprensiva donde se percibe al humano como el error, en el que todo debe corresponder a los criterios de perfectibilidad continua y optimización para una superación continua de límites en la que es precisamente el cuerpo humano el que se considera como un límite a superar. Así, el principio del paradigma cibernético de que "siempre hemos cambiado el entorno en el que vivimos tan radicalmente que ahora nos vemos obligados a cambiarnos a nosotros mismos" toma forma concreta y dramática.

Antes de la codiciada transformación biotecnológica o hibridación con máquinas, lo que se está transformando irreparablemente es la misma concepción ontológica del ser humano: un ser humano neutro, diseñado, implementado.
Desde el Internet de las Cosas hasta el Internet de los cuerpos comunicantes, sensores invisibles y dispositivos digitales que con una proximidad susurrada nos cuidarán. El "planeta inteligente" de IBM se está materializando y cada manifestación de la realidad estará sujeta a la única verdad de los algoritmos.

Es urgente actuar en solidaridad contra esta mega máquina en una lucha que no puede aceptar compromisos o seremos terminados como humanidad.

ASAMBLEA POPULAR RESISTIENDO EL TRANSHUMANISMO – BÉRGAMO

Para información y contactos: resisterealtransumanesimo@gmail.com


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