20.ENE.22 | PostaPorteña 2259

Se cae el relato de las vacunas ante la evidencia que no previenen el "contagio"

Por MDuclos/Debra

 

 

PCR-CCC: monaguillos del Papa y comisionistas de Pfizer

 

"Relaciones carnales", del diputado maoísta Juan Carlos Alderete  del Partido Comunista Revolucionario –Corriente Clasista Combativa con el Vaticano

 

Por Ernesto Buenaventura Convergencia Socialista 20ENE 2022

A finales del año pasado, el Papa Francisco conferenció dos veces con el jefe máximo de Pfizer, Albert Bourla, poco antes de que el Estado Pontificio impusiera la vacunación obligatoria. El cónclave tuvo carácter reservado, así sucede cada vez que Bergoglio se junta con personajes importantes de la industria o las finanzas, como en 2019, que se reunió con Melinda Gates, otra de las caras de la Big Pharma.  

De ser fiables las fuentes que maneja el National Catholic Register, Francisco habría mantenido dos audiencias personales no anunciadas ni registradas con Albert Bourla, el CEO de Pfizer, la farmacéutica fabricante de la vacuna experimental contra el covid que se administra en el Vaticano. (https://infovaticana.com/2022/01/17/el-papa-habria-mantenido-dos-encuentros-discretos-con-el-ceo-de-pfizer/)

El año pasado, Bourla asistió a una conferencia relacionada al tema "sanitario" en el Vaticano, denominada "Unidos para prevenir y unidos para curar", donde las máximas autoridades de la Iglesia apoyaron la aplicación de la terapia génica de Pzifer. En ese marco, el Papa argentino insistió en que la vacunación contra el coronavirus es un "acto de amor" y no un gran negocio de capital financiero.

Mientras tanto, y siguiendo los pasos del Vaticano, el diputado Juan Carlos Alderete -del Partido Comunista Revolucionario- presentaba un proyecto de ley para imponer la “obligatoriedad” de la vacunación: Alderete, presentó este miércoles un proyecto para establecer la obligatoriedad de la vacuna contra el Covid-19. (https://www.ambito.com/politica/covid-19/diputado-del-fdt-propone-la-obligatoriedad-la-vacuna-contra-el-n5354417)

El PCR, a través de su Corriente Clasista y Combativa, forma parte del “Triunvirato Piquetero”, que no casualmente responde -a través del agente papal Juan Grabois- al Vaticano. Daría la impresión de que el maoísmo -de derecha- está tratando de profundizar esta relación, siendo, en los hechos, "más papista que el Papa"...

 

¿Los locos son los “antivacunas”?

 

Un conductor de televisión mexicano explotó en vivo contra la gente que no se ha aplicado la vacuna para el COVID-19 y dejó en evidencia que los trastornados, por lo menos, están en todos lados

Marcelo Duclos 18 enero, 2022 PANAMPOST

“¡Ustedes! ¡Malditos antivacunas! ¡Bola de imbéciles, ya déjense de fregaderas y por lo menos pónganse el maldito cubrebocas!”. A los gritos, en medio de un ataque de nervios y frente a las cámaras de su programa, el conductor mexicano Leonardo Schwebel arremetió contra el segmento de la audiencia que se niega a aplicarse la vacuna contra del coronavirus.

Para empezar, y como ya manifesté en otra ocasión, habría que repensar el término de “antivacunas” para denominar a las personas que todavía desconfían de las virtudes de las dosis disponibles contra el COVID-19.

En lo personal conozco varias personas que decidieron no vacunarse. Sin embargo, ellos tienen todas las vacunas al día hasta la llegada de la pandemia e, igualmente, vacunaron a sus hijos con el esquema completo acostumbrado hasta el año 2020.

No sé ustedes, pero yo no conozco ni una sola persona que considere que las vacunas, en general, son algo malo o peligroso. Llamar “antivacunas” a alguien que no desea vacunarse para lidiar con la enfermedad de la pandemia actual es tan exagerado como estigmatizante. Claro que la acusación, que se lanza de todos los medios de comunicación, no es casual. Justamente, la idea es la estigmatización y el escarmiento social.

Que quede claro. Esta reflexión no se trata de ninguna apología en contra de las vacunas del coronavirus. Se trata de una invitación para que la gente comience a pensar por sus propios medios. Algo que, lamentablemente, no se ha visto mucho desde el inicio de la pandemia. Si bien la mayoría acató las normativas dictadas desde la política, no pocas personas cayeron en garras de las teorías conspirativas más delirantes e insólitas. Muchos negadores de la existencia del virus terminaron engrosando la lista de víctimas fatales del COVID-19.

Muy pocos hemos tratado de pensar por nuestros propios medios y analizar la realidad que percibíamos mediante nuestros propios filtros. En lo personal, y perdón por lo autorreferencial, cuando llegaron las primeras novedades del virus entré en pánico.

Antes de cualquier restricción de las que luego anunció el presidente Alberto Fernández en Argentina, llamé a mi oficina para notificar que no pensaba ir hasta nuevo aviso, aclarando que aceptaba las consecuencias de mi elección. Hice una mega compra de pánico y me encerré en mi departamento con mis gatos con provisiones suficientes como para lidiar con un apocalipsis zombi.

Cuando el pánico fue la política oficial yo empecé a relajarme. Nunca dejé de cuidarme, pero tampoco obedecí ninguna de las normativas gubernamentales caprichosas e irracionales. Yo solito pude llegar a la conclusión de que no era momento para estar en una fiesta con 50 personas o de ponerme a tomar mate con la gente. Pero nunca acepté que me dijeran que no podía cenar con uno o dos amigos.

Hizo falta que una anciana saliera a tomar sol con una reposera, y que la rodeara una decena de policías, para que la gente se diera cuenta de que todo lo que estaba pasando era una locura.

Por esos días muchos argentinos comenzaron a darse cuenta que no era lo más sano estar denunciándose entre vecinos. Sin embargo, muchos daños ya eran irreversibles. En uno de los casos que cobraron notoriedad, una peluquera falleció de un infarto tras recibir la notificación de una demanda judicial, que se había iniciado luego de la denuncia de una vecina por atender en la “clandestinidad”.

Después de hablar con varios médicos, y aunque muchos me manifestaron diferentes conclusiones, decidí aplicarme las dos dosis de Pfizer en Estados Unidos. Por estos días, al ver que muchos no vacunados padecieron la cepa Ómicron igual que yo, de la misma manera que elegí ponerme aquellas dos dosis en agosto del año pasado, hoy decido no volver a inocularme.

¿Hice mal en aplicármelas? ¿Fue inútil? ¿Me salvaron la vida? ¿Me equivoco ahora? No lo sé. Pero de eso se trata la vida. De hacerse cargo de las propias decisiones y sus consecuencias.

Los que sin duda se equivocaron fueron los que cayeron en los extremos. Los que se encerraron como si pudieran vivir en una burbuja y se contagiaron igual y tantos otros que hicieron como si ningún virus existiera. Pero ambos espacios de la grieta de la pandemia tuvieron un denominador común: la histeria impulsada desde la política y desde los medios. Unos decidieron acatar las órdenes sin siquiera pensarlas por sí mismos para sacar sus propias conclusiones y otros cayeron en el delirio de visiones conspirativas delirantes.

Y si lo que se quiere combatir son las teorías conspirativas infundadas, que se insista con la obligatoriedad de un “pase sanitario” inútil (ya que los vacunados nos contagiamos y contagiamos a otros) parece ser un capricho infundado. Lamentablemente esto parece ser más seductor que la importancia de la pérdida de garantías constitucionales.

Los que tratamos de mantener la cabeza en frío para saber qué es lo que está pasando, lidiamos todo este tiempo con individuos atemorizados que pensaban que se venía el fin del mundo, que eran discutidos por otros trastornados que aseguraban que nos estaban inoculando microchips que serían activados por antenas y satélites por orden de Bill Gates.

Parece que una interpretación más moderada, de reconocer el virus y sus potenciales riesgos, pero también de aceptar que los políticos podían saber poco y nada de lo que estaba pasando, no era factible para muchos. Algunos necesitaron de un paternalismo que acribilló las libertades y otros sucumbieron a las teorías conspirativas para poder lidiar y explicar la situación. Parece que la existencia de una vacuna que ha mejorado los eventuales cuadros críticos, pero que también podría producir serios problemas colaterales, estaría fuera del menú de varios.

Puede que lo que haya que aprender con todo esto es lo poco que sabemos y reconocer el miedo que tenemos a la muerte y a lo desconocido. Todos nosotros. Y aceptar que tenemos que hacernos cargo de nuestras elecciones, y que en cierta manera, en un punto estamos solos, parece que no es para cualquiera. Aceptarlo no es fácil ni sencillo. Pero nos hace libres.

.

Gran Bretaña, República Checa e Israel se alejan de los pasaportes de vacunas

 

 

Por Debra Heine American Greatness enero 19, 2022

 

Gran Bretaña, la República Checa e Israel se están alejando de los mandatos de vacunas COVID en medio de la creciente evidencia de que las vacunas con fugas están empeorando la pandemia.

Cada vez es más difícil negar los hechos evidentes de que las tasas de infección por COVID están aumentando en todo el mundo en proporción con la tasa de    vacunación, y que las inyecciones tienen terribles efectos secundarios adversos que pueden estar contribuyendo a un marcado aumento de las muertes por todas las causas.

A la luz de la creciente conciencia de que las vacunas están fallando, no debería ser una sorpresa que las acciones de Moderna y BioNTech hayan caído entre un 8 y un 10 por ciento esta semana, un 60 por ciento desde agosto.

"Los fondos de cobertura finalmente se han dado cuenta de que no habrá una cuarta oportunidad", bromeó Alex Berenson en Substack.

El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el miércoles que el gobierno suspenderá los pasaportes y máscaras obligatorios de vacunas contra el COVID en Inglaterra, citando la caída de los niveles de infección como la razón detrás de la medida.

Hablando hoy en el Parlamento, Johnson anunció que las restricciones del plan B, emitidas para controlar la propagación de Ómicron, podrán expirar el 24 de marzo, y posiblemente antes, informó Cambridge News.

"Nuestros científicos creen que es probable que la onda Ómicron haya alcanzado su punto máximo a nivel nacional", dijo el primer ministro.

Le dijo a la Cámara de los Comunes:

Los últimos datos de la ONS de hoy muestran claramente que los niveles de infección están disminuyendo en Inglaterra y, si bien hay algunos lugares donde es probable que los casos continúen aumentando, incluso en las escuelas primarias, nuestros científicos creen que es probable que la ola de Ómicron haya alcanzado su punto máximo a nivel nacional.

Por supuesto, siguen existiendo presiones significativas sobre el NHS en todo nuestro país, y especialmente en el noreste y el noroeste, pero los ingresos hospitalarios que se duplicaban cada nueve días hace solo dos semanas ahora se han estabilizado, con ingresos en Londres incluso disminuyendo. Las cifras en cuidados intensivos no solo siguen siendo bajas, sino que también están disminuyendo.

Entonces, esta mañana, el Gabinete concluyó que debido a la campaña de refuerzo extraordinaria, junto con la forma en que el público ha respondido a las medidas del Plan B, podemos volver al Plan A en Inglaterra y permitir que expiren las regulaciones del Plan B.
"Como resultado, a partir del comienzo del jueves de la próxima semana terminará la certificación obligatoria. Las organizaciones pueden, por supuesto, optar por usar el pase COVID del NHS voluntariamente, pero terminaremos con el uso obligatorio de la certificación de estado Covid en Inglaterra.

Según los informes, las muertes por coronavirus en Gran Bretaña han aumentado dramáticamente en los últimos días, pero los casos han disminuido significativamente, lo que ha hecho que el primer ministro abandone las restricciones, según Cambridge News.

Actualmente hay 16.621 pacientes de Covid en el hospital en Inglaterra, frente a los 17.120 de hace una semana.

También el miércoles, el nuevo gobierno de la República Checa desestimó el mandato de vacunación del gobierno anterior que requería que los adultos mayores y los socorristas se vacunen, informó ABC News.

El gobierno anterior, dirigido por el primer ministro Andrej Babis, emitió una orden a principios de diciembre, haciendo obligatoria la vacunación para las personas de 60 años o más, así como para el personal médico, los oficiales de policía, los bomberos y los estudiantes de medicina.

Estaba previsto que entrara en vigor en marzo. Pero la administración de Babis fue reemplazada más tarde en diciembre por un nuevo gobierno formado por cinco partidos y dirigido por el primer ministro Petr Fiala.

"Hemos acordado que la vacunación contra el COVID-19 no será obligatoria", dijo Fiala.

Mientras tanto, en Israel, hogar de las políticas de vacunación más agresivas del mundo, un importante asesor de vacunas israelí está tirando la toalla en medio del aumento de las tasas de infección.

El Estado judío superó recientemente los dos millones de casos de COVID desde que comenzó la pandemia, y registró un récord de 72.120 nuevos casos el martes, según datos publicados el miércoles por el Ministerio de Salud.

Hasta el miércoles, más de 14.048 miembros del personal de las FDI estaban enfermos con el nuevo coronavirus, según el Jerusalem Post.

Bow, el profesor Cyrille Cohen, jefe de Inmunología de la Universidad Bar Ilan y asesor principal de vacunas del gobierno israelí, está pidiendo que el sistema de pasaportes "Green Pass" de vacunas del país se "elimine gradualmente", ya que ya no es relevante en la era Ómicron.

Durante una entrevista con Freddie Sayers de Unherd, Cohen dijo que él y sus colegas estaban sorprendidos y decepcionados de que las vacunas no previnieran la transmisión.

Al final del día, dijo, "las vacunas no nos están protegiendo, no están causando lo que llamamos inmunidad esterilizante".

Cohen le dijo a Sayers que el gobierno cometió graves errores, incluido el cierre de escuelas, que consideró el mayor error de la pandemia.

El inmunólogo dijo que la infección generalizada es ahora una parte inevitable de la inmunidad futura, también conocida como "inmunidad de rebaño".

El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, también pidió el fin de la prueba de vacunación contra el COVID "Green Pass" para ingresar a ciertos lugares, según i24News.

"No hay lógica médica o epidemiológica en el Green Pass, muchos expertos están de acuerdo", dijo Liberman. "Hay, sin embargo, un daño directo a la economía, a las operaciones diarias y una contribución no insignificante al pánico diario entre el público".

Liberman dijo que estaba trabajando con "todas las autoridades" para deshacerse del Green Pass y "mantener una rutina de vida normal para todos nosotros".


Comunicate