Marcelo Marchese 21/2/22 - UyPress -
En plena pandemia los publicitados escribas Harari y Zizek propugnaban un gobierno mundial comandado por científicos, ya que serían personas más capacitadas que los corruptos políticos para dirigir nuestras vidas; Claude Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, en su libro El gran reseteo, nos advertía que "los problemas globales requieren soluciones globales"; y Bill Gates en su reciente carta de fin de año, manifestaba que "estoy más preocupado que nunca por la capacidad de los gobiernos para conseguir grandes cosas". No se puede negar que estamos ante voces autorizadas.
En la aclamada y taquillera No mires arriba, vemos a lindos científicos que advierten a la clase política de un desastre inminente, pero la clase política frívola y corrupta, dominada por un millonario, niega la verdad, no reacciona, y a la postre es culpable del fin de la vida en el planeta. El film es unánimemente burdo, pero cumple su objetivo a la perfección: advertirnos que los políticos son una piedra en el zapato y que mejor fuera que decida gente buena y sabia.
Esta semana el Project Veritas ha lanzado un video donde Christopher Cole, ejecutivo de la gubernamental Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, reconoce que Pfizer presiona para que el poder político vacune a los norteamericanos, incluyendo a los niños El video sería resultado de cámaras ocultas que en dos ocasiones, habrían filmado a este alto funcionario reconociendo tal cosa, y ha sido saludado por millones de personas pues sería una confesión escalofriante de cómo el poder económico rige sobre el poder político para vacunar a mansalva a la población con algo que, al menos, no sirve contra el virus que ha mantenido a la población en vilo.
Tal vez el Project Veritas tenga formas de ocultar sus cámaras de tal manera que un alto funcionario caiga como un chorlito dos veces, pero también es posible que el Project Veritas, que se puede apoyar mediante bitcoin, no esté jugando limpio y sea funcional al plan global, pues que un ave rapaz devenida en chorlito asuma que Pfizer presiona al poder político, es tan novedoso para ocho mil millones de personas como decir que el sol sale por el este y se oculta por el oeste, por lo que no lo considero ninguna victoria por parte de los que enfrentamos las políticas pandémicas, y más bien pareciera obra de la estrategia actual: apuntar a la corrupta clase política para asestarle un golpe mortal a la democracia.
Tenemos motivos suficientes para sentirnos fatigados por nuestras clases políticas, y al observar las oscuras negociaciones con UPM y PFIZER, tendríamos motivos suficiente para condenarlas, pero, y este pero es un pero enorme, el objetivo de los Claude Schwab y los Bill Gates de este mundo no es eliminar a las clases políticas, el objetivo es eliminar a las democracias que sitúan a estas clases políticas como dirigentes y sustituirlas por científicos que obedecerán, como obedecen, las órdenes de los Claude Schwab y los Bill Gates que les pagan el sueldo.
Se trata de hacer un gobierno sin los riesgos que implican nuestras democracias.
El plan para destruir nuestras democracias ya opera entre nosotros, pues no otra cosa fueron las políticas pandémicas por las cuales no nos podíamos reunir para hablar de las políticas pandémicas, se implementaban contratos secretos para las vacunas misteriosas, contratos que aún continúan secretos en evidente burla al más elemental principio de la democracia, se ralentizaba la operativa estatal, incluyendo la educación y la justicia, los parlamentos dejaban que les pasaran por arriba protocolos emanados de organismos internacionales, y los poderes ejecutivos actuaban como transmisores serviles de los organismos internacionales, organismos internacionales que discutían abiertamente la posibilidad de mandatar a la OMS para que desembarque en ciertos Estados en caso de emergencia, aún sin la anuencia de dichos Estados.
Antes de la pandemia, el plan para destruir las democracias operaba entre nosotros cada vez que se apelaba a un organismo internacional para que dictara sentencia por encima de un organismo que se rige por la Constitución nacional.
Para un País, su ley máxima es la Constitución, por lo que el derecho interno prevalece sobre el derecho internacional, pero esa realidad será subvertida en aras del gobierno mundial.
¿Por qué es mejor para los plebeyos que la Constitución prevalezca sobre las leyes internacionales?
Porque esas constituciones las discutimos y aprobamos nosotros y nosotros podemos reformarlas mediante plebiscitos, como el que impulsa el Movimiento Uruguay Soberano para impedir las negociaciones secretas de los contratos que imponen las trasnacionales, contratos negociados en secreto para evadir nuestras leyes, nuestra justicia, deteriorar nuestra cultura y apoderarse de nuestros recursos.
¿Por qué es mejor para los plebeyos la democracia representativa nacional en lugar de un poder global presidido por científicos?
Porque los plebeyos tenemos formas de incidir y presionar en una democracia representativa nacional, y de hecho, elegimos a nuestros representantes, y a una tecnocracia global no tendremos cómo elegirla y tendremos formas menos eficientes de presionarla, amén de que ensalzar una tecnocracia sobre una democracia implica que los plebeyos no estamos capacitados para decir qué cosas nos convienen, implica que no estamos capacitados para ejercer la política.
El plan para instalar un gobierno tecnocrático global incluye la censura que ya se ha impuesto y que se incrementará de forma progresiva en las redes sociales y en la sociedad toda. Miles de artículos y videos son bajados por los poderes invisibles en las redes y miles de personas son bloqueadas por oponerse al Ministerio de la Verdad, mientras mueren presidentes y científicos opositores de forma misteriosa.
El plan también incluye la censura que impone la corrección política, una censura que se ha extendido sobre el pensamiento, el arte y el humor, una censura que en rigor no sólo afecta al pensamiento, sino a lo que origina el pensamiento: nuestro deseo, pues el objetivo de la corrección política y su VEGANISMO, ambientalismo, animalismo, feminismo y otros victimismos, es extender la culpa como un cáncer sobre la piel de la humanidad para anular la clave de todas las conquistas humanas.
¿Hay algo más para agregar? Sí, la Data, la conversión del hombre en un número desde que todos los movimientos, todas las conversaciones, todo lo humano, incluyendo el movimiento de nuestro dinero, pasa a ser información para el control del poder global.
Con ser funesto todo lo escrito, agreguemos el distanciamiento social, las conversaciones y clases virtuales y el Metaverso, por el cual la energía libidinal se gastará en una realidad sustituta, pues todo conduce a la sustitución de la realidad, así como será sustituida la carne por una cosa sintética y el libro por el ebook.
Esta dinámica conduce al gobierno tecnocrático mundial que ejercerá su dictadura sobre los plebeyos, unos plebeyos que perderemos progresivamente nuestros trabajos y seremos obsequiados con rentas básicas para sobrevivir con lo básico, en tanto aumenta de forma exponencial la venta de libros sobre los estoicos, y en tanto se perpetra el ataque a toda espiritualidad para ser sustituida por la religión del bienestar corporal que brinda La Sacrosanta Ciencia.
Siempre me pareció dudosa la teoría según la cual el virus de la corona fue creado en Wuhan ¿Para iniciar la pandemia lo largan en un mercado a trescientos metros del laboratorio?
Parece un mal libreto de un mal cuento infantil. Nada digo acerca de si el virus fue manipulado o no, pero si alguien lo manipula en Wuhan, lo larga en el lugar más lejano a Wuhan, por lo que sospecho que si fuera manipulado, los que lo largaron lo manipularon en muy otro lugar y lo largaron ahí para embretar al gobierno chino, y posiblemente, para embretar a los funcionarios del gobierno norteamericano que colaboraron con el gobierno chino y su laboratorio en Wuhan.
No sería imposible que el siguiente paso para llevar a cabo el golpe de estado global, incluya denuncias sobre la falsedad de la pandemia, y un consecuente castigo a algún ultra millonario y al sistema político que actuó de manera cómplice con las políticas pandémicas. Esto no se puede asegurar, pero tampoco sería prudente descartarlo.
Habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, y cómo repercute mundialmente la misteriosa movilización de Canadá, pero por un camino u otro, según los planes del Titiritero, a la democracia no le espera otra cosa que el basurero de la Historia.