26.MAR.22 | PostaPorteña 2274

Bandera verde para la LUC. Realidades y Ficciones

Por Dr. Félix Ugalde

 

Faltan dos días para conocer el resultado de este largo y tedioso camino del referéndum de la LUC. Que ocupa tiempo y dinero de la sociedad y que distrae a muchos de la atención de temas de mayor envergadura, urgencia y necesidad social acuciante, creando niveles de incertidumbre de entidad,  que en definitiva solo contribuyen a  enlentecer el desarrollo de una sociedad, que ya tiene instalada una inercia propia de freno a todo lo posible.

 

Dr. Félix Ugalde- extramuros revista    25 msarzo 2022

 

El domingo conoceremos el desenlace del veredicto de la ciudadanía, proceso que percibimos y entendemos, a nuestro solo juicio, especialmente curioso, complejo y de difícil comprensión, al menos para parte significativa de la comunidad. Basta para ello percibir la sensibilidad, la ausencia de preocupación intelectual o el desinterés real de la gente. Aún de los que parecen o simulan ser radicales, si bien hay cosas peores instalar una discusión que se banaliza en dos corrientes que dicen cosas diversas, una parte defiende la ley y la otra parte alerta sobre peligros que imagina podría tener la misma. Académicamente una tontería significativa

 

Curiosidades y complejidades  

 

Curioso y novedoso tema, por la vastedad inusual de la eventual discusión que hubiera sido posible (y que no fue) y por la rara mezcla de promotores y demás actores principales y de reparto de la iniciativa derogatoria, que crea una nueva sociedad política transitoria que enfrenta (interesante novedad) a una coalición variopinta

.  Se trata además, de 135 artículos, diversos en su tipo, objetivo, materia y características singulares. Su planteo en extensión y profundidad, inhibe de cualquier discusión seria y sensata y determinan la imposibilidad de una razonable aproximación a su debido entendimiento. Entre otras cosas, porque como es usual en estas tierras cada artículo refiere a otros vinculados que se derogan, o amplían o cualquier otra circunstancia. Tarea para titanes conocedores de los laberintos de la burocracia nacional. La ley debe referir a otros cientos de referencias. Para profesores de todas las materias. 

Complejo por las dificultades inherentes a la correcta percepción de la sustancia en debate  y a la falta de interés general por intentar entender la esencia de lo que se discute.

A partir de una premisa bastante elemental: siempre ha sido materia difícil que los legisladores entiendan lo que dicen y escriben, cuanta mayor dificultad entonces para el pueblo liso y llano entender esta disputa, aludiendo al pueblo en toda su extensión imaginable.

El promedio de los uruguayos, pocos propensos a interesarse por los temas legales, particularmente lejanos y áridos, entiendo les resulta en el fondo una discusión aburrida, abrumadora y patética.

La comprensión del meollo del asunto, dificil de captar en la expresión final de los votantes, acaba siendo simplemente una forma o procedimiento de testear como van las cosas, como anda el ambiente, como se mantiene activa la militancia, como se comportan sectores que se asocian expresamente a determinado fin y como se encuentran formas útiles dirigidas a recuperar el poder por parte de esta novedosa izquierda.

Esas son las razones del emprendimiento. Mantener brazos crispados, adelantar discusiones ajenas al objeto y poner en offside al gobierno. Si pueden obviamente. Para los miembros de esa sociedad de hecho promotora resulta igualmente atractivo. Lujo de la inconsistencia. Y del tiempo libre. 

 

Las comprensiones y las incoherencias

 

A ello se agrega otra limitación letal en materia de comprensión. En 135 artículos, seguramente no estemos todos de acuerdo (tampoco los indecisos) en su derogación o mantenimiento de su vigencia de cada uno de ellos en particular.

Lo que lleva a quienes analicen con genuino interés el tema, a terminar navegando en un vacío conceptual y moral, generando una lista de los valores que comparte y de los que disiente de la ley cuestionada. Tendrán que optar al final, por aceptar todo o derogar todo. Lo que es injusto, torpe y tonto.

Es un paquete a comprar (sin opciones) en la cual convive el cielo y  el infierno de un proyecto que presionó el PIT, y al que el Frente (votante del resto de la ley ) debió sumar participación  para evitar un protagonismo desmedido de aquel en la política partidaria. Pese a su nueva y relevante decisión de designar ahora  a un ex PIT para dirigir al Frente. Frente y PIT como en cualquier otro caso, se quieren y se odian.

Los odios más cercanos (paradoja real) son los más cercanos. Los del barrio, los de la clase. Son compañeros de ruta, aunque las rutas deberían ser específicas de cada quien y bien diversas en su objeto.

Otra alternativa lleva exclusivamente a incluirlos en la unica y misma caldera de cambios sociales derivados de ideología pura.  Pero prefieren negociar, a aceptar que el rol de la dirección en acción se lo apropien otros. Que al final son para algunos de la izquierda socios permanentes, para otros enemigos simulados, para otros un peligro de plena y perpetua latencia. Amenaza de posibles succiones de votos y de poder.

El Frente ha sido y sigue siendo un escalón para que los destacados del PIT asciendan en la vida pública. Esta es la mejor oportunidad de los trabajadores del instituto para copar la dirección política del movimiento social y posibilitar la candidatura de Pereyra.

Que no es poca cosa. Y que ya alienta en el horizonte. Lula es un ejemplo. Pero mirado con distancia parece mucho más regional en los enfoques. El PIT no aporta enfoque. Aporta básicamente su posición de clase excluyente de los otros y su razón autoasignada. 

 

La razón de la sinrazón

 

En definitiva se trataría solamente de eso. Introducir la balanza con un plebiscito, mirar por dónde van los tiros y determinar la tendencia de la generalidad. Esa misma generalidad que le fue ingrata en la última elección y que desparramo a mucho líder o aspirante a burócrata bien pago, al camino de la jubilación, o del destierro o de la pequeña dádiva de cargo indescifrable de alguna Intendencia aún en su poder.  

El resultado de todo lo cual es pobre en lo académico así como relativamente inútil en la vida social y práctica.

Un repaso de encuestas, un relevo de intenciones, así como la revelación de los intereses sociales bien difusos en el caso, solo acredita que estamos nuevamente frente a una comprobación: solo se intenta medir la fortaleza que mantiene el gobierno, dar cuenta y acreditar la potencialidad de la izquierda hacia el futuro y en definitiva a forzar la situación del país de forma de quebrar al gobierno, anticipando un triunfo de la izquierda. Si pierde el gobierno es claro que la derrota no augura grandes horizontes.

 Por el contrario será la LUC en cuestión la que traerá nuevas tempestades. Nuevos juicios. Nuevas reivindicaciones para poner en línea todos los perjuicios reales o inventados que derivan de su derogación. Una fábrica de novedosos motivos de daños morales y materiales. Para lo cual están preparados desde la primaria.  

 

Otras diferencias, quietud intelectual y secreteos varios

 

Con un poco de paciencia y otro poco de razonabilidad cualquiera sabe que el país está partido irremediablemente en pedazos. Al menos existen dos porciones bien rígidas del orden del 40% de los ciudadanos, que mantiene visiones antitéticas de lo que debe ser la sociedad, valores proclamados y exigidos en todos los ámbitos manifiestamente diferentes, expectativas distintas cuando se mira el futuro pensando en grande o en chiquito, que a la vez se encuentran distanciados de manera más profunda, intensa y firme de lo que se permite suponer. No es un tema de superficies. Es un tema de profundidades. De verdades reveladas. 

 Esa diferencia, grieta o pozo que separa los bloques es real y no ficticia, es larga en lo temporal, es profunda y está preñada de rencor que ha hecho nido  en personas y familias. Su tensión inocultable en la vida cotidiana de la sociedad civil, solo es falsamente amortiguada por el imperio de frases hechas repetidas al infinito, por quietudes intelectuales equívocas, por acuerdos morosos nacidos de secreteos, coqueteos y concesiones subterráneas reciprocas.

  Todo ello (bella cosecha) obra de los profesionales de la política (todos) que sugieren o sienten amistades poco razonables, solo explicables a la luz del interés en mantener la verdad alejada de la realidad, la vida del país condensada en presupuestos fantasmales que son concertados en refinada y exclusiva cúpula, adoptando  medidas que van siendo cada vez mas estrechas en su hermandad pese a las distancias que supuestamente los alejan. La derecha se inclina a la izquierda como sin querer adoptando políticas para convencer a todos que el Mides es una suerte de panacea. Intocable al fin. La izquierda solo se inclina ante su propio interés. Es solamente genuflexa con el uso del Estado, y siempre con los Estados dictatoriales más allá de toda razonabilidad. Pero que se acercan se acercan. Encuentran tangentes. E igual disienten porque ello es parte del juego. 

 

Cercanías y lejanías

 

Rara y sutil la distancia y la cercanía. Rara también la actitud que los alejan a todos de sus objetivos proclamados.  La mayoría, aun la que vive santamente en el error según se la mire, es mucho más consistente que los actores sociales y políticos. O sea mientras los políticos juegan con las expectativas en contubernio con  actores políticos y sociales varios, los miembros de la humanidad pecadora siente de otra forma, mucho más marcada por hechos y actos que por declamaciones falsas y sin contenido. Incluso enfrascados en errores repetidos de un bienestar lograble a precio vil, sin trabajo y sacando a quien no tiene. 

 

Una mirada que sacude odios

 

Un caso claro lo constituye la mirada sobre el tema laboral y la lejanía real entre empresarios y trabajadores. Y la lucha sorda y muchas veces muda entre los propios trabajadores que no están de acuerdo en temas que la LUC coloca en foco como la ocupación de las empresas. La actitud de estos revela una conciencia de clase fuerte y dura, hechura de ideología de corte marxista y leninista, la cual marca claramente su interés claro: destruir. No son negociadores. Son enemigos. Eso lleva a la aniquilación. Nunca al acuerdo verdadero. Mientras el trabajador no sienta institucionalmente que el capital es parte de su vida y de su disfrute mal vamos. 

Los que dirigen simulan diferencias en muchas materias, pero al final no permiten percibir que sean constantes en su defensa. Al final de la marcha todos se van pareciendo cada vez más en sus ideas y sus creencias, en sus actitudes y su política de aldea. Solo los separa el hambre insaciable del poder, la pequeña codicia del dinero, las ambiciones tristes de la figuración y las desgraciadas contiendas por el protagonismo. Ya todos acostumbrados al poder, todos angustiados cuando el mismo esta ausente, todos tristes de perderlo, se van juntando en forma insensible para descubrir la forma de convencer a un oscilante 20% que no sabemos en rigor que diablos piensa o pretende. 

 

Quienes son esos indecisos

 

Escuchando versiones de los porque que determinan el voto de las mayorías, se desnudan muchas veces y con realismo desgarrador, las realidades de menor cuantía que dominan entre nosotros. Siguen a quien siguen, porque los siguen, sin importar argumento, ni razón ni otra cosa que estar pegados con poxipol a una u otra posición, creada por una fantasía bastarda y pobre.  Descarnadamente huérfana de proyectos, de ilusiones y de expectativas. Porque este trillo vamos y por el seguimos. La gran ausente es la libertad para crear. Y hoy, sean ricos o pobres no saben por dónde ir. No hay convencimiento porque es difícil convencer en temas de este tipo. No hay convencimiento igual a las mayorías rígidas porque ya no creen. 

Hay también indecisos que se congregan ante el altar de la falta de conformismo frente a cualquier situación. No están ni en la calle ni en la vereda. Pisan un pie en cada lado. No saben si ponerse las botas o los botines.

Les gusta estar en contra de todo por puro placer, por deleite de diferencias marcadas que tienen el debido efecto reputacional, o por simple tontería espiritual. Son en general gentes que fueron de izquierda o que lo siguen siendo en recatada actitud y que rechazan y sienten mal olor en definitiva por lo que denominan derecha.

De la derecha solo les gusta Paris, la moda, las fiestas y esa inevitable inclinación a criticar a aquellos con quienes les gustaría ir de paseo. La frivolidad no es privilegio exclusivo de los ricos, sino oportunidad que la vida da a todos los que pueden llegar. Hay gente frívola encubierta en disfraz de socialismo, al acecho del disfrute de frivolidades de mayor importancia. Del balneario de Buenos Aires se llega sin mayor esfuerzo a José Ignacio. Donde se encuentra la misma arena pero también vive la mística mezcla de la paquetería (que Benedetti en antiguo relato poema prefería llamar “pitucos” sin saber que significaba en realidad) que tienen en ocasiones posiciones devastadoras de ideología revolucionaria.

¡Que placer sentir todo a la vez! Opio y marihuana. Champán y caviar. Ideales libres sin compromiso. Porque al final, bien lo decía algún tupamaro perfumado, “socialismo no es entrevero”. Y Paris bien vale una misa.  

 Muchos entienden lo que la LUC dice. Y perciben las mentiras que derrama Valenti en versión ya opaca y barroca, sin perjuicio de lo cual optan al final por plegarse a la política del no compromiso.

Dicen ahora que son indecisos hasta el momento final. Pero la izquierda al final los puede. Eso fue lo que por media hora no termino de consagrar al Ingeniero (sindicalista, empresario, intendente y otras cosas) como Presidente. Un tiempo más, o una oportunidad de redimirse, nos hubieran deparado 20 años de izquierda. Salvo que cada vez de peor tipo y calidad. Como lo es la que viene. Que al final no son ni fueron militantes, ni sindicalistas ni siquiera estudiantes enojados. Son señores de una ramplonería esencial y una tristeza intelectual severa. Que aspiran en sueños livianos a la OEA o la dirección que se ocupa de la Rambla sur. 

 

Expectativas futuras de los bloques

 

Mujica a veces acierta. Es humano acertar a veces. Y dijo muchas veces que la grieta o la diferencia se acababa con los luchadores. Claro luchadores como él. O sea con los militares y tupamaros que se enfrentaron a ciegas, en cárceles o en delaciones discretas. Asumiendo así formar una suerte vanidosa de casta especial y superior. Como seguramente fueron los de la Resistencia de la segunda guerra, o los que sufrieron Vietnam o cualquier otra forma de enfrentamiento. Los que creen que saben. Los que entienden que se jugaron. Creencia suya y seguro de algún vecino beneficiado.  O sea los viejos comprometidos.

Se olvidó de incluir a todos los viejos (cientos de miles) de uno y otro lado adoctrinados hasta el infinito por decenas de años. Que les creyeron a unos y otros, que llevan una vida a contramano, que siguen en esperanza doctrinal esperando el cielo prometido. 

O no son al final los vacunados con Pfizer los más combativos, los más militantes, los más duros los que van a las convocatorias respeten Si o no.  Manejan una ética más cierta, más cristianamente culposa, mas militante, todavía ilusa, desmedidamente creída de lo que fue su formación.

Los jóvenes andan por otros caminos. Más prácticos, sexuales, deportivos, materialistas. Pero lejos de entender de ideologías. Ni a Gómez, ni a Frugoni ni a Erro ni a Rodney Arismendi (que hasta poeta fue en su juventud).    

 

Hay caminos posibles

 

No acierto a vislumbrar un cambio radical a esa división. Ni a que la misma incline hacia una fuerza más mayoritaria que la otra. Eso quizá explique los nuevos y cochinos hechos (que alejan a los dirigentes de los dirigidos a los políticos de su amado pueblo) que la derecha (aun en este gobierno) este apostando discretamente  a mimetizarse con la izquierda, a estar incluso más allá, a usar sus mismas armas, a repetir sus mismos esquemas, a intentar un robo de grupos de gallinas que entiendan que ahora finalmente todos se encuentran más cerca.

Y será posible que también sea la causa por la cual la izquierda haya cambiado su letanía desgastada de la plusvalía (en verdad teoría de Ricardo desarrollada con éxito por Marx) y hoy destronada del mundo académico desde 1870 por la escuela marginalista, por un simpático conjunto que suma profesión de fe sincera a favor de las mujeres cualquiera sea el motivo, endiosamiento de homosexuales, trans, derechos humanos, y cuanto tema de conflicto sirva al noble interes de crear confusión. Que se puede resumir en aquello que alguna Comisión del pasado reciente señalo con desparpajo “si uno se siente nena va al baño de las nenas” aunque las nenas se asusten del barbudo que invade el local. 

 

Liderazgos

 

La LUC mantiene vivo un gran liderazgo presidencial. Es la lucha despareja que el asume con éxito en la vanguardia.

Si hubiera reelección Lacalle seria gran candidato. En el partido Colorado destaca aun la figura de Sanguinetti. Quien más escribió y defendió la ley. En el Frente la novedad es Pereyra, firme candidato para imponerse en el futuro. Seguramente tome ventaja sobre la Intendenta y el Intendente. Poco más se puede pensar.

El gobierno al no tener apreciable nivel de sustitución de sus ministros (algunos en caída libre por simple omisión) es posible que piense en Bordaberry para sustituir algún ministro. Y mantener a los más fieles de la coalición. Relaciones Exteriores parece el más posible. Reparando la salida del líder hoy no ubicable del partido colorado. 

Pero lo único cierto es que la ganancia de mantener la ley serán más cucardas para el Presidente. Los demás no ganan fran cosa. Para el Frente será una dificultad grande. Porque su esperanza es alta. Pero no desmayan con facilidad. Darán más y más batallas. Hasta el sublime paso de la victoria final. 

 

Una idea del resultado

 

Pese a todo pensamos que gana el Gobierno.  Por diferencia mínima. O sea entre un 4% y 7%. 

Está basada en las encuestas, en la historia, en el pasado reciente, en el liderazgo manifiesto de Lacalle distanciado de todos los políticos. Su derrota eventual carece de todo sentido, solo pone sombras en el futuro sobre la premisa de un intento de desestabilizar que no conduce a nada. Salvo a la bandera que hoy reivindica el Frente y que nunca aplico. Hay que hacer políticas de Estado. Hasta para fijar el precio del asado y determinar las políticas de la edad avanzada.  


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