Te dije que esta parte no iba a ser bonita. No pensé que llegaría al punto en que el Wall Street Journal se llenaría de Buck Turgidson < se refiere a George C. Scott, en su personale del General 'Buck' Turgidson en la película Dr. Insólito o: Como aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba (1964)>y pediría a Estados Unidos que "demuestre que puede ganar una guerra nuclear", pero tampoco estaba del todo equivocado.
En enero (es decir, hace un millón de años), en Los últimos días del culto covidiano , AQUÍ escribí:
“… nos estamos acercando peligrosamente al punto en el que el GloboCap tendrá que volverse completamente fascista si quiere terminar lo que empezó. Si eso sucede, las cosas se van a poner muy feas. Lo sé, las cosas ya son feas, pero estoy hablando de un tipo de fealdad completamente diferente. Piense en Jonestown de Jim Jones, o los últimos días de Hitler en el búnker, o los últimos meses de la familia Manson”.
No sé ustedes, pero siento que la amenaza de una guerra termonuclear global califica como un " diferente tipo de feo".
Y, bueno, antes de que me acuse de exagerar el peligro del desastre impío que GloboCap ha hecho en Ucrania, me gustaría señalar que incluso Thomas Friedman está empezando a hacer sonar la alarma .
El jodido Thomas Friedman, amigos... un hombre sin conciencia moral alguna, que nunca se ha enfrentado a una guerra de agresión del GloboCap que no pudiera apoyar, y que ha justificado mandar a la parrilla a una barbacoa gratuita de millones de hombres, mujeres y niños sin siquiera pensarlo dos veces a lo largo de su larga y lucrativa carrera como portavoz de la lista A de las clases dominantes. Cuando The Stash
Además, está la cosa nazi de GloboCap .
No soy exactamente una flor de invernadero, pero tengo que admitir que ver a mis amigos y colegas liberales enloquecer por nazis reales tatuados con la esvástica y con los nazis de Sieg-heiling levantando su brazo derecho ha alterado un poco los nervios. OK... lo siento, no se nos permite llamarlos "nazis". Creo que "defensores" es el término del día. el que está de onda
En serio, aquí hay una captura de pantalla real de The Guardian con el líder del destacamento neonazi Azov...
Ah, y mientras tanto, mientras la bestia áspera se encorva hacia Belén, y los antiguos cultistas covidianos fanáticos convertidos en cultistas ucranianos fanáticos gritan pidiendo “más armas” y “compromiso más directo”, y se deleitan en su angustia por las esposas de los neonazis, la historia oficial de la pandemia de Covid 2020-2021 se está escribiendo y la historia real se está olvidando en tiempo real, ante nuestros ojos.
Por ejemplo, es posible que haya visto este video de Bill Gates recitando algunos de los hechos básicos que nosotros, los "teóricos de la conspiración que niegan la ciencia", que hemos sido censurados, eliminados, desmonetizados, demonizados y perseguidos implacablemente por informar durante los últimos dos años, como si estos hechos acabaran de ser descubiertos.
En términos de gaslighting< luz de gas,es una estrategia de manipulación que se produce en las relaciones sean estas sentimentales o no, en la que la persona manipuladora consigue que la víctima dude de su percepción, su memoria o su juicio> no hay nada mejor
Y luego está la enorme cantidad de muertes y lesiones causadas por las "vacunas no experimentales, totalmente seguras y eficaces", cuyo daño se está volviendo innegable, pero que, sin embargo, se niega rotundamente, y que desaparecerá de la historia oficial. Esto es del Berliner Zeitung ...
“El número de complicaciones graves tras las vacunas contra el SARS-CoV-2 es posiblemente 40 veces superior al declarado oficialmente por el Instituto Paul Ehrlich . Este es uno de los resultados provisionales de un estudio observacional a largo plazo realizado por Berlin Charité. El jefe del estudio, el profesor Harald Matthes, [declaró]: "A la luz de alrededor de medio millón de casos con efectos secundarios graves después de las vacunas contra el covid en Alemania, los médicos tenemos que tomar medidas". Matthes ahora está pidiendo puntos de contacto para y con los afectados. "Tenemos que ofrecer tratamiento y discutir esto abiertamente en conferencias y en público sin que se considere que estamos en contra de la vacunación", dijo Matthes"
Y esos son solo algunos ejemplos de la fase de transición orwelliana en la que nos encontramos. Como he estado escribiendo y diciendo, una y otra vez, GloboCap se está volviendo totalitario con nosotros (o tan totalitario como puede ser el capitalismo global de ahora). No voy a entrar en todos los detalles en esta columna, porque lo he hecho en varias columnas anteriores, y... bueno, porque necesito tratar de venderles un libro.
Espera, no hagas clic todavía. Déjame decirte por qué deberías comprar este libro. No, no es porque necesite el dinero. (Por supuesto que necesito el dinero. Me gano la vida con esto). Es por esa cosa de la "historia" que acabo de mencionar arriba.
Lo que el libro es, en su mayoría, es una historia no oficial, una historia tal como sucedió del lanzamiento de la Nueva Normalidad, la historia real, que se reescribe y se guarda en la memoria a una velocidad vertiginosa. GloboCap lleva a cabo esta recuperación, en verdad un vaciamiento de la memoria, pero también la llevan a cabo los millones de personas que antes parecían normales y que se volvieron "fascistas de la Nueva Normalidad" durante los últimos dos años y ahora les gustaría fingir que no lo hicieron.
Estoy seguro de que recuerdas a algunas de estas personas, y cómo de repente se transformaron en fascistas chillones que querían segregar a "los no vacunados", despojarnos de nuestros trabajos, encerrarnos en campamentos y castigarnos por no seguir las órdenes y cumplir con la nueva ideología oficial y ajustarnos/ castigarnos de cualquier otra forma por no seguir las órdenes
Muchos de ellos siguen chillando fascistamente para ajustarnos a la nueva ideología oficial.
Acaban de pasar de gritar sobre la pandemia a gritar sobre la guerra en Ucrania, como los miembros del Partido Exterior que cambian de enemigos oficiales durante la Semana del Odio en 1984 de Orwell.
Que es otra cosa en la que me meto en el libro.
Escribí un largo ensayo introductorio en el que exploraba la cuestión de cómo las sociedades nominalmente democráticas de todo el mundo podían transformarse tan repentina y fácilmente en estados policiales patologizados-totalitarios.
Probablemente no te va a gustar mi conclusión. No se trata de una psicosis de formación masiva, de formación de masas, ni de ninguna otra forma de locura. patologizados. . , ni ninguna otra forma de locura.
En cualquier caso, la cuestión es que dentro de uno o dos meses, o posiblemente uno o dos años, la historia real del despliegue de esta nueva forma de totalitarismo global-capitalista habrá desaparecido y será sustituida por una historia oficial revisada y aprobada por la Junta de Gobierno de Desinformación del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. y sus equivalentes en toda Europa y el resto del mundo, y Facebook y Twitter, y otras corporaciones supranacionales y entidades gubernamentales no gubernamentales que no rinden cuentas.
Por lo tanto, probablemente desee tener un registro impreso de lo que realmente sucedió, tal como sucedió, para recordarlo y mostrárselo a sus hijos.
La Nueva Normalidad no va a desaparecer. Quiero que se acabe tanto como tú, pero la verdad es que acaba de empezar.
Seguiré intentando documentarlo y analizarlo (y, de vez en cuando, encontrarle algo de humor), porque... bueno, está esa cita de George Santayana, algo así como los que no pueden recordar el pasado. Creo que ya sabes cómo va el resto.
Eso es todo. Ese es el tono. Aquí está el libro, y algunas cosas buenas que algunas buenas personas han dicho sobre él...
The Rise of the New Normal Reich está disponible en Amazon y Barnes & Noble ahora, y Booktopia , si vive en la Australia de la Nueva Normalidad, y pronto estará disponible en la mayoría de las librerías en línea . O puede pedirlo físicamente en su librería local... suponiendo que todavía tenga una librería local.
Traducción y adaptación posta, los textos entre <> son notas de esta edición