18.JUN.22 | PostaPorteña 2291

Aguafuertes Colombianas (VIII)

Por R.J.B.

 

El día amanece gris en el Valle de Aburrá. Nubes perezosas rodean las cimas y una pertinaz llovizna le pone al paisaje un toque de nostalgia.

 

Nostálgicos y además nerviosos, deben estar los mandamases que, por décadas, manejaron a su antojo la política colombiana.

Y es que entienden que, por primera vez, el riesgo de perder gran parte de sus privilegios es real.

 

Para estas elecciones, teniendo en cuenta los resultados de la primera vuelta y por lo que a estas alturas se percibe, los manidos recursos de demonizar a los candidatos progresistas no han bastado para dejarlos fuera de carrera.

 

Nadie tiene la justa en estas lides y ni siquiera los especialistas, máxime teniendo en cuenta que el voto no es obligatorio en Colombia, pero a ojo de cubero y sin presumir de bueno, me sumo a los que estiman que la fórmula que encabezan Gustavo Petro y Francia Márquez es la favorita para alzarse con el triunfo.

 

Por un lado, el programa de gobierno del Pacto Histórico apunta a cambios reales y resulta esperanzador; por otro y en la medida que ha ido quedando atrás aquella primera ronda, la imagen de Rodolfo Hernández ha ido perdiendo fuerza.

 

Además, no es poco lo que incide la pésima gestión del presidente Duque -con índices de desaprobación históricos- para que mucho sea el descontento y, por tanto, demasiados los postergados.

 

Una cosa está bien clara: se trata de una compulsa entre la esperanza y el “más de lo mismo”; entre los que votarán a conciencia y aquellos que rechazan -o temen- un cambio en la conducción política del país.  

El sol asoma tímido entre las colinas y un par de gavilanes rondan en las alturas.

 Entre bostezos, la mañana se ilumina; ojalá que sea un buen presagio para un domingo que no será cualquiera…

 

Ricardo J. Benelli

Comunicate