22.JUN.22 | PostaPorteña 2292

LA SUSTITUCIÓN DE LA REALIDAD Y LA FALSA GUERRA DE UCRANIA

Por Marcelo Marchese

 

En 19 días el ejército norteamericano entró en Bagdad resolviendo en un tiempo razonable la invasión a Irak, habida cuenta de la brutal diferencia de armamentos entre el primer ejército y el supuesto cuarto ejército del mundo

 

Marcelo Marchese / UyPress 20 junio 2022

 

Misteriosamente, el eficiente ejército ruso no logra liquidar a un raquítico ejército ucraniano en cuatro meses de contienda. Que atacan, que no atacan, que vienen, que van, que avanzan, que retroceden, que suben, que bajan y en suma, una farsa.

Las bombas atómicas arrojadas al Japón, cuando la segunda guerra ya estaba liquidada, así como esta invasión a Ucrania, son bombas atómicas y guerras contra nosotros, y en particular, contra Europa.

El objetivo principal es incrementar la crisis desatada por la pandemia y empujar al hambre y la desesperación a millones de personas, pero un segundo objetivo es poner a Europa de rodillas.

Poner a Europa de rodillas deviene del reseteo cultural que pretende hacer el Titiritero, que es un reseteo cultural más profundo de lo se teme, y al atacar a Europa, se ataca la memoria cultural de occidente. Culturalmente, el pilar es Europa. Véase por ejemplo cómo la pandemia en Italia y España fue concluyente para generar un efecto siniestro en el resto del hemisferio.

Esta situación permite comprender un atentado que de tan bien pensado, pasó como un curioso accidente, y me refiero al atentado a Notre Dame de París el lunes de Semana Santa.

Notre Dame es la Historia cultural de Francia, y debajo de sus cimientos se encuentran cimientos de religiones anteriores al cristianismo. Como las religiones están en decadencia, y como no se advierte que las milenarias religiones son un elocuente hecho cultural (con ver el arte con motivos religiosos uno puede darse una idea, e inclúyase en este arte con motivos religiosos las pinturas de Altamira) mucha gente y en especial "los laicos", se alegran de la ruina de las religiones sin preocuparse por qué cosa vendrá a llenar el espacio vacío. He ahí el problema.

El espacio vacío será llenado por la religión de la ciencia, la religión de la salud que ya te ha llenado de culpa con respecto a la carne, la grasa, la leche, la harina, la sal, el azúcar, el alcohol y el tabaco.

 

De todos los hechos que no fueron hechos, esta farsa de guerra es el más fantasmal.

De todos los hechos que pasaron como no hechos, el atentado a Notre Dame de París, Nuestra Señora de París, la Diosa de occidente, es el más trascendente.

De todos los frentes de ataque del Titiritero, la religión es el frente más desguarnecido.

Algún iluso puede dudar de la existencia del Titiritero, pero si después de los miles de millones de dólares para financiar el feminismo, el veganismo, el LGTB, el Metoo, el animalismo, el ambientalismo, el discurso del calentamiento global y la reconversión energética, y después de las políticas pandémicas absurdas y la vacuna que no inmuniza, la única razón para descartar la existencia de una voluntad que moldea los acontecimientos, es el temor que genera la existencia de una voluntad con un poder como ningún emperador soñó jamás, y con un sadismo sin parangón en la lúgubre Historia del poder.

Aquellos mismos que enfrentaban las políticas pandémicas, pero creían que esas políticas eran resultado de "afinidades electivas", de una simple unión de intereses sin una voluntad que dirigiera y planificara, creen ahora que esta guerra es para definir dos bloques de poder mundiales.

De la pandemia, de la guerra, y de lo que sea que suceda, emergerá el nuevo imperio, cosa evidente de toda evidencia, y ese imperio es China, que exportará su modelo económico y político al mundo, mientras Estados Unidos va derecho al ocaso, y a modo de prueba ¡las Torres Gemelas! que marcaron la declinación del imperio norteamericano.

Algunas personas creen que Putin es una especie de héroe que enfrenta al capitalismo norteamericano, cuando Putin no es otra cosa que un peón de un peón en el tablero del ajedrez mundial, y es un peón de un peón que baila al son del Titiritero, que no es otro que el capital financiero que hace dos siglos dirige a su antojo la economía mundial.

Ninguna guerra sucede sin su concurso, desde que financia las dos partes de cada guerra, desde que presta el dinero para reconvertir a los países destruidos por las guerras, y desde que es dueño del petróleo, de la pólvora, del cobre y del plomo.

Es el capital financiero el que decidió invertir en China en los setenta, y ese es el origen del capitalismo chino, que de comunismo no tiene más que el nombre. La razón para invertir en China fue una monumental masa de trabajadores a la que ningún sindicato defendería y que al contrario, estaría dispuesta a entregar su sudor por un plato de arroz diario.

Capitalismo con control stalinista es un sueño dorado para cualquier burgués.

El Estado chino, con un sistema de control digitalizado, es el modelo que el auténtico emperador exportará al mundo: todos seremos esclavos del número, desde que todos seremos sólo un número.

La guerra terminará cuando el que diseñó la guerra diga que ya ha cumplido su propósito, y luego saldrá con alguna otra cosita, bastante triste para todos nosotros.

Conviene, para enfrentar lo que se viene y para enfrentar las consecuencias siniestras de esta guerra, entender qué sucede, y lo que sucede es la sustitución de la realidad, ya que la guerra no es guerra; el comunismo chino no es comunismo; los medicamentos no curan; la pandemia no fue pandemia; los periodistas no investigan; los diarios desinforman; el cine no hace cine, sino basura política; la música no es música, ya que se diseña por computadora y las voces son procesadas por computadora; el feminismo es machista; los gobiernos no gobiernan; los libros no son libros, sino ebook; los profetas son unos falsos profetas que bailan al son del Titiritero, o en el mejor de los casos unos idiotas enfermos de vanidad; la Iglesia no es cristiana; la sal no es sal; el azúcar no es azúcar; la carne resulta que ahora es mala; y el hombre ya no será el hombre, pues los hombres nacen de las mujeres, y el sexo será sustituido, pues el hombre será diseñado en laboratorios, sin sexo.

Hacia allí vamos mediante la sustitución de la realidad.

El hombre es también las cosas que ha hecho: todos esos libros, toda esa música, todas esas pinturas y catedrales son también la humanidad, más el caballo, el perro, el higo y el tomate, todas creaciones nuestras.

Salvo que mires al cielo o que estés en medio del océano, todo lo que veas es creación nuestra. Sustituido todo lo que hemos hecho, quedaremos sin atributos y prontos para ser convertidos en lo que no somos. Esto se logrará dominando previamente la mente del hombre, sin lo cual nada sería posible.

Si el hombre despertara, haría saltar estos planes perversos por los aires, y hasta haría saltar al Universo como una pelota de ping pong sobre la tabla de la existencia.


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