10.JUL.22 | PostaPorteña 2296

Uruguay: la justicia suspende la vacunación de niños contra Covid-19

Por varios

 

DISPAREN CONTRA EL JUEZ

 

En lugar de atacar al juez Recarey, lo que el gobierno debería hacer es cumplir su obligación legal de analizar el contenido de los frascos de vacunas e informar del resultado a la población.

Hablo de un análisis propio, hecho por científicos uruguayos No de reproducir los prospectos publicitarios de Pfizer o los documentos de la OMS, como se hizo en los juicios de amparo. Si no, ¿para qué tenemos un ministerio de salud pública?

Es sencillo, razonable, de sentido común, y sobre todo legal. Porque la ley le impone al MSP hacer ese control y difundir el resultado, para que la población pueda otorgar el consentimiento o el rechazo informado al tratamiento vacunatorio.

De paso, el gobierno debería darnos a conocer los contratos con Pfizer, que siguen escondidos y secretos desde hace más de un año.

En circunstancias difíciles, la transparencia es la mejor solución.

Se dictaron sentencias en las dos acciones de amparo promovidas en relación con la vacunación.

Conforme a la primera de ellas, se dispuso la suspensión de la vacunación en niños menores de 13 años hasta que el Poder Ejecutivo de a conocer los contratos firmados con Pfizer, en particular la parte relativa al contenido de las vacunas.

La sentencia dictada en el segundo amparo dispuso dos cosas:

1) Ordenó al Ministerio de Salud Pública cumplir con su obligación legal de analizar y controlar el contenido de las vacunas anti Covid-19 que se inoculan en Uruguay.

2) Ordenó a Presidencia de la República y al Ministerio del Interior abstenerse de imponer exigencias diferenciales (como el test PCR) para la salida o ingreso al país de las reclamantes por su condición de no vacunadas. Solución que, de ser confirmada en segunda instancia, sería de casi inevitable generalización.

Las dos sentencias pueden ser apeladas en plazo de tres días por los organismos públicos demandados y la decisión de segunda instancia corresponderá a un Tribunal de Apelaciones integrado por tres miembros.

Hoenir Sarthou

 

UN JUEZ LLAMADO ALEJANDRO RECAREY

 

En un mundo donde, al parecer, todo se compra y se vende, nos llama la atención un juez que, generándose problemas a sí mismo, se anima a buscar la verdad, pues eso es lo que está en juego con el contrato firmado con Pfizer y toda la operación vacunas: la verdad ¿Queremos saber la verdad o no?

 Es así de sencillo.

 

El tema es que algunos jueces amigos le deben haber dicho a Recarey: "cuidate", "recordá que antes te sancionaron sin sancionarte, sacándote de la esfera penal", "tené cuidado, no podés ir con un tenedor contra un tanque de guerra presidencial" y cosas parecidas, y este asunto del "cuidado", y de contabilizar los riesgos y beneficios de cada acción, no es algo que estuvo siempre, sino que fue resultado de un lento proceso de disciplinamiento, de cambio de la sensibilidad de las personas, de su forma de ver el mundo y de su moral, que las llevaron a vivir de otra manera el sexo, el juego, la política y la muerte.

Hay tres historias que pintan a la perfección este pasaje.

La primera (no recuerdo al autor pero con toda evidencia ocurre en tiempos del Renacimiento) refiere a un noble que ve al hijo acumular monedas de oro y las arroja a la calle exclamando: "un caballero regala o gasta, pero no ahorra"

La segunda es un fragmento de una obra de Shakespeare, también palabras de un padre a su hijo: "De otros aprende a triunfar en la vida. De mí, aprende el coraje"

La tercera es la novela más hermosa de todos los tiempos, Don Quijote de la Mancha.

Fue en este tiempo del Renacimiento que el hombre se dedicó a "triunfar en la vida", lo que significa "ser alguien", pero no en el sentido de la virtud, sino en el sentido del dinero y del poder.

 

 Es en este tiempo del Renacimiento cuando el número comienza a suplantar a la palabra y uno es según cuánto tiene y no según cómo se comporta con los demás. Es en este tiempo del Renacimiento que la vida pasa a ser escrita en un libro de contabilidad: "no me conviene decir esto pues pasará tal cosa", "no me conviene casarme con esta mujer por tal y cual motivo". Es en este tiempo del Renacimiento, con los españoles entrando a saqueo a América para fundir en lingotes de oro las obras de arte, que Cervantes escribe sobre un "loco", pues en ese tiempo nuevo, despreciar las riquezas para salir a los caminos a defender a los pobres y los débiles, para perseguir la verdad y la justicia, es cosa de locos.

 

Este es el mundo que heredamos, y este es el tiempo donde se pretende bajar un escalón más en el infierno del disciplinamiento, pero como podemos ver, no se ha logrado disciplinar a todos y en todo. De tarde en tarde, alguien deja los cálculos de lado y toma el camino que su corazón le indica.

 

Marcelo Marchese

7/7/22 UyPress –

 

 

En apoyo al juez Recarey

 

Por Jacques Fauquex, eXtramuros 9/7/22

 

La sentencia del juez Recarey abre un corto instante de silencio para reflexionar. ¿Qué tal evaluar una perspectiva que tome en cuenta la sabiduría jurídica en su capacidad a forjar principios fundamentales que ayudan a tomar decisiones basadas en los principio de precaución y constitución de garantías y principio de derecho a acceso a toda la información relevante antes de tomar propias decisiones de salud?

La logorrea repetitiva mediática que vivimos nos hizo creer a una urgencia de la vacuna, a no cuestionar el secretismo del comercio de la misma y la falta de garantías a cargo del fabricante Pfizer.

Muere alguien por culpa de la vacuna, o se vuelve ciego, o tiene infarto, o no menstrúa normalmente luego de la misma, y la responsabilidad es de la persona misma, porque fue voluntaria su decisión de vacunarse. Es el nivel cero de la lógica de protección del consumidor. De garantías escritas, firmadas, accionables en justicia: ninguna. 

La vacunación COVID 19 Pfizer conllevó nuevas reglas obligatorias del juego comercial. 

Tomemos el ejemplo de India. El 5 de febrero 2021 Pfizer retiró su aplicación para obtener una autorización de venta bajo el concepto de “emergency-use”, luego de no querer cumplir con el pedido del regulador indio de realizar en India un estudio de seguridad y de “immunogenicity”

 Este último tiene que ver con el efecto sobre el aparato reproductivo y de los hijos s a nacer. En los Estados Unidos, no se realizó tal estudio antes de obtener la autorización de venta bajo concepto de “emergency-use”.

 Estos antecedentes nos permiten pensar que tal estudio no se pudo hacer tampoco en el Uruguay. De hecho, durante la audiencia de Recarey, fue admitido que el laboratorio responsable de verificar la calidad de la vacuna no pudo controlar nada, más allá de la logística.

En la región, según “The bureau of investigative journalism“, oficiales de Argentina, Brasil y otro país no mencionado, que firmaron un acuerdo de confidencialidad con Pfizer, dijeron que los negociadores de la compañía pedían indemnización adicional contra cualquier demanda que plantearan ciudadanos sobre efectos adversos padecidos luego de la inoculación.

Oficiales del tercer país describieron las exigencias de Pfizer de “bullying de alto vueloy confesaron que el gobierno se sentía arrinconado a pagar un rescate para poder acceder a vacunas salva vida.

Sépanlo, madres y padres que apoyan la apelación del gobierno al fallo del juez Recarey: ustedes están de acuerdo con estas nuevas reglas. Están de acuerdo que si todo sale mal para su hijo, no podrán exigir que Pfizer se haga cargo. 

Y tampoco podrán acudir a la responsabilidad del estado uruguayo. Para cumplir con Pfizer, el gobierno eligió la voluntariedad como principio fundamental en el diseño su campaña de vacunación:

– la vacunación es voluntaria y gratuita

– ningún médico se hace responsable en recetar la vacuna por escrito con firma propia

– el consentimiento del paciente se registra mediante un texto que no es el consentimiento informado médico con sus párrafos reglamentarios (precisión sobre el procedimiento y sus riesgos)

– de hecho, a este texto se le tituló “Texto del Acuerdo”:

– el Texto de Acuerdo tiene dos párrafos, el primero para explicar la voluntariedad y el segundo para limitar la jurisdicción de cualquier demanda.

Recarey dictaminó en favor de una mayor protección del candidato a la vacuna. Apoyo a Recarey.


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