El club deportivo Al Khader está pidiendo a la selección nacional de fútbol de Uruguay que rechace la oferta de Israel para que entrene en el territorio palestino ocupado
En una carta abierta , Al Khader Sports Club pide a la selección de fútbol de Uruguay que rechace la oferta de Israel para entrenar en el territorio palestino ocupado.
Estamos de luto por nuestro segundo jugador asesinado a tiros por soldados israelíes en menos de dos meses.
Tenemos la esperanza de que preste atención a nuestro llamamiento y no acepte la cínica invitación del apartheid de Israel para organizar su sesión de entrenamiento previa a la Copa del Mundo.
El 11 de abril, los soldados israelíes dispararon contra nuestro defensor, el jugador de 19 años Mohammad Ghneim. Ni siquiera habíamos comenzado a recuperarnos de esta trágica pérdida para nuestro equipo y nuestra comunidad cuando, el 27 de mayo, los soldados israelíes le dispararon a otro de nuestros jugadores, Zaid Ghneim. Tenía sólo 14 años, un niño.
Tanto Zaid como Mohammad recibieron disparos en la espalda durante redadas de soldados israelíes en nuestra ciudad de Al Khader, cerca de Belén.
Uruguay debe prestar atención a esto. Aceptar la oferta de Israel de jugar en terrenos robados es “legitimar” aún más la ocupación y contrarrestar la presión existente sobre la FIFA para que sancione a Israel. Además, aceptar la oferta transmite implícitamente que Uruguay apoya la ocupación y, por extensión, la continua opresión y limpieza étnica de Palestina.
Esto no se puede negar. No estamos hablando de deporte en terreno neutral. Es donde los palestinos, incluidos los jugadores de fútbol, ??son rutinariamente brutalizados de tal manera que se someten al gobierno israelí o desaparecen por completo.
Ignorar esto y jugar en el territorio ocupado automáticamente lo convierte a uno en anti-palestino. Si vas allí, por el contrario, para resistir la opresión israelí junto a los palestinos, por supuesto que es un asunto diferente. De hecho, los futbolistas uruguayos, como aliados, deberían hacerlo si se toman en serio lo de Palestina. Lo último que necesitan los palestinos es que los forasteros practiquen deportes, principalmente por dinero y entretenimiento, en su tierra.
La FIFA, además, debería actuar para evitarlo. En cambio, miente.
El doble rasero de la FIFA
La Guía de Buenas Prácticas de la FIFA: Sobre la Diversidad y la Lucha contra la Discriminación establece:
La FIFA... se comprometió a respetar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente y a esforzarse por promover su protección en su conjunto de normas clave, los Estatutos de la FIFA, en febrero de 2016. Este compromiso quedó plasmado en su Política de Derechos Humanos, que fue aprobada por el Consejo de la FIFA. en mayo de 2017 y que incorpora y fortalece su resolución de proteger los derechos humanos en todas sus actividades.
La lucha contra la discriminación es un componente clave de la política, cuyo párrafo 5 es inequívoco sobre el tema: 'La discriminación es un problema en el mundo del fútbol tanto dentro como fuera del campo. La FIFA se esfuerza por crear un entorno libre de discriminación dentro de su organización y en todas sus actividades.'
Si fueran sinceros sobre esto, la FIFA estaría disciplinando a Israel por sus rutinarios abusos de los derechos humanos contra los futbolistas palestinos, basados ??en la odiosa discriminación del estado. Además, cuando la FIFA dice que “la discriminación es un problema en el mundo del fútbol, ??tanto dentro como fuera del campo”, al mismo tiempo socava su propia posición de que la política y el deporte “no deben mezclarse”. En cierto sentido, esto es bueno, ya que reconocen indirectamente que los dos no se pueden separar.
Sin embargo, persiste el problema de que la FIFA no cumple con esto a través de la acción, abordando sustancialmente la discriminación “fuera del campo” donde los futbolistas palestinos son víctimas. Al igual que Israel, su inacción relega efectivamente a los futbolistas palestinos a no personas, que no merecen los derechos básicos, la protección y la dignidad. Esto hace que la FIFA no solo sea tolerante, sino también la sirvienta del apartheid israelí.
Ante el desafío de responder a esto, es muy posible que reafirmen falsamente su “compromiso” con la justicia social. De hecho, eso es parte del lavado deportivo que, hasta cierto punto, les permitió salirse con la suya al no sancionar a Israel por (entre otras cosas) maltratar a los jugadores palestinos, impedir su libre movimiento y negarse a construir estadios en Cisjordania para actividades futbolísticas palestinas. .
Esto debe ser expuesto. En este momento, la FIFA en gran medida, a escala mundial, sigue disfrutando de una reputación positiva. Está asociado con el “juego hermoso”; de grandes del fútbol como Pelé, Cristiano Renaldo, Diego Maradona; la emoción y la gloria de la competencia de la Copa Mundial; el sueño de muchos jóvenes a nivel mundial de convertirse en futbolistas profesionales. Esto inspira admiración por la FIFA donde debería haber condena. Al permitir efectivamente que Israel deshumanice a los futbolistas palestinos, la FIFA es deshonrosa. Cuanto más el mundo vea eso, menos dispuestos estarán a apoyar los eventos de la FIFA y similares, hasta que finalmente sancione a Israel.
Idealmente, esto significa prohibir que Israel juegue en la FIFA. No significa advertir o persuadir a Israel sobre su maltrato a los palestinos y esperar que cumpla. no lo hará Israel muestra diariamente al mundo que es un estado criminal y delincuente, que durante generaciones ha despreciado incluso a las Naciones Unidas. Está decidido a erradicar Palestina. Esto, para cualquier persona de conciencia, requiere la máxima atención, con un esfuerzo concertado de la comunidad internacional, en solidaridad con Palestina, para hacer todo lo posible para detenerlo.
La elección de Uruguay
La parte de Uruguay, con respecto a la solicitud de carta de Al Khader Sports Club, es bastante fácil: no jugar en los territorios. Hacerlo le indica erróneamente al mundo que la complicidad con el apartheid israelí está bien.
Por cierto, no hay razón por la que Uruguay no pueda, de todas las muchas instalaciones de fútbol disponibles, encontrar otro lugar para entrenar. De hecho, Uruguay debería sospechar de la invitación de Israel, preguntándose por qué está poniendo “disponible” tierra sobre la que no tiene derecho o derecho legal. ¿Qué tipo de respeto podría tener por los pueblos indígenas que viven allí, y mucho menos por la lucha por la justicia palestina en la que se involucran a diario?
Afirma Noam Chomsky:
En Israel-Palestina, cada día el horror desgarrador agrega nuevas rocas a las paredes del odio, el miedo y el deseo de venganza que lo consume. Pero nunca es demasiado tarde para romper esos muros.
Solo las personas que sufren el dolor diario y anticipan un mañana peor pueden emprender seriamente esta tarea directamente, pero los que están afuera pueden ayudar sustancialmente a facilitar el camino, aunque no hasta que estén dispuestos a enfrentar honestamente sus propios roles y responsabilidades, y forjar un compromiso significativo. hoja de ruta en consecuencia, al tiempo que obligan a sus gobiernos a implementarla.
Chomsky escribió eso en un artículo de 2003, “Road Map to Nowhere”. Desde entonces, el mundo se ha movilizado en mayor número y fuerza para luchar por los palestinos. Estudiantes, deportistas, académicos, actores, incluso algunos políticos han participado, gritando un rotundo “¡no!” a la continua limpieza étnica de Palestina, en desafío no solo a Israel sino también a sus aliados, incluido mi propio país (Canadá), que deplorablemente lo apoyan.
La FIFA no se ha sumado al movimiento. Hace mucho tiempo que debería hacerlo y dejar de ver el tema del apartheid israelí desde un costado. Para llegar a ese fin, la presión puede ser ejercida desde abajo, por así decirlo, por los equipos que componen la asociación. Eso debería involucrar no solo a Uruguay sino a todos los equipos de la FIFA en conjunto. La FIFA entonces no tendrá más remedio que sancionar a Israel en ese momento o perecer.
Si de eso se trata, que así sea. Palestina es infinitamente más importante que cualquier deporte, por más amado y apreciado que sea.