30.JUL.22 | PostaPorteña 2300

La INQUISICIÓN a HUMBERTO de VARGAS y el MUNDO de MIERDA que ESTAMOS CONSTRUYENDO

Por Marcelo Marchese

 

No se precisa ser psicólogo para advertir que De Vargas fue víctima de esa combinación explosiva que hacen la depresión, los antidepresivos y el alcohol.

La depresión es cosa seria.

La persona se despierta luego de una noche aciaga en que se ha retorcido entre las sábanas, y siente que el mundo se le viene encima y siente, con razón, que no tiene fuerzas para intentar salir de un pozo lleno de alimañas. Para colmo -el mal llama al mal- toma antidepresivos, que si bien atenúan la angustia, lo hacen atenuando las fuerzas anímicas del hombre, por lo que el antidepresivo te lleva a sufrir menos y a gozar menos. Todo es menos.

Si sumamos a ese panorama el alcohol, esa droga que tiene la característica de afectar a cada individuo de manera diferente, sucede lo que sucede.

Nadie está librado de caer en una depresión y mucho menos luego de estos dos años que llevaron a un incremento jamás visto en el consumo de antidepresivos y otras drogas, incluyendo el alcohol.

También aumentaron las consultas psiquiátricas y los suicidios. Sea lo que fuere que arrastrara Humberto de Vargas desde la infancia, la pandemia no lo ayudó en absoluto.

Si mucha gente hubiese sido más piadosa, el tropiezo del actor hubiera sido menor.

Hoy se anunció que levantaron sus programas del aire. El canal debe cuidar su imagen, pues motivos para estar preocupado de su imagen, como todos los canales, tiene a rolete. Sólo una conciencia inmunda puede actuar de manera tan hipócrita para hundir todavía más a un hombre que necesita más que nunca una mano de sus amigos.

Alguna gente poco piadosa, maleducada, ignorante y miserable, disfrutó de la caída del hombre famoso. Aquí es donde el envidioso dirá que De Vargas se la buscó, ya que amenazó a los policías.

Tomate esas bombas químicas que toma Humberto y mandate media botella de whisky, estando deprimido, y decime. Por otra parte, como es evidente, cada vez que De Vargas decía "pelotudo", se estaba diciendo pelotudo a sí mismo.

Estos envidiosos y miserables nos recuerdan a los envidiosos y miserables que acudían como espectadores a la quema de alguna hermosa persona durante la Inquisición

¿Por qué acudían esos envidiosos miserables a ver quemar al hereje?

Necesitaban quemar un hereje dentro de sí mismos.

Personas anodinas, carentes de pensamiento propio, de personalidad propia y de nada que sea propio y construido por uno mismo, deben llevar a cabo una verdadera economía psíquica que les permita mantener esclavizados los deseos que nunca se animaron a vivir. Cada vez que alguien se burló de la bruja, del mago, o de Humberto de Vargas, le asestaba una puñalada a un ser que lleva dentro y que teme.

El asunto es que este linchamiento es un grito de alarma sobre esta basura en que hemos transformado la vida.

El lector cree que la inteligencia es el valor más elevado, cuando los valores más elevados son la virtud, la bondad, el amor, pero para poder practicar estas virtudes hay que tener ordenada la casa.

En El Rey Lear, el mejor psicólogo del pasado, escribe: "¿Por qué azotas a esa ramera? Sacúdete tú mismo las espaldas, ya que tu lascivia pretende de ella lo mismo que te lleva a azotarla."

Dije "Inquisición", pues digo Iglesia, y al decir Iglesia digo culto al dolor.

Tal vez sepas que el símbolo de la cruz fue inventado, siglos después de la vida de Cristo, por los malvados que dirigen la Iglesia, cuando los primitivos cristianos portaban el símbolo del pez, ya que Jesucristo era un pescador de hombres, y ya que Jesucristo enseñaba y practicaba el amor entre todos los hombres. Los diccionarios de símbolos nos dicen que los peces son símbolos del deseo, y yo te pregunto ¿a qué cosa humana se parece el pez por su forma, por su humedad y por su olor?

Una sociedad perversa que camina a su ruina, ayuna de moral, laica, enemiga de las religiones, pero sin discriminar en cada religión lo bueno y lo malo, que acaba de encerrarse por dos años, que acaba de inocularse un experimento, que ataca a un juez que sólo pide que se averigüe qué carajo contiene el experimento, que expulsa a su jóvenes, que suicida a sus jóvenes, se alegra ahora por la caída de un famoso y descarga sobre él el látigo.

Son miserables, y son ignorantes. Si supieran a quién, y en realidad, a qué, están fustigando, llorarían como lloran los niños, que les tiembla todo el cuerpo.

 

Marcelo Marchese

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Humberto de Vargas (Montevideo, 31 de julio de 1962), hijo de la actriz de radio y teatro Marisa Paz y del periodista de Saeta Humberto Defeo, es un presentador de televisión, locutor de radio, actor y cantante uruguayo. Integrante del equipo de Canal 10 desde 1982, es el comunicador de mayor antigüedad de la cadena, sirviendo también como locutor de las tandas publicitarias.

 

 

 

Canal 10 no emitirá el programa de Humberto de Vargas, Vivila otra vez, “hasta que se resuelvan sus temas judiciales”,

 

( el Observador 28/7/22) El comunicador había sido detenido por manejar alcoholizado y por desacato luego de que se fugó cuando un patrullero intentaba detenerlo. El conductor intentó fugarse y cuando lo detuvieron escupió, amenazó e invitó a pelear a los efectivos.

Respecto a la instancia judicial por su caso, se perdió la audiencia del pasado jueves 21 al presentar un certificado médico y alegar “razones de salud”. La audiencia se pospuso para el próximo 4 de agosto, según informó el juez de Faltas Jorge Pírez

A mediados de julio el canal decidió no transmitir el programa a raíz de este hecho. En aquel entonces, fuentes de Canal 10 aseguraron que la empresa "acompañará" a De Vargas en su proceso y que, a pesar de los rumores que circularon sobre el fin de su vínculo con la señal, no hay "nada más lejano".

De Vargas es uno de los rostros de Canal 10 desde 1982. Desde 2010 está al frente de Vivila otra vez, programa de archivo que condujo durante algún tiempo junto a María Inés Obaldía y que hoy es el único ciclo que conduce tras haber sido desvinculado del magazine matutino Arriba gente a principios de 2022. En 2021 fue el encargado de interpretar las canciones de la película uruguaya La teoría de los vidrios rotoscompuestas por el músico Gonzalo Déniz.


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