26.AGO.22 | PostaPorteña 2305

El reporte más sólido hasta el momento sobre el contenido de las “vacunas” COVID 19

Por Mazzucchelli/extramuros

 

Grupo de científicos alemanes ha dado a conocer el reporte más sólido hasta el momento sobre el contenido de las “vacunas” COVID 19

 

* Cuanto más estable es la estructura nanolipídica (PEG), más tóxica la vacuna

* Hay componentes tóxicos -en su mayoría, metálicos- en todos los viales analizados, cuya presencia no puede explicarse por contaminación de los mismos

* Las muestras analizadas de las vacunas no contienen ni grafeno ni óxido de grafeno. Contienen en cambio antimonio, aluminio, cromo, bario, titanio, gadolinio, y azufre, entre otros

* La vacunación modifica la sangre de los vacunados. Un análisis comparado -respaldado luego por otro con Inteligencia Artificial- confirmó la diferencia entre la sangre de las personas vacunadas respecto de las no vacunadas -independientemente de que hubieran reportado o no efectos al momento de vacunarse

* La falta de claridad del patrón de las enfermedades causadas por las vacunas oculta la posibilidad de percibir que las vacunas COVID-19 desempeñen un papel causal

* Helena Krenn, fundadora del grupo que reúne a más de 60 expertos, presentó las conclusiones a las autoridades gubernamentales alemanas para que las revisaran

 

Advertencia preliminar a este reporte

 

Por Aldo Mazzucchelli eXtramuros 24ago2022

En eXtramuros hemos sido particularmente cautelosos con la atribución de contenidos a las así llamadas “vacunas” contra Covid 19. Éramos conscientes de que, pese a los esfuerzos preliminares de distintos grupos de investigación en el mundo, los resultados no eran aún más que iniciales e inconcluyentes. Sólo una vez en más de dos años publicamos un artículo al respecto, correspondiente a una investigación preliminar, cuyas conclusiones -vale la pena resaltarlo- sólo son confirmadas parcialmente por este informe -cuyos autores también califican como preliminar.


En este caso, por primera vez tenemos un reporte que emplea una variedad de métodos, más avanzados y precisos, y que logra una coherencia conclusiva muy superior. De acuerdo al mismo, las mal llamadas “vacunas” COVID 19 contienen materiales tóxicos puestos deliberadamente en ellas por los fabricantes -en la medida en que nada más puede explicar su presencia allí-. Esto, desde luego, no ha sido informado oficialmente por los responsables, y todo apunta a que afectan gravemente la salud posterior de las personas vacunadas, tanto por la toxicidad de la proteína espiga misma, como por los procesos y metales extraños al cuerpo que terminan modificando la sangre de todas las personas vacunadas, con independencia de que presenten o no efectos adversos al momento de la vacunación.
No es nuestra tarea en esta nota explicar esta aberrante e inconcebible acción, sino simplemente informar a la población de su ocurrencia.

Hace pocas semanas el juez Dr. Alejandro Recarey solicitó al Gobierno que informase a la población de la composición de las llamadas “vacunas” COVID19. No solamente el Gobierno se negó a informar, sino que inició una persecución pública contra el magistrado -lo cual, en un estado de derecho, nos parece síntoma de que las cuestiones en juego son tan complejas que un gobierno por lo demás democrático está dispuesto a llegar al borde de la tiranía en relación a este asunto en particular-. Recarey está en estos días siendo “investigado” por las autoridades del Poder Judicial, y se teme que sea degradado o castigado.

¿Cuál ha sido su delito, independientemente de cuestiones formales o errores en el procedimiento -que de ninguna manera implicamos como irrelevantes, pero sí reafirmamos que no corresponden a la sustancia del problema-? 


El crimen de Recarey, aparentemente, fue preguntar -con conocimiento de causa, pues estuvo además correctamente asesorado sobre los particulares sobre los que intentó alertar a la opinión pública- por la composición de las sustancias administradas urbi et orbi y sin pedir ni la más mínima sombra de algo parecido a un consentimiento informado de los vacunados, por las autoridades sanitarias.


Que este informe sirva como oportuno testimonio de que el Juez Alejandro Recarey no estaba errado cuando solicitaba a las autoridades nacionales que informasen qué es exactamente lo que le están recomendando a la población que se inocule.

En cuanto al escandaloso exceso de muerte sobre el que       hemos informado repetidamente en esta revista –usando, incluso, datos oficiales del Ministerio de Salud Pública del Uruguay– parece cada vez más innegable que el factor principal para ello es la masiva inoculación con estas sustancias, en este reporte descritas en base al contundente trabajo del grupo internacional de médicos y científicos con base en Alemania. Todo apunta a ello.


Carecemos -porque las autoridades sanitarias del Uruguay no la han brindado- de ninguna información más que podamos ofrecer como respaldo de esta hipótesis.
Aun esperamos a que las autoridades y las corporaciones médicas den explicaciones alternativas sobre por qué existen unos 10.000 ciudadanos uruguayos fallecidos en exceso en el año 2021. Esto representa UN TERCIO MÁS de muertos que el promedio estadístico de todos los años, hecho catastrófico para el país, que nos parece uno de los más relevantes en el último siglo, pese a que -curiosamente- casi nada se informa a la población al respecto por parte de la prensa “grande”.


Mientras tanto, en esta sociedad -como está ocurriendo en muchas otras- sabemos todos los días de personas cercanas, vacunadas, que se enferman o mueren de modos extraños, incompatibles con su edad y condición de salud previa, ante el silencio de los responsables médicos y políticos.



Los responsables de la investigación que hoy brindamos representan lo que está pasando con síntesis inmejorable, de modo que con las palabras de este grupo de médicos y científicos cerramos esta advertencia preliminar al histórico reporte:

Nunca antes en la historia de la ciencia y la medicina nadie se había atrevido a someter a una población entera, a una especie casi entera, a un experimento médico, por no decir genético. Si este tipo de experimento se hubiera propuesto para cualquier otra especie, lo más probable es que se hubiera rechazado con la explicación de que violaba el principio de la conservación de las especies.
El hecho de que este experimento continúe realizándose sin ninguna señal de que vaya a detenerse; el hecho de que se haya producido un número sin precedentes de reacciones adversas y lesiones a causa de estas supuestas vacunas;
el hecho de que las estadísticas
 nacionales en todo el mundo demuestren un inconfundible exceso de mortalidad a raíz de los respectivos programas de vacunación; el hecho de que ninguna fiscalía haya intervenido todavía en este asunto, a pesar de que los efectos mortales de estos programas son ya evidentes;
el hecho de que los críticos de los programas hayan sido difamados públicamente, condenados al ostracismo y arruinados económicamente…

todo esto nos hace estremecer”.

Helena Krenn, fundadora del grupo, presentó las conclusiones a las autoridades gubernamentales alemanas para que las revisaran.
Lo habíamos presentado a los participantes del gobierno y a otras direcciones de periódicos con la plataforma open-debate.eu, sólo en Alemania, Austria y Suiza“, dijo Krenn.
Otros miembros del grupo son el ingeniero Holger Reißner, y el patólogo Arne Burckhardt. El grueso de los miembros del grupo han explicado que no firman el estudio porque temen represalias que en Alemania pueden ser muy serias.
Los detalles metodológicos relevantes, incluyendo técnicas utilizadas en el estudio, figuran en los documentos complementarios -incluidos en el original que adjuntamos.
 

Resumen de Hallazgos Preliminares

 

Por Grupo de Trabajo Alemán para el Análisis de las Vacunas COVID- 7 de junio de 2022

Este resumen es una presentación preliminar y en continua evolución de nuestras investigaciones y hallazgos sobre las llamadas vacunas COVID-19, así como de los efectos que hemos encontrado en el cuerpo humano y en la sangre en particular. El resumen está destinado al interés público y a fomentar un mayor debate científico.

El documento ha sido elaborado por el llamado Grupo de Trabajo para el Análisis de las Vacunas COVID (Working Group for COVID Vaccine Analysis, en adelante WGCVA), que se define comoun grupo de trabajo en red a nivel internacional, con un equipo central de más de 60 médicos, farmacéuticos, científicos, matemáticos, profesionales de la salud alternativa, abogados y periodistas.”

El responsable legal de la publicación es el Dr. rer. nat.(*) Klaus Retzlaff, cuya dirección y demás aparece en el documento. El Grupo puede ser contactado en el siguiente email: agimpfstoffeaufklaerung@protonmail.com
[(*) Doctor rerum naturalium, abreviado Dr. rer. nat., es un título académico de doctorado que otorgan las universidades de algunos países europeos a los licenciados en matemáticas, física, química, biología, geología, informática, farmacia, otras ciencias naturales y áreas similares]

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DECLARACIÓN DE APERTURA


Los programas de vacunación Covid-19 deben ser detenidos inmediatamente

El Grupo Alemán de Trabajo para el Análisis de las Vacunas COVID ha publicado sus hallazgos iniciales en un amplio informe:

1. En todas las muestras de vacunas COVID-19 se encontraron sustancias tóxicas, sin excepción.

2. Las muestras de sangre de todas las personas que habían sido vacunadas mostraron marcados cambios.

3. Cuanto mayor es la estabilidad de la envoltura de las nanopartículas lipídicas, más frecuentes son los efectos secundarios de la vacuna.

  1. En todas las muestras de vacunas COVID-19, sin excepción, se encontraron componentes, utilizando varios métodos de medición, que

– son, en las cantidades encontradas, tóxicos según las directrices médicas,
– no habían sido declarados por los fabricantes como presentes en las vacunas
– son, en su mayoría, metálicos,
– son visibles bajo el microscopio de campo oscuro como estructuras distintivas y complejas estructuras de diferentes tamaños,
– sólo pueden explicarse parcialmente como resultado de procesos de cristalización o procesos de descomposición,
– no pueden explicarse como contaminación del proceso de fabricación.

2. La comparación de muestras de sangre de individuos no vacunados y vacunados mediante microscopía de campo oscuro mostró cambios notables en la sangre de cada persona que había sido vacunada con las vacunas COVID-19. Esto era evidente incluso si esas personas no habían mostrado en ese momento ninguna reacción visible a las vacunas. Se encontraron estructuras complejas similares a las de las vacunas en las muestras de sangre de los vacunados. Utilizando análisis de imágenes por inteligencia artificial (IA), se confirmó la diferencia entre la sangre de las personas vacunadas y las no vacunadas.

3. La estabilidad de la envoltura lipídica de las nanopartículas está estrechamente relacionada con la incidencia de los efectos secundarios y las lesiones de la vacuna. Cuanto más estable es esta envoltura, mayor es la cantidad de ARNm que penetra en las células, donde luego tiene lugar la producción de proteínas de espiga. Estos resultados se corresponden con los hallazgos de los patólogos que han realizado autopsias a personas que murieron a causa de una lesión vacunal. Las proteínas de espiga se detectaron en el tejido dañado. Los investigadores sospechan que la proteína de espiga es, en sí misma, tóxica.

El Grupo de Trabajo Alemán para el Análisis de la Vacuna COVID es un grupo de trabajo interdisciplinario que ha emprendido la tarea de analizar el contenido y los efectos de las nuevas vacunas COVID-19. El grupo está formado por científicos independientes, entre ellos médicos, físicos, químicos, microbiólogos, farmacólogos y profesionales de la salud alternativa, con el apoyo de abogados, psicólogos, analistas y periodistas. El Grupo de Trabajo para el Análisis de la Vacuna COVID utiliza modernas técnicas de medición médica y física, cuyos resultados se han confirmado y complementado: Microscopía Electrónica de Barrido (SEM), Espectroscopía de Energía Dispersiva de Rayos X (EDX), Espectroscopía de Masas (MS), Análisis de Plasma Acoplado Inductivamente (ICP), Microscopía de Campo Brillante (BFM), Microscopía de Campo Oscuro (DFM) y Diagnóstico por Imagen de Sangre Viva, así como el análisis de imágenes mediante Inteligencia Artificial.

El Grupo Alemán de Trabajo para el Análisis de Vacunas COVID continúa trabajando en estrecha colaboración con varios grupos internacionales que están llevando a cabo investigaciones similares y que han obtenido resultados consistentes con los nuestros. Los resultados de nuestro análisis de las vacunas pueden considerarse, por tanto, como validados de forma cruzada.
Hay preguntas que deben ser respondidas satisfactoriamente por los fabricantes de vacunas y, en Alemania, por el Instituto Paul Ehrlich (el organismo del Ministerio Federal de Sanidad alemán responsable de la regulación de las vacunas en ese país). Es necesario investigar los posibles vínculos causales entre las vacunas y las muertes.

Para evitar un peligro directo e inminente para la vida humana y la seguridad pública, pedimos que se suspendan inmediatamente los programas de vacunación contra el COVID-19.

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RESUMEN DE RESULTADOS PRELIMINARES
Grupo de Trabajo para el Análisis de la Vacuna COVID19

Prólogo

 Somos un grupo de trabajo internacionalmente interconectado, con un equipo central de más de 60 médicos, farmacéuticos, científicos, matemáticos, profesionales de la salud alternativa, abogados y periodistas. Hemos reunido nuestras habilidades y conocimientos técnicos para ayudar a arrojar luz sobre lo que creemos que es el mayor experimento farmacológico jamás realizado en la raza humana. Nunca antes, en la historia de la ciencia y la medicina, nadie se había atrevido a someter a toda una población, a una especie casi entera, a un experimento médico, por no decir genético. Si este tipo de experimento se hubiera propuesto para cualquier otra especie, lo más probable es que se hubiera rechazado con la explicación de que violaba el principio de la conservación de las especies.

El hecho de que este experimento continúe realizándose sin ninguna señal de que vaya a detenerse; el hecho de que se haya producido un número sin precedentes de reacciones adversas y lesiones a causa de estas supuestas vacunas; el hecho de que las estadísticas nacionales en todo el mundo demuestren un inconfundible exceso de mortalidad a raíz de los respectivos programas de vacunación; el hecho de que ninguna fiscalía haya intervenido todavía en este asunto, a pesar de que los efectos mortales de estos programas son ya evidentes; el hecho de que los críticos de los programas hayan sido difamados públicamente, condenados al ostracismo y arruinados económicamente… todo esto nos hace estremecer. Por eso, en contra de la práctica habitual en la ciencia, hemos decidido protegernos permaneciendo en el anonimato como autores de este informe.

Muchas de nuestras conclusiones son todavía preliminares. Las investigaciones deben y tienen que ser discutidas críticamente, digeridas y perfeccionadas. Queda mucho por analizar, pero lo que hemos encontrado -estamos convencidos- es tan importante que el público en general y la comunidad científica en particular deben ser informados al respecto. Es necesario que se conozcan mejor los peligros que las vacunas COVID-19 suponen para la salud y que se investigue cómo se pueden prevenir, o al menos mitigar, los peores efectos de estas vacunas.

Hemos comprobado que las vacunas COVID-19 contienen sistemáticamente, además de contaminantes, sustancias cuya finalidad no podemos determinar.

Algunos de estos ingredientes descubiertos por nosotros ni siquiera han sido listados como ingredientes por los fabricantes de las vacunas. Utilizando una pequeña muestra de análisis de sangre viva de individuos vacunados y no vacunados, hemos determinado que la inteligencia artificial (IA) puede distinguir con un 100% de fiabilidad entre la sangre de los vacunados y los no vacunados. Esto indica que las vacunas COVID-19 pueden efectuar cambios a largo plazo en la composición de la sangre de la persona vacunada sin que ésta sea consciente de estos cambios.


Hemos encontrado formaciones cristalinas en la sangre de todas las personas vacunadas cuya sangre examinamos. Seguimos analizando estas formaciones. En todos los casos que hemos examinado, hemos observado una formación de rouleaux de los eritrocitos (los glóbulos rojos) y con frecuencia observamos una desintegración inusualmente rápida de los diferentes tipos de células en la sangre vacunada que examinamos.

Estamos explorando la hipótesis de que la arteriosclerosis podría ser sólo uno de los muchos efectos a largo plazo a los que tendrán que enfrentarse los vacunados con las vacunas COVID-19. Si esta hipótesis se confirma, las consecuencias serían de gran alcance tanto en términos de salud como socioeconómicos. Las enfermedades autoinmunes, el debilitamiento del sistema inmunitario, las afecciones inflamatorias, la arteriosclerosis, etc., son enfermedades insidiosas que pueden provocar daños en los órganos, hipertensión arterial, infartos, enfermedades neurodegenerativas, cáncer y acortar la esperanza de vida. La falta de claridad del patrón de la enfermedad oculta la posibilidad de que las vacunas COVID-19 puedan desempeñar un papel causal en la enfermedad.

Como mínimo, cada uno de nuestros hallazgos debería dar lugar a la suspensión inmediata de los programas de vacunación contra la COVID-19 para excluir las vacunas de la sospecha razonable.

De hecho, a la vista de los riesgos que ya conocemos, los programas de vacunación contra el COVID-19 deberían haberse detenido hace tiempo.

Si aún queremos alcanzar este objetivo, nuestros hallazgos deberán obtener un alto nivel de cobertura por parte de los medios de comunicación

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Debido a lo que consideramos relevancia definitiva de este reporte y su notable claridad,  eXtramuros.
Abajo adjuntamos en formato PDF la totalidad, con sus imágenes incluidas, apéndices y demás, en la versión original en inglés. 

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