05.SEP.22 | PostaPorteña 2307

Argentina : NO LES CREO NADA

Por ConvergenciaSocialista

 

Las razonables dudas de la clase obrera en cuanto a lo sucedido con Cristina Fernández

 

Por Juan Giglio 2/9/22

Mientras Massa prepara las valijas para viajar a New York, donde se encontrará con sus jefes políticos, desde el kirchnerismo convocan a defender a la “jefa”, que, ahora, después de lo sucedido en Recoleta, ocupa el centro del escenario, queriendo aparecer como la gran “víctima” de una supuesta conspiración nazi fascista, que pretendería ajustar aún más que su propio gobierno.

Mientras tanto, aumenta la bronca contra ella, Alberto y compañía, un sentimiento que va acompañada de una gran duda en cuanto al atentado. En las fábricas, las escuelas y los barrios populares, ya son miles, probablemente millones, quienes opinan que esto no ha sido más que un montaje para ocultar las políticas de ajuste y súper explotación del supuesto gobierno “nacional y popular”.

Como revolucionarios debemos poner todo en duda, ya que lo que viene de la burguesía, por principio, tiene que ser cuestionado. Pero, incluso suponiendo que lo ocurrido no haya sido una farsa, debemos prestar atención y apoyarnos en el sentimiento mayoritario de los trabajadores, que, con olfato de clase, ubican en el centro lo que corresponde: ¡Están montando un circo fabuloso, para que el pueblo argentino baile al compás de su música, la del ajuste!

¿Cómo no dudar, si a lo largo de la historia, los capitalistas han mentido, maniobrado y creado guerras, con el solo propósito de defender sus mezquinos intereses?

Los auténticos socialistas tenemos que denunciar esta trampa, convocando a la clase obrera a que ponga en pie miles de asambleas, en las que organice cada uno de los conflictos parciales y vote el Argentinazo, que hará falta para echarlos y meterlos en cana a todos, a los que gobiernan y a los que gobernaron.  

 

La postura de los revolucionarios 

 

Por Claudio Colombo, Convergencia Socialista

Aclarando, que, como revolucionarios no reivindicamos los atentados individuales contra representantes de la burguesía más concentrada, tenemos la obligación de caracterizar, y, principalmente, de denunciar la política de nuestros enemigos de clase, que hacen o aprovechan todo en función de garantizar el funcionamiento del, cada vez más injusto e inhumano, sistema capitalista. 

Aclaramos, además, que si existieran fuerzas contrarrevolucionarias que estuvieran poniendo en jaque a las libertades democráticas, no dudaríamos en convocar a la mayor unidad posible para defenderlas, ubicándonos en la primera fila del combate.

Sin embargo, estamos total y absolutamente convencidos de que, ni las libertades están en juego, ni existe ningún giro a la derecha de la realidad que indique semejante perspectiva.

Por esa razón, denunciamos a los plumíferos del “boletín oficial”, Página 12, que salieron a agitar que se estaría apuntando UNA PISTOLA EN LA CABEZA DE LA DEMOCRACIA. 

Esta caracterización se condice con el contenido del discurso presidencial, ya que Alberto, a través de la cadena nacional, llamó a “desterrar los discursos de odio esparcidos desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos”. (Pág. 12, 2 de setiembre)

Los investigadores consideran más probable es que se trata de un individuo influido por los discursos políticos de odio. Sus niveles de violencia se notan en las denuncias que tiene, contra su pareja y contra mascotas. El estilo de los sicarios brasileños es el que se vio anoche en La Recoleta: disparan a la cabeza. Se preparan para estar muchos años presos, extorsionados o pagados por la organización. Quienes están cerca del caso hablan, por ahora, de que la primera hipótesis --furia política antiK o antiperonista-- encaja más con los antecedentes y datos que hay a primera vista. (Página 12, 2 de setiembre)

Los luchadores no deben caer en la trampa tendida por los funcionarios “nacionales y populares, que harán todo lo posible para imponer sus políticas antiobreras y antipopulares.

Por eso, tratarán, como vienen haciéndolo desde que se hicieron cargo del poder, de desviar la atención de quienes las sufren, esgrimiendo todo tipo de engaños y mentiras. ¡Este gobierno es, en ese sentido, un gran vendedor de humo!  

Alberto, Cristina, Massa y Página 12, continuarán agitando fantasmas y haciendo mucho ruido, para tapar, entre otras cosas, que Sergio Massa se apresta a viajar a las oficinas del FMI en New York, para “calibrar” las formas en que el gobierno "progresista" continuará entregando el país a los monopolios extractivistas, aplicando el impuesto inflacionario y flexibilizando a diestra y siniestra.

¡La izquierda revolucionaria debe, por lo tanto, decirles a los trabajadores y las trabajadoras, que no puede haber ninguna tregua para con los ajustadores, que “vienen por todo”, por el salario, con las conquistas, por los derechos!

La tarea de organizar otro Argentinazo para acabar con estas políticas y con quienes las aplican, está más vigente que nunca.

 

¿A donde están los fascistas?

O una izquierda cada vez más adaptada al régimen

 

Por Juan Giglio Convergencia Socialista 3/9/22

Buena parte de la izquierda argentina se solidarizó con la vice presidenta, alegando que lo sucedido en Recoleta fue un “atentado” contra las libertades democráticas conquistadas, derechos elementales e importantísimos, que estarían siendo cuestionadas por la “ultraderecha” más consecuente, e incluso por sectores fascistas.

Quienes más a fondo fueron con esta caracterización son los dirigentes del Nuevo MAS, quienes convocaron a movilizar junto al Frente de Todos. Para ellos, la jornada de ayer no fue un acto de apoyo al gobierno, sino una “histórica movilización unitaria” contra la derecha.

Estos camaradas, como el resto de la izquierda que se sumó al circo kirchnerista, utilizan argumentos muy parecidos a los PCR, aunque los maoístas, que no tienen tantos prejuicios, van a fondo con sus caracterizaciones.

Rosa Nassif, miembro del Comité Central del PCR «Estamos acá para repudiar el atentado contra Cristina Kirchner, la vicepresidenta, y exigir que se esclarezca. Un hecho gravísimo que muestra hasta donde está dispuesta a jugar esta derecha fascista que siembra odio y violencia contra el pueblo y creo que la respuesta que estamos dando, que es la movilización y la unidad popular es la única respuesta para estar preparados para enfrentar esto… (Hoy, 3 de setiembre)

El Partido Comunista Revolucionario, que no casualmente forma parte del Frente de Todos -con un bloque de diputados propio y funcionarios en distintas áreas del Estado- denuncia con nombre y apellido a los “fascistas” que estarían atentando contra la democracia burguesa, algo que no pueden hacer los compañeros del MAS y otras organizaciones, porque bien saben que el fascismo es otra cosa.

Jorge Smith, delegado paritario del Astillero Río Santiago, expresó «estamos en la marcha hacia Plaza de Mayo, ante el acto de magnicidio que hicieron contra la vicepresidenta… «por lo tanto esto del magnicidio es la continuidad de sectores de la derecha macrista más reaccionaria y habrá que ver si tiene vínculos internacionales. Porque esto es un hecho de contundencia internacional en un mundo que se prepara para la guerra y América Latina se prepara para recuperar gobiernos que atiendan las necesidades populares.» (Hoy, 3 de setiembre)

Aunque no acordemos con el PCR, este partido tiene la virtud de hablar claro, para su conducción la “derecha fascista” es el “macrismo”. Quienes nos hemos o se han educado en la tradición trotskista, como los compañeros del MAS o del PTS, sabemos que el fascismo es un movimiento de masas, o la preparación del mismo, que involucra a miles de elementos de la pequeña burguesía y el lumpen proletariado, que se movilizan para aplastar a las organizaciones obreras y de la izquierda.

Si esa realidad existiera, el deber de los revolucionarios no es solo pronunciarse, sino poner en práctica lo que al gran dirigente anarquista Buenaventura Durruti sintetizó en una frase: “al fascismo no se lo discute, se lo destruye”. La única manera de llevar hasta las últimas consecuencias este planteo, es poniendo en pie piquetes o milicias de autodefensa, algo que ni desde el Nuevo MAS, el PTS y compañía están promoviendo.

Estos partidos, igual que el Frente de Todos y Cambiemos, no se preparan para un escenario de esas características, sino para participar en las próximas elecciones, dentro del actual formato democrática burgués, que defiende la gran mayoría de las organizaciones patronales y burocráticas. ¡Desde la embajada y el Departamento de Estado yanqui, hasta Alejandro Biondini, todos se pronunciaron en defensa de la “democracia”, que no está cuestionada por el fascismo, sino por las rebeliones obreras que se aproximan.

Quienes sucumben al canto de sirena kirchnerista no se preparan para liderar las próximas rebeliones, sino para llevarlas a la vía muerta del parlamentarismo burgués, que, en los hechos, han salido a apuntalar.

¡En las actuales circunstancias, corresponde hacer todo lo contrario, agitando la necesidad de cambiar las podridas instituciones de la democracia capitalista por los organismos democráticos de la clase obrera en lucha, a través de una revolución social!

 

¡El enemigo principal de la clase obrera no es el "fascismo", es el gobierno!

 

El PTS, en vez de apuntar sus cañones hacia el gobierno y las maniobras que sus funcionarios hacen para hacer pasar el Plan de Ajuste, ubica como enemigo principal al macrismo y a Milei, quienes no están al mando de la principal herramienta que tiene la burguesía para imponer sus planes: el Estado capitalista. ¡Esa línea equivocada no hace más que embellecer a Cristina y su banda "progresista", que se presenta como alternativa de recambio por "izquierda"! 

Por Damián Quevedo y Juan Giglio Convergencia Socialista 4/09/22

 

En una reciente declaración de La Izquierda Diario, el  PTS insisten en el riesgo que implica el atentado contra la vicepresidenta, que para ellos significa -o expresa- un cambio sustancial en la situación política, un corrimiento de la "agenda" hacia la derecha, razón por la cual caracterizan al atacante como un elemento fascista.  

Es muy importante que los y las trabajadoras, ocupados y desocupados, sepamos que, si se dejan pasar estos métodos fascistas contra una dirigente política que, además, es la vicepresidenta de la nación, mañana los van a empezar a usar contra la clase trabajadora y los sectores populares que salen a luchar. Contra quienes quieran organizarse para evitar los despidos, los recortes salariales o quienes reclamen por nuevos derechos [1]

En primer lugar, deberíamos aclarar, que nunca es el método el que define el carácter político de tal o cual acción, en este caso de un atentado. Si bien los marxistas no somos partidarios de esta metodología, -que tiene un carácter individualista y alejada del movimiento de masas- no es solo atribuible a la derecha fascista, sino a otras fuerzas políticas, incluso de izquierda.  

Si bien, este no es el caso, habría que recordarles al PTS, que los anarquistas de principios del siglo XX recurrieron al método del atentado individual, como herramienta casi exclusiva. Sin embargo, por esa cuestión, no podríamos ponerles el mote de fascistas a grandes luchadores obreros, como Simon Radowitzky o Buenaventura Durruti.  

Además, hay una insistencia, por parte del PTS, en señalar que de no ser condenado, investigado y reprimido, el atentado podría incentivar otros ataques contra la clase obrera y la izquierda, bajo el mando de personajes como Milei o un ala del macrismo.

Les recordamos a los camaradas, que no hacen falta gobiernos ultra derechistas para que actúen bandas asesinas como la Triple A o la Liga Patriótica. Con Néstor y Cristina, en la época de auge del kirchnerismo, patotas parecidas asesinaron a Mariano Ferreyra, que siguieron actuando, porque el movimiento obrero y popular, con la izquierda a la cabeza, las frenó y metió en cana a sus mentores y ejecutores principales.  

El fascismo, como movimiento político, es un fenómeno particular, que se desarrolla en períodos de grandes crisis, una construcción contrarrevolucionaria de masas, que se nutre del lumpen proletariado y fracciones desesperadas de la clase media. ¡Ese fenómeno jamás pudo desarrollarse en nuestro país, debido a la altísima consciencia y grado de movilización de la clase trabajadora y el pueblo, algo que debemos tener en cuenta siempre!  

Tampoco es posible que cumplan ese papel los militares, que años atrás solían hacerse cargo del poder, para reprimir a los de abajo y sus elementos más radicalizados, con la fuerza que no tenían los gobiernos “democráticos”. ¡La caída en desgracia del gobierno del Proceso, debido a la fuerza fenomenal del movimiento obrero -uno de los más avanzados del mundo- provocó el descalabro de la principal institución del Estado capitalista, sus fuerzas armadas!  

Eso no quiere decir que no vayan a surgir grupos de choque que actúen violentamente contra la clase obrera, pagados por las patronales u organizadas desde los sindicatos y el gobierno. ¡Eso, seguramente existirá, ya que a los de arriba no les queda otra que impulsar el funcionamiento de estas bandas, que, históricamente, han surgido en las entrañas de quienes -cínica e hipócritamente- se están presentando como víctimas de la ultraderecha!  

La izquierda y los sectores más combativos deben prepararse, de manera de impulsar con audacia y decisión la puesta en marcha de piquetes o destacamentos obreros de autodefensa, algo que el PTS, el Nuevo MAS o el resto de la izquierda que se sumó al circo gubernamental, no plantea, ni siquiera en la propaganda.  

¿Qué frenaría a los empresarios para contratar sicarios o asesinos y usarlos contra dirigentes obrero o populares? ¿Qué les impediría armar bandas paramilitares que vayan a atacar físicamente a quienes salen a reclamar por sus demandas?[2]  

Trotsky les responde : Las bandas fascistas sólo pueden ser contrarrestadas victoriosamente por los destacamentos de obreros armados que sienten tras de sí el apoyo de millones de trabajadores. La lucha contra el fascismo no se inicia en la redacción de una hoja liberal, sino en la fábrica y termina en la calle. Los elementos amarillos y los gendarmes privados en las fábricas son las células fundamentales del ejército del fascismo. Los piquetes de huelgas son las células fundamentales del ejército del proletariado[3]

Insistimos, si realmente existiera una amenaza fascista, la izquierda revolucionaria debería promover, la organización inmediata de la autodefensa obrera, poniendo a sus principales cuadros a la cabeza de estos destacamentos, para dar el ejemplo. 

Como esta no es la situación y los principales ataques a los derechos provienen del gobierno, lo central continúa siendo denunciar a Alberto, Cristina y Massa, que están montando una gran cortina de humo al servicio de que pase el ajuste que les ordenan sus amos imperialistas. ¡Por lo tanto, tiene quedar claro, que la gran amenaza no viene del "fascismo", sino del kirchnerismo!

[1] La izquierda Diario 03/09/2022

[2] LID 03/09/2022

[3] León Trotsky, Programa de transición.


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