09.SEP.22 | PostaPorteña 2308

Chile - El día después del Rechazo: lecciones para ambos lados. Y lo que viene

Por Miguel Paz

 

El resultado del plebiscito constitucional en Chile fue aplastante en su contexto. No eran aún las 7 de la tarde cuando ya era obvio

 

Miguel Paz
CEO y cofundador Reveniu, Linkedin 5 sept 2022

 

 Ganó la opción de rechazar el texto de nueva Constitución propuesto por gran mayoría: el 61,86% del total de votantes (a la hora que escribo esto, con el 97,86% de las mesas de votación escrutadas)

En este artículo, bien de estómago, intento desmadejar las razones del resultado para ambas partes y lo que debiera venir.

Lección para quienes escriben propuestas de Constitución

Si un país quiere reforma, no le ofrezcas revolución

 ¿El Senado estaba malo? Refórmalo. Nooo: le damos "Cámara de las Regiones". ¿El Poder Judicial era perfectible? Refórmalo. Nooo: proponemos "Sistemas de Justicia". 

Suma y sigue... 

 

Lo que no entendieron quienes escribieron la propuesta de nueva Constitución es que aprobar cambios es cambiarse a uno mismo.

Pero cuando le cambias hasta el nombre y la forma de operar a algo, genera niveles de incertidumbre, difíciles de sortear. Porque toca explicarlo todo. Mientras más complejo es algo, más difícil es que alguien lo entienda, lo acepte y lo haga suyo.

Para mí (dije antes que este es un post de "guata") es bien simple la cuestión: tenemos una Constitución de porquería y quienes votamos a favor de la Constituyente (muchos, por lo que vemos), queríamos algo mejor. Y no resultó. ¿Por qué?

Varias razones.

Lo central. Los constituyentes operaron igual que la élite que criticaban: armaron algo a la medida de sus élites y no pensaron en el resto. 

Para ejemplificar con algo que conocemos en tecnología: nos pedían un MVP (“Minimum Viable Product” “Producto Mínimo Viable” )y les dimos un producto que no le gustó a un porcentaje muy importante de nuestros usuarios.

En este caso, quienes votaron para que se escriba una nueva Constitución. 

Yo voté Apruebo.

 El texto tenía cualquier cantidad de cosas buenas, sobre todo en lo relativo a derechos consagrados. Y otras que se convertían en luz roja para mucha gente que - con campaña de desinformación o no - quiere cambios progresivos y estabilidad en el proceso. Al mismo tiempo. 

De hecho, ya a tono personal (y me perdonan mis amigos/as animalistas que aprobaron y rechazaron), les comparto un ejemplo de las cosas de la historia propia que hacen que una persona pueda pensar en decir: ¡Rechazo!

Yo soy de San Carlos, un pueblo agrícola de la zona central de Chile, donde el rodeo es muy popular y gente como yo, se crió, en medio de muertes de chancho, épocas de capar animales y asumir que los perros y gatos cumplen una función, en vez de ser el reemplazo de los hijos que no tuvimos. Cuando supe que la nueva Constitución incluiría "un artículo que reconoce que los animales son seres sintientes por lo que son sujetos de especial protección", revoleé los ojos. Es probable que haya sido uno de pocos. Pero las derrotas y victorias se construyen de forma granular. Suma y sigue.

Una pura imagen, resume todo lo anterior: el voto de La Pintana. Este es - para quienes no son de Chile - uno de los municipios más populosos, combativos y de izquierda del Gran Santiago. En la elección de este domingo, el Rechazo ganó con más del 53%. Esto, comparado con el voto a Gabriel Boric, quien recibió el 72,93% de votación versus José Antonio Kast (27,07%)

Medio en broma y medio en serio soy de quienes opinan que los ñuñoínos (la versión local de los hipsters woke de Brooklyn) de Chile se tomaron la Convención y se farrearon la propuesta de nueva Constitución. 

Juan Pablo Luna, un reputado cientista político, lo dijo: en Chile ahora hay dos elites y ambas han decepcionado a Chile. 

El tema es mucho más profundo de lo que puedo abordar acá y ya los expertos y expertas lo abordarán en profundidad, mucho mejor que yo, un ciudadano que comparte sus impresiones a boca de urna.

Lecciones para quienes votaron Rechazo

Pese a que los bocinazos en Plaza Italia, Vitacura y Las Condes podrían hacernos pensar distinto, el Rechazo no ganó. Perdió el Apruebo. Que es lo mismo. Pero no es igual.

El voto Rechazo que no provino de la derecha, votó en contra del proyecto constitucional que se presentó. No contra sus ideales.

Acá me pueden tirar tomates podridos porque es una hipótesis basada en una lectura de la data de SERVEL (Servicio Electoral de Chile)

La responsabilidad es de quienes escribieron la propuesta de Constitución con una postura de elite intelectual o "vanguardia", que estaba respondiendo a sí misma y no al pueblo. No de quienes le metieron millones a la desinformación y la propaganda. Aquellos aprovecharon el escenario presentado.

Esos y esas que se lavaron la boca con el pueblo olvidaron que el pueblo no es una cosa, son muchas. Había info. CASEN, padrón electoral, etc. Jamás lo entendieron. (La Encuesta Casen, es una Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional)

Si esa suma de "pueblos", que en total es "el pueblo", quería cosas muy distintas, las "vanguardias constituyentes" sólo escucharon a una fracción del pueblo.

 Y por eso ganó el Rechazo. No porque el Rechazo ofreciera una mejor opción (mi hipótesis, ojo)

Digo lo anterior por los resultados electorales históricos desde 1970 en adelante. Los historiadores y expertos en elecciones y encuestas lo saben: Chile siempre ha sido un país de tres tercios (ver Julio Faúndez), cuando se trata de ideología y política. El país se estructura en dos polos claros de izquierda y derecha; entremedio está el resto, que se mueve hacia uno u otro extremo, según la contingencia electoral y las propuestas del momento.

Sin embargo, si hemos de hacerle caso a los procesos electorales de las últimas 3 décadas, hay cosas que se repiten como constante en general, y en particular, de quienes están en la parte más baja de la escala económico-social:

1/ Demandas masivas y sostenidas de protección y cobertura social. El modelo de José Piñera y su promesa de jubilación bacana no funciona. Reforma.

2/ Fin al abuso de poder. Si me pides que cumpla mi parte del contrato social, tú cumple con la tuya. Chao letra chica y "pico en el ojo". Reforma.

3/  Cancha igualada para emprender y hacer negocios, que no dependa de los pitutos, los amigos, el apellido, etc. Reforma.

4/   Quiero ver que los impuestos - y cualquier reforma tributaria que venga - tengan resultados en mi vida, la de mi familia y la de mi comunidad. Te los pago pero házmelo fácil y muéstrame el impacto.

Todas cosas que si el Rechazo cree que desparecerán, se equivoca. De ahí, que la señal enviada la noche del domingo 4 de septiembre, tipo "hemos escuchado la voz del pueblo" y tenemos que hacer reformas, va en el sentido adecuado. Pero tienen que demostrarlo.

Lecciones para el gran empresariado

Como dijo una vez el defenestrado candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami: Chile es "la Corea del Norte del Capitalismo".

La frase, por más rimbombante que suene, no deja de ser verdad. Estamos en este embrollo porque la Constitución de 1980 y lo que vino después, son cosas que en un ambiente moderno serían muy poco kosher.

Por eso, como me dijo anoche el mejor periodista de negocios y finanzas de Chile, sobre cómo reaccionará el gran empresariado al resultado del plebiscito, es claro que "se salvaron raspando":

"Los empresarios serios de la derecha en Chile saben que este es un proceso que no se detiene. Hay un piso donde parte la nueva discusión que son los derechos sociales, igualdad de género y más".

¿Y el presidente Boric?

Dos opciones. Hoy le dice adiós a su proyecto de gobierno. O se desliga del resultado del plebiscito y apuesta doble contra sencillo, para llevar a cabo su programa. Si no hace lo segundo, se acaba su gobierno mañana.


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