Les remito un documento recibido proveniente de los Náufragos del chavismo. Estos luego de 24 años apoyando a la “revolución bolivariana”, pretenden no solo olvidar su papel en la consolidación de dicha "revolución", sino defender un supuesto legado de ella y claro del comandante supremo.
Me tomado la molestia de resaltar en amarillo, algunos puntos, que realmente llaman a la reflexión sobre hasta qué punto es verdad la máxima de Mark Twain "Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que han sido engañados".
En el documento, no existe tan siquiera un asomo de reflexión sobre su papel en la hecatombe que vivimos, y resulta que todo es culpa de la actual Elite Gobernante, como si esta no es la misma que forjo Chávez alrededor del ejército y sus policías, cuyos altos mandos son precisamente el núcleo hegemónico propietario de esa elite gobernante.
Solo nos queda repetir: Tanto Nadar para Morir en la Orilla.
Casi un siglo después, cuando la Generación de 1928, enarbolara las consignas por la democracia y los derechos humanos, se escucha de nuevo ese grito: ¡A LUCHAR CARAJO! ¡POR TODOS NUESTROS DERECHOS!
Pero si en aquella época ese grito encubrió una farsa, que se disfrazó con Sembrar el Petróleo, jugando un papel transformador en la Venezuela rural de entonces.
Hoy es un grito agónico, de los náufragos, quienes como pocos en su condición de “revolucionarias y revolucionarios de izquierda”, consolidaron la actual tragedia con su dictadura incluida.
Solo me resta despedirlos, con el viejo saludos : ¡Buen viaje, amigos en su misión de Sísifo!
Llaman a llevar la roca, a la altura de la montaña, a sabiendas que ella una vez más rodara, aplastándolos cada vez que cumplan con su tarea de llevar al gobierno al próximo verdugo.
De los reyes borbónicos, se decía que Ni olvidan ni aprenden, al parecer otro rey borbónico fue el creador de esta política con su frase París bien vale una misa.
Será que el chavismo crítico, no madurista se ha vuelto Borbónico y sigue pretendiendo volver al trono. Mis saludos y mis respetos, Camaradas
El documento en cuestión tal como lo recibí. Los resaltados sin comentarios son nuestros
P.H.P.
Carabobo, 25 de septiembre de 2022
¡A LUCHAR CARAJO!
¡POR TODOS NUESTROS DERECHOS!
A modo de introducción cabe referir que como parte del proceso que se viene desarrollando entre un conjunto de revolucionarias y revolucionarios a nivel nacional en función de avanzar en la construcción de espacios y dinámicas que favorezcan la articulación y organización para planificar y ejecutar las tareas que la compleja, difícil y crítica realidad en que se vive demanda, se llevó a cabo una reunión entre un grupo de compañeras y compañeros ubicados en Aragua, Carabobo y Caracas.
Conviene destacar que en otras regiones del país ya se han realizado estos encuentros, y que está previsto que en lo inmediato se efectúen en las regiones donde aún no se han materializado, como parte del esfuerzo dirigido a derrotar la dispersión y desorganización que afecta severamente las capacidades de lucha de los sectores populares que integran la sociedad venezolana.
A continuación se apuntan de forma breve y esquemática ciertas reflexiones, aspectos y consensos que se exteriorizaron en el curso de dicha reunión, a fin de que éstos sirvan de insumos para el proceso que está en marcha y en la perspectiva de ir unificando criterios al respecto.
A) SOBRE LA SITUACIÓN: Del cúmulo de intervenciones sobre los elementos que caracterizan el momento histórico, cabe referir, entre otros, los siguientes:
1) Estamos viviendo el ocaso del proceso de cambio que se intensificó y alcanzó niveles significativos de concreción con ocasión del triunfo popular que supuso e implicó la asunción de la Presidencia de la República por parte del Comandante Chávez. En dicho proceso, si bien se hicieron presentes errores, desviaciones, deficiencias y equívocos, siembre hubo una voluntad de cambio en el marco de una posición de clase y de defensa de los intereses de la nación.
Hoy es evidente la política que promueve la conciliación de clases; la implementación de un proyecto neoliberal a nombre del socialismo; el abandono de los objetivos iniciales del proyecto bolivariano y, por ende, la instauración de un modelo de país en el que prevalecen los intereses de las élites capitalistas dominantes en Venezuela. En tal contexto, es decisivo en este momento impulsar la lucha de ideas para poder desenmascarar el abandono al proceso bolivariano por parte de las élites dominantes.
Por consiguiente, es forzoso promover un amplio y masivo debate nacional sobre esta crítica y peligrosa realidad, para lo cual se requiere convocar la mayor suma de voluntades en aras de construir las herramientas e instrumentos necesarios para encausar la investigación, el estudio y la discusión, en el entendido que no es posible enfrentar eficazmente a quienes abogan por desdibujar, anular y negar las conquistas alcanzadas como sociedad si no se cuenta con una comprensión objetiva de lo que está ocurriendo y sus tendencias.
2) Existe un generalizado desánimo en el pueblo venezolano que se traduce en un relevante decaimiento de su voluntad de lucha para defender sus intereses y derechos. Las élites dominantes han aplicado la estrategia del caos a fin de desdibujar los referentes esenciales de lo que significa e implica la República Bolivariana de Venezuela, pues hoy su régimen jurídico institucional supone una traba u obstáculo para sus intereses y el proyecto de país que pretenden instaurar. Los sectores que gobiernan el Estado se exhiben como un poder sin límites, o sea, ejercen las funciones sin la menor sujeción al mandato popular contenido en la Constitución y demás leyes de la República, de allí la práctica generalizada de la falta de información sobre los asuntos de interés colectivo, la represión, la criminalización de las luchas, las arbitrariedades, etc. Hoy no existe en Venezuela un movimiento popular y revolucionario, en tal contexto, las pocas organizaciones populares y revolucionarias que sobreviven se debaten en una profunda crisis, al extremo que carecen de la capacidad, incluso, de levantar una propuesta alternativa.
En el sector de las organizaciones sociales y gremiales la situación es similar, producto de la debilidad, desprestigio y ausencia de activismo. De facto las élites dominantes vienen avanzando en la instauración de su modelo de país, lo cual, evidentemente implica la negación del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia; al respecto, un caso ilustrativo lo representa las formas como se desarrollan las actividades mineras en el país, especialmente las explotaciones auríferas y diamanteras, en las cuales todo es un secreto y las bandas criminales asociadas con sectores institucionales ejercen el control de las mismas.
El gobierno ha logrado convencer a amplios sectores de la sociedad venezolana de que no se puede derrotar las agresiones de las potencias imperialistas, por tanto, es forzoso negociar con ellas, de allí su política económica.
3) Existe un amplio segmento del sector social que aún se identifica con la Revolución Bolivariana que abriga la esperanza que ésta puede ser recuperada en beneficio de la patria y de sus clases populares, no obstante, asume una posición crítica y de enfrentamiento al gobierno. En tal sentido, se hace necesario establecer canales de dialogó e intercambio con dicho segmento a fin de propiciar su participación activa en el proceso de impulso y desarrollo de una política revolucionaria. Es importante tener presente que parte de la derecha está en el gobierno, la cual viene asumiendo un papel protagónico en función de imponerse como dirección del proceso.
4) Las élites dominantes han logrado imponerle al país un chantaje, en el sentido que toda crítica al gobierno o vinculada a su desempeño constituye una política que favorece a la derecha. Actualmente en el panorama nacional no se vislumbra una alternativa. Se requiere generar opinión y promover nuevos liderazgos en las dinámicas populares, en la perspectiva de crear una fuerza independiente del gobierno y de la derecha. No existe un centro de producción de políticas revolucionarias.
5) La recuperación, reactivación o el impulso y fortalecimiento del movimiento popular y revolucionario venezolano presupone un proceso en el que se debe distinguir momentos o fases, en las cuales hay que precisar los objetivos y metas a alcanzar en cada etapa. En este orden de ideas, se considera que en este momento no existen las condiciones favorables para la convocatoria de una organización política revolucionaria bajo el enfoque y los términos clásicos, sino lo que está planteado es la planificación y realización de un conjunto de tareas destinadas fundamentalmente a la construcción de las herramientas e instrumentos necesarios para el impulso de una dinámica masiva, colectiva, plural, amplia, flexible, abierta, etc., que vaya contribuyendo a la creación de las condiciones necesarias para concretar el proceso organizacional propiamente.
Obviamente que diseñar e implementar en este momento una serie de tareas implica niveles de compromiso y organización, sin embargo, se reitera, no se trata de la concepción clásica de organización, en el sentido de concebirse como la organización de la revolución, su vanguardia, el espacio de acumulación de fuerzas, etc., sino como los nexos necesarios para el cumplimiento de las tareas que se acuerden.
B) SOBRE LO DECIDIDO: Fruto del afectuoso y fecundo diálogo, las y los participantes arribaron a los siguientes ACUERDOS:
1) Se identifica como tarea esencial el impulso de dinámicas que propicien la convergencia de voluntades en la realización de actividades que favorezcan el surgimiento de las condiciones favorables para avanzar en la construcción de una fuerza social revolucionaria.
2) Se estima que la cuestión decisiva en este momento, en la perspectiva de la construcción de una fuerza social revolucionaria es la Batalla de Ideas, para lo cual es obligante organizar un SISTEMA DEMOCRÁTICO DE DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN POPULAR integrado por múltiples herramientas o instrumentos de difusión y comunicación, a saber: página o sitio web, revista teórica, red de radios comunitarias, redes sociales, periódicos digitales como Querella, etc.
3) Identificar esta iniciativa que apunta hacia la recuperación o reactivación del movimiento popular y revolucionario con una consigna, en vez de unas siglas que presuponen la existencia de una organización. En tal contexto, se propone: ¡A Luchas Carajo! Y ¡Por Nuestros Derechos!
4) Elaborar una carta de invitación a las compañeras y compañeros que consideremos puedan tener interés en la propuesta de organizar o participar en el Sistema Democrático de Difusión y Comunicación Popular, en la que se explique detalladamente dicha iniciativa, ello con el propósito de establecer con qué recursos se dispone para iniciar su materialización.
5) Se comprende que no existe contradicción entre la tarea de organizar el Sistema Democrático de Difusión y Comunicación Popular como dinámica y medio para impulsar la Batalla de Ideas y los planes de trabajo de las organizaciones que ya están constituidas, por el contrario, se considera que lo que opera en tal caso es una complementación y recíproca cooperación en función de propiciar condiciones favorables para avanzar en el trabajo organizacional y de lucha popular.
Es todo, por ahora. VENCEREMOS.