Llegaré a la parte de la blasfemia en un minuto, pero primero, repasemos rápidamente lo que sucedió y dónde están las cosas ahora, o parecen estar.
El 27 de octubre de 2022, hace casi exactamente un mes, Elon Musk, el hombre más rico del mundo, CEO de Tesla y SpaceX, contratista militar del gobierno de EE. UU. y oligarca capitalista global con un patrimonio neto cercano a los $ 200 mil millones, completó su adquisición de Twitter, el notorio "sitio infernal" donde Donald Trump, la literal Resurrección de Hitler respaldado por Rusia, Jordan Peterson, el tipo de la "jerarquía de la langosta", Alex "el Diablo Encarnado" Jones, y otros miembros de las masas "deplorables" que han estado perpetrando actos de "incitación al odio", difundiendo "desinformación" y expresándose de forma desenfrenada, hasta que los "moderadores de contenido" de Twitter empezaron a censurar, desprestigiar y destituir a todos aquellos cuyos puntos de vista y opiniones no les gustaban.
Al final resultó que, la mayoría de los puntos de vista y opiniones que no les gustaban, y por lo tanto necesitaban censurar, eran puntos de vista y opiniones que estaban en conflicto con su ideología cada vez más fanática del WOKE "despertar", o lealtad al Partido Demócrata, o uno de sus equivalentes europeos, o que contradecía, desafiaba o se burlaba en broma de cualquier narrativa oficial que la Corporatocracia global estuviera emitiendo en un día determinado.
De 2016 a 2022, Twitter.com (que, seamos sinceros, es esencialmente un servidor de listas glorificado con anuncios) abandonó cualquier pretensión de neutralidad editorial y respeto por cualquier cosa que se pareciera remotamente al derecho de las personas a la libertad de expresión (es decir, un principio fundamental de la sociedad democrática ), y descaradamente intentó imponer y hacer cumplir la uniformidad ideológica en la plataforma con el pretexto de “mantener a las personas seguras” y “proteger la salud de la conversación pública” según resoluciones internas
Esta metamorfosis de una empresa de redes y medios sociales en un Ministerio de la Verdad orwelliano en toda regla fue solo una parte de "La guerra contra el populismo" que las clases dominantes capitalistas globales han estado librando implacablemente durante los últimos seis años, en que he escrito extensamente en otros lugares (por ejemplo, en ese libro acabo de insertar un enlace, y la mayoría de mis ensayos de Consent Factory ), así que solo ahora quiero centrarme en Twitter en este momento y llegar a la parte donde blasfemo Musk, o no No blasfemarlo lo suficiente y enojar a todos.
Básicamente, la historia de fondo, en pocas palabras, es que, aproximadamente a mediados de 2021, la censura de los moderadores de Twitter de las opiniones que no se ajustaban a su ideología WOKE "despertar" había llegado al punto en que muchos conservadores y libertarios, y los aproximadamente 15-16 viejos izquierdistas absolutistas de la libertad de expresión como yo que todavía existen, estaban descontentos con ser censurados, despojados de plataformas, "rebajados" y demonizados como "difusores de discursos de odio", "negadores de la ciencia", "negadores de las elecciones" “antivacunas”, “teóricos de la conspiración” y una variedad de otros epítetos oficiales, y estaban haciendo una cantidad considerable de ruido.
Los gobiernos que nominalmente regulan Twitter y otras plataformas de redes sociales son propiedad y están operados por GloboCap (es decir, la Corporatocracia global, del gobierno mundial que mencioné anteriormente), que ha estado imponiendo y haciendo cumplir la uniformidad ideológica en todo el planeta durante los últimos treinta años, así que, seguramente y por supuesto, no iban a intervenir en los asuntos de la corporación global que es parte integral de la campaña Gleichschaltung (igual al Tercer Reicht) de la que también son parte integral.
Entonces, ¡el emperador Elonicus al rescate!
Musk, que no llegó a donde está por no saber poder leer un mercado, vio una oportunidad y la aprovechó. Como he estado hablando y hablando monótonamente durante los últimos seis años, el conflicto esencial de nuestra época histórica es la reacción múltiple (o insurgencia) contra el avance del capitalismo global hegemónico. No voy a seguir y seguir sobre esto aquí. El punto es que, en la etapa actual de ese conflicto, se puede ganar mucho dinero mediante el marketing para el grupo demográfico "anti-Woke" y, si Musk es un maestro en algo, es en el marketing.
Probablemente pienses que estoy bromeando. Yo no lo estoy.
Como diría Bill Hicks si todavía estuviera presente , https://youtu.be/tHEOGrkhDp0 el dólar del antiautoritarismo autoritario está esperando a ser cosechado.
El autoritarismo "Anti-Woke" es la próxima gran novedad. Estamos hablando de acción de marca beaucoup, plataformas de redes sociales, teléfonos, ¡lo que sea!
¡Y así comienza el glorioso reinado del emperador Elónicus el Justo, el salvador mitad hombre/mitad dios de Twitter, y de la libertad de expresión, y la libertad misma, defensor desinteresado del hombre común y practicante inigualable del truco del negocio del marketing!
El día antes de que se sellara el trato, Elonicus entró pavoneándose en la sede de Twitter cargando una pileta de cocina real, tuiteando "¡deja que se hunda!" a sus 100 millones de seguidores, es el primero de una serie de este tipo de proezas a seguir.
Los plebeyos en el Coliseo digital estallaron en aplausos salvajes. Se produjo un frenesí de alegres aullidos, gritos, "me gusta" y retuits.
¡Por fin, un benéfico multimillonario César había llegado para salvar la Internet de los Wokeness! Los leales a Elónicus inundaron Twitter, cantando la antigua reverencia romana, “Av?Imper?tor, tweetit?r?t?sal?tant!”
Al día siguiente, Elónicus despidió sumariamente a Parag Agrawal, director ejecutivo de Twitter, y ocupó su asiento en el trono. Otras cabezas woke "despertadas" pronto se colocaron en púas. ¡Aleluya… el pájaro fue liberado! the bird was freed!
La Corporatocracia se volvió absolutamente loca. Los expertos liberales se rasgan las vestiduras y se precipitan en Internet para denunciar histriónicamente a Elónicus el Usurpador, quien iba a desatar la mayor orgía de odio estocástico-terrorista de la historia del discurso de odio blanco-supremacista, o terrorismo estocástico, u orgías, o algo así.
Celebridades de la televisión, músicos de rock envejecidos , podcasters filosóficos más vendidos y otros personajes tan influyentes comenzaron a huir pretenciosamente de la plataforma en masa, algunos de ellos emigraron a algo llamado Mastodon, donde inmediatamente comenzaron a regañarse y cancelarse entre ellos. Los anunciantes sacaron sus cuentas.
Los medios comenzaron una “vigilancia de la muerte en Twitter”. Jonathan Chait amenazó con mudarse a Canadá, pero luego cambió de opinión y prometió “quedarse y luchar”.
Mientras tanto, Elónicus, que entiende una guerra de relaciones públicas mejor que nadie, hizo lo que hacen todos los buenos emperadores cuando son atacados por su propia clase patricia. Arrancó el pan y el circo para los plebeyos… o, bueno, al menos armó el circo.
Sí, en realidad hizo el truco imperial romano de " pollice verso" para decidir el destino de Trumpus Maximus, y luego, una vez que llegaron los resultados, ¡tuiteó imperiosamente "Vox Populi, Vox Dei" !
Y ahora, al parecer, Elónicus, en su misericordia, después de realizar otro truco electoral de Vox Populi , ha decretado una “amnistía general” para todos los presos políticos (es decir, cuentas de Twitter suspendidas).
Queda por ver si esta “amnistía” se extiende a las innumerables personas cuyas cuentas fueron suspendidas por desafiar la narrativa oficial de Covid, o por mencionar el hecho de que GloboCap está armando y financiando a los neonazis en Ucrania que han estado llevando a cabo sus acciones, última operación de contrainsurgencia , VER POSTA pero no nos preocupemos por detalles menores. La próxima semana va a ser una celebración... una celebración de la libertad, y "anti-Wokeness", ¡y el poder divino de Elon Musk!
Todo lo cual ha sido muy entretenido, pero perdónenme si no me emociono mucho. Por un lado, he visto esta película antes, en la que el guapo y nuevo sheriff carismático (que casualmente es un jugador importante de GloboCap, o un títere, o de otro modo un miembro del "club" del Nuevo Orden Mundial) llega a la ciudad para arreglar las cosas. Correcto. No importa cuántos veces la vea, siempre parece terminar igual.
La otra cosa es... bueno, es personal.
Durante aproximadamente un año, Twitter ha estado difamando maliciosamente mi cuenta comercial para dañar mi reputación e ingresos. Twitter ha estado haciendo eso al ocultar mis tuit, la mayoría, pero no todos mis tuit, detrás de avisos falsos de "contenido para adultos con restricción de edad". Twitter ha estado haciendo eso para engañar a la gente haciéndoles creer que estoy tuiteando algún tipo de pornografía.
Esta táctica bastante extraña ha sido bastante efectiva. Definitivamente ha dañado mis ingresos como autor, y presumiblemente ha engañado a innumerables personas para que asuman que soy una especie de pornógrafo sórdido que se hace pasar por satírico político. Probablemente puedas imaginar cómo me siento al respecto.
El Twitter de Elon Musk no inició esto, y me doy cuenta de que el hombre tiene mucho en su plato, pero asumí que, después de un mes más o menos en el trono, se le podría haber ocurrido emitir una orden instruyendo a su personal de "freebird", pájaro Libre para, ya sabes, dejar de difamar maliciosamente a las personas e intentar dañar su reputación e ingresos, porque cuestionaron la narrativa oficial de Covid-19, o la narrativa oficial de Rusia, o la narrativa del "Emperador Elónicus"
O… no sé, tal vez estoy exagerando. Tal vez Elónicus realmente ha venido a salvarnos de los fanáticos "WOKE".
Tal vez esta no sea solo otra iteración de la clásica rutina del policía bueno/policía malo, como cuando Obama el BENÉFICO salvó al mundo del MALVADO Bush y puso fin a la guerra contra el terrorismo bombardeando numerosos países, asesinando extrajudicialmente a cualquiera que quisiera y vigilando ilegalmente a todos. , ante el aplauso salvaje de millones de liberales, que habían pasado los ocho años anteriores gritando que el MALVADO Bush estaba haciendo exactamente lo mismo.
Porque los conservadores y los libertarios nunca caerían en una estafa como esa, ¿verdad?
No, el Emperador Elónicus probablemente emitirá esa orden en cualquier momento (es decir, cesar y desistir de difamar maliciosamente a las personas).
O supongo que podría tomar un poco más que eso. No difamar maliciosamente a las personas es probablemente un proceso complicado de varias etapas que involucra meses de planificación meticulosa, como lanzar un automóvil al espacio exterior. Un fan de Elonicus, alarmado por el tono irrespetuoso de mis repetidos tuits al Emperador, me aconsejó que dejara de lloriquear y esperara un año completo, lo cual... seguro, pensándolo bien, probablemente sea correcto.
Entonces, no importa, y por favor perdone la blasfemia anterior.
¡Salve, Elónicus! ¡Que reine largo tiempo!
C.J. Hopkins es un dramaturgo, novelista y satírico político estadounidense galardonado que vive en Berlín.
Traducción y adaptación infoposta