En cuanto se produjo la crisis institucional en Perú, el pasado 7 de diciembre, el Frente Amplio emitió una declaración en la que, con claridad, condena “tanto la estrategia de acoso permanente al Presidente promovida por la oposición… como el intento por parte del Presidente Castillo de disolver el Congreso como respuesta a la misma.
Repetimos: "condenamos... el intento por parte del Presidente Castillo de disolver el Congreso". Bastante buen castellano, ¿no?
Sin embargo, Stefano Casini, en una muy breve columna publicada por UyPress, ( https://www.uypress.net/Columnistas/Stefano-Casini-uc125891) pese a que reproduce textualmente esas palabras, repite numerosas veces la duda de si "¿el Frente defiende a un golpista?", o "¿porqué (sic!) El FA decide defender a un golpista?, habla de una supuesta "errática conducta de la coalición de izquierda".
Afirma que la movida de Castillo "fue calificado de 'golpe de Estado' por representantes de todo el espectro político", lo que es cierto e incluye al Frente Amplio, pero a continuación mantiene su duda: "Entonces que le pasa al Frente?"
No conocemos personalmente a Casini ni tenemos ningún prejuicio previo. Llegaríamos a comprender que hoy, como tantos, lee apurado y por arriba, no presta atención y no resiste la urgencia de teclear un comentario no muy meditado. Además de estar algo peleado con la sintaxis. Pasa. Aunque Casini tuvo una semana para leer bien lo que iba a comentar, porque su columna se publicó recién el 15 de diciembre.
Aun comprendiendo, no podemos callar ante la reiteradísima y grave acusación que publica y dejarla pasar por buena.
En su parte central, la declaración reza: "El Frente Amplio expresa su honda preocupación ante la grave crisis planteada en la República del Perú, como corolario de un largo y doloroso proceso de inestabilidad política y erosión de la institucionalidad democrática en ese país.
"Condenamos tanto la estrategia de acoso permanente al Presidente promovida por la oposición, de la cual el recurrente uso del instrumento de la vacancia presidencial impulsada por el fujimorismo y la ultraderecha es una muestra, como el intento por parte del Presidente Castillo de disolver el Congreso como respuesta a la misma.
"Ambas acciones condujeron a una situación que culmina con la destitución del Presidente y plantea desafíos que sólo podrán ser resueltos en un clima de paz y diálogo, con fuerte compromiso democrático y republicano, y plena vigencia de las instituciones, libertades ciudadanas y derechos humanos.
"Asimismo, exhortamos al gobierno de la República y al sistema político de nuestro país a mantenerse atentos y contribuir a encontrar una salida a la situación planteada en el hermano país."
Perú
Aclaradas las precipitadas dudas sobre la posición del Frente Amplio, podemos aprovechar para comentar lo que pasó y pasa en Perú, ya a nombre propio.
El sistema constitucional, institucional y partidario de Perú es generador de inestabilidades. Pedro Castillo ganó la presidencia entre otras cosas porque promovía un cambio constitucional.
Esa inestabilidad es fomentada por poderes económicos nacionales y extranjeros que promueven políticas que condenan a las amplias mayorías a la pobreza y se apropia de bienes públicos y recursos naturales. El año que viene debían renovarse jugosos contratos petroleros, de gas y litio y prefieren negociarlos con gobiernos más amigos de sus intereses.
El pueblo peruano, con su variedad de situaciones geográficas y étnicas, dijo basta. El respeto a las normas, incluso de una constitución absurda, provee legitimidad, pero no necesariamente asegura los intereses del país ni soluciona sus necesidades.
Es auspicioso que grandes multitudes hayan decidido hacer valer su voz, de la forma que conocen, en la calle. Por eso, también, como lo señaló la declaración del Frente, rechazamos la mortal represión con que se está respondiendo y convocamos a una solución pacífica y acordada, que hoy sólo puede pasar por un adelantamiento de las elecciones que, si se aprueba la moción presentada en el Parlamento, puede estar vinculado a la convocatoria de una Constituyente.
Seregni
En su entusiasmo, Casini dice que recuerda cosas que su memoria retuvo mal. "Muchos que peinamos canas recordamos al General Seregni, un hombre probo y un gran político que, frente a cualquier tipo de intento de golpe, de derecha o de izquierda, tenía la misma opinión: no se admite y punto. También recordamos como fue expulsado del FA, por más que digan que renunció, por no estar de acuerdo que entraran extremistas dentro de la coalición. No hay caso, estamos presenciando las acciones de un FA muy distinto del que fundaron Seregni, Zelmar, Crottogini o Villar."
En realidad, el ingreso del MLN y otros sectores al Frente Amplio se produjo en mayo de 1989, una vez que se fueron del Frente el Movimiento por el Gobierno del Pueblo y el Partido Demócrata Cristiano, quienes vetaban estos ingresos.
Seregni renunció a la presidencia del Frente Amplio siete años después, el 5 de febrero de 1996. Había acordado con blancos y colorados una reforma constitucional que introdujo una serie de cambios que promovía la izquierda. Pero el Frente Amplio resolvió votar en contra de ella porque incluía el balotaje. Seregni se sintió desautorizado. En su discurso de renuncia sostuvo que "no podría negociar y acordar, con el gobierno y con las otras fuerzas políticas, desde una posición de cuestionada representación y apoyo de mi fuerza política. Y esto, evidentemente, no es lo que le conviene al Frente Amplio".
No vamos a analizar aquí ese acontecimiento histórico, pero tampoco podemos dejar pasar una burda tergiversación de la historia, ni los errores de comprensión lectora que sólo ayudan a desinformar. Por lo menos podrían poner algo de buena voluntad o un poco de sofisticación a las malas y tendenciosas interpretaciones.