27.DIC.22 | PostaPorteña 2327

Paraguay - MANSO MALESTAR

Por José Antonio Vera

 

La elección interna en los partidos políticos paraguayos, se realizó este domingo 18, con aplastante participación de los seguidores del gobernante Partido Colorado, quienes le dieron el triunfo a Santiago Peña, candidato del ex Presidente Horacio Cartes quien se ha sobrepuesto a una fuerte descalificación por EEUU y se ha vuelto a situar como el hombre más poderoso de la política nacional

 

José Antonio Vera, desde Asunción

UyPress - 21.12.2022

 

"Significativamente corrupto", declaró a Cartes el Departamento de Estado, e igual descalificativo utilizó contra el Vicepresidente del Gobierno Hugo Velázquez, quien se vio obligado a renunciar a su postulación presidencial para abril próximo. Una media docena más de jerarcas colorados también integran una lista que se está completando, según la promesa del Embajador Marc Ostfield de proseguir combatiendo la corrupción en la sociedad paraguaya.

Esa postura diplomática, que ofendió a ciertos sectores que la califican de un pisoteo a la soberanía, los mismos que nunca han reaccionado a la injerencia norteamericana en otras áreas, tuvo el mérito de sacudir sorpresivamente la modorra política ambiente, pero su influencia se ha frenado, facilitando el ascenso de Cartes

Un militar de alto rango, muy bien informado y, a diferencia del grueso de las opiniones públicas convergentes en que el poderoso "jefe de una organización delictiva regional", estaba con un pie en la extradición a Estados Unidos, descartó esa medida convencido de que la descalificación diplomática abrió las puertas a una negociación con el "narcotraficante y contrabandista".     

Peña, economista de 45 años, afiliado al Partido Liberal, fue cooptado por Cartes hace unos pocos años, que lo vistió de colorado, sin que ni el propio empresario lo fuera, pero que, a golpe de chequera, alquiló al partido y, con sólo tres años de afiliación (10 exigen los estatutos) se hizo elegir presidente del gobierno  desde el 2013 al 18.

Intimos del anillo político inicial de Cartes, han comentado que dos ideas lo motivaron a ingresar en la política. 1) Su avaricia por el dinero que, dada su proximidad con la tiranía del General Alfredo Stroessner, sabía que era el lugar idóneo para acumularlo y, 2) la constatación de que "en este país, que ha tenido tantos militares de presidente, y hasta un Obispo, sólo falta un empresario".

Al igual que su socio Mauricio Macri, Cartes comenzó a construir una presencia popular desde el futbol, comprando el equipo Libertad, y pegó el salto al quedar al frente de una veintena de empresas, sumando unas pocas suyas a las de su amigo Fad Yamil, entonces uno de los pocos milmillonarios del país, fugado al extranjero (donde habría fallecido) para evitar ser extraditado a EEUU  por comandar una poderosa organización de narcos.   .  

Poco antes de terminar su mandato presidencial en el 2018 y, sin posibilidad constitucional de reelección, Cartes buscó un peón y "contrató" a Peña, quien cambió el color de camiseta, de azul a colorada, mutación que le recuerda a menudo cierta prensa, en particular en las últimas semanas de esta campaña por las internas.

Igualmente su contrincante correligionario Arnoldo Weins, un expastor menonita, que perdió por ......... votos, representando la línea del mandatario Mario Abdo Benítez, el gran perdedor de estas elecciones, derrotado también en su proyecto de liderar al Partido Colorado, papel que desde ahora ocupa Cartes al frente de un aparato mastodonte y corrupto, al que utilizaría como apoyo para situarse en el verdadero Jefe de Estado, si su obediente Peña gana las nacionales en abril próximo.

Weins, Ministro de Obras Públicas que tres meses atrás renunció para postularse, ante la vacancia de Velázquez, dejando un reguero de acusaciones de corrupción, declaró de inmediato a su derrota que "todos somos colorados", anticipando que se repetirá el famoso "abrazo republicano", el conocido y muy eficaz blindaje narcopolítico.

También dijo que "el presidente será ungido por Dios". Unos años antes, cuando pertenecía al cartismo, sentenció que "por su humanismo, Horacio me recuerda a Nelson Mandela". 

Por la oposición, en las internas sobresalió sin sorpresas el presidente liberal Efraín Alegre, al frente de una desgajada Concertación Nacional, que contribuyó mucho a frenar su construcción. Reunió menos de la mitad de votos que Peña, y se sitúa como uno de los dos adversarios del candidato colorado. 

Un tercer postulante presidencial, que no participó en las internas porque optó por concurrir en calidad de independiente de la Concertación, es Euclides Acevedo, maestro masón, un bailarín de la política que comenzó hace 40 años en el Partido Febrerista que, entonces, nucleada lo más nutrido de la intención socialdemócrata.  

Dicharachero, de lenguaje divertido, con elogiado dominio del idioma guaraní, Euclides coqueteó luego con el centrista Encuentro Nacional, hasta que pasó a ocupar diversos cargos bajo un par de gobiernos colorados. Primero fue Embajador en España, admirador de Felipe González, y tiempo después Ministro del Interior, cumpliendo la política represiva de Abdo Benítez contra los pueblos indígenas y el campesinado expulsados de sus tierras por el ejército

Hasta hace unos meses Euclides Acevedo fue Canciller, y renunció para postularse a la presidencia. De Vice lleva a Jorge Querey, un acreditado médico, miembro del Frente Guasu, organización muy disminuida desde que, meses atrás, se enfermó gravemente su líder, el exPresidente Fernando Lugo, quien se estaría recuperando de una ACV, en un hospital argentino de alta calificación.

Voces diversas, que no entienden el papel de Euclides, lo califican de simple rastrillo de votos para Abdo Benítez, pero con la derrota que éste sufrió el domingo, Acevedo estaría frente a un desafío de definición porque en diversas ocasiones ha combatido en público a Cartes y no integró la Concertación por evidentes diferencias con el intransigente Alegre, acusado de generar brechas muy dañinas entre las fuerzas del manso malestar de una ciudadanía descreída de la política. 


Comunicate