19.ABR.23 | PostaPorteña 2344

Uruguay: El IRPF, las AFAP y la Reforma de las Jubilaciones

Por Profesor Pablo Núñez /IS

 

Las jubilaciones fueron creadas para darles un merecido descanso a los trabajadores, después de décadas de trabajo y de aportar dinero de sus bolsillos.

De esa forma no deberían tener que trabajar hasta el día que mueran o hasta el día que enfermen para luego morir

 

Profesor Pablo Núñez 8 abril, 2023 publicado en Identidad Soberana https://identidadsoberana.org/jubilaciones/

 

TRABAJAR HASTA MORIR

 

La jubilación fue un avance para mejorar la calidad de vida de las personas al alcanzar la edad anciana.

Ahora las jubilaciones o mejor dicho los aportes de dinero que hacen los trabajadores antes de jubilarse, se han convertido en una oportunidad de negocio para empresarios sin escrúpulos y gobernantes corruptos.

El anciano jubilado es una molestia para el sistema tributario gobernado por los políticos corruptos.

Y la solución que plantean es hacer que las personas continúen trabajando hasta morirse, pero habiendo aportado grandes cantidades de dinero durante sus vidas, para nunca ver un peso de eso.

Aumentar la edad de jubilación es la moda que intentan imponer los poderes económicos mundiales.

Con el dinero que aportan los que ya no se jubilarán (puesto que morirán antes de hacerlo), las empresas asociadas a los que administran los fondos de pensiones seguirán enriqueciéndose a costa del dinero que le quitan a la clase trabajadora.

¿Quién obtiene ganancias con el dinero que la gente aporta a las AFAPs (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional)?

Las AFAP han llegado a quedarse con hasta el 17% del dinero que aportan los trabajadores para jubilarse en un futuro.

Ese dinero se lo quedan las AFAP por administrar e invertir el dinero de los trabajadores.

¡Estamos hablando de millones de dólares que se quedan las AFAP!

Es un negocio millonario del que se benefician unos pocos empresarios, pero no los trabajadores.

La promesa al crear las AFAP fue que los trabajadores obtendrían unas jubilaciones altísimas al jubilarse.

Las buenas inversiones que realizarían las AFAP crearían dinero que luego se volcaría al pago de las jubilaciones.

Pero resulta que las AFAP no dan tales ganancias, y por lo tanto no se pueden pagar las jubilaciones a menos que se aumente la edad de jubilación de los trabajadores, hasta unos pocos años antes de que se mueran.

Es decir que cada trabajador se jubilaría a los 65 años, cuando la edad promedio de vida de un hombre en Uruguay es de apenas 74 años.

Hoy un hombre que se jubila a los 60 años de edad luego de 30 o más años de trabajo, puede vivir en promedio hasta los 74 años.

Pero si esas personas siguen trabajando hasta los 65 años de edad luego de 35 años de trabajo o más, es muy probable que su expectativa de vida sea menor a los 74 años actuales, y que se reduzca hasta los 70 años, no habiendo casi disfrutado del merecido descanso en la edad anciana.

El dinero que se les quita a los trabajadores, para que tengan una jubilación miserable luego de trabajar toda la vida (si no es que mueren antes), beneficia únicamente a empresarios millonarios.

El dinero que administran las AFAP se utiliza para inversiones especulativas.

Donde especulativo significa que las AFAP apuestan el dinero del trabajador en negocios para ganar dinero.

Pero si esos negocios salen mal, entonces se termina perdiendo el dinero que aportan los trabajadores y no hay ahorros generados para pagar las jubilaciones.

Así ha ocurrido por ejemplo en Estados Unidos, donde grupos de trabajadores luego de aportar dinero durante décadas a las AFAP, se han quedado sin la posibilidad de jubilarse debiendo trabajar hasta el día de su muerte, porque las AFAP perdieron todo el dinero del trabajador en malas inversiones.

En Uruguay en la actualidad, la mayoría de los fondos que administran las AFAP, están invertidos en instrumentos de deuda altamente especulativos emitidos por el Gobierno Uruguayo y el Banco Central del Uruguay, utilizando bonos globales, notas del tesoro y letras de regulación monetaria.

Es decir, que el dinero que los trabajadores aportan para su jubilación, se utiliza para pagar los 8 mil millones de dólares de deuda que cuesta construir la infraestructura vial y ferroviaria para beneficio exclusivo de la multinacional millonaria UPM.

También se utiliza el dinero de las jubilaciones para pagar los gastos del Estado, como salarios de empleados públicos, sobrecostos (¿coimas?) en obras de infraestructura y todo aquello requerido para el funcionamiento del gobierno.

El dinero de las jubilaciones se utiliza para pagar los sobrecostos actuales del funcionamiento de un gobierno que gasta más dinero del que recauda y genera.

También se utiliza el dinero que los trabajadores aportan para las jubilaciones, en la compra de bonos de deuda altamente especulativos emitidos por gobiernos extranjeros.

Imagínense al gobierno uruguayo comprando bonos de deuda de Argentina; sería dinero de los trabajadores tirado a la basura.

Argentina es un país que prometería pagar ganancias a las AFAP mediante un instrumento llamado bono de deuda.

Pero si Argentina se declara en bancarrota como país, no podría pagar las deudas asumidas.

Y los trabajadores uruguayos perderían todo el dinero que aportaron para una futura jubilación que jamás tendrán.

Así de especulativo es el manejo de dinero que hacen las AFAP de los dineros que los trabajadores aportan para sus futuras jubilaciones.

¿Quién obtiene ganancias de todo esto?

EL bróker o el banco que cobra comisiones millonarias por ser el intermediario de la compra de bonos de deuda e instrumentos financieros que emiten Uruguay y otros países.

¿Quién no obtiene ganancias y siempre sufre la especulación de su dinero?

El trabajador siempre puede ser víctima de que el dinero que aportó para su jubilación se esfume, es decir que desaparezca para siempre no pudiendo jubilarse.

¿En qué más “invierten” o mejor dicho “especulan” las AFAP con el dinero de los trabajadores?

Las AFAP destinan dinero de los trabajadores a diversos rubros de inversión: agropecuario, industrial, comercio, transportes y servicios, inmobiliario, financiero, infraestructura, energía, etc.

Por ejemplo, las AFAP pueden invertir dinero de la jubilación de los trabajadores en un campo, cultivar soja y obtener alguna ganancia con la venta de lo cosechado.

Pero si el precio de la soja baja o la cosecha es mala, entonces no se obtienen ganancias o éstas son muy pequeñas.

¿Quién sí obtiene ganancias?

El dueño del campo que arrienda (alquila su campo), el comerciante que vende las semillas de soja, la empresa a la que se le pagan regalías por la soja transgénica, el comerciante que vende fertilizantes y pesticidas, el empresario que alquila maquinaria agrícola.

¿Quién pierde el dinero si no se obtienen ganancias?

El trabajador pierde el dinero que le descontaron del salario para una futura jubilación que nunca verá, y que fue invertido en forma especulativa e irresponsable por las AFAP.

Siempre son los empresarios los que ganan dinero con la plata del trabajador.

Ya sean los empresarios que construyen carreteras y puentes con el dinero del obrero, los empresarios de los agronegocios, o los de intermediación financiera; todos ellos ganan dinero.

Mientras el trabajador es quién pierde el dinero de su jubilación y debe trabajar hasta morirse, o percibir una jubilación miserable en el mejor de los casos.

Es fácil especular con el dinero de los trabajadores.

Finalmente si hay pérdidas, el único que pierde es el trabajador.

Mientras tanto las AFAP siempre se llevan la comisión que ha alcanzado hasta el 17% del dinero que les quitan a los trabajadores para una jubilación que no verán.

En resumen: las AFAP fueron creadas para “robarles” el dinero a los trabajadores, para que nunca se jubilen, y para que aporten dinero durante toda su vida laboral para el enriquecimiento de las clases empresariales millonarias.

Las soluciones para un sistema de jubilaciones justo.

Se hace necesario financiar los pagos de jubilaciones sin depender de planes de ahorro para la jubilación (SIN AFAP), ya que esta modalidad es especulativa y no asegura una jubilación que brinde una adecuada calidad de vida para los jubilados.

Para ello se hace necesario modificar el sistema de impuestos, gravando los ingresos de los poderes enriquecidos para volcar ese dinero en el bolsillo de la clase trabajadora al momento de jubilarse.

Hoy un trabajador que gana algunos miles de pesos puede llegar a sufrir descuentos en Uruguay por alrededor del 35 % de su salario nominal por concepto de IRPF.

Mientras tanto empresas millonarias como NETFLIX que facturan millones de dólares de fuente extranjera como son los dineros de uruguayos, puede llegar a pagar impuestos de tan solo un 10%.

Un trabajador paga impuestos del 35% mientras una empresa millonaria paga impuestos de 10%.

O incluso a empresas multimillonarias como UPM se las exonera de pagar cualquier impuesto a pesar de que facture miles de millones de dólares al año.

Por lo tanto se hace necesario modificar la carga impositiva de las clases económicas enriquecidas, para volcar ese dinero en el bolsillo de las clases sociales menos privilegiadas, es decir en la clase trabajadora al momento de jubilarse.

Los aportes monetarios de los empleadores y de los empresarios millonarios, deben ser los que contribuyan en mayor proporción para financiar los pagos de jubilaciones.

¿Qué tal si en vez de quitarle 8 mil millones de dólares a todos los uruguayos para dárselos a UPM, utilizáramos ese dinero para tener mejores jubilaciones?

Seguramente con una mejor administración de los dineros públicos, habría más y mejor dinero para jubilaciones dignas.

¿Cómo afecta el hecho de darles un año gratis (bonificado) de jubilación a las mujeres por cada hijo que tuvieron?

Un hijo por mujer, significa un año menos de aportes al sistema de jubilaciones.

Tres hijos por mujer significan darles 3 años de “no aporte” a cada mujer, que trabajará 3 años menos pero figurará como que aportó 3 años más al sistema de pensiones.

Esos tres años de bonificación por tres hijos significan que el 50% de la clase trabajadora no aporta 3 años de dinero para financiar al sistema de jubilaciones.

Eso significa el equivalente a un año y medio menos de aportes al sistema jubilatorio.

Por ello el total de los trabajadores deberían jubilarse no a los 60 años de edad sino a los 62 años de edad, para poder pagar lo que dejaron de pagar las mujeres que recibieron esa bonificación.

Y así, si se continúan otorgando más bonificaciones que son años que no aportan los que reciben ese beneficio, entonces el resto de los trabajadores deben trabajar más años antes de jubilarse.

Los trabajadores ya no se jubilarían a los 60 años de edad ni a los 62, sino a los 65 años, para poder financiar todos esos años de “regalo”, que permiten a diferentes personas jubilarse antes de haber trabajado los 30 años que se supone deberían haber laborado y aportado.

Nada es “gratis” ni de “regalo” en la vida.

Si a alguien se le otorga algo “gratis” o de “regalo”, es porque a otro se le tuvo que quitar algo.

Y en este caso bonificar años de jubilación, significa que el resto de las personas deban trabajar más años para poder jubilarse y que el sistema pueda financiarse.

Así también se dice que hay ciertas actividades laborales en las que los trabajadores deben jubilarse antes, porque no tienen la capacidad física para seguir trabajando a otras edades.

Por ejemplo se dice que los militares deben jubilarse a los 45 años porque no pueden trabajar a más edad ya que su cargo no es compatible con ello.

Sin embargo a los 45 años podrían pasar a desempeñar actividades económicas en otras ramas del gobierno o en empresas privadas, hasta completar los 30 años de trabajo y 60 de edad.

Es decir que siempre hay soluciones para que en cada actividad laboral se pueda llegar a los 30 años de trabajo y 60 de edad, y no terminar haciendo que las personas se jubilen antes de tiempo sin haber aportado las cantidad de años que se requieren para que no se desfinancie el sistema jubilatorio.

Las poblaciones y no la clase política corrupta, son quienes deben determinar las características del sistema de jubilaciones y pensiones.

Incluso es posible jubilarse trabajando menos años que en la actualidad.

Se puede fomentar la flexibilidad laboral, de forma que las personas opten por trabajar tiempo parcial o tener horarios de trabajo flexibles que les permitan equilibrar el trabajo con la vida personal y familiar.

Esto permitiría que la jornada laboral de los trabajadores sea de menos horas pero seguir ganando un ingreso para seguir aportando para obtener una jubilación digna.

También es posible promover una cultura de jubilación temprana.

El gobierno, los empleadores y la sociedad en general pueden fomentar una cultura que valore la jubilación temprana y que desaliente la idea de trabajar hasta una edad avanzada.

Esto puede incluir campañas de concienciación sobre la importancia de la jubilación temprana y la necesidad de realizar aportes jubilatorios para ello.

Toda característica del sistema jubilatorio y la forma de su financiación deben contar con la más amplia participación de los trabajadores, y empoderarlos para elegir la mejor solución.

Fuentes: República AFAP, Modelo IA.


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