19.ABR.23 | PostaPorteña 2344

Las Malvinas serían uruguayas históricamente

Por Profesor Daniel Torena

 

Profesor Daniel Torena, Correo de los Viernes 940, 14/4/23

Publicación de la Secretaría de Prensa del *Foro Batllista

Con motivo de un nuevo aniversario del comienzo de la Guerra de las Malvinas el 2 de abril de 1982, es importante tener en cuenta los reclamos históricos expresados por los distintos gobiernos argentinos a lo largo del tiempo. Las islas estuvieron en poder de la Gran Bretaña de forma consecutiva desde 1833, cuando fueron desalojadas las últimas autoridades y vecinos dependientes de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Antes, habían estado bajo el dominio británico brevemente en el siglo XVIII, después bajo los franceses que expulsaron a los ingleses por la fuerza, y finalmente reconquistadas por España durante el reinado del gran estratega y monarca español el Rey Carlos III.

Este rey comprendió, al igual que Felipe V antes que él, la importancia estratégica de Montevideo en su lucha contra los grandes imperios coloniales de Portugal y su aliado Inglaterra en la región del Río de la Plata y el Atlántico Sur. Carlos III era un hombre culto y humanista con una visión geopolítica muy avanzada y grandes habilidades militares de los Borbones. Estudió cuidadosamente la geografía y la estrategia de la región, y comprendió claramente que Montevideo debía ser la principal base naval de la Real Armada Española en el Atlántico Sur.

A partir de 1770, Montevideo estuvo bajo su jurisdicción como Apostadero Naval y, posteriormente, cuando se creó el Virreinato del Río de la Plata en 1777, se convirtió en una Capitanía General de la Real Armada dependiente directamente del Comando General Naval de la Corona Española en España, y no del Virrey que se encontraba en Buenos Aires. De acuerdo con las "Reales Ordenes" dictadas por el Rey Carlos III, que eran normas jurídicas de mayor jerarquía del Derecho Indiano, Montevideo tendría bajo su control directo la jurisdicción de todas las aguas e islas del Río de la Plata, incluidas las Malvinas, además de las tierras australes del sur de la Patagonia, Tierra del Fuego, todos sus canales y hasta el cruce inclusive al Pacífico, de la región del Beagle, y el total extremo sur del Continente, hasta el pasaje de Drake. La jurisdicción llegaba incluso hasta las islas cercanas al Continente Africano del Atlántico Sur. Era un gigantesco territorio marítimo y terrestre que no solo incluía las Islas Malvinas, sino también gran parte de la actual región patagónica y de Tierra del Fuego, tanto de Argentina como del sur de Chile.

Cuando se produjo la Revolución Emancipadora en el Río de la Plata, a partir de la creación de la Junta de Mayo el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires y la posterior Campaña Artiguista a partir de 1811 en la Banda y luego en la Provincia Oriental, España tenía un poder naval muy disminuido, con solo uno o dos barcos de guerra que eran corbetas y no fragatas, como en tiempos de Carlos III, y una guerra en la propia España contra Napoleón y sus ejércitos imperiales. No tenían una fuerza militar importante en Montevideo y mucho menos de proyección naval, cuando el Apostadero Naval tenía normalmente 4 fragatas y dotaciones de combate de infantería de marina. Hubiera sido muy difícil poder enfrentar esa fuerza a la escuadra porteña del almirante Brown, que no tenía naves de ese poder de fuego ni tropas profesionales de combate altamente competentes en lo militar, bien equipadas como España tuvo que enfrentar en plano de igualdad a la poderosa Royal Navy y su aliado Portugal en tiempos de Carlos III, aliado también de la poderosa Marina Real Francesa o "Royale" por el "Pacto de Familia" de los Borbones reinantes en Francia y España.

No olvidemos que ambas potencias ayudaron con éxito en el plano militar y naval a los norteamericanos en su Guerra de Independencia "de las Trece Colonias Inglesas de América del Norte" entre 1776 y 1783, contra los ingleses, siendo Rey Carlos III en España, y donde muchos criollos hispanoamericanos combatieron y aprendieron mucho del arte de la guerra.

Por lo tanto, mientras España mantuvo a Montevideo bajo su dominio, las Malvinas y toda su jurisdicción dependían directamente de Montevideo y lo fue hasta 1814, poco antes de la rendición ante las fuerzas de Buenos Aires comandadas por el General Carlos María de Alvear. El último gobernador de Montevideo de España, el General de la Real Armada Pascual Ruiz Huidobro, al no poder defender las Islas, ordenó su desalojo unos meses antes de la capitulación de Montevideo, pero en el acta labrada no se renunciaba a la soberanía española de las Islas Malvinas, que eran parte del Reino de España e Indias.

Cuando el General en Jefe de los Orientales y sus fuerzas comandadas por el Coronel Fernando Otorgués y el valiente entonces Capitán José de la Trinidad Llupes, jefe de la vanguardia que entró primero y tomó Montevideo en febrero de 1815, Artigas desde Purificación envió rápidamente un oficio creando la "Capitanía del Puerto de Montevideo", dependiente directamente del Comando Militar de la Provincia Oriental, es decir, de Artigas como General en Jefe. Designó como primer Capitán del Puerto de Montevideo al Capitán de Artillería Pablo Zufrategui porque Artigas entendió correctamente la situación estratégica, que la única defensa posible para el Ejército Oriental de Montevideo y su puerto de un ataque desde el mar era la artillería de costa. Debido a su experiencia luchando contra los británicos durante "Las Invasiones Inglesas" de 1806-1807 y su conocimiento de los combates anteriores en las guerras coloniales en las que participó, Artigas tomó esta decisión.

Artigas ordenó que todos los puertos de la Provincia Oriental y su jurisdicción naval en el Río de la Plata y el Atlántico Sur dependerán de la Capitanía de Puertos de Montevideo como legítimos herederos de los tiempos de la Colonia Española.

Artigas nunca aceptó los reclamos de Buenos Aires sobre las islas del Río de la Plata y del Atlántico Sur, que eran parte soberana de la Provincia Oriental, como heredera legítima de los dominios de España dentro de la jurisdicción del territorio oriental continental e insular.

Cuando fue derrotado en 1820, el Artiguismo en el Río de la Plata a partir de 1820 y posteriormente los Gobernadores de la Provincia de Buenos Aires, incluyeron a las Islas Malvinas dentro de su jurisdicción y nombraron un gobernador desde 1829 hasta la toma de los ingleses en 1833.

En 1841, durante la segunda presidencia del Brigadier General Fructuoso Rivera, el Gobierno del Reino de España firmó un documento que fue aprobado durante la Regencia del Reino de España (1840-1843) compartida por la Reina Madre María Cristina de Borbón y el Capitán General de los Reales Ejércitos Baldomero Espartatero en nombre de la Reina Isabel II, quien era menor de edad en ese momento. El tratado de 1841 reconoció los derechos soberanos de España a nivel del comando militar del Atlántico Sur en la República Oriental de Uruguay. Por lo tanto, España y sus máximas autoridades reconocieron la soberanía uruguaya sobre las Islas Malvinas y sus derechos soberanos. Esto fue reafirmado por otro documento oficial del Reino 17 años después por la propia Reina Isabel II.

Las negociaciones diplomáticas comenzaron al final del gobierno del General Venancio Flores y los acuerdos diplomáticos fueron oficialmente comunicados por España, ratificando el tratado firmado entre España y Uruguay en 1841 en tiempos del General Rivera. En 1868, durante el gobierno del Teniente General Lorenzo Batlle, se envió una resolución que reafirmaba la Corona Española.

Es importante destacar que no se pueden ignorar los legítimos derechos históricos de la República Oriental de Uruguay sobre las Islas Malvinas y su jurisdicción en el Atlántico Sur, respetando siempre los reclamos que los argentinos vienen haciendo a lo largo del tiempo y que Uruguay ha apoyado diplomáticamente.

Como profesional de la historia y de conocer muy bien la historia rioplatense y estratégica de las potencias europeas, es nuestro deber informar de acuerdo a nuestro leal saber y entender.

*Foro Batllista sector del Partido Colorado de Uruguay, de tendencia liberal y socioliberal, aunque se autorrevindicaba Batllista. El Foro Batllista basó su accionar político en quien fuera dos veces presidente Julio María Sanguinetti, líder y fundador de la agrupación. Además, Sanguinetti fue secretario general de la Convención del Partido Colorado y senador de la república por el mismo partido.

http://www.correodelosviernes.com.uy/Las-Malvinas-serian-uruguayas-historicamente.asp


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