01.JUN.23 | PostaPorteña 2349

Homosexualismo y comunismo en Cuba. Del rechazo a la reconciliación (II)

Por Carlos Manuel Estefanía

 

La solución ideológica al problema del homosexual

 

Carlos M. Estefanía  23 mayo 2023 (segunda parte)

 

La larga marcha de la normalización del homosexualismo bajo el fidelismo

 

Las personas atraídas por otras de igual sexo, en muchos casos (no siempre) aprendieron a actuar en clandestinidad, a formar grupos afines, similares a sectas cuyos valores y reclutamiento hasta el otro día se hacían en secreto, como revelaban las hoy engavetadas investigaciones, que sirvieron de fundamento a la política anti-homosexual cubana de los sesenta y primeros años setenta, reflejada por antonomasia en documentos y discursos del Primer Congreso de Educación y Cultura de 1971.  Un evento cuyas conclusiones resultan completamente subversivas y comprometedora frente a lo que sería la política sexual cubana, ya no de hoy, sino la que vendría una vez finalizado el llamado Quinquenio Gris[xxx]. No es de extrañar lo difícil que resulta actualmente dar con el documento íntegro de las recomendaciones del congreso. Allí, en sus conclusiones dedicadas a la sexualidad, se expone una serie de puntos sobre lo que se denominaba explícitamente como “desviaciones homosexuales”, caracterizando el fenómeno en los términos de “patología social”. Eran expresiones que actualmente, incluso en Cuba, se considerarían como “políticamente incorrectas”.

Sin embargo, para los “revolucionarios” de aquella etapa, en diametral diferencia a los de la actual, se dejaba claro el principio militante de rechazar y no admitir en forma alguna esta manifestación, ni su propagación, lo que denota una visión muy similar a la que se sostiene en la Rusia de Putín, donde sin negarse el posible carácter congénito de la homosexualidad (lo cual, como ya vimos la ciencia aún no logra demostrar) se aceptaba la imitación o el aprendizaje como uno de sus medios de proliferación, de ahí que el país eslavo, si bien ya no condena el sexo con el mismo sexo, aún castiga severamente su uso en público como medio de propaganda.

En la Cuba del setenta y uno se hacía un llamado al tratamiento distintivo de los diferentes casos, destacándose que sería el estudio, la investigación y el análisis profundo de ese problema, que se reconocía complejo, lo que determinaría las medidas a tomar.  Y si bien quedaba establecido que el homosexualismo no debía ser considerado como un problema central o fundamental de la sociedad cubana de entonces, el Congreso hacía un llamado a la “atención y solución” del fenómeno dado su carácter “antisocial”.

Entre las medidas preventivas y educativas que se recomendaban, se incluía el control y reubicación de los homosexuales con un fin educativo, diferenciando los casos según su grado de “deterioro”. Así mismo la comisión llegaba a la conclusión de que no debería permitirse que por medio de la calidad artística reconocidos homosexuales ganaran influencia en la formación de la juventud. Como consecuencia de lo anterior se llamaba a un análisis para determinar cómo debía abordarse la presencia de homosexuales en distintos organismos culturales y turísticos y ubicarlos en otros organismos que no tuvieran relaciones directas en la formación de la juventud. Así mismo se les negaba la posibilidad de ostentar una representación artística del país en el extranjero. Por último, en clara asociación del homosexualismo con la pedofilia, al menos en la continuación del texto, se solicitaba penas de severas para casos de corruptores de menores depravados reincidentes y elementos antisociales irreductibles[xxxi].

Todo esto es cosa del pasado. Hoy como ya hemos visto, el péndulo se ha movido al otro extremo sin que nadie alerte a los cubanos de lo que traerá para ellos la implementación en la isla de las mismas políticas de género que dominan en occidente.

Ha de reconocerse que la despenalización de la homosexualidad tiene lugar en Cuba todavía en pleno régimen Fidelista, 1979, a comienzos de su época institucionalóide. Aun así, el propio Fidel Castro, en el 2010, ya en un estado de senilidad visible y a pocos años de su muerte, fue inducido a aceptar su responsabilidad en la persecución de la homosexualidad cubana[xxxii]. Lo que no reconoció Fidel es que, en su demagogia revolucionaria, dijo e hizo lo que muchos cubanos querían hacer y oír, en cuanto al tratamiento de la homosexualidad. Aquella era vista por la mayoría de una población, fundamentalmente católica, como parte del desarraigo cultural y moral a la que era sometida por el poderoso vecino del norte.

Un proceso de enajenación IDENTITARIA que el país sufría desde su ocupación en 1898 por los marines norteamericanos. No es de extrañar la arremetida que hace contra tales influencias en un discurso tan temprano, como el del 13 de marzo de 1963, donde lo mismo carga contra la secta de los Testigos de Jehová y otras sectas protestantes que contra el afeminamiento (asociado en la mente de los cubanos con la homosexualidad), sobre cuyo origen “cultural”, reflexiona en abierta interacción con su público: 

Entonces, mucha de esa gente está en esos sitios:  en los billares, en las esquinas, en los bares; quedan muchas cosas.  Pero hay que estudiarlas, hay que estudiarlas.  Lo importante es el principio, el principio de que no podemos permitirles aspirar a vagos. (DEL PUBLICO LE DICEN: “¡Los flojos de pierna, Fidel!”, “¡los homosexuales!”) ¡Un momento!  Es que ustedes no me han dejado completar la idea (RISAS Y APLAUSOS) Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos (RISAS); algunos de ellos con una guitarrita en actitudes “elvispreslianas”, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre. Que no confundan la serenidad de la Revolución y la ecuanimidad de la Revolución con debilidades de la Revolución.  Porque nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones (APLAUSOS).  La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones. ¿Jovencitos aspirantes a eso?  ¡No!  “Arbol que creció torcido...”, ya el remedio no es tan fácil.  No voy a decir que vayamos a aplicar medidas drásticas contra esos árboles torcidos, pero jovencitos aspirantes, ¡no! Hay unas cuantas teorías, yo no soy científico, no soy un técnico en esa materia (RISAS), pero sí observé siempre una cosa:  que el campo no daba ese subproducto.  Siempre observé eso, y siempre lo tengo muy presente. Estoy seguro de que independientemente de cualquier teoría y de las investigaciones de la medicina, entiendo que hay mucho de ambiente, mucho de ambiente y de reblandecimiento en ese problema.  Pero todos son parientes: el lumpencito, el vago, el elvispresliano, el “pitusa” (blue jeans)(RISAS)”   [xxxiii]

Cuatro años después de aquel 13 de marzo, Fidel se mantenía en sus trece en cuanto al desprecio del homosexual. Al ser entrevistado, en enero del 1967, por la revista Playboy[xxxiv] Castro afirma lo siguiente:  …jamás pensaríamos que un homosexual puede encarnar las condiciones y requerimientos de conducta que nos permitirían considerarlo un verdadero revolucionario, un verdadero militante comunista…”[xxxv]

Ya sabemos que para ese momento el no ser revolucionario o comunista en Cuba equivalía a convertirse en un ciudadano de segunda.

Los efectos del discurso del 13 de marzo 1963 estuvieron impactando en la prensa oficial durante los años inmediatos. Esta influencia se destaca particularmente en los artículos que escribiera el folclorista y literato Samuel Feijóo, en abril de 1965, en su sección habitual del todavía sobreviviente periódico El Mundo, en particular el titulado: “Revolución y vicios”. Aquí se analizaban males de la sociedad capitalista anterior, ya superados como; el tráfico de estupefacientes o la prostitución y se abordaban los que quedan por eliminar; el alcoholismo, el juego de gallos y por supuesto el “homosexualismo campante y provocativo”[xxxvi]

El 31 de mayo de 1965 la revista Mella, conminaba a los estudiantes de la enseñanza media superior a expulsar de los planteles a los “elementos contrarrevolucionarios y homosexuales”, recomendando que debían integrarse al Servicio Militar Obligatorio para “ganarse el derecho” de ingresar a la universidad. Por esos mismos días, la revista Alma Mater, insistía en las depuraciones contra los contrarrevolucionarios y los homosexuales como entes nocivos en la formación del profesional revolucionario. Con todo ello se estaba preparando el terreno para la aplicación de medidas drásticas y sin basamento científico con las cuales enderezar los árboles que estaban creciendo “torcidos”.

La expresión más connotada de estas medidas las tenemos en lo que fueron Las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP); campos de trabajo agrícola que funcionaron entre noviembre de 1965 y julio de 1968 en la provincia de Camagüey. A ellas eran destinados quienes siendo movilizados no podían servir en el ejército debido a sus condiciones de ser objetores de conciencia, religiosos, homosexuales o simplemente anticomunistas[xxxvii]  Las unidades aparecían formalmente conectadas con la ley 1129 del 26 de noviembre de 1963 por la que se había establecido el Servicio Militar Obligatorio, para los hombres comprendidos en las edades entre dieciséis y 45 años[xxxviii]

 Podemos imaginarnos lo aliviados que se sentirían los comisarios políticos de la época con esta medida, que les eximía de tener que lidiar con la contaminación que habría significado la inclusión de homosexuales en grandes unidades militares repletas de jóvenes en plena efervescencia hormonal y sin mujeres a manos con las cuales desfogarse, o de la mala influencia que sobre aquellos mismos podría ejercer los objetores de conciencia por motivos religiosos o filosóficos, no hablemos ya de los más intelectualizados anticomunistas.

Las UMAP y su fracasado rol “educativo” ha sido ampliamente estudiado por uno de los especialistas más importantes en el tema del tratamiento político de la homosexualidad en Cuba; Abel Sierra Madero (Matanzas, Cuba 1976). Se trata de un Doctor en Historia por la Universidad de La Habana, 2009, y Doctor en Literatura por la Universidad de Nueva York, que fue galardonado con el premio Casa de las Américas por su libro "Del otro lado del espejo. La sexualidad en la construcción de la nación cubana”, 2006. El investigador ha sido becario por la Asociación Internacional para el Estudio de la Sexualidad, la Cultura y la Sociedad (IASSCS)/Fundación Ford y por ERASMUS (Comunidad Europea) con la Beca de Investigación "Sexualidades, Masculinidades y Modernidades".[xxxix] Este respaldo no se consigue hoy en día sin asumir en la investigación una “perspectiva de género”. Sin embargo, los datos que el investigador ofrecen en sus estudios no deben ser desestimados.

En lo que respecta al asunto de las UMAP, el libro de Sierra Madero: El cuerpo nunca olvida. Trabajo forzado, hombre nuevo y memoria en Cuba (1959-1980),resulta de un valor inestimable, sobre todo por los testimonios y fotografías (en su mayoría de apariencia idílica) que el experto ofrece y analiza. Según las cifras oficiales recogidas en este estudio, más de ochocientos homosexuales habrían sido enviados a las UMAP. Allí fueron creadas unidades especiales para aquellos, como: Laguna Grande, Malestar, Guanos, Las Carolinas, siendo La Atómica, la más famosa.

 Por lo visto aquellos centros no eran exactamente como los típicos Gulags soviéticos del período estalinista o los campos de reeducación creados por Mao por esos mismos tiempos para reeducar a sus enemigos. Y aunque no faltaron maltratos, también hubo espacio para la resistencia al proceso de masculinización y adoctrinamiento. Así en palabras de Sierra “la comunidad homoerótica” desarrolló estrategias como los cantos de canciones paródicas, o el choteo el discurso oficial declamando grandilocuentemente los discursos de Fidel Castro y las noticias de la prensa que les obligaban a leer como parte de su adoctrinamiento.  De igual manera se organizaban espectáculos de travestidos que imitaban a vedetes como Rosa Fornés o Carmen Miranda.  Así mismo, los homosexuales celebraban bodas simbólicas con “cura”, “viaje de luna de miel” y todo. Este jolgorio y los decorados de las barracas provocaron las quejas de oficiales que las custodiaban.

 Aunque cuestionemos la cientificidad de los métodos de la UMAP en cuanto a la reformación de los homosexuales, eso no niega la presencia de hombres de ciencia diseñando estrategias y haciendo trabajos de campo para evaluar los resultados de aquellas unidades. La dirección política del MINFAR (Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la República de Cuba, es el ministerio de defensa) había creado en secreto un equipo de psicólogos y médicos para trabajar en la rehabilitación de los homosexuales. El equipo lo habría dirigido, según Abel Sierra, la francesa “Josette Sarcá”, de la que según el investigador no se sabe mucho. Probablemente se refiera a la psicóloga Josette Zarka, quien fuese profesora-investigadora en psicología en la Universidad de París x Nanterre, en las, secciones de psicología clínica y psicología social. Entrenamiento y práctica versátiles. Aunque no es una consejera profesional, Zarka ha realizado numerosos exámenes con jóvenes y ha realizado varias investigaciones sobre este tema. Ha ejercido en centros de asesoramiento en los Estados Unidos.  Fue ella la que introduce en Francia el concepto de asesoramiento psicológico[xl]. Si Zarka fue la Josette que estuvo en Cuba entonces debería agradecerle a su gobierno el haberle provisto de suficientes conejillos de indias con los internados de las UMAP.  En los que si no tiene dudas el investigador matancero es en quienes dirigían la parte cubana de este proceso:  los sicólogos Noemí Pérez Valdés[xli],  Antonio Díaz y Juan Guevara[xlii]

El equipo creará su propio sistema de clasificación en la que se mezclaba la configuración genérico sexual de los individuos con criterio ideológicos y políticos, Se partía de la capacidad de los individuos para convertirse en focos de atención por el modo en que se desviaban de lo que hoy llamaríamos herero normas al exteriorizaban su identidad sexual. Así se desarrolló un patrón que iban de la A1 a la A4 y en los que se combinaban los grados de ostentación sexual con los de aceptación o rechazo al proceso político que vivía el país.  El homosexual más discreto e integrado a la revolución clasificaba como A1, mientras que el más desafecto y ajeno a la participación social devenía en A4.

 Al principio los homosexuales estaban distribuidos de manera indistintas en las diferentes unidades, pero cuando el equipo de psicólogos decidió organizarlos sobre la base de las categorías elaboradas para ellos, se creó el problema de la separación de las parejas. Esto hizo que muchos se fugaran de los campamentos a los que habían sido destinados, incluso que robaran caballos, para encontrarse con su amado. Así mismo se crearon tensiones ideológicas por la mezcla ecléctica de teorías, un reflejo de la dialéctica que se vivía en una academia cubana que no acababa de aceptar del todo los enfoques ortodoxos provenientes de la URSS y sus satélites europeos.  El principio común del que se partía era el de que identidad homoerótica debía tratarse como una psicopatía que atentaba contra niños y los jóvenes, aunque se reconocía la existencia de diferentes grados en la “enfermedad”.  Desde el punto de vista de aquellos especialistas, el objetivo no era maltratar a los internos, aunque su estado de bienestar dependiese del nivel de los guardias y jefes de cada unidad, sino el de reincorporarlos a la sociedad. Para conseguirlo se apelará a diferentes métodos, desde el electroshock, a técnicas conductista, pasando por el psicoanálisis [xliii]

Sin embargo, fuera cual fuese la visión que tuvieron aquellos galenos de su misión , el asunto de las UMAP resulta uno de los trapos sucios más aireados por los enemigos del castrismo, cuyos defensores, por otra parte, siempre intentan lavar, minimizar o dejarlo como cosa del pasado[xliv]

Un buen ejemplo nos lo da Sierra en su libro cuando cita allí una obra del ya fallecido Ernesto Cardenal[xlv], En Cuba, publicada en 1972. El teólogo de la liberación (aunque no precisamente homosexual) que más tarde devendría en disidente del sandinismo, subrayaba en su obra que fue el propio Fidel Castro quien suprimió esos «campos de concentración» [¿quién si no él podría haberlo hecho bajo aquel régimen unipersonal?] y daba a entender que El comandante no había estado al tanto de los maltratos sufridos por los reclusos. Para ello se hacía eco del relato de unos presuntos custodios quienes le habrían contado que Fidel se infiltró en los campamentos y que tras ser testigo de lo que se les hacía a los internos les habría aplicado el mismo castigo a sus carceleros, e incluso, de acuerdo con Cardenal, habría fusilado a alguno. Como leyenda no está mal, aunque creerla ya sea otra cosa. En lo que no habría la menor discusión en él lo que se afirma en el libro sobre la imposibilidad de deslindar las UMAP de la figura de Fidel Castro[xlvi]

Fidel Castro fue, sin lugar a duda y pese a su evolución, lo que hoy los ideólogos de género calificarían un homófobo de tomo y lomo[xlvii], un hombre que intentó purgar a la sociedad de homosexuales usando diferentes maneras; entre ellas, obligándolos o abriéndoles las puertas para emigrar. Es lo que ocurre en abril de 1980, cuando un grupo de cubanos irrumpió violentamente en la Embajada del Perú en La Habana. La respuesta de Fidel Castro —por entonces presidente formal de Cuba— fue retirarle la custodia a la sede diplomática y permitir que aquella se inundara de desafectos al régimen entre los que infiltró no pocos delincuentes y provocadores. Con la medida se creó en la residencia, un estado de hacinamiento y violencia insoportable, mientras que afuera desfilaban las masas movilizadas por el gobierno en claro acto de repudio contra los refugiados[xlviii] 

El régimen anunció que cualquier ciudadano que quisiera abandonar la isla podría hacerlo desde el puerto de Mariel, arreglándoselas con la medida para vaciar cárceles, hospitales mentales y de paso las zonas de citas homosexuales. Algo que a sus defensores siempre les ha parecido “ingenioso”.

En su discurso, de la Plaza José Martí, por el primero de mayo de 1980. Fidel Castro sería muy explícito en cuanto a lo que pensaba sobre las personas que pronto se estaría marchando en lo que se denominaría el éxodo del Mariel:     “¡Ese, ese es este pueblo, no los lumpen que quieren presentar como imagen de este, no la escoria que se alojó en la embajada de Perú! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!", "¡Abajo la escoria!", "¡Que se vayan todos los que no quieren trabajar!", "¡Pim, pom, fuera, abajo la gusanera!") Eso fue lo que más ofendió al pueblo…[xlix]

Los medios oficiales [l]destacarían la presencia de homosexuales dentro de esa “escoria”, a la que se refería Fidel Castro en su discurso del primero de mayo de 1980. Eran esos mismos a los que un año antes el estado habría descriminalizado[li]

 Granma arremetería contra aquellos un editorial planteando lo siguiente.   “Como dijo Fidel en la clausura del último Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, la histórica empresa de hacer una revolución y construir el socialismo es absolutamente voluntaria y libre. Aunque en nuestro país no se persigue ni hostiga a los homosexuales, entre los que se alojaron en el patio de la embajada peruana había no pocos de ellos, amén de aficionados al juego y a las drogas que no encuentran aquí fácil oportunidad para sus vicios. La exigencia, la disciplina y el rigor están reñidos con la blandenguería, la delincuencia, la vagancia y el parasitismo[lii]

Pronto aparecerían los carteles en manos de las turbas gubernamentales sintetizando todo lo anterior con las consignas: “Que se vaya la escoria, qué se vayan los homosexuales”. Una vez más Fidel Castro valiéndose de eufemismos, atacaría a este tipo de practicante erótico, dejando que fueran otros los que llamaran las cosas por “su nombre”.

Tomás Gutiérrez Alea el director de Fresa y Chocolate sostendría en 1984 una fuerte polémica con sus colegas, los realizadores exiliados Néstor Almendros y Orlando Jiménez-Leal[liii] en la revista cultural The Village Voice[liv] . El motivo era su valoración del documental Conducta Impropia, realizado por los dos cineastas exiliados. La película abordaba el viacrucis del homosexualismo en Cuba desde los tiempos de la UMAP hasta los acontecimientos del Mariel.

Lo que se buscaba con el audiovisual era demostrar la naturaleza homofóbica y “pequeño burguesa” [lv] del Estado cubano. Para rebatir esta idea Alea publica el artículo "Cuba Si, Almendros, No", aparecido en la publicación el 2 de octubre de aquel 84. Allí apelaba a varios argumentos, entre ellos los siguientes: 

   “...Almendros sabe muy bien que con medias verdades se puede fabricar las más infame mentiras. Sabe, por ejemplo, que las UMAP, los campos de trabajo donde  muchos homosexuales fueron a cumplir con su servicio militar, fueron un error y se convirtió en un escándalo que afortunadamente culminó en su desaparición y en una Política de rectificación. Las UMAP duró de 1965 a 1967 (no de 1964 a 1969 como dice Almendros). Es decir, su desaparición data de hace 17 años. Sin embargo, en Conducta Indebida, se habla de la UMAP como si fuera algo que sucedió ayer o algo que todavía está vigente… ¿Es la llamada "homofobia" una invención de la Revolución? ¿No existe? en mayor o menor grado en el resto del mundo, especialmente entre los latinos ¿americanos? Por cierto, una gran proporción de la comunidad cubana de Miami rechazó La película de Almendros porque sentían que sugería que la gran mayoría de los cubanos Los exiliados son homosexuales. Sentían que su "hombría" estaba siendo cuestionada. Pero cómo ¿Se lucha contra tal injusticia? En Cuba hace cinco años, el Ministerio de Cultura publicó un libro llamado Hombre y Mujer en Intimidad [publicación auspiciada por la sexóloga Mónika Krause]. Su autor, Siegfried Schnabl, es científico, sexólogo, psicólogo clínico, y director del Centro de Consejería Sexual y Matrimonial de la Karl-Marx-Stadt (República Democrática de Alemania). En este libro, hay un capítulo dedicado a homosexualidad en el que se puede leer lo siguiente: "No hemos incluido la homosexualidad entre las perversiones, justo para no excluir a la comunidad que enriquece recíproca y físicamente y satisface psicológicamente a dos personas. Además, entre los homosexuales también se puede Encuentra el amor auténtico". "En términos de la vida afectiva, las relaciones homosexuales no son diferentes de relaciones entre hombres y mujeres". "Los argumentos convencionales planteados en apoyo de la necesidad de aplicar leyes contra Los homosexuales han sido refutados por la investigación por su falta de solidez". "Tampoco están justificadas tales penas y prejuicios emocionales que utilizan Eslóganes altisonantes como "vicio contra la naturaleza" y "contra las sensibilidades" de la gente. Lo que dos personas adultas hacen en privado por consentimiento mutuo no lesiona las normas morales de la sociedad y no puede haber razón para proceder contra eso." "Los homosexuales, como todos los ciudadanos, tienen derecho a ser valorados y reconocidos por sus logros objetivos y por su comportamiento". Es importante señalar que las opiniones citadas anteriormente aparecen en un libro publicado por el Estado cubano con fines educativos. Lo que no significa, por supuesto, que la publicación de un libro no importa cuán "oficial" sea, automáticamente haga desaparecer un fenómeno social que hemos estado cargando durante siglos y que tiene profundas raíces en nuestro pasado católico y español. Pero un libro como este, donde las opiniones científicas más avanzadas sobre la homosexualidad se expresan, constituye una valiosa herramienta de lucha que el Estado cubano coloca en manos de aquellos cuya causa es la de los discriminados, los marginales, aquellos que sufren cualquier tipo de prejuicio u opresión.”

Lo que era rebatido por Almendro y Leal de este modo:    “…El artículo de Gutiérrez Alea se encuentra en sus comentarios sobre la publicación en Cuba del libro "científico" Hombre y La mujer en su intimidad (Editorial Científica, La Habana, 1979). Éste fue una traducción del alemán de un texto escrito por Siegfried Schnabl, director del Centro de Consejería Sexual y Matrimonial en comunista [sic] Alemania. Las citas de Alea están incompletas y totalmente fuera de contexto. El siguiente es un ejemplo demasiado típico del desprecio condescendiente de Schwab por el homosexual masculino, omitido por Alea: "A menudo camina con gracia, con corto pasos, fanfarronería. Muchos tienen el pelo largo y liso, la piel suave y relativamente anchas caderas.... Los homosexuales son muy sensibles, se ofenden fácilmente. Son exasperados, desequilibrados, sujetos a influencia, nerviosamente inestables e incluso neuróticos". (página 329) Schwab describe a las lesbianas con prejuicios igualmente desenfrenados: "Lesbianas activas están en la marca, defendiendo agresivamente a sus amantes contra los competidores. Las escenas violentas de celos pueden tener lugar entre las mujeres homosexuales". (página 331) Pero el "científico" alemán no se detiene aquí. Él futurista nazi imagina que las premisas para el desarrollo de los instintos homosexuales son constitucionales o innatas, en otras palabras, que están presentes en embriones o formas fetales." (página 332). El Dr. Schwab continúa hablando sobre la prevención: "Los experimentos nos permiten suponer que, en un futuro próximo, la homosexualidad de alto riesgo puede ser determinada (por pruebas embriológicas) durante la fase crítica de diferenciación cerebral del feto". (página 334). La parte más incongruente de la jactancia de Alea sobre este libro tan "educativo" es que "el Estado cubano pone en manos de aquellos cuya causa es la de los discriminados, es el hecho de que este libro no está a la venta al general público. Esta censura sólo perdona a los médicos, psiquiatras y sociólogos, que deben, sin embargo, presentar sus credenciales profesionales para comprarlo. Por cierto, por un decreto de octubre de 1978, toda la atención médica homosexual los practicantes en Cuba (incluidos los médicos) fueron excluidos de su profesión. Aferrándose firmemente a la línea oficial, Alea, en un intento poco entusiasta de justicia, reconoce el "error" pasado que fueron los campamentos de las UMAP de los años 60, pero convenientemente no menciona los campos de rehabilitación que siguieron en el año 70 y continúan hoy con la legislación homofóbica aún vigente. Tampoco Alea comenta sobre la deportación de unos 20.000 homosexuales en 1980 embarcados por el Mariel. Además, se salta por completo el otro tema principal tratado. en nuestra película que es la persecución de escritores y artistas disidentes cubanos...”.

Pero no todos los intelectuales incluso homosexuales sufrieron con igual intensidad las persecuciones a las que se refieren los dos realizadores exiliados. Los hubo que supieron capear el temporal e incluso medrar a la sombra del aparato cultural. Un caso representativo es el del escritor Miguel Barnet, [lvi]. Este, pese a la aureola gay que siempre le ha acompañado, logró ascender a un puesto en el Consejo de Estado, además de haber sido fundador y presidente de Honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). No es de extrañar que Barnet asegure, en un gesto de lealtad al legado histórico de Fidel Castro, que éste no había tenido responsabilidad en la persecución de los homosexuales, pero que "la asumió" con "honestidad y valentía"[lvii]. Cosa extraña en un político, como Castro, quien rara vez asumió la responsabilidad por los desastres materiales y humanos realizados bajo su mandato

Vale señalar aquí que el castrismo, en la doble moral que le caracterizó siempre tuvo homosexuales intocables, uno de los más afamados fue el zar de ese medio de propaganda por excelencia que es el cine revolucionario; Alfredo Guevara (1925-2013)[lviii]. Con la creación del Ministerio de Cultura en 1975, Guevara es nombrado viceministro. Como presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, Guevara creó la Cinemateca de Cuba, el Noticiero ICAIC Latinoamericano, la revista Cine Cubano, el Grupo de experimentación Sonora del ICAIC, y fue uno de los promotores del nuevo cartel cinematográfico y protector del cineasta Tomás Gutiérrez Alea, cuyas críticas a la sociedad, con películas como   Memorias del Subdesarrollo[lix]  o la misma Fresa y Chocolate, son dos de las más fuertes que se hayan hecho desde el cine estatal cubano. Así mismo su proyección internacional fue garantizada por su puesto de director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y con el cargo de embajador de Cuba ante la UNESCO otorgado en 1983. El burócrata cultural y viejo amigo de los hermanos Castro, que fue Alfredo Guevara supo manejar el arte de la censura[lx] jugando a ser un hereje[lxi]. Su afamada condición sexual, le convierte en la negación más flagrante de todo lo que se había recomendado en los documentos del primer congreso de Educación y cultura de 1971.

Conclusiones

No existe ni existirá la menor relación de causa y efecto entre el llamado activismo "gay" (ya sea desde el oficialismo o desde la "disidencia"[lxii]) y los cambios en el código de familia. Estas innovaciones legales solo responden a presiones y estímulos foráneos. Este movimiento simplemente acompaña un proceso financiado por instancias transnacionales que tienen poco interés en promover la libertad de elección en cualquier aspecto de la vida de los ciudadanos, especialmente los cubanos. Su objetivo es doblegar las soberanías de los estados y fomentar uniones "familiares" de carácter estéril, como aquellas que se basan en prácticas sexuales con el mismo sexo. Se trata de frenar el crecimiento poblacional, y en este sentido, si la "Internacional" de letras en aumento permanente sirve para algo, es para someter a los pueblos al poder de un maltusianismo repelente.

Del mismo modo en que no se puede aspirar a la libertad propia siendo indiferente ante el hecho que esta se le niegue al prójimo. Tampoco tiene sentido luchar por los derechos de una “comunidad” en particular, desentendiéndose de los que le faltan a los demás. Esto es lo que pretenden hacer los activistas gay en Cuba, del mismo modo en que lo hacen los que abogan en exclusiva por los derechos de otras “identidades” ya sean las que se encarnan en los descendientes de africanos o las mujeres. Para colmo tales grupos actúan bajo el prejuicio de convertir al resto de la ciudadanía en sus “opresores”, partícipes de una dominación de las que solo los librará, en sus utopías, el accionar del Estado con sus leyes y sus medios educativos. Todo esto no es más que una quimera; un modo de dividirnos y distraernos, cuando deberíamos unirnos y concentrarnos en un solo y prioritario objetivo, el de emancipar a un pueblo entero.-

primera entrega AQUÍ

Referencias


[xxx] El Quinquenio Gris. Por Guillermo Rodríguez Rivera… | by La Tizza | La Tizza Cuba | Medium

[xxxi] https://www.scribd.com/document/456314112/DECLARACION-I-CONGRESO-EDUC-Y-CULT

[xxxii]  Fidel Castro admitió su responsabilidad en persecución de homosexuales - BBC News Mundo

[xxxiii]  DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE CUBA, EN LA CLAUSURA DEL ACTO PARA CONMEMORAR EL VI ANIVERSARIO DEL ASALTO AL PALACIO PRESIDENCIAL, CELEBRADO EN LA ESCALINATA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA, EL 13 DE MARZO DE 1963.

[xxxiv]  https://letraslibres.com/politica/fidel-castro-el-comandante-playboy

[xxxv] https://letraslibres.com/historia/fidel-y-los-momentos-gays/

[xxxvi] https://www.academia.edu/38292245/Los_primeros_a%C3%B1os_de_la_Revoluci%C3%B3n_cubana_y_las_Unidades_Militares_de_Ayuda_a_la_Producci%C3%B3n_UMAP_

[xxxvii] https://www.thecubanhistory.com/2018/02/u-m-a-p-story-of-the-labor-camps-in-cuba-for-jehovahs-witnesses-homosexuals-priests-u-m-a-p-historia-de-los-campos-de-trabajo-en-cuba-para-testigos-de-jehovah-homosexuales-sace

[xxxviii] https://letraslibres.com/politica/academias-para-producir-machos-en-cuba

[xxxix] https://en.wikipedia.org/wiki/Abel_Sierra_Madero

[xl] http://propos.orientes.free.fr/dotclear/index.php?post/2019/02/17/Article-Zarka

[xli] http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-05342008000200013

[xlii] https://link.springer.com/referenceworkentry/10.1007/978-3-030-38726-6_633-1

[xliii]  Abel Sierra, El trabajo os hará hombres": Masculinización nacional, trabajo forzado y control social en Cuba durante los años sesenta Cuban Studies, No. 44 (2016), pp. 309-349 (41 paginas) https://www.jstor.org/stable/44111921

[xliv] Brigadas UMAP de 1965: Qué eran, qué no eran (workers.org)

[xlv] https://www.elmundo.es/internacional/2020/03/01/5e5c34b1fdddff00428b46bc.html

[xlvi] https://rialta.org/el-cuerpo-nunca-olvida/

[xlvii]  Fidel Castro y la represión contra los homosexuales en Cuba | MUNDO | PERU21

[xlviii] https://www.radiotelevisionmarti.com/a/10000.html

[xlix] Discurso pronunciado en el acto conmemorativo del primero de mayo, efectuado en la Plaza de la Revolución "José Martí" | Fidel soldado de las ideas (fidelcastro.cu)

[l] ¡Que se vaya la escoria! Ritos de institución del migrante cubano de 1980 en el periódico Granma | Presentación por Jenny Macías Chaveco sobre la representación del migrante cubano en la fotografía de prensa del Granma durante la oleada migratoria del... | By FIU Cuban Research Institute | Facebook

[li] El éxodo cubano también fue una ‘purga homofóbica’ - The New York Times (nytimes.com)

[lii] Congresos del PCC » Editorial: La Posición de Cuba (cip.cu)

[liii] Cuba Si, Almendros No! by Tomas Gutierrez Alea (Village Voice, October 2, 1984) (walterlippmann.com)

[liv] https://www.villagevoice.com

[lv] Conducto Mauvaise (1984) - Argumento - IMDb

[lvi] http://www.lajiribilla.cu/colaborador/miguel-barnet/

[lvii] https://www.cibercuba.com/noticias/2022-09-24-u1-e199894-s27061-miguel-barnet-exculpa-fidel-castro-represion-umap

[lviii] https://letraslibres.com/politica/entrevista-con-alfredo-guevara

[lix] https://www.filmaffinity.com/es/film330001.html

[lx] https://rialta.org/alfredo-guevara-un-legado-tenebroso/

[lxi] https://oncubanews.com/opinion/columnas/la-vida-de-nosotros/alfredo-guevara-no-es-facil-la-herejia-un-perfil-a-varias-voces/

[lxii] https://sociedadcivilcuba.org/archivo/observacuba/dossier-obcud-lgtb/index.html


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