08.JUN.23 | PostaPorteña 2350

Los Archivos del Pasado Reciente uruguayo, si verdad y justicia pero no tanta ehhh…

Por JuanF.Pittaluga/Búsqueda

 

ENTREVISTA al ministro de Defensa Nacional  de Uruguay  Javier García 

 

“La oposición tiene un fundamento” para no hacer públicos archivos de la dictadura: puede haber información que la “comprometa”

 

 JUAN FRANCISCO PITTALUGA – Búsqueda 1 junio 2023

 

La izquierda uruguaya ha tenido un rol preponderante en la búsqueda de detenidos desaparecidos durante la última dictadura y en la lucha por condenar a los responsables de violaciones a los derechos humanos. Dirigentes y sectores del Frente Amplio han liderado públicamente las manifestaciones y propuestas en reclamo de “verdad y justicia” frente al pasado reciente, que afectó especialmente a militantes de sus filas. Por eso Javier García asegura “no comprender” la posición que el mismo Frente Amplio tomó ante la propuesta del gobierno de habilitar los archivos de la época para que sean de acceso universal. El presidente del partido de oposición, Fernando Pereira, planteó su preocupación de que se divulgue información personal y sensible sobre víctimas de los militares. García no lo entiende: “Durante tantos años todos reclamamos verdad y justicia, y cuando se ofrece toda la verdad nos dicen: ‘No tanta’. La pregunta que se desprende es por qué cuando se ofrece toda la verdad no se quiere conocer toda la verdad”.

El ministro de Defensa Nacional es cuidadoso en la respuesta que da a su propia interrogante. Afirma que como no leyó todos los archivos que pretenden liberarse, se trata de una suposición que no puede demostrar, pero que apunta a una “especie de pacto de silencio de los combatientes”, que algunos dirigentes y sectores políticos sintieron que tenían que prorrogar en el tiempo. “Y el pacto involucró a gente que estuvo en el Ministerio de Defensa Nacional”, añade en referencia indirecta a funcionarios que integraron anteriormente la cartera y que, según él, entorpecieron la entrega de información sobre la dictadura.

El proyecto elaborado por el Poder Ejecutivo está desde hace dos semanas en el Parlamento y el objetivo es que pueda aprobarse de manera rápida para que todo el archivo sea digitalizado y brindado online en el sitio web del Archivo General de la Nación. Hasta hoy los documentos únicamente pueden ser solicitados por la Justicia, por los familiares de las víctimas o vía acceso a la información pública.

“¿Por qué hay derechos para que unos poquitos la lean y la inmensa mayoría de los uruguayos no? ¿Qué autoridad política o ética puede tener alguien para censurarnos la libertad de conocer nuestra historia?”, analiza García.

A continuación, el resumen de la entrevista

— ¿Surgió de usted la idea de permitir que los archivos de la última dictadura estén disponibles para cualquier persona?

—En agosto del año pasado hablamos con el presidente de impulsar los archivos vinculados al pasado reciente para que fueran de acceso público. Entendimos que era una actitud coherente con lo que habíamos hecho en 2021, cuando se encontró documentación en el Grupo de Artillería N° 5 del Ejército y a los tres días estaba la documentación publicada en la web del Ministerio de Defensa. Queremos una verdad sin limitaciones que se traduzca en publicar los archivos que están en el poder del Estado o que estén en el futuro

— ¿A qué se refiere con “verdad sin limitaciones”?

—La idea que inspira esto es dar transparencia y conocimiento a la verdad. Hasta ahora de ese pasado doloroso y trágico lo que conocemos es un relato, que muchas veces coincide con la verdad y otras veces es una tradición oral o una verdad que se fue construyendo a partir de repetir cosas que no son comprobables efectivamente. Entonces nos parece que no hay ninguna razón para que ese pasado doloroso y trágico no sea conocido.

— ¿Ese archivo no es lo suficientemente conocido?

—Solo es conocido parcialmente a partir de la manipulación y edición de información o con comités de censura y gente que accede a toda la información y elige qué se puede leer o no. Todo el mundo habla de esos archivos pero muy pocos los leyeron, se cuentan con los dedos de una mano. Se conocen fragmentos que han sido publicados en algún medio de comunicación. Pero cuando se lee un fragmento es porque alguien leyó todo y luego lo fragmentó. Por lo tanto, la decisión que tomamos es que se conozca toda la verdad, sin limitaciones, para que el que lo lea pueda tomar sus conclusiones con absoluta libertad

—Más allá de la coincidencia con el presidente, ¿estuvieron de acuerdo con la iniciativa en el Partido Nacional y el resto de la coalición?

—No hubo ninguna posición contraria. Además del presidente, he hablado con el presidente del Partido Nacional, también con Julio María Sanguinetti del Partido Colorado. Incluso con el viceministro de Defensa Nacional, Rivera Elgue, que es de Cabildo Abierto y está conmigo en el ministerio

— ¿Y las Fuerzas Armadas?—

No las consulté. Tampoco recibí ninguna opinión porque no corresponde, porque las Fuerzas Armadas no opinan sobre la política y esto es una decisión política

— ¿Esperaba la postura crítica del Frente Amplio?

—Cuando nosotros planteamos esto, creímos que iba a ser comprendido y apoyado por todo el sistema político. Nos encontramos con algo que nos ha llamado poderosamente la atención: ese temor, ese nerviosismo del Frente Amplio, de dirigentes y de su propio presidente, que empezaron a poner peros. Lo que noto en algunos actores políticos es temor al conocimiento de la verdad y cierto nerviosismo, y no entiendo por qué. Parece que dijeran: “Verdad sí, pero no tanta”. Durante tantos años todos reclamamos verdad y justicia, y cuando se ofrece toda la verdad nos dicen: “No tanta”. La pregunta que se desprende es por qué cuando se ofrece toda la verdad no se quiere conocer toda la verdad. Puede ser dolorosa, sí, pero aunque sea dolorosa es parte de nuestra historia. No comprendemos cómo puede haber oposición a conocer la verdad total

— ¿Qué respuesta tiene usted a esa pregunta?

—Que quizás en esta historia que se ha querido construir de ángeles y demonios hay muchos que la usan como ángeles y terminaron siendo demonios. O jugaron un rato de ángeles y otro de demonios. Creo que la historia puede ser más compleja que muchos relatos que se han construido. Da la impresión de que puede complicar a algunos. Ahora vamos a conocer la verdad. Si están salvadas las cosas que de entrada estaban salvadas, ¿no será que algunos se quieren escudar en esas cosas que ya están salvadas para no conocer el resto de la verdad?

— ¿Cree que los archivos pueden comprometer a dirigentes de izquierda como posibles colaboradores de la dictadura?

—Yo no puedo aseverarlo porque no leí todos los archivos. No puedo demostrarlo porque no tengo forma de demostrarlo, pero me da la impresión de que esa especie de pacto de los combatientes que hubo en los momentos trágicos de Uruguay se fue prolongando en el tiempo. Y el pacto involucró a gente que estuvo en el Ministerio de Defensa Nacional, porque ese pacto de los combatientes tuvo el origen entre el MLN y los militares golpistas de la época. Algún sector político pensó que tenía que prorrogarse en el tiempo algún pacto de silencio. Yo no tengo cómo demostrarlo, pero todas estas cosas sugieren que ese pacto de los combatientes algunos lo extendieron como un pacto de silencio unilateral que los llevó a no otorgar información y hasta ocultarla. Si no, no me explico que en gobiernos anteriores no se haya entregado información que estaba acá en el ministerio, información tan sensible

— ¿Cómo cuál?

—Cuando llegué al ministerio en marzo de 2020 nos encontramos con solicitudes de información realizadas por familiares de víctimas que expresamente no se habían contestado, vinculadas a tribunales de honor, y los familiares debieron reiterar esas solicitudes. Encontramos respuestas pendientes de un año atrás y mandé a buscar la información y se dio la información, entre ellas un tribunal de honor militar en 2006 sobre el coronel retirado Gilberto Vázquez. Entonces yo realmente no puedo entender por qué existió ese silencio, cuál es el motivo de esa especie de secretismo y ocultamiento de información que estaba acá. Nosotros encontramos la información porque tuvimos la voluntad política de encontrarla y entregarla, porque incluso mucha de la información estaba aquí mismo en la sede del Ministerio de Defensa Nacional. ¿No sabían en los anteriores gobiernos que esa información estaba acá? La pidieron varias veces los familiares, no cualquier persona...

—En 2019 el entonces ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, sí entregó a Presidencia fallos del tribunal de honor sobre Jorge Silveira, José Nino Gavazzo y Luis Maurente

—Quiero hacer una excepción con el exministro Menéndez. Pero luego de ese episodio renunció al cargo con una carta donde dejaba en claro que había pedido que se pasara la información a la Justicia. Sin embargo, la información se conoció porque accedió a la misma un periodista

—La publicación de estos archivos ¿no expone a víctimas de la dictadura y da validez a información obtenida bajo tortura?

— ¿Dónde está la extracción bajo tortura en informaciones de inteligencia, de informantes, de partidos políticos, de padrones, de autoridades, como hay en los archivos? ¿Hay algo de apremios físicos en estos casos? Son documentos, es información dura, que puede ser dolorosa pero es parte de la historia

— ¿Y qué sucede con la información que sí se consiguió bajo tortura?

—Allí notoriamente se opinó sin leer el proyecto, lo cual me parece muy irresponsable porque el proyecto entró al Parlamento el 17 de mayo y el presidente del Frente Amplio opinó tres días después, el 20 de mayo, en la Marcha del Silencio, diciendo que a las víctimas del terrorismo de Estado hay que cuidarlas. O leyó el proyecto y no dijo la verdad o no lo leyó y opinó irresponsablemente. Porque el proyecto establece que cuando haya información sensible se puede reservar de acuerdo a lo que establece la ley de acceso a la información pública, que, por ejemplo, señala que como información reservada podrá clasificarse aquella que pone en riesgo la vida, la dignidad humana, la seguridad o la salud de cualquier persona. Yo he reservado un tribunal de honor de la época de la dictadura que estaba vinculado a la orientación sexual de un oficial. Era un tribunal de honor referido a lo íntimo de la persona y no estaba relacionado con los derechos humanos, por lo cual no había razón para hacerlo público

—Sectores del oficialismo señalan al Frente Amplio por “poner el palo en la rueda” a todo lo que proponga el gobierno. ¿Las críticas al proyecto de ley responden a esto?

—Como el Frente Amplio está impulsado por un vacío de contenidos y de ideas, el único recurso que tiene es de pegarle al viento. El gobierno es culpable porque llueve y porque no llueve, es culpable de la sequía y si mañana hay inundaciones, va a ser culpable de las inundaciones. Aquel Frente Amplio de ideas, de academia y de intelectuales mutó a un Frente Amplio de dos letras: n y o. Es el partido del no

— ¿Y se traslada esa conducta al caso concreto del proyecto de ley?

—Creo que acá la oposición tiene un fundamento, y es que seguramente esa información pueda no ser conveniente, puede haber información que comprometa. Hasta ahí es suposición porque yo no conozco la información y el 99% de los uruguayos no la conoce, pero hay algunos que la conocen y que accedieron, no solo que accedieron sino que hay denuncias públicas dentro de la propia izquierda que dicen que manipularon esa información. Denuncias de manipulaciones, información que no se da a sabiendas... es momento de dar luz a esto. ¿Por qué hay derechos para que unos poquitos la lean y la inmensa mayoría de los uruguayos no? ¿Qué autoridad política o ética puede tener alguien para censurarnos la libertad de conocer nuestra historia? Presentamos un proyecto de ley para que nadie se apropie de la libertad de otros

— ¿Piensa que es una posición común en el Frente Amplio los reparos a abrir los archivos?

—Esto es la actitud de algunos, porque he tenido señales de otros dirigentes e intelectuales del Frente Amplio que rápidamente han dicho: “Estamos de acuerdo con lo que plantea el gobierno”. Claro, los que han hablado en contra son personas con cargos políticos importantes, como el presidente del Frente Amplio

—Usted se ha referido a la posición de actores políticos, pero también los familiares de detenidos desaparecidos han discrepado con el proyecto de ley

—A los familiares les hemos entregado toda la información que hemos encontrado. También sostienen que no participaron de la iniciativa. En ese caso tienen toda la libertad del mundo de opinar y nosotros como gobierno tenemos la libertad para obrar de acuerdo a la Constitución y la ley

— ¿Cree que los familiares de detenidos desaparecidos están conformes con la actuación del gobierno respecto al pasado reciente?

—Lo decimos con absoluta autoridad: objetivamente este es el gobierno que más información ha dado en materia de derechos humanos. Nosotros en tres años y medio recibimos 325 solicitudes de información, 86 de ellas vinculadas a los derechos humanos. Entregamos 114 solicitudes relativas a tribunales de honor. Y esta vocación de transparencia ha sido reconocida por la Fiscalía General de la Nación, por organizaciones sociales, por medios de comunicación; nunca se accedió a esta cantidad y calidad de información. Porque no había nada que esconder y responde a una voluntad política que marqué desde el primer día que asumí el cargo. Yo ejercí el mando político de las Fuerzas Armadas y he recibido toda la información que pedí: la que estaba acá en el ministerio y la que solicité a las Fuerzas Armadas. Nunca tuve de las Fuerzas Armadas una información negada. Es más, acerca de la documentación encontrada en 2021 en el Grupo de Artillería N° 5 del Ejército, el entonces comandante en jefe del Ejército me llamó inmediatamente para informarme y a los pocos días estaba publicada en la web

— ¿Pudo ser abrupto que tanto el Frente Amplio como los familiares se enteraran de la iniciativa de publicar los archivos, cuando ya se había presentado al Parlamento con la solicitud de que se tratara con rapidez?

—Cuando en agosto tomamos con el presidente esta decisión, días después yo solicité una reunión con la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Allí los invité a visitar la Cárcel del Pueblo y les comuniqué que el gobierno había decidido elaborar un proyecto de ley para permitir el acceso universal a los archivos del pasado reciente. La Institución Nacional de Derechos Humanos representa al Parlamento y está vinculada con todas las organizaciones de derechos humanos. Y declaré públicamente en ese momento, en setiembre del año pasado, la intención de elaborar este proyecto de ley. Es imposible que el Frente Amplio no estuviese enterado

— ¿El proyecto de ley contribuirá en la búsqueda de los restos de detenidos desaparecidos?

—Espero que sí, aunque no tengo forma de saberlo porque no conozco los archivos. Creo que la posibilidad de que públicamente se pueda acceder a toda esta información está vinculado no solamente a información concreta, sino también a contextos que conduzcan, que faciliten hallazgos. Seguramente pueda haber información que sea valiosa. Es información que puede ser válida en una serie de circunstancias vinculadas a los derechos humanos

—Además de a dirigentes de izquierda, ¿los archivos pueden comprometer a dirigentes del oficialismo?

—Cada uno tiene que hacerse responsable. Nosotros, que somos blancos, de una generación que vivió la dictadura, y sí, seguramente allí estén nuestros nombres diciendo que fuimos a manifestaciones, que imprimíamos panfletos clandestinos, que organizábamos actos. A mí eso lejos de dañarme me honra, haberme opuesto a la dictadura me honra, es mi pasado más orgulloso de militante, haber peleado por la libertad. Seguramente estén nuestros nombres ahí en los archivos, el mío y el de muchos compañeros más del Partido Nacional. Sería un gran honor, aunque seguramente no sean los nombres más importantes.


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