19.JUN.23 | PostaPorteña 2352

¡ALBRICIAS! NUEVA INVERSIÓN EXTRANJERA NOS ROBARÁ EL AGUA EN PAYSANDÚ

Por Marcelo Marchese

 

El presidente de la República ha sido más elocuente que, en su día, Shakespeare: “En esa transformación energética que está viviendo el mundo, Uruguay ha hecho los deberes"

 

Marcelo Marchese 09.06.2023

 

¿Qué significan esas palabras? Que Uruguay le abre la puerta a los ladrones que, con el cuento de la transformación energética, atacan la ganadería y extienden la forestación a mansalva mientras aplican terrorismo ambiental. Uruguay ha hecho los deberes que le impone el capital financiero.

Es el tiempo del "verso verde". Energías verdes, empresas verdes, dinero verde, pero mucho, mucho dinero verde.

¿Qué sucederá en Paysandú? Ya lo dijeron las autoridades, vendrá un conglomerado de empresas para hacer gasolina sintética, una energía verde, no como el petróleo, que es negro. El negro, se sabe, es malo, pero el verde, es un milagro. Tenemos que eliminar todos los colores y sólo quedarnos con el verde.

El comunicado de ANCAP fue una genial muestra del uso del idioma español, y en especial, del sujeto omitido, el predicado omitido, el verbo omitido, y la verdad omitida, pues en ningún momento se empleó la palabra "agua". El horno no está para bollos y la población se pregunta por qué el Presidente no ha salido en una de esas cadenas televisivas a afrontar el problema del agua aborrecible.

Pero precisemos algo sobre la verde gasolina sintética. La hacen con hidrógeno verde (agua) y con desechos orgánicos. El agua, la sacarán del río o del acuífero guaraní, y los desechos orgánicos, los proveerá ALUR. Ahora, uno puede sospechar que UPM esté metido en este enjuague, pues le sobra cierta basura que no convierte en electricidad, y en todo caso, les sobran las hojas y las ramas de eucalipto que no sean usados en la celulosa.

Esta sospecha tiene cierto asidero, desde que a Esteban Calone, integrante de la Comisión de seguimiento a UPM, le informaron que la vía del trencito que irá de Puerto Centenario a Montevideo, se ramificará hacia el oeste, haciéndose realidad aquello de Piero: "el trencito del oeste va corriendo por el riel".

Nos dicen que darán miles de puestos de trabajo. El mismo cuentito de UPM ¿Cuánta gente trabaja en la nueva planta de UPM? Nos contesta un silencio cósmico. Serán, suponemos, y ya es mucho decir, doscientos, y la mayoría, extranjeros. Los miles de puestos de trabajo promocionados hasta decir basta, se esfumaron como una gota de agua del acuífero en la plancha al rojo de la trasnacional celulósica.

El otro gran argumento es que nos sitúan a nivel internacional como un País serio, cuya perfecta traducción sería ésta: "quedamos como un País apto para ser saqueado y empobrecido ¡Piratas: vengan que los esperamos de brazos abiertos!".

Ésta es la famosa inversión extranjera que debemos cuidar como la gallina de los huevos de oro. Vienen, se llevan el agua gratis, y luego, nosotros, a tomar agua salada. Un negocio genial.

¿Cuál es la verdad de la verdad de las verdades de toda esta joda? Que las autoridades nos entregan atados de pies y manos con alambre y con una manzana en la boca.

¿Pero cuándo empezó esta invasión por el agua, la tierra, el océano y la energía? Viene de larga data, pero se ha acelerado de forma demencial desde la pandemia.

¿Qué tiene que ver la pandemia? Pues nos encerró, evitó que nos juntáramos a hablar, nos atemorizó y nos censuró. Si la gente está encerrada en su casa y no habla entre sí, no hay democracia. Si no acude la gente al baile, no hay fiesta.

La próxima vez que te quieran encerrar para fundirte o hacerte perder el trabajo, pensalo bien de bien, pues tras el encierro, viene el robo descarado de nuestras riquezas.

Va información brindada por Raúl Viñas sobre estas lindas empresas que invertirán en Paysandú cuatro mil millones de dólares. Seguramente, una buena parte de esa guita la pondremos nosotros, amén del aporte del insumo más caro: el agua pura de los acuíferos, o en su defecto, del río Uruguay. Es bueno saber que para hacer una tonelada de hidrógeno verde, hay que despedazar veinte toneladas de agua.

"La empresa HIF Global sólo opera una planta experimental en Chile diseñada para 130 toneladas anuales de EFuel. Todos los demás proyectos en que ganó: "amplia experiencia adquirida a lo largo de los años" son de papel.

 Haru Oni en Chile costó US$ 74 millones, tiene una turbina eólica y producirá 130 tons anuales de Efuel. Comenzó a producir hace 6 meses.

 Matagorda en EEUU planean comenzar la construcción en 2024 y comenzaría a producir en 2027. La de Tasmania también comenzará a producir en 2027. En Europa sólo funciona una Oficina en Berlín".

Ésta es la seriedad de estas gentes. Nos queda algo por decir con respecto a la censura que se estableció durante la pandemia.

Los buenos chicos de la OMS están negociando con los buenos chicos del gobierno, la posibilidad de imponer sus políticas sanitarias sin que nadie pueda decir ni chito. Eso significa que podrán desembarcar ante cualquier problema vinculado con la salud (si usted cría vacas, genera un daño irremediable al planeta, así que la OMS puede venir a hacerle chas chas en la cola) podrán establecer qué opiniones deben ser censuradas, y podrán someternos a procedimientos sanitarios obligatorios, como inocularnos en las venas fluidos de eficacia dudosa y mortandad elevada.

Antes de la pandemia, un artículo como éste tenía en Facebook centenares de "compartidos". Hoy, no superará las decenas. La verdadera explicación te la daré en inglés: "shadow banning" ¿Qué es eso? Te censuran sin censurarte. Google, o el que sea que dirija este cabarute, invisibiliza tus artículos, tus videos, y en suma, tu nombre. Algunos te ven, otros, te encuentran tras larga búsqueda, otros, no te ven y los que reproducen tus artículos, no logran que sus amistades los vean. En fin, la censura de los cobardes que no se animan a censurar en serio.

¿Por qué se censura? Porque la verdad mueve a los hombres.

¿Qué chances tenemos de ganarles a estos filibusteros? Con absoluta y total certeza, impediremos que nos roben el País. En abril del 2024 llegaremos a las 300.000 firmas para llamar a un plebiscito que acabe para siempre con los contratos secretos con las trasnacionales, y limpie, como limpió Hércules los establos de Augeas, toda la inmundicia que viene acumulando esta política.

El plebiscito URUGUAY SOBERANO enaltecerá a nuestra República y abrirá un nuevo tiempo en el País.

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