28.JUN.23 | PostaPorteña 2354

Uruguay - 50 AÑOS DE UNA PANDEMIA DE DERROTAS

Por Marcos Rojo

 

(“La subjetividad está muy limada hoy”)

 

(No hay documentos novedosos, ni anecdotario jugoso, ni relatos escabrosos)

 

--Un título que NO apunta a desarmar la conciencia ni la disposición a la lucha popular, sino a ubicar un tiempo histórico determinado por la confusión ideológica y la manipulación de la historia. Esta es llamada eufemísticamente “historia reciente”.

El carozo es que no se puede correrla en la línea de tiempo, ni arrimarla ni alejarla. Sino de centrar el interés, en el contenido de la misma. Para no caer en el propósito esquivo de ocultarla en sus efectos y alcances, hasta la fecha.

--Un compañero vecino joven, politizado y reflexivo, dice hoy, 2023, refiriéndose a la poca extensión y masividad de la lucha por el Agua potable: “La subjetividad está muy limada hoy”.

AQUÉLLA SUBJETIVIDAD LLAMADA CONCIENCIA

--Las resistencias obreras y populares al ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, con sus objetivos de luchar por otra sociedad, comenzaron a endurecerse en la década de 1950. Fueron confluyendo en un gran ascenso obrero estudiantil en la década siguiente de 1960. Esa base obrera estaba estructurada, dentro y fuera de la existencia de una larga lista de fábricas y talleres, que luego desaparecieron. O cerraron, o fueron “reestructurados”, adaptados al nuevo tiempo. Cambiando así, la raíz de una base social cultural solidaria. Y su subjetividad.

--El nivel e intensidad del ascenso que confluyó en la década del 60 --documentado en muchísimos aportes-- y que antes había acumulado conquistas y avances, algunos estampados en leyes, desde principios del siglo XX, sufrió en los 70, un crack.  Hay abundantes publicaciones serias, como también algunas exageradas o malintencionadas que tratan de minimizar esos eventos para justificar la política de hoy. 

--Hay aportes escritos que han comenzado a aparecer en estos días, con mucha mayor calidad y documentación que ésta nota.

El objetivo artesanal de éste aporte, de limitado alcance, y desordenado en su presentación, es ilustrar sobre un punto más quizá no resaltado éstos días. Y ayudar a retomar un camino, brutalmente interrumpido por la intervención militar y empresarial en la lucha de clases, por una nueva generación de luchadores.

--La dictadura que comenzó formalmente hace 50 años, no pasó en vano. Ni pasó del todo. “Vino para quedarse” en sus efectos. Eso parece decirnos en algunas de las formas de interpretar ésa “historia reciente”.

LA HISTORIA ES TAN RECIENTE QUE AUN VIVE

--La valoración de su herencia es un hecho vivo, cuyas consecuencias, cada generación repondrá en su agenda, cada vez que ese tema se exponga en la sensibilidad pública.

Con motivo de cumplirse los 50 años del golpe de estado de 1973, aquéllos hechos de brutalidad represiva con terrorismo de estado, que ya crecían con bandas fascistas y acciones militares y policiales contra civiles en el pachecato, parecen primar y ser presentados como una excepción histórica.

Y al releerse con mayor sensibilidad en estos días, se nota el intento de difundirse como verdad única, “la justeza” de una política --de derrota--, que impusieron las fuerzas mayoritarias de izquierda, que dirigían al movimiento obrero y estudiantil, principales actores sociales de la resistencia popular.  Se intenta una vez más, una historia oficial de la izquierda, hoy progresismo. A la vez que se toma distancia de aquellas luchas y confrontaciones que fueron ineludibles.

Como si ya se hubiera superado aquel tiempo violento totalmente. Así se dice, anuncia y desea, y confluye en la consigna “nunca más”.  

¿PARA QUÉ HUBO UNA DICTADURA?

--El objetivo de aquélla violencia estatal, desatada con preparación y adiestramiento, y una crueldad y extensión meticulosa y borradora de huellas con pactos de silencio –que incluso hoy no queda claro para aquéllos quienes no fueron ni son militantes o activistas--, no tiene tanta prensa. Pero aparece mucho más duradera, si analizamos otras consecuencias además de la brutalidad misma del terrorismo de estado. Y que llegan más acá de la finalización formal de la dictadura. Cuando ya agotado ése tiempo sangriento, aun con la muerte de Roslik como una despedida aterradora, se “legalizaron” los partidos políticos y las elecciones de gobierno y parlamento.

--La dolorosa herencia permanente y sin consuelo de las violaciones a los derechos humanos, abarca mucho más que la resumida consigna de tener “memoria”. Y preguntarnos y preguntar a los responsables “donde están", y nombrar con un “presente” cada 20 de Mayo a los desaparecidos y asesinados. Y rematar con un “nunca más”, como si fuera un conjuro, contra la repetición de un crimen horrendo, pero irrepetible.

Aunque la historia jamás se repite. Ésta se mueve en un espiral, puede pasar cerca o lejos, nunca igual, con nuevos hechos, aumentados y disminuidos, según las fuerzas en lucha, y según el lente con que se la mire.   

--Con la dictadura cívico militar y en el tiempo que siguió, llamado democracia, y dentro de sus consecuencias generales –a la que no es posible darle un corte real estricto, ni comienzo real, es artificial o superestructural, institucional-- la vida que vino en la sociedad, en lo cultural social laboral científico y en todos sus componentes y órdenes, prosiguió en el tejido social. La lógica perversa de los 12 años de régimen estricto, pervivieron, y perviven.

La reestructura socio-cultural, el comportamiento del consumo e insumo de ideas, la creación y mantenimiento de nuevos y tradicionales lazos solidarios, la vida política y sus organismos, recreados, fueron modificados.  Adaptados a no generar rechazos, por las élites que siguieron teniendo el poder económico social del país.   

MARCADORES DE UNA HISTORIA DEMOCRÁTICA ACOTADA  

  --Así fueron sucedidos varios eventos, innumerables. Remarco en una injusta síntesis aquéllos más demostrativos, que fueron marcando la vida formateada de la nueva condición a la población del país.

La pérdida del voto verde contra el amarillo para juzgar a los militares, sin convocar a una real movilización y memoria por los horrores de la dictadura. Sara Méndez no pudo salir en su video al aire por TV, como producto de un acuerdo de élite entre gobierno y oposición. Pocos años después, se reprimió brutalmente en el 1994 en el Filtro, cuando una gran movilización crecía, autoconvocada, defendiendo el derecho de asilo.

En esa misma década y desde la entrada en vigencia del Mercosur, hubo inmensas reestructuras e innumerables cierres y bancarrotas y despidos obreros en fábricas y talleres que, como un gigantesco segundo ajuste luego de la dictadura, fue dirigido mayoritariamente a desarticular el activismo que había reorganizado y rearmado políticamente los sindicatos en los finales de la dictadura.

En la llamada “crisis bancaria del 2002”, el derrumbe económico social del pueblo y la reacción popular fue amordazada políticamente, ayudando a Jorge Batlle a terminar su mandato. Para dar lugar al primer gobierno nacional del FA. Este ilusionó y movilizó enormes masas que, sin embargo, no cambiaron la orientación principal de la economía. Y la justicia contra los crímenes de la dictadura, que apenas había antes abierto un resquicio en el gobierno de J. Batlle, que se había llamado “Comisión para la paz”. (todo un símbolo de no producir justicia sino apaciguar).

El gobierno del FA fue inmensamente popular, recuperando parte de las herramientas democráticas de consejos de salarios y otros menores reclamos, a la vez que se acrecentó la velocidad de entrega de recursos naturales, el agronegocio contaminante y las pasteras de celulosa.  Con un hecho aún más impensable y patético: Tabaré Vázquez relata después que había pedido ayuda militar a los EEUU para defender el proyecto celulósico y la apertura de los puentes con Argentina, en caso de que Botnia (hoy UPM 1) fuera atacada.

LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA A COSTO DE LA DEMOCRACIA.

--Ese formateo o modificación de la subjetividad, con la colaboración expresa e inestimable del hoy progresismo y su “defensa de la democracia”, sucedió principalmente en sus centros urbanos más importantes. Pero con más o menos efectos también sucedió en la vida de comunidades alejadas de la masividad política. Y hasta el campo más profundo llegaron sus efectos

Fueron cambiados, reconózcase o no, la tradición acumulada de luchas obreras y sociales anteriores, sus formas organizativas y su alcance e incidencia en los sucesos del país. Aquella “normalidad” de acatar la dictadura en las bases de la sociedad en su conjunto, dentro de fábricas y talleres y centros de estudio -- no así por vanguardias masivas obrero-estudiantiles que ya efectuaban movilizaciones enormes que fueron minando parte de la coraza dictatorial, antes de 1985, nucleadas en el PIT y en ASCEP -- no fue suplantada automáticamente por la democracia, en todos sus órdenes.  Más bien sufrió la adaptación impuesta, de defender la democracia a costa de perder derechos y justicia social popular.

LA DEMOCRACIA, UN PARADIGMA SIN CLASES SOCIALES 

--El disciplinamiento militar empresarial, operado a sangre y fuego, dejó marcas y comportamientos en el respeto luego al “orden de la democracia”, para no alterarla, “para cuidarla”. Ese concepto se impuso y aisló muchas, tal vez la mayoría o las más importantes, por su peso político en la sociedad, de las luchas obreras y estudiantiles subsiguientes.  

--La historia oficial publicada del movimiento obrero y sus experiencias de sindicalización, partiendo de los intentos de los anarquistas, que ha hecho el PIT-CNT, tuvo el ánimo, también reconózcase o no, de conciliar la historia de al menos dos vertientes. Liquidar la discusión estratégica pendiente y para consolidar una. La oficialista que hoy dirige cómoda el PIT-CNT. Reconociendo que hubo intensos debates y enfrentamientos, algunos de ellos duran hasta hoy, con las minorías que han perdido fuerza. Se dieron desde la salida de la dictadura, con el PIT, hasta la refundación del PIT-CNT.                                                                             

--Las anteriores luchas obreras que convergieron en la CNT antes de la dictadura lo grafican. Con abundante bibliografía e interpretaciones que no eludían el conflicto de ideas y de prácticas sindicales diferentes. Así es que hubo un ”Balance de las F” (FUNSA, FOEB, FUS), un documento crítico, escrito al final de la huelga general de 1973, que intentó dar un balance sindical, al >porqué> de la derrota de esa gran huelga, hito superior e histórico del movimiento obrero del Uruguay.  

--Retomando que el significado más brutal de la dictadura cívico militar en la que desembocó el predecesor pachecato, como último gobierno civil militarizado con las llamadas Medidas Prontas de seguridad, el significado más doloroso y cruel, fue el encarcelar y golpear con bestialidad premeditada, reprimiendo a bala, torturando, y desapareciendo a activistas sociales y políticos. Fue y es, el llamado terrorismo de estado.

--Esos hechos, durísimos y crueles, de ataques selectivos al activismo político y social, no solo en Uruguay sino también en países vecinos con el llamada plan Cóndor (coordinación represiva de las dictaduras argentina, paraguaya, chilena, uruguaya, y brasileña) fueron los más dolorosos y emblemáticos, recordados principalmente cada 20 de Mayo en Uruguay.

--Pero no perder de vista que, para el conjunto de la sociedad, comenzó un agravamiento mayor de las condiciones de vida, que, en permanente movimiento y alcance, con reconversiones y recolonizaciones productivas empresariales y desguace del estado, impensadas de ser aplicadas, así como así, en aquéllos 70, alcanzaron y hoy alcanzan las condiciones de vida de éste hoy. Por ejemplo, en la tragedia deliberada de la pérdida de agua potable en las redes de OSE.

SINO SE PUEDE LLAMAR DERROTA, NO DIGAMOS TRIUNFOS

--¿Es una larga derrota disciplinadora, acumulada en capas, una sobre otra?                 

¿Que son si no, los exilios sin retorno, la vigente “cárcel de Libertad” con guardia militar hasta hoy, sobre hacinada con torturas carcelarias continuadas de forma naturalizada, como pesadilla?

Lo que significó ese ataque brutal a la vida económica y social del conjunto de la población obrera urbana de Montevideo barrial, que era donde expresaba y crecía la rebeldía popular, y por consiguiente con consecuencias de incremento represivo en el interior del país, que tuvo la premeditación objetiva, de abrir el mercado interno y sus negocios todos, a la transformación que cada pirata aventurero inversor quisiera. Con socios nacionales blanqueados y dispuestos para esa piratería que avanzo sobre la represión y el retroceso de las luchas sociales?

Para eso hubo dictadura, y posdictadura, y éste hoy. Éste es el hilo histórico que no se corta.

Y para el cual no basta enunciar el “nunca más”, porque vino, se quedó, y sigue en aumento.

--Hoy con nuevos lenguajes y modernismos y reducción del consumo selecto o presentado como inevitable por la oferta y demanda del mercado --un dios supremo--, dirigido a capas sociales autopercibidas de clase media, que fragmentan la socialización, y estimulan y naturalizan el desinterés en la vida del conjunto mayoritario de la población.

El “hacé la tuya” ha ganado terreno.                                                

--Aquello que había comenzado con el pachecato, se concentra en una selectiva represión policial de la criminalidad por el empobrecimiento, la falta de educación, y de salidas de la inmensa capa social producida. Crímenes casi exclusivamente radicados en individuos de clase obrera y popular. “Los que no llegan o no triunfan o no quieren hacerlo”. “La cárcel está llena de jóvenes pobres” declaró públicamente el exfiscal Díaz. Y sigue la emblemática y dictatorial herencia de la dictadura: la cárcel de Libertad, a la que suman y crecen otras, y nunca suficientes. Sobre hacinadas, en números de presos históricamente enormes, a un promedio de un preso cada 230 habitantes del país.    

LA URBANIDAD FORZADA Y SUBJETIVA                                             

 --Los desaparecidos y los supliciados de “la historia reciente”, fueron para acrecentar la despoblación rural, hoy amontonada en las periferias de ciudades y pueblos. Para la marginación social de más pobres, para recortar el salario a la mitad –nunca más reclamado--, para cerrar con muy poca resistencia el ferrocarril de pasajeros, para las fábricas y talleres y textiles cerradas, en ruinas, o recicladas en shoppings o galpones de depósitos de importaciones, en barriadas obreras tugurizadas.

--Sin romantizar ni dejar de conocer historias de conflictos y diferencias, hay que saber que aquéllas barriadas de vida obrera, fueron cuna de cooperativas de vivienda de FUCVAM, de murgas, de teatro y arte barrial comunitario, de talleres de arte, de bibliotecas solidarias, de clubes de fútbol gestores de actividades sociales. Que estructuraron con sus luces y sombras, una cultura solidaria de conjunto --una subjetividad en pleno desarrollo--. Y donde se convive hoy, con ésas tradiciones de dignidad, a la par de inmensas marginaciones sociales insufribles, con violencias cotidianas.                                                                                                                      Son militantes abnegados los que sostienen, en ésas zonas, las ollas populares. A la misma vez que otros vecinos, piden mayor presencia policial. Se instaló la violencia por la disputa del narcomenudeo barrial. Que trajo una mayor degradación y horrores de desapariciones, ajustes de cuentas, y descuartizamientos, mensajes de odio y copamiento de micro territorios urbanos. En varias zonas donde vive la clase obrera, hay contaminación de la subcultura ya degradada de otros países.  Otra subjetividad, que opera con mucha fuerza.

--La otra herencia es la cantidad de cuarteles y personal de las FFAA, sus privilegios jubilatorios, su peso en el presupuesto estatal, la vida de élite de sus capas altas muy privilegiadas, sumado a la vida despegada del pueblo de la capa de funcionarios electos del poder legislativo y ejecutivo y hasta municipal, que son parte intocable de una élite basada en la opresión continuada.

LOS PENDIENTES SE AGUDIZAN Y EXTREMAN

--Sucede en nuestro país, formado por “dulces ríos”, al decir de Aníbal Sampayo. Un país cuyo número de población comenzó a estancarse, y a disminuir. Hace tiempo se denuncia el envejecimiento poblacional relativo, y el conteo de muertes contra nacimientos no miente. El país humano se achica numéricamente. Abundan datos y publicaciones al respecto.

La salud pública se ha ido degradando cada día más. También la privada, en sus bases de prestación común.

Los militares que hoy están reorganizados en partido político, reivindican sin ningún rubor la dictadura. Y vuelven a ser una amenaza corporativa con descaro y desfachatez para defender sus privilegios. Incluso los ya condenados por terrorismo de estado, cobran su cuantiosa jubilación y aguinaldos. Aguinaldos quitados a los jubilados civiles en 1979.

Y el agua tóxica por la canilla de OSE para el pueblo, con la pérdida de la mejor agua que se va en eucaliptus y soja y zonas francas… como un castigo más.  

LA SUBJETIVIDAD LIMADA

--La subjetividad rebelde y solidaria del conjunto obrero y popular, fue “limada”, raspada y enterrada en la llamada “noche de los 12 años”. Y luego, en los 38 años subsiguientes de “defensa de la democracia”, ha sido sofrenada y redirigida a los mismos propósitos de la dictadura. Limitar los reclamos populares al ordenamiento mercantil financiero y elitista del país, y a mantener y enriquecer a sus élites económicas con componentes de privilegios militares y civiles. Y a tener satisfecha a la autopercibida clase media, con un consumo diferencial.  

--Los reclamos de una democracia real del pueblo y para el pueblo, la perdida, no estarán en ninguno de los actos oficiales programados estos días. Ni tampoco en las gárgaras democráticas que las izquierdas convidadas a ir turnándose en el reparto de privilegios. Harán sí, desgarradores recuerdos de suplicios y persecuciones, que sí sufrieron. Pero que sus líderes han utilizado para mantener intocado el sistema de privilegios resultantes.

SIN CIERRES, Y PARA ABRIR DE NUEVO, PERO CON NUEVOS

--En síntesis, la propuesta es, la interpretación de que los cambios culturales y de convivencia en capas selectas autopercibidas, que la violencia y degradación de la vida social, y la falta de objetivos estratégicos de construcción de una nueva sociedad “sin explotados ni explotadores”, unido al viejo paradigma olvidado de las izquierdas: “luchar por fábricas que procesen la materia prima que se va cruda del país”, tienen como uno, sino el principal componente, degradante, la desaparición de la vida obrera clásica. Y de sus fuentes de empleo.

Y opera fundamentalmente, aún, en las juventudes que recibieron el legado de “defender la democracia” a costa de perder como sociedad.                                           Aquélla subjetividad limada tiene el desafío de construirse con nuevos paradigmas y subjetividades.   

Una lista abierta de FÁBRICAS Y TALLERES Y SERVICIOS QUE CONTINUARON CERRANDO EN ESTOS 50 AÑOS POS DICTADURA:

Ferrosmalt -Tem(cocinas calefones)-Funsa(neum, y otros)-Bao (jabones)-Sudamtex- lldu (textil)-Hipertex(textil)-Dancotex -Alpargatas-Paylana -Cotton -Campomar(textil)-Fanapel(papelera)-La Mundial(tex)-Mantero(metal)-Philips(elec)-Gral Electric (elec)-Isabella (Plast)-Anodur(metal)-Nordex(aut)-Atma(plast)-Hitesa- Rochatex- Frigorif(... varios)-Fripur(pesca)-Seral(calzado)-Lanasur(textil)-Crush(bebida)-Lever(jabones)-Curtiembres (varias)-INLASA (siderug) -Vestimenta y Calzado (varias...)-Azucarlito Pdú-Urreta(bebida Salto)-Kolynos(med)-Pellicer(taller naval)-Galmiza (metal)-Castro y -Dobarro(metal)-Inyecta Metal Uruguay - Colsa(lam met)-MAK (transf)-Fibratex -Paycueros-ONDA – Ferrocarril de Pasajeros- SOYP- Andreus Deutz (Mat Construccion) - Sadil- -Paylana- Paycueros-La Spezia  - Tecnoluce (recuperada por sus trabajadores)- Cristalerías del Uruguay- Colgate Palmolive- Fleischmann- Metzen y Sena- Pili- Motociclo-

Sector salud: C de Galicia y todas las reestructuras y cierres anteriores acrecentaron la concentración del negocio médico empresarial, la desocupación del sector. Y la aceptación de la precarización en la atención en la salud mutual.

Solo en el 2020 cerraron 39.000 empresas según datos del BPS” ( Titular de El Observador marzo del 2021)

 

  Marcos Rojo           25.6.23

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