31.JUL.23 | PostaPorteña 2359

CAROLINA BARRIENTOS : Una chavense desaparecida y olvidada

Por J.L.Roche/posta

 

Gonzales Chaves y el terrorismo de estado

 

A nosotros también nos tocó de cerca

Aquí también se hizo sentir la violencia de la represión. Hubo dos chávense que aún hoy continúan desaparecidas: María Beatriz Loperena y Carolina Barrientos, secuestradas en Tres Arroyos y en Buenos Aires, respectivamente. Sobrevivieron de los campos de concentración Carlos De Francesco, Osvaldo Furlana, Dante Tesler y Enrique Olano. (De estos últimos no hemos podido conseguir testimonios).

(Adolfo Gonzales Chaves es la ciudad cabecera del partido homónimo, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Se ubica al sur de la provincia)

 

CAROLINA BARRIENTOS

Una chavense desaparecida y olvidada

 

Al contrario de otros casos, como el del matrimonio Rivada, o los de chavenses liberados luego de su cautiverio, muy pocos recuerdan a Carolina Barrientos, Desde aquí la recordamos en su dimensión humana y militante.

El silencio que envuelve su memoria puede tener distintas causas. Una, que su secuestro y desaparición sucedieron en Buenos Aires, y se vivió como algo lejano, y el miedo hace que las personas se sientan lejanas.  Otra, que sus familiares, ante el dolor, optaron por no hablar del tema. Hasta que el periódico El Semanario Chavense, y los actos conmemorativos de los treinta años de la dictadura, llevados a cabo en De la Garma por la E.E.M Nª 1 y la E.E.S.B Nª 1, recuperaron su nombre de la memoria. Para que todos puedan recordar, y los jóvenes puedan enterarse, que también hubo desaparecidos chavenses.

Respetamos el dolor y el silencio de los familiares, y en lugar de reavivar la llaga mediante insistentes pedidos de entrevistas, hemos preferido trabajar a partir de la información periodística. Intentamos hacerlo también con el respeto debido por su memoria, por sus familiares y por   nosotros mismos.

La desclasificación y publicación en Internet de documentos secretos del Departamento de Estado norteamericano, permiten saber cuál fue el destino de la chavense  Carolina Barrientos y su esposo, en el marco del Plan Cóndor, ideado por el Jefe del Departamento de Estado norteamericano en esa época y “cerebro” de la represión ilegal en América latina, Kissinger (quien, paradójicamente, recibió el Premio Nobel de la Paz por haber llevado adelante los  acuerdos de paz que dieron fin a la guerra de Vietnam…, después de haber mandado descargar sobre el territorio y el pueblo vietnamita la mayor cantidad de bombas desde la segunda guerra mundial, incluidas bombas de destrucción masiva, y armamentos químicos,  prohibidas por las Naciones Unidas).  Por medio del Plan Cóndor, las Fuerzas Armadas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, pusieron en marcha un operativo para articular la represión ilegal en forma conjunta. Así, Carolina fue secuestrada en Buenos Aires, por su participación, junto a su marido y otros militantes uruguayos, en el Partido Comunista Revolucionario Uruguayo. Sufrió la estadía en un campo de concentración argentino, hasta que fue trasladada por la Fuerza Aérea argentina al Uruguay-Hasta el día de hoy no se han encontrado sus restos.

INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Carolina era una muchacha campesina, había nacido en 1942. Tras estudiar en una escuela rural estuvo pupila un par de años en el Colegio de Hermanas. Terminada la escuela primaria, como muchos chavenses de aquellas épocas, decidió continuar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Juárez, donde egresó como Bachiller en 1958. Quienes la conocieron en Chaves la recuerdan como una chica  de modales campechanos, por momentos bastante locuaz y desenvuelta, de enormes ojos castaños, cara rellenita y baja estatura que solía compartir, como el resto de los adolescentes de su edad, los asaltos en lo de “Cuqui” Pérez.

JUVENTUD: AMOR Y MILITANCIA

Luego estudió y obtuvo su título profesional de bioquímica en la Universidad Nacional de La Plata.  Conoció al uruguayo Andrés Carneiro, con quien convivió en un departamento de Buenos Aires hasta el momento de su secuestro.

Carneiro pertenecía a las filas del Partido Comunista Revolucionario Uruguayo (PCRU), y Carolina también figura entre las afiliadas de esta agrupación. Algunos ex militantes del PCR afirman que Carolina era la encargada de entregar correspondencia que llegaba desde Europa y que venía a su nombre, a Carlos Cabezudo Pérez, quien junto con Andrés Carneiro eran los encargados de los contactos entre el PCR y el PCR Argentino, y con otras fuerzas políticas uruguayas de orientación similar, como los Grupos de Acción Unificada y la Unión Artiguista Liberadora.

EL SECUESTRO Y DESAPARICIÓN

Desde setiembre de 1977, se habían comenzado a producir secuestros de militantes de estos grupos izquierdistas uruguayos en la Argentina, pero Carolina, su compañero y Carlos Cabezudo Pérez lo ignoraban.

El 30 de diciembre de 1977, a las 13 hs., un grupo comando ingresó al departamento 1 de la calle Avelino Díaz 1744, donde vivía la pareja, y en el que también paraba Cabezudo Pérez. Los tres fueron secuestrados y hasta hoy permanecen desaparecidos, luego de haber sido vistos por otros sobrevivientes del horror, en los centros clandestinos de detención conocidos con el nombre de “pozo de Banfield” y “Pozo de Quilmes”. Esto tomó estado público en ocasión de un recurso de habeas corpus colectivo, en el que varios ex detenidos testimoniaron sobre la suerte corrida por Carolina.

EL “PLAN CÓNDOR”

Varios documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EE.UU., hacen referencia a estos secuestros, incluido el de Carolina Barrientos, Andrés Carneiro y Carlos Cabezudo. En ellos sale a la luz  el Plan Cóndor, acuerdo entre las dictaduras de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia ,Chile y Brasil, para coordinar acciones de secuestro, detención, torturas, asesinatos e intercambio de prisioneros, con el aval de los Estados Unidos, a través de su Secretario de Estado, Kissinger 

En estos documentos secretos, ahora dados a conocer, se habla de traslados forzosos al Uruguay de más de 21 uruguayos refugiados, en cuyo listado se incluye a Carolina Barrientos. A tal efecto hubo cuatro vuelos. El objetivo del 3er vuelo, era desmantelar el PCR. Esto explica por qué aún, pese a los esfuerzos realizados por el equipo de Antropología Forense de nuestro país, no han sido hallados los restos de Carolina. También se descarta la posibilidad de que haya sido arrojada al Río de la Plata en algún “vuelo de la muerte”, pues según surge del testimonio de un militar uruguayo ante la Comisión para la Paz de Uruguay, este país tenía aviones Fairchild, que se caerían al ser abierta su puerta en pleno vuelo. Por lo tanto, la hipótesis más probable es que los 21 prisioneros llevados en este vuelo, en el que podría estar incluida muy probablemente Carolina Barrientos, hayan sido asesinados en Uruguay, y sus restos podrían estar en algún cementerio clandestino que sus asesinos se empeñan afanosamente en ocultar.

De estos documentos desclasificados recientemente por el gobierno norteamericano, se deduce que el secuestro del 30 de diciembre de 1977, la tortura en los centros de detención y el posible traslado al Uruguay podrían haber estado a cargo de fuerzas conjuntas de militares uruguayos, con el apoyo del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE) y militares argentinos.

EL HORROR DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN

A Carolina y a su esposo les tocó recorrer los calabozos clandestinos del “Pozo de Banfield”, un lugar lúgubre en el que había dos hileras de 12 celdas cada una, con la pared del fondo compartida y cuyas puertas daban a dos pasillos. Sobre el sector de la entrada, en uno de esos cubículos de 2 m de largo por 1,50 m de ancho permaneció gran parte de sus cinco meses de encierro Carolina Barrientos. La forma inhumana en que permanecían allí los detenidos era casi una copia de las “cárceles del pueblo” en las que los grupos guerrilleros mantenían secuestrados a sus víctimas –militares, empresarios, diplomáticos extranjeros, agentes de los servicios de inteligencia- y que los militares nunca se cansaban de repudiar. Con suerte, apenas una luz entraba por la claraboya del techo, aunque Carolina pocas veces la recibía porque tenía los ojos vendados y sus manos maniatadas con esposas. De ser una chica rellenita pasó a perder kilos rápidamente, ya que allí se comía poco y mal, una sola vez por día, tres pancitos y una sopa de agua con unos pedazos de mondongo verde flotando eran toda la ración diaria. En el interior de estos habitáculos, a veces compartido con otras tres personas, las necesidades se hacían en un bidón de 4 litros cortado a la mitad y sólo se efectuaba la limpieza cuando llegaba algún jerarca, a fuerza de dejar sin comer a los detenidos durante 48 o 72 horas. La situación era particularmente más difícil entre las mujeres, a las que no se les daba los mínimos elementos de higiene durante su indisposición mensual y a quienes los compañeros debían suminístrales clandestinamente pedazos de ropa.

EL TESTIMONIO DE UNA SOBREVIVIENTE QUE COMPARTIÓ EL CAUTIVERIO

El periodista José Luis Roche mantuvo una comunicación telefónica con Adriana Chamorro, una ex compañera de cautiverio de Carolina, y que reside actualmente en Canadá.   “Carolina estaba en la primera celda y yo estaba en la última, del otro lado… Supe de ella a través de su marido y de una amiga de ella, Mary Artigas, que estaba en la celda al lado mío. Con él mantenía relación mediante golpes en la pared, estableciéndose una especie de lenguaje Morse con el que se podían entender. A Carolina yo la escuchaba ocasionalmente a través de la pared. Ella estaba demasiado lejos para que yo pudiera ver algo significativo. Ni siquiera sé si la torturaron.  Me imagino que sí porque era la norma. Pero tengo la impresión que su responsabilidad principal era ser la mujer de Andrés, creo que no tenía otra responsabilidad.

“Yo pensé que Carolina era uruguaya, porque estaba entre los uruguayos que trasladaron más de una vez. A ella después que la detienen, la llevan a una casa y de ahí la llevan al “Pozo de Banfield” hasta su traslado final”.

Casi todos los uruguayos fueron enviados a Quilmas a fines de abril. Allí las torturas las efectuaban Wilson Martínez, conocido con los alias de “Capitán Saracho” o “Zorro”, y otro oficial del ejército uruguayo, Ariel Pretel.

Al regreso de un interrogatorio en la Brigada de San Justo, Adriana Chamorro encuentra que los uruguayos del sector B habían sido trasladados desde el Pozo de Banfield y que sólo permanecían allí dos personas.  “A los uruguayos los trasladaron a Quilmes, donde los vuelven a torturar e interrogar, pero no a Carolina. En el traslado final sí está ella. Lo único que yo vi –porque yo estaba en una celda-, es que un día hubo un gran traslado donde se llevaron no sólo a uruguayos sino también a argentinos que estaban en las celdas del otro lado. Fue un traslado muy importante efectuado desde el Pozo de Banfield el 15 de mayo de 1978 a la mañana. ¿Qué hicieron con esa gente? Lo único que nos dijeron es que los habían mandado al sur”.  El “sur” era el eufemismo con que habitualmente se denominaba a los traslados con destino a la muerte.

 Fuente: El Semanario Chavense, Mayo 15 de 2006, No. 386 Periodista José Luis Roche.

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Desde estas páginas hacemos un llamado a la opinión pública, ante  la aparición de restos femeninos en el Batallón 14,  sin identificar; especialmente a los residentes en Gonzales Chaves, a los compañeros del sindicato SUTEBA de esa localidad a los referente del Equipo de DD.HH  del SUTEBA de la región, de Juárez puntualmente,  al periodista José Luis Roche del Semanario Chavense, para tratar de ubicar a los hermanos de Carolina Barrientos a fin de facilitar una muestra de ADN, para aportarlo a la Fiscalía uruguaya  y que también el fiscal Ricardo Perciballe, a cargo de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad de Uruguay, los solicite a la Argentina

POSTA

 

 Carolina Barrientos Sagastibelza de Carneiro

 

Nació en Argentina el 29 julio de 1940.Detenida Desaparecida en Buenos Aires el 30 de diciembre de 1977

Carolina de 37 años, nació 27.09.1940. Ocupación: Doctora en Química, docente, Casada con Juvelino Andrés Carneiro Da Fontoura, nace el 4 de febrero de 1943 en Rivera (Uruguay) uruguayo (34 años) Domicilio: Avelino Díaz N° 1744 PB, apartamento 1, Parque Chacabuco, Capital Federal. Argentina, vinculado al Partido Comunista Revolucionario (P.C.R.) uruguayo

Detención-Secuestro en ese domicilio  donde a la 1 de la mañana un grupo de agentes de civil y armados que se trasladaban en cuatro autos Ford Falcon, ingresan al domicilio y la sacan a golpes, junto a Juvelino Andrés Carneiro Da Fontoura (esposo) y a Carlos Cabezudo, quien vivía con ellos. El domicilio fue saqueado y cerrado, dejando adentro una “ratonera”. Un vecino que quiso mirar fue amenazado y obligado a volver a su casa.

 Testimonio de Adriana Chamorro Canadá (24/09/1984): (detenida en “Pozo de Banfield” desde fines de febrero o principios de marzo de 1978 hasta el 11/10/1978) declara haber visto en el Pozo de Banfield al Sr. Carneiro y a su esposa Carolina Barrientos: “El 23 de marzo del mismo año [1978], junto con otro grupo de desaparecidos, nos trasladaron tirados en el piso de camionetas a un lugar que posteriormente supe que se trataba en ese momento de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, sita cerca del Camino Negro, frente al barrio de monobloques de YPF, en la localidad de Banfield, Provincia de Buenos Aires. (...). En el sector “B” había cuando yo llegué alrededor de 21 personas. Uno de ellos era el marido de María Artigas de Moyano, Alfredo Moyano, argentino, que compartía el calabozo con Andrés Carneiro, uruguayo, estando su calabozo atrás del mío, en diagonal. Hacia los calabozos cercanos a la entrada estaban Aída Sanz y su madre. Elsa Fernández de Sanz, Carolina, esposa de Andrés, Yolanda Casco, Ileana García Ramos de Dossetti y su marido Edmundo Dossetti, Gabriel [Alberto Corchs] y otro de apodo Manuel o Cabezón [Gustavo Arce], todos ellos uruguayos. No conozco el nombre de los demás. María de Moyano, Alfredo Moyano, Andrés Carneiro y María Antonia Castro de Martínez, con quienes podía hablar a través de la pared (…). El 15 de mayo me trasladaron nuevamente a la Brigada de San Justo, para un nuevo interrogatorio. Estuve allí una noche y me trasladaron de regreso a la Brigada de Banfield. Cuando llegué me pusieron en el último calabozo del ala “B” y supe que el 16 de mayo había trasladado a casi todos los que estaban en el lugar, en las dos alas. Todos los uruguayos fueron trasladados con destino desconocido, salvo María Artigas de Moyano e Ileana García Ramos de Dossetti, que quedaron en Banfield, en el primer calabozo del sector “B”.

Testimonio de Ángel Gallero:“Todo esto ocurrió en el año 78 entre el 28 de enero y el 26 de febrero (que es el tiempo que estuve en La Tablada). (...) Posteriormente traen a otro grupo de gente, a dos parejas. Los milicos comentan que a una la habían agarrado al salir del trabajo y que la otra era una bioquímica (...). “Quién iba a decir que fuese bióloga”, decían (…).Otra cosa que habría que averiguar es si Carolina Barrientos estaba embarazada porque en La Tablada oí algo que me pareció un aborto. Hablaban con un médico, no sé a qué hora era. Sentía olor a medicamentos”

En tres días secuestran en Argentina a cuatro personas y en Uruguay a varios más, días después. Los secuestrados el día 30/12/1977 en Argentina son: Juvelino Carneiro, su compañera Carolina Barrientos y Carlos Cabezudo. El día 03/01/1978 secuestran además a Célica Gómez que por su parentesco con un militante de dicha organización, recibía correspondencia desde Europa. Mientras tanto, en Montevideo detienen a otros militantes del PCR. y la mayoría de ellos, luego de ser interrogados por el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) son procesados por la Justicia Militar. Ricardo Blanco fue detenido por el SID el 15/01/1978 y luego de ser trasladado a “La Tablada”, C.C.D. del OCOA, fue desaparecido. Sus restos fueron inhumados en el año 2012, de un predio del Batallón Infantería 14, en Toledo-

CAROLINA BARRIENTOS junto ANDRÉS FONTOURA, CARLOS CABEZUDO, EDUARDO GALLO. ATALIVAS CASTILLO. CÉLICA GÓMEZ uruguayos vistos en los Pozos de Banfield, Quilmes y COTI Martínez Y MUCHOS COMPAÑEROS MÁS ESTA COMPROBADO POR TESTIMONIOS Y POR ARCHIVOS DE LA OCOA QUE FUERON TRASLADADOS A URUGUAY Y ASESINADOS EN LA BASE "ROBERTO"- LA EX TABLADA NACIONAL-DE LA OCOA –

LA TABLADA centro clandestino de detención y torturas que funcionó durante la dictadura cívico militar uruguaya,también conocida como Base Roberto Allí funcionó el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y existen denuncias de que se practicó en forma sistemática la tortura, los abusos sexuales y las desapariciones de personas, es considerado el principal lugar de asesinato y desaparición de personas del país, ya que al menos 11 de los alrededor de 40 detenidos desaparecidos en territorio uruguayo fueron vistos por última vez en este lugar. Según diferentes investigaciones, en este lugar fueron vistos por última vez Omar Paitta, Luis Eduardo Arigón Castel, Amelia Sanjurjo Casal, Óscar José Baliñas Arias, Óscar Tassino Asteazu, Eduardo Gallo Castro, Carolina Barrientos Sagastibelza de Carneiro, Carlos Federico Cabezudo Pérez, Célica Elida Gómez Rosano, Ricardo Alfonso Blanco Valiente, Félix Sebastián Ortiz y Miguel Ángel Mato Fagian, quienes permanecen desaparecidos. Luego del cierre de este centro represivo con posterioridad al Pacto del Club Naval de 1984, el edificio sufrió importantes transformaciones y ofició como centro de reclusión, primero de adolescentes infractores desde el año 1988,?y luego de adultos, entre los años 2002 y 2012.? En ese último período se construyó en el predio una cancha de fútbol y torretas de vigilancia, entre otras modificaciones.

Los Traslados

Entre febrero y agosto de 1978 se realizaron cinco o seis traslados ilegales dentro de la coordinación represiva con la dictadura Argentina. Hubo viajes en lancha, en avión y en avioneta. Los detenidos habían sido secuestrados en Buenos Aires y torturados en los pozos de Quilmes y Banfield. Los trajeron en grupos y los habrían ejecutado en forma masiva esto implica a decenas de militares, desde el capitán de navío Jorge TRÓCCOLI, al Goyo Álvarez, y muchos más que se ocultan hasta ahora

Las lanchas de Prefectura, conocidas como PS, fueron construidas en Montevideo en 1957. En ellas se habría traído a los PCR en febrero de 1978.

Un avión del transporte aéreo militar de la Fuerza Aérea, que como en el "segundo vuelo", habría sido utilizado para traslados en 1977

El "Goyo" Álvarez vuelve a estar implicado.
Era el comandante del Ejército durante los cinco traslados.
Entre , el 15 o 16 de mayo de 1978, otra veintena de uruguayos secuestrados en Argentina entre julio y diciembre de 1977 habría sido traída a Montevideo en el marco de cuatro o cinco traslados ilegales que implicarían a 40 víctimas, que fueron ejecutadas y enterradas en Uruguay.

Los trasladados pertenecían al Partido Comunista Revolucionario (PCR), los Grupos de Acción Unificadora (GAU), el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), las Agrupaciones de Militantes Sociales (AMS), la Resistencia Obrero Estudiantil (ROE) y el Partido Socialista de los Trabajadores (PST).

Aunque la mayoría de las víctimas mantenía contactos políticos a partir de la llamada Unión Artiguista de Liberación (UAL), otros no tenían ningún tipo de filiación y, en el marco de los operativos coordinados con la dictadura Argentina, tres niños nacidos en cautiverio fueron robados por los represores.

La causa compromete a los mandos militares de la dictadura y, en particular, a oficiales de la Armada Nacional que entonces encabezaron la represión contra el GAU. También se implica al Servicio de Información y Defensa (SID) y el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA)

Hay testimonios de familiares y testigos que lograron sobrevivir en Argentina a los centros de torturas conocidos como los pozos de Quilmes y Banfield y al Centro de Operaciones Tácticas (COT-1) Martínez, donde fueron vistos los uruguayos.

En el tercer traslado masivo de uruguayos evidencia una continuidad en la metodología represiva de la dictadura, confirmada con el llamado "segundo vuelo" en 1976, y que tenía antecedentes en el traslado de personas en forma individual o grupal como en el caso de los "fusilados de Soca" en 1974.

Los trasladados de 1978 se concretaron por cielo, mar y tierra. Existen indicios de que algunos de los uruguayos fueron traídos en lanchas de la Prefectura uruguaya; en otros casos habrían venido en un avión o avioneta de la Fuerza Aérea y finalmente conducidos a centros de tortura por el Ejército y hay testimonios de subalternos militares sobre enterramientos en el centro de torturas La Tablada

Diciembre de 1977

El 24 de diciembre en un tiroteo habría fallecido el dirigente de los "Peludos" tupamaros ATALIVAS Castillo Lima. En su casa serían tiroteados Miguel Ángel Río Casas y Eduardo Gallo Castro, esposo de Aída Sanz.

Gallo y Ríos habrían sido detenidos días después entre el 27 y el 30 de diciembre, en la casa del militante del PCR Carlos Federico Cabezudo Pérez, donde también habrían secuestrado a Juvelino Andrés Carneiro Da Fontoura y su esposa, Carolina Barrientos Sagastibelza, de nacionalidad argentina.

El 27 de diciembre también son capturados Gustavo Raúl Arce Viera y Raúl Gámbaro Núñez, ambos del GAU. El día 30 también secuestran a Alfredo Moyano Santander y su esposa ­también embarazada­ María Asunción Artigas Nilo. Ambos habían tenido vínculos con la ROE.

Finalmente, el 3 de enero de 1978, cuando salía de su trabajo en la Agencia Télam, fue detenida Célica Elida Gómez Rosana, vinculada al PCR, del que era militante su hermano Néstor, radicado en Europa, quien le enviaba correspondencia a través de Cabezudo.

La mayoría de los uruguayos secuestrados en diciembre fue luego vista en los centros clandestinos Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y COT-1 Martínez. Los testimonios indican que todos fueron torturados e interrogados por oficiales militares uruguayos que participaron de sus capturas.

LOS Traslados en Lancha

Los traslado masivo de uruguayos, probablemente por lancha,  son entre el 5 y el 12 de febrero de 1978, en pleno Carnaval, de acuerdo al testimonio obtenido en una entrevista con Ángel Gallero, un militante del PCR que sobrevivió.

Gallero, quien estuvo desaparecido entre el 28 de enero y el 26 de febrero de 1978, fue detenido en Montevideo en el comercio del dirigente del PCR Ricardo Blanco. Ambos fueron torturados en el centro clandestino La Casona de Millán, antes de que Gallero fuera trasladado a La Tablada. Blanco Valiente fue detenido el 15 de enero de 1978 y  se lo trasladadó a La Tablada,  sus restos  fueron hallados en marzo 2012  en el batallón 14  y confirmaron que pertenecen a Ricardo Alfonso Blanco Valiente

En La Tablada, Gallero testificó haber visto cómo torturaban a su compañero Carlos Cabezudo. Relata cómo al llamarlo a un interrogatorio lo confundieron con Eduardo Gallo; afirma haber escuchado los vejámenes contra Célica Gómez y haber escuchado hablar de la "bióloga" (Carolina Barrientos).

El relato de Gallero se ve confirmado por los testimonios de un matrimonio de sobrevivientes del Pozo de Banfield, Adriana Chamorro y Eduardo Corro, quienes señalan que un grupo de cinco o seis uruguayos había sido trasladado por lancha antes de que ellos llegaran al lugar en marzo de 1978.

Tampoco se descarta que en aquel embarque (posiblemente una lancha PS de Prefectura) pudieran haber sido trasladados también Miguel Ángel Ríos Casas y/o el militante del GAU Julio D'Elía, visto por última vez en el Pozo de Quilmes en febrero de aquel año por el sobreviviente Luis Guillermo Taub.

 El Segundo traslado fue en ¿Avión?

La propia Adriana Chamorro, quien vendría a testificar a Uruguay, (No sabemos si lo hizo, nos parece que no) sitúa entre los días 15 y 16 de mayo de 1978 un segundo traslado masivo de uruguayos. Ese día ella fue llevada al Pozo de Quilmes, donde se torturaba, y al regresar a Banfield había desaparecido la mayoría de los uruguayos.

A partir de esa noche dejaron de ver en Banfield a Alfredo Moyano, Yolanda Casco (quien había dado a luz un niño), Alfredo Bosco, Guillermo Sobrino, Gustavo Goycoechea, Raúl Borelli, Edmundo Dossetti, Alberto Corchs, Elena Lerena, Andrés Fontoura, Elsa Fernández, Gustavo Arce y María Castro.

A ese grupo podría, eventualmente, sumarse el caso de otros secuestrados en ese período, como José Michelena y su esposa Graciela De Gouveia, Raúl Gámbaro, además de Atalivas Castillo, Miguel Ángel Río Casas o el propio Julio D'Elía, quienes no fueron vistos por Chamorro en el centro de torturas.

La cifra de posibles trasladados permitiría la hipótesis de un nuevo vuelo masivo en avión, similar a los realizados en julio y octubre de 1976 por Transporte Aéreo Militar Uruguayo (TAMU), en los que fueron traídos a Montevideo los militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP).

 No hay duda alguna sobre la metodología de traslados aéreos aplicada por la dictadura y reconocida en el informe sobre desaparecidos firmado por el comandante en jefe de entonces brigadier general Enrique Bonelli

Por eso hay un tercer vuelo, seis miembros de la familia Severo habían sido secuestrados en Buenos Aires en abril de 1978

 Hay testimonios que un Cuarto traslado fue ¿En avioneta?, ya que se habría utilizado el mismo medio para trasladar a argentinos detenidos, en Uruguay, De Gregorio, y Jaime Dri entre otros, y el matrimonio Logares, este vuelo fue un verdadero taxi aéreo, ya que fue y vino de Bs As

El Quinto vuelo  traslado: Los  Artigas Moyano

La existencia de traslados ilegales como metodología represiva de la dictadura está confirmada desde el secuestro del tupamaro Antonio Viana en 1974 o la odisea de Nino De Negri, quien sufrió un triple traslado en 1975, cuando lo trajeron, llevaron y volvieron a traer de Buenos Aires.

Una avioneta es la que también  utilizaron los represores cuando "pasearon" en Uruguay a Julio Abreu, el único sobreviviente de los "fusilados de Soca", cuando cinco uruguayos secuestrados en Argentina fueron traídos en avión a Montevideo y ejecutados como "represalia" tras la muerte del coronel Ramón Trabal en 1974.

El relato que sobre los Pozos de Quilmes y Banfield detalla Adriana Chamorro, incluye como un último viaje de traslado de los uruguayos el de María Asunción Artigas de Moyano, quien permaneció en Argentina hasta que dio a luz una niña el 22 de agosto de 1978.

La eventual fecha de traslado de Artigas Moyano, según el informe de la Comisión para la Paz, sería el 12 de octubre de 1978. Su hija, María Victoria, sería recuperada finalmente de manos de una familia de represores en 1987 y entregada a su abuela en Montevideo.

También fueron recuperados Paula Logares y los hijos nacidos en cautiverio de Aída Sanz, María de las Mercedes Carmen Gallo, y de Yolanda Casco, Carlos D´Elía Casco, quien ahora se ha constituido en uno de los familiares que firman la denuncia que hoy se presenta ante la Justicia.

Todos estos vuelos contaron  con la participación del hoy residente italiano capitán de navío (r) Jorge TRÓCCOLI, quien admitió, uno de los pocos, su involucramiento en la coordinación con la ESMA argentina tras ser denunciado en una investigación de la revista "Posdata" en 1997, a la que respondió con su libro "La Ira del Leviatán".

Como indagados se señala al alférez de navío Juan Carlos Larceabeau, así como al contralmirante Enrique Harriet y los oficiales Nelson Olivera y Manuel Zapata, Nelson Sánchez, Jesús de Armas, Héctor Silvera, José Castro, Fernando González, Julio Cerdeiro, Arnol González, Daniel Machado, Eduardo Craigdallie, Daniel Maiorano, Aníbal del Río y el médico Pombo. Cabe decir que nada se dice ni se ha dicho, solo muy pocos y acallados rapidamente   sobre el Tío Carlos Guianze, jefe del FUSNA en 1976 era el  tío de la ex fiscal y figura relevante del os DDHH Mirtha Guianze,  Fue Carlos Guianze quien ascendió a Tróccoli al S2 del FUSNA en 1976, atribuyéndole de esta manera un rol represivo concreto ¡Justo la página que probaba que Carlos Guianze interrogaba y torturaba gente junto con TRÓCCOLI! Fue arrancada por Mirtha Guianze, tal cual lo denunció el ahora despreciado y ninguneado abogado italiano Galiani

También se menciona una larga lista de integrantes del Servicio de Información y Defensa (SID) y el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), entre los que se encuentran el grupo de oficiales y policías procesado con prisión por la desaparición de Adalberto Soba.

Finalmente se indica la responsabilidad de los mandos militares de la época, de los que sobreviven los aviadores Dante Paladini y Raúl Bendaham, y el general Gregorio "Goyo" Álvarez, quien desde el 1º de febrero de 1978 ocupaba el cargo de comandante en jefe del Ejército.

Una pequeña parte, una muestrita de ser los responsables de estar silenciando la verdad, antes y ahora (ya que no pueden seguir escondiéndola) está integrado por la ex fiscal y ex directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos Mirha Guianze, el Director Ejecutivo del Observatorio Luz Ibarburu Raúl Olivera, el profesor Oscar Destouet, el presidente de la Asociación 24Marzo Jorge Ithurburu y el ex secretario de la Presidencia de la República Oriental del Uruguay Miguel Ángel Toma, entre otros

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