Boris Kagarlitsky – Russian Dissident. 26 julio, 23
Tuvimos que repetir esto durante muchos meses, cuando los opositores de izquierda y progresistas fueron detenidos y enviados a juicio por utilizar la mera palabra "guerra" en relación con las operaciones militares en el territorio de Ucrania, mientras que Igor Strelkov y sus asociados criticaban las palabras de los dirigentes militares, se quejaban de las derrotas en el frente y hablaban abiertamente sobre el terrible estado de las unidades militares. Por supuesto, se libraron porque no cuestionaron la necesidad misma de la acción militar. Al principio, Putin no fue denunciado por su nombre y no fue criticado directamente. Solo se reprochó al gobierno no ser lo suficientemente severo. Con respecto a Ucrania, mantuvieron estrictamente la opinión de que un país con ese nombre no debería existir.
Pero todo ha cambiado. El 21 de julio a las 11:30, oficiales de la FSB detuvieron a Strelkovque, fundador del Club de los Patriotas Indignados. Anteriormente, se habían presentado cargos contra el coronel retirado Vladimir Kvachkov, otro miembro conocido del Club. Kvachkov está acusado de desacreditar al ejército ruso.
Por supuesto, Strelkov cruzó ciertas líneas no escritas al hacer comentarios insultantes sobre Putin. Pero lo que es más importante aún, la situación ha cambiado.
Los Patriotas Indignados pueden ser acusados justamente de agresividad y sed de sangre (y en el contexto de sus compañeros de armas, Strelkov es incluso uno de los más moderados). Sin embargo, su principal problema no está en sus puntos de vista per se, sino en su monstruosa ingenuidad política y analfabetismo económico, que los llevó a donde están hoy. No entendían que las operaciones militares se hubieran llevado a cabo de la manera más competente y efectiva que el actual estado ruso es capaz. No querían aceptar que los objetivos de este conflicto no tuvieran nada que ver con las declaraciones oficiales (que, en cualquier caso, se contradecían constantemente), o con los hermosos sueños de restaurar el Imperio Ruso o la URSS, que los Patriotas Indignados continúan elogiando. Las autoridades, dicen, han hecho todo bien y han resuelto sus problemas lo mejor que han podido. Si lo quieres de otra manera, no hay más remedio que cambiar de sistema estatal y de objetivos políticos. Pero el problema es que los cambio imprescindibles no dejarían espacio ni para la oligarquía actual ni para una agenda "patriótica" destinada a volver a un pasado imaginario.
Una cualidad única de la élite rusa es que no solo se niega a admitir sus errores, sino que tampoco desea ser consciente de la existencia de los problemas objetivos (particularmente aquellos problemas generados por sus propias acciones). En lugar de reconocer los problemas, las autoridades solo ven amenazas, y reaccionan a estas amenazas solo de una de dos maneras, ya sea mintiendo en la televisión o mediante la represión. La primera, por supuesto, es inseparable de la segunda.
Las mentiras de los propagandistas modernos del Kremlin son radicalmente diferentes de lo que vimos en la URSS. En aquellos días, la propaganda tenía como objetivo al menos resolver problemas estratégicos reales, movilizar el apoyo y la participación pública. Hoy en día, solo se requiere una justificación inmediata de la situación actual, mientras que un cambio de rumbo no exige ninguna explicación en absoluto, sino solo negarse a reconocer las propias declaraciones pasadas, ¡porque simplemente no existieron! La práctica descrita satíricamente por el Sr. Orwell en 1984 se ha convertido en nuestra rutina diaria. No se requiere nada de la sociedad, excepto la amnesia política.
Strelkov y sus Patriotas Indignados comenzaron a representar una amenaza no en el momento en que comenzaron a criticar el curso de las hostilidades, sino cuando comenzaron a tomarse en serio la retórica con la que habían sido alimentados durante el último año y medio.
No necesitamos pensar en la justificación del régimen de por qué inició toda esta operación. Las autoridades claramente no se toman esto en serio, ya que evidentemente se están preparando para un gran giro. Los funcionarios a todos los niveles son muy conscientes de que es necesario abandonar el territorio de Ucrania, cuanto antes, mejor. Cómo se hará, y lo más importante, quién lo hará, aún no lo sabemos. Putin claramente no encaja en este cambio de planes, pero después de la rebelión de Yevgeny Prigozhin, no es ningún secreto para nadie que su reinado está llegando a su fin. Mientras tanto, los Patriotas Indignados pueden ser silenciados con el pretexto de la falta de respeto al gobernante. Se han vuelto mucho más peligrosos que la izquierda y la oposición liberal, no porque ofrezcan algún tipo de alternativa, o porque quieran o puedan cambiar algo, sino porque se aferran obstinadamente a la vieja agenda en el mismo momento en que las propias élites gobernantes se están preparando para cambiarla.
Los Patriotas Indignados crean el fermento ideológico para una revuelta conservadora. No pueden organizar nada por sí mismos, y no lo van a hacer. ¡Pero nunca sabes cómo resonarán tus propias palabras! ¿Qué pasa si las personas que han visto suficiente televisión se toman demasiado en serio las plumbeas consignas que se proclamaron anteriormente? El respeto por el poder en Rusia hoy en día no requiere el apoyo a sus objetivos oficiales en constante cambio, que se contradicen entre sí y contradicen la realidad, sino que requiere humildad. Un público leal debe estar dispuesto a ser leal y apoyar cualquier decisión. Entonces tratarán de aplastar a los patriotas sinceros, a los admiradores del imperio zarista, a los militaristas, a los nostálgicos de la URSS y, simplemente, a todos aquellos que memorizaron los mantras de ayer con demasiada fuerza.
La oposición de ayer puede regodearse hoy. Pero no hay nada bueno en esto. No importa lo equivocados que puedan estar los Patriotas Indignados, no importan las terribles declaraciones que hagan, son castigados no por sus pecados, ni siquiera por sus principios, sino por el hecho de que no tienen principios en absoluto. Incluso si tales medidas anuncian un cambio de política que debería haber tenido lugar hace mucho, no hay la más mínima razón para pensar que el próximo giro tendrá más exito que el anterior. Los problemas no solo no se resuelven, sino que ni siquiera se reconocen. Los que están en el poder ahora están empezando a entender que todavía tienen que salir de la trampa ucraniana, en la que se metieron tan contentos hace un año y medio. Pero después, toda la enorme carga de otros problemas no resueltos recaerá sobre sus cabezas y las nuestras.
Sin embargo, si alguien tratara seriamente de resolver estos problemas en la esfera de la economía, la política, la administración, la vida social y las relaciones internacionales, no habría una campaña ucraniana, ninguna situación como la actual, ningún Club de los Patriotas Indignados.
Traducido por Dan Erdman
Boris Kagarlitsky : PhD es un historiador y sociólogo que vive en Moscú. Es un prolífico autor de libros sobre la historia y la política actual de la Unión Soviética y Rusia y de libros sobre el surgimiento del capitalismo globalizado. Catorce de sus libros han sido traducidos al inglés. El libro más reciente en inglés es "De los imperios al imperialismo: el estado y el ascenso de la civilización burguesa" (Routledge, 2014). Kagarlitsky es el editor en jefe de la revista en línea en ruso Rabkor.ru (Correspondencia Obrera). Es director del Instituto para la Globalización y los Movimientos Sociales, ubicado en Moscú.
Pues, el Nuevo Orden, hoy, es Mundial y eliminará todo aquello que necesiten para mantener sometida a la masa humana infradotada global; Es la realidad esencial de la "civilización"; El poder es, ha sido y seguirá siendo un proceso sádico paranoico; El animal humano es un irreversible caníbal narcisista. Parecería que ya no es posible recusar los fenómenos impuestos en la actualidad mundial; Es la expresión de la desvalorización que después de la catástrofe universal iniciada en 2020, afectando todo lo establecido en una magna conmoción a la cual nos encaminamos, cuya envergadura no alcanzamos a adivinar; A partir de 2020, el poder mundial anuló el conceptual dominio del pensamiento, imponiendo la "credulidad" de los días infantiles de la humanidad sobre el individuo; Un terrible descalabro del pensamiento crítico, sobre las exigencias determinativas y de la ciencia.
Buenos Aires, Argentina 31 de julio de 2023
Osvaldo V. Buscaya (1939) Psicoanalítico (Freud)
27 de julio de 2023
Nosotros, en el Transnational Institute y nuestros aliados en todo el mundo, condenamos el arresto y la detención del Dr. Boris Kagarlitsky, autor prolífico y destacado intelectual ruso de izquierda.
El 26 de julio, un tribunal de la ciudad noroccidental de Syktyvkar decidió detener al Dr. Kagarlitsky, un antiguo miembro de nuestro instituto, durante dos meses antes de un juicio en septiembre.
Se enfrenta a cargos de "justificar el terrorismo", relacionados con una publicación en las redes sociales sobre el ataque de 2022 al puente que une Crimea con Rusia.
El Dr. Kagarlitsky ha sido franco en su oposición a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En 2022, las autoridades rusas lo declararon "agente extranjero". Enfrenta hasta siete años de prisión si es declarado culpable. Esta no sería la primera vez que es atacado. Anteriormente estuvo encarcelado por sus escritos y activismo bajo Brezhnev, Yeltsin y en ocasiones anteriores bajo Putin.
Nos solidarizamos con el Dr. Kagarlitsky, así como con todos los demás que están siendo oprimidos por abogar por la paz y defender los derechos democráticos en Rusia.
Pedimos su liberación inmediata.
Rabkor, un medio de comunicación que fundó, ha iniciado un llamamiento para obtener fondos para su fondo de defensa legal.
Los signatarios hasta ahora incluyen muchas firmas
Movimiento Socialista de Rusia
Como parte del caso contra Boris Kagarlitsky, las fuerzas del orden han comenzado a perseguir a los socios de Rabkor en Moscú, Ekaterimburgo y Penza. Sabemos de al menos cuatro personas cuyas casas fueron registradas o que han sido interrogadas: el presentador Alexander Archagov (liberado en calidad de testigo, el primer paso hacia un arresto), Artem, el administrador del canal Telegram “Rabkor”, el camarógrafo Valery, y Anna Ochkina, ex candidata a gobernadora de la región de Penza. A la luz de esta noticia, es evidente que las fuerzas del orden no solo tienen como objetivo al propio Boris Kagarlitsky, sino también a las personas y organizaciones asociadas con él.
En junio, el aparato represivo del régimen comenzó a prestar atención a la izquierda: el Ministerio de Justicia declaró "agentes extranjeros" a los diputados de la Duma de la ciudad de Moscú Evgeny Stupin y Mikhail Timonov, al diputado municipal Vitaly Bovar y al socialista democrático Mikhail Lobanov. En ausencia de una oposición pública organizada contra la guerra, cada uno de ellos ha organizado y continúa organizando comunidades a diferentes niveles a su alrededor. Cada uno de ellos ha sido un "punto de reunión" para el creciente número de ciudadanos rusos que giran a la izquierda. Por la misma lógica,fueron después contra Kagarlitsky y Rabkor.
Las autoridades no quieren que el movimiento de izquierda se organice en el momento en que ellas mismas están experimentando una transformación radical. Por lo tanto, hay que estar preparados y organizarse con anticipación.
¿Cómo mostrar solidaridad con Boris Kagarlitsky?
* Resistir la presión. Apoyar a los miembros del colectivo Rabkor distribuyendo sus textos. Esté preparado para apoyarlos con rublos, si Rabkor anuncia una colecta para nuevos equipos que reemplacen los incautados.
* Difundir información sobre el caso penal. Si las autoridades quieren silenciar a una persona, debe hacer todo lo posible para evitar que lo haga.
* Seguir luchando por el movimiento de izquierda en Rusia. Pongase en contacto con aquellos políticos y movimientos de izquierda con los que simpatiza. Aprenda activismo político aquí y ahora, para que pueda enseñárselo a otros mañana; conviértase en un “punto de reunión” usted mismo.
* Manténganse al tanto. Hoy a las 16:00 en Syktyvkar habrá una sesión del tribunal para considerar la medida de restricción de libertad, y habrá nuevas formas de apoyar a Boris Yulievich.
* Puede ayudar económicamente donando a las siguientes cuentas solidarias:
2200700600600473069 – Tinkoff
5269880012324208 – Freedom Bank (para transferencias extranjeras) (Kagarlitskaya Kseniia–hija de Kagarlitsky).
Nuestra fuerza está en la solidaridad.
¡Libertad a Kagarlitsky! ¡Manos fuera de Rabkor!