JUAN CASTRO SOTO Kgosni El Volador n°372 sept 2023
Desde los inicios de su administración, el presidente López Obrador (AMLO) decidió no hacer la guerra al narco, tal y como lo expresó en su conferencia el 30 de enero de 2019: “Oficialmente ya no hay guerra”. Y aseguró, “vamos a conseguir la paz”. Luego expresó: “No se han detenido a capos, porque la función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, disminuir el número de homicidios”.
Sin embargo, luego de 5 años de su gobierno lo único que hemos visto en México son más muertes, desapariciones, terror... y nada de paz.
Impunidad y opacidad. Tal parece que esto ha sido el verdadero propósito del presidente pues dice sentirse muy satisfecho con su trabajo. No manifiesta ningún cambio o arrepentimiento en su amabilidad hacia la narco-delincuencia.
En cambio, hemos visto toda clase de solapamientos, justificaciones y hasta atenciones para los cárteles de la droga y para el Ejército cómplice. Incluso ha visitado al menos en 5 ocasiones Badiraguato, Sinaloa, la cuna del Chapo y Meca del narcotráfico en México, con el pretexto de supervisar obras o porque “es un pueblo bueno”. Pero no visita a las víctimas de la violencia.
Recordemos que el presidente ha intentado extraditar al Chapo a México y liberó a su hijo Ovidio; hasta se bajó de su auto para saludar a la mamá del capo y poco faltó para que se le arrodillara. ¿Les debe algo?
No pocos afirman que sus visitas a Badiraguato son para recibir dinero del narco y que debe ser enjuiciado como traidor a la patria. Los escandalosos testimonios sobre “El rey del cash” para llegar a la presidencia, son un cuento de niños en comparación con lo que podría ser su relación con el narcotráfico.
“También cuidamos a los integrantes de las bandas”, reconoció en mayo de 2022. De hecho, los militares huyen antes que enfrentarlos, como en Nueva Italia, Michoacán; pero “matan en caliente” a cualquier ciudadano que se pase un retén. ¿Esa es su política de paz?
López Obrador se burla de los mexicanos que denuncian. Cínico, responde: “Los voy a acusar con su mamá”, “pórtense bien”, “abrazos”, “vámonos a desayunar”, o se hace el sordo, como sucedió este mes con los 5 jóvenes asesinados en Lagos de Moreno: “No oigo”. Sabía que en su conferencia se esperaba este candente tema, pero se hace el desentendido como si nada pasara. Y con un chiste explica que no quiere escuchar lo que sí escucha y que sólo escucha lo que le conviene.
Así las cosas, los cárteles han demostrado que tienen el control del Estado mexicano y se habla de un NARCO- ESTADO, con un NARCO-PRESIDENTE que prácticamente manda obedeciendo lo que los cárteles le dictan. En ese tono lo manifestó también William Barr, ex fiscal de EEUU el 5 de marzo de 2023. El tiempo será el juez.
Si bien Obrador engaño a 30 millones de mexicanos, debería ser consciente que otros 90 millones no votaron por él y ahora es uno de los presidentes más odiados de la historia de México. Su caída parece estrepitosa.
Sus posibles sucesores, no representan esperanza alguna para México, ya que por igual obedecen la Agenda 2030 que impulsa la ultraderecha para destruir el tejido social. El sistema de partidos sobrevive sólo porque no han dejado que surjan alternativas.
Asimismo, la república como modelo de Estado, es otro fracaso mundial que sólo transfirió los poderes a una pandilla de políticos usurpadores de la democracia.
Es urgente construir otras formas de hacer política en todo el mundo, antes de que el “NUEVO ORDEN MUNDIAL” de los MEGACAPITALISTAS ?ya en marcha? se consolide y someta a la humanidad.