Sigue la polémica generada hace un par de semanas cuando varios medios de prensa informaron sobre la contratación por parte de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande de un número de militantes de la lista 404 del Partido Nacional, lo que determinó el pedido de renuncia de Carlos Albisu, el presidente de la comisión.
Para conocer más detalles al respecto, La Mañana entrevistó a Andrés de la Iglesia, exsecretario de la delegación uruguaya en la CTM.
¿Cómo podemos analizar lo ocurrido en Salto Grande? ¿Corrupción o clientelismo político?
Yo no adjetivo los eventos, creo que es siempre la población que lo debe hacer. Lo que intentamos poner de manifiesto es una confrontación de “esta fue nuestra gestión” y “estos son los documentos que respaldan lo que decimos y esta es la administración actual”.
Esto surge a partir de un pedido de refuerzo presupuestal que es bastante normal. La central hidroeléctrica en la década del 90 dejó de facturar algunas cuentas y UTE se hizo cargo de la deuda pendiente con los organismos internacionales, se le entrega la energía a UTE que es quien la comercializa y el Poder Ejecutivo incorpora a Salto Grande como organismo internacional para su financiamiento dentro de un ítem del Presupuesto Nacional que es “Organismos subsidiados”, entonces, recibe una partida. Esas partidas se establecen en el presupuesto en el momento que se conforma el mismo y se ajusta de acuerdo al IPC o a las necesidades. Por ejemplo, del 2005 al 2019 pusimos casi US$ 90 millones de inversiones en equipamiento. De ese monto, la mitad para Uruguay y la mitad para Argentina. Para los US$ 45 millones uruguayos recurrimos al Ministerio de Economía para la solicitud y debíamos ir fundamentando, no se trata de regalar ya que hay que fundamentar.
A partir del Frente Amplio en su gestión pasada se logró un acuerdo con el BID de un aporte en valor de todo su equipamiento para el proceso de renovación de Salto Grande, por lo cual, dentro del presupuesto las inversiones de bienes de capital no son necesarias, solo tiene gastos de funcionamiento y salarios. Como pueblo chico sabemos la cantidad de ingresos que hubo bajo el título que se le quiera dar, no hago juicio moral sobre las personas, entraron más de 30 personas para cumplir funciones en un organismo que en el período que estábamos, lo hicimos con el mismo personal que teníamos. Queda claro que esos $ 200 millones que requería para operar, no están puestos en inversiones de capital, están puestos en funcionamiento o en salarios.
Pensando en lo ocurrido con la renuncia de Albisu, ¿qué sucedería con las personas designadas durante su gestión?
Los conozco a muchos, como a Albisu, desde lo personal me parece un ser humano excelente. Desde lo político no se soluciona el tema de fondo que supongo que será objeto del llamado a sala; es la cantidad de ingresos y la forma que se manejan los fondos, los presupuestales y los no presupuestales. Las 30 y pico de personas que entraron, podría decir que sería un gesto de grandeza que se retiraran con Albisu porque eran personal de su confianza; esto aún no ocurrió. Otra opción hubiera sido llamar a la oposición para saber si esto se estaba haciendo de forma correcta.
¿Esto involucra solamente a Albisu? Ya que se manifiesta alguna suerte de pacto político con el senador German Coutinho.
Yo constato lo que puedo documentar, he tratado de ser claro en no esgrimir opiniones más allá de esto. Si tengo documentos que muestran una cantidad determinada de ingresos analizo esto. Hay militantes del Partido Nacional de la lista de Albisu y otras listas, hay militantes colorados, si hubo acuerdo o pacto, bueno, la gente ve que hay de uno y de otro. Es obvio que eso ha ocurrido con el beneplácito de los que saben. Uno de los ingresos fue secretaria de la actual Presidencia de la República, esto fue ordenado de la Torre Ejecutiva, no hay que ser muy astuto.
¿Quién lo sucede en el cargo?
Por lo que ha surgido en la prensa será el Cr. Martín Burutarán.
Hay quienes dicen que es más de lo mismo, ¿usted qué opina?
No tengo dudas de eso. Insisto que la renuncia de Albisu no para los cuestionamientos por los cuales renunció. Yo no creo que el presidente recién nombrado haga algo al respecto. Mucho viene de la Torre Ejecutiva, no creo que sea solo del pergeño de Albisu que creo que hoy se le hace cargar con esta mochila que debería tener compartida con unos cuantos.
Albisu fue designado en la época de la segunda gestión del Dr. Tabaré Vazquez. Esto que ocurre, ¿es de ahora?, ya que en la búsqueda de archivo aparece el Ing. Enrique Topolansky.
Fue compañero nuestro en la gestión 2015 – 2019. Yo creo que pueden revisar y creo que es razonable. Se han rendido cuentas de forma anual sobre el destino de los fondos, las inversiones, las fundaciones constituidas, creo que se puede buscar. Ahora, si quieren buscar que en la época del ingeniero se hayan pedido refuerzos presupuestarios, no hay duda, lo encontrarán, pero siempre fueron fondos sumamente justificados. Los lineamientos del Poder Ejecutivo nos hicieron instaurar el sistema de concursos para todo tipo de puestos para la más amplia gama de puestos, muchos que ingresaron fueron blancos y colorados.
Sobre el rol social en relación al uso de inversiones para fondos, ¿es lo mismo que se denunció sobre la ayuda que brindaba Albisu a diferentes instituciones?
No hay ningún documento de la fundación más allá de que Albisu lo haya mencionado, aunque no creo que sea con mala intención que menciona un rol de desarrollo regional por parte del organismo. Eso no aparece más que en el sentido de suponer que en la década del 50, instalar una represa de estas características iba a ser un llamador de muchas empresas que requieren energía, pero no necesariamente establece que los integrantes de las delegaciones que tienen el deber de gestionar el complejo hidroeléctrico, tengan que hacer actividad social fuera del cometido específico.
En buen sentido, principalmente por lo que ocurre en Argentina en donde la energía se comercializa y se distribuye en las provincias, se invierten en obras en donde reciben los fondos. Tratando de hacer un paralelismo acá en donde hay empresas que viven en un contexto se podría pensar. Nosotros en ese caso no lo hacíamos sustituyendo los roles de otros quienes sí debían hacerlo; por ejemplo, no sustituíamos a la Intendencia ni a ASSE o al MSP para realizar obras. Sí conveníamos que disponíamos de cierto dinero para distribuir, por ejemplo, en la electrificación rural. Esto último es un proyecto de los 90 que el Frente Amplio continuó en coordinación con otras instituciones, sin asumir el rol de protagonismo. Los fondos establecidos para este tipo de actividades que denominan “desarrollo regional”, surgen de un ingreso extrapresupuestal, que es del peaje que se les cobra a los vehículos de transporte internacional que pasan por la represa. Ese pasaje lo gestionamos en el 2014 ya que hubo que negociar y se obtuvo US$ 1 millón por año para cada país. Ese es el máximo de fondos con que podíamos contar. Se refieren a esos fondos.