05.NOV.23 | PostaPorteña 2376

CUBA: El caso López Hernández. La cuña del mismo palo

Por Carlos Manuel Estefanía

 

 Carlos M. Estefanía  - noviembre 2023

 

Carrera intelectual

Alina Bárbara López Hernández es una destacada académica nacida en Matanzas, Cuba, en 1965. Su extenso currículum vitae refleja una destacada trayectoria en el ámbito académico y la investigación en las áreas de Ciencias Filosóficas, Antropología Sociocultural, y Educación dentro de su isla. Veamos una síntesis de su perfil académico:

Miembro correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba. Doctora en Ciencias Filosóficas, título otorgado por la Universidad Central de Las Villas en 2008.

Diplomada en Antropología Sociocultural por la Universidad de La Habana y la Fundación Fernando Ortiz en 1998. Licenciada en Educación, con especialidad en Marxismo e Historia, obtenida en la Universidad Pedagógica "Juan Marinello" de Matanzas en 1988.

Su carrera incluye roles como profesora, ensayista y editora de Ediciones Matanzas, donde ha contribuido significativamente en la enseñanza de postgrado y pregrado, así como en la investigación en áreas de Historia y Antropología. Además, es tutora de tesis de maestrías y doctorados en Historia y Filosofía.

Alina Bárbara López Hernández es miembro del Consejo Científico de la Dirección Provincial de Cultura en Matanzas y ha participado en numerosos eventos nacionales e internacionales dedicados a estudios sobre Antropología, Historia, Pedagogía y Sociopolítica.

Actualmente, es co-directora de "CubaxCuba", un Laboratorio de Pensamiento Cívico que promueve la discusión y el análisis de cuestiones relevantes para la sociedad cubana. Su trabajo ha sido publicado en diversas revistas especializadas, como Temas, Islas, Matanzas, Calibán, Perfiles de la Cultura Cubana y Debates Americanos, Nueva Sociedad, entre otras. Además, ha contribuido a revistas y sitios de internet como Cuba posible, Rebelión, La Joven Cuba, Sin permiso y CubaxCuba.

Como editora, Alina Bárbara López Hernández ha obtenido numerosos premios de la Crítica Literaria, de la Crítica Científica y de la Academia Cubana de la Lengua, incluyendo el Premio Anual de investigación cultural 2014 y la Distinción "Puertas de Papel" otorgada por el Instituto Cubano del Libro a las diez mejores publicaciones del Sistema de Ediciones Territoriales. Sus libros, como "Segundas lecturas: intelectualidad, política y cultura en la república burguesa" y "El (des)conocido Juan Marinello", han recibido premios y reconocimientos por su contribución a la investigación y la cultura.

El arrojo de disentir en Cuba

Sin embargo, no hemos de llamarnos a engaños en lo que se refiere a la visión que tiene esta intelectual, al menos hoy, sobre la sociedad en que vive. Si bien como cualquier otro hijo de vecino, Alina Bárbara López Hernández, debió demostrar que comulgaba con los dogmas ideológicos en los que se sostiene el régimen isleño, para alcanzar los títulos mencionados, no menos cierto es que ha sabido utilizar las herramientas intelectuales adquiridas para desarrollar un pensamiento crítico. Esto la ha convertido en un ente subversivo de cara a las autoridades, las cuales, cualquiera que hayan sido sus títulos, están dispuestas a hacerle pagar caro por la osadía de sus acciones e insolentes ideas. Y es que esta profesora está desempeñando en este momento, como antaño hiciesen otras figuras destacadas de nuestra disidencia, un papel esencial en el despertar cívico de la aletargada comunidad intelectual y académica cubana.

A manera de ejemplo, podemos citar los artículos con los que la consagrada científica social ha contribuido, aun viviendo en la isla, a la radicalización crítica de la publicación independiente, otrora más o menos condescendiente con el régimen, conocida como La Joven Cuba. Es cierto que la revista, si bien comparte la ideología woke, predominante de la nueva izquierda occidental, no deja de hacer una crítica cada vez más contundente al régimen de Díaz Canel, y una de las abanderadas en este empeño es la columnista que nos ocupa. Así lo observamos en varios trabajos de Alina Bárbara López, allí publicados. Tomemos tres de los más recientes como ejemplo:

En el artículo "La articulación pendiente de la ciudadanía cubana," publicado por la filósofa el 28 de noviembre de 2022, da a conocer el surgimiento en Cuba del nuevo grupo de intelectuales contestatarios; "Articulación Plebeya" (AP). Fue el resultado de un evento virtual de intelectuales convocado por el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cuba en 2020, que tuvo lugar a través de WhatsApp debido a la pandemia. Durante esa ocasión, los participantes discutieron la importancia de la ciudadanía cubana en el diálogo sobre el futuro del país y decidieron crear AP como un espacio para el debate y la reflexión. Es algo que para quienes detentan el poder político en el país no debe resultar nada gracioso, pues lo último que les interesaría es el funcionamiento de "intelectuales por cuenta propia" que se dediquen al diálogo y la reflexión sobre cuestiones políticas, económicas y sociales en la isla y más como estaban las cosas en ese momento, con el giro de tuerca represivo que significó la aplicación en Cuba del protocolo pandémico.

Según la autora, a pesar de las acusaciones de recibir fondos externos, los miembros de AP trabajaron de manera voluntaria y sin recibir compensación económica. El grupo elaboró una declaración colectiva que se publicó en las redes sociales y atrajo la atención tanto de seguidores como de contrincantes. A medida que AP fue creciendo en seguidores y notoriedad, se tuvieron que enfrentar a las acusaciones y ataques por parte de medios y figuras oficialistas. Aun así, los miembros de AP continuaron trabajando en la organización de mesas de diálogo sobre diversos temas relevantes para Cuba, pero finalmente, la presión de las autoridades y las amenazas personales llevaron a la disolución del grupo. El artículo concluye con la publicación de un "Petitorio" que representaba un llamado a la apertura, la justicia social y la unidad en Cuba.

En otro orden de cosas, tenemos la columna titulada: "Izquierdas apócrifas o la falacia del falso dilema". También fue escrito por López Hernández y publicado el 27 de febrero de 2023. Aquí se analiza la presencia de la falacia del "falso dilema" en el contexto político cubano. Esta falacia se refiere a la presentación de solo dos opciones como las únicas posibles, cuando en realidad existen otras alternativas no consideradas. El artículo presenta ejemplos de falsos dilemas en la historia, como la frase "Quien no está con nosotros está contra nosotros."  Aquí se identifica al "tercero excluido," es decir, las corrientes que no son consideradas en este falso dilema. La autora, en un gesto más que transgresor, argumenta que ser de izquierda implica oponerse a los poderes instituidos que no promueven la justicia social y obstaculizan los derechos de las mayorías. Se enfatiza que ser de izquierda no se basa en la autoproclamación o en la adopción de símbolos, sino en la lucha contra las injusticias y la defensa de los derechos. En conclusión, el artículo critica la manipulación de la división de la izquierda cubana como un falso dilema y llama a la reflexión sobre las verdaderas motivaciones y objetivos de estas facciones. También sugiere que la auténtica izquierda debe enfocarse en la justicia social y la defensa de los derechos en lugar de alinearse acríticamente con un sistema político establecido. Si esto no es colocarse la soga al cuello, como intelectual orgánico, que venga Dios y lo vea.

Por último, hagamos referencia al artículo "Lección histórica para un despertar cívico," también de Alina Bárbara López Hernández, publicado en La Joven Cuba el 18 de marzo de 2023. Aquí, la pensadora aborda la lección que la historia cubana ofrece a la ciudadanía actual a partir de un análisis comparativo de dos momentos significativos en la historia de Cuba: el año 1923 y el año 2021. Según ella, en 1923, Cuba estaba experimentando una crisis económica y social conocida como la "época de las vacas flacas," marcada por la bancarrota de bancos cubanos y españoles, así como el control de las finanzas por compañías estadounidenses. En ese contexto, surgió un auge en la conciencia democrática y la oposición, con acciones intelectuales, huelgas obreras, movimientos feministas, y la creación de organizaciones estudiantiles, obreras y políticas que buscaban transformaciones sociales y políticas.

La protesta conocida como la "Protesta de los Trece" en 1923 se destacó como un punto de inflexión en la historia cubana, donde jóvenes intelectuales se distanciaron de la clase política anterior y buscaron su propio camino. El artículo hace hincapié en la importancia de que la sociedad civil participe activamente en la vida política y que se establezcan canales de comunicación horizontales con el gobierno para abordar las causas de la crisis actual en Cuba, que incluye problemas económicos, políticos y sociales. En el texto se menciona que el asistencialismo y la demagogia no son soluciones sostenibles, y se insta a la ciudadanía a ejercer sus derechos de manifestación, asociación y libertad de expresión para abordar las cuestiones políticas y sociales.

El artículo enfatiza la necesidad de un diálogo nacional entre el gobierno y la sociedad civil como un medio para encontrar soluciones a los problemas actuales en Cuba. También se destaca la importancia de que la intelectualidad desempeñe un papel en este proceso, proporcionando argumentos sólidos en lugar de recurrir a gritos y ofensas. Se menciona la importancia de recuperar el papel político de la intelectualidad y ejemplifica cómo la actitud de la intelectualidad republicana en 1923 puede ofrecer una lección histórica relevante en el contexto actual.

El castigo

Por supuesto que tales ideas y comportamientos derivados de ellas tenían que dar la señal de alarma en el régimen.  Y es que no existe Quijote que no termine apaleado, lo mismo sin su enfrentamiento a la Realidad nace del exceso de lecturas de Caballería o que de Filosofía. En el caso de la luchadora cubana, ella misma da constancia de la reacción de los molinos a los que se ha enfrentado en su artículo "Segundas lecturas de una arbitrariedad," publicado en la revista digital "El Toque" el 10 de abril de 2023. Aquí, Alina Bárbara López Hernández cuenta al lector sus experiencias durante la detención en Matanzas, Cuba, que tuvo lugar el 6 de ese mismo mes después de protestar pacíficamente por la detención del escritor Jorge Fernández. López Hernández describe un intento de diálogo con funcionarios del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno provincial de Matanzas, destacando la falta de argumentos de los dirigentes cubanos para contrarrestar las preocupaciones planteadas. También denuncia un atropello por parte de agentes de Seguridad del Estado (SE) y la presencia de funcionarios del Partido y el Gobierno provincial que presenciaron la agresión. La autora concluye anunciando su intención de seguir luchando por sus demandas y hace responsables a los máximos dirigentes del Partido Comunista de Cuba y los órganos de SE de cualquier daño o incidente futuro que le pueda ocurrir.

Sobre la situación represiva que sufre la cubana, se hace hincapié en el boletín informativo emitido el 31 de octubre por la organización "Prisoners Defenders." Aquí se informa que la Doctora Alina Bárbara López Hernández ha sido perseguida, detenida violentamente, procesada y acusada de delitos penales relacionados con su pensamiento y expresión. Además, pesa sobre ella una medida cautelar de reclusión domiciliaria y prohibición de movimientos. También se recuerda que la activista estuvo en La Habana el 25 de mayo reunida en "un intercambio" privado con Josep Borrell, el Alto Representante para política exterior de la Unión Europea. El encuentro no se hizo público, siguiendo las directrices del régimen cubano, pero de todos modos aquello provocó que la Seguridad del Estado tuviera constancia de la "peligrosidad política" de la Doctora Alina Bárbara López Hernández, pero también evidenció una tímida apuesta del Alto Representante para avalar de forma pública la situación de persecución que ella ya sufría.

 En el boletín no se menciona que varias organizaciones defensoras de derechos humanos han apelado, hasta el momento sin éxito, a Borrell para que intervenga en el caso de López. Lo que sí se nos detalla son los eventos relacionados con su detención y procesamiento:

1. El 6 de abril de 2023, como ya vimos por la nota de El Toque, fue detenida. A pesar de que esta detención no tuvo mayores consecuencias penales, fue la primera de varias.

2. El 2 de junio, al intentar renovar su pasaporte, se le negó la posibilidad de salir de la isla por "razones de interés público." Como resultado, anunció que ejercería su derecho a manifestación pacífica con carteles indicando sus motivos.

3. El 13 de junio, la citaron a comparecer ante la Policía Nacional Revolucionaria, pero la citación carecía de fundamentos legales sólidos, por lo que no la atendió.

4. El 14 de junio, fue arrestada mientras se dirigía al trabajo y acusada de desobediencia por no atender la citación del día anterior. También fue acusada de resistencia a la detención, pero esta acusación posteriormente se desestimó debido a la falta de pruebas.

5. El 6 de septiembre, la Fiscalía emitió un Auto de Sobreseimiento Provisional sobre el delito de Resistencia, reconociendo que no había pruebas suficientes para justificar el cargo.

6. La Fiscalía también argumentó que la citación se basaba en un deber cívico de respetar a las autoridades, pero no proporcionó argumentos jurídicos sólidos para fundamentar esta afirmación.

7. Finalmente, se la llamó a juicio oral sumario para el 16 de noviembre, acusándola de desobediencia por no cumplir con la citación, a pesar de que esta citación se considera nula de pleno derecho en términos legales.

El proceso legal al que se enfrenta la Doctora Alina Bárbara López Hernández parece estar lleno de irregularidades y violaciones a sus derechos. El informe de "Prisoners Defenders" expone detalladamente estas cuestiones y argumenta que se está llevando a cabo un proceso injusto en su contra.

El caso de la intelectual cubana ha tenido amplia repercusión en medios internacionales de habla hispana, por ejemplo, en España, dentro de El Debate, con su artículo titulado; "Alina López Hernández: 'Estoy dispuesta a ir a prisión, pero no a pagar una multa o a hacer trabajo correccional'". Está firmado por José María Ballester Esquivias, y fue publicado el 29 de octubre de 2023. Alina Bárbara López Hernández, es aquí presentada como una intelectual cubana de ideas socialistas, que enfrenta la posibilidad de ser condenada de seis meses a un año de prisión y se niega a acatar cualquier sentencia que no sea una exoneración total debido a un proceso que considera "ilegal e ilegítimo." Así mismo se agrega que su situación empeoró después de una invitación a un evento académico en Estados Unidos en mayo, cuando se le prohibió obtener un pasaporte y salir del país. Esto la llevó a manifestarse pacíficamente en contra de la determinación y a enfrentar un proceso de represión por parte de la Seguridad del Estado. Aquí también se hace referencia a su reunión con Josep Borrell donde discutieron la situación en su país. Es tras este encuentro que Alina fue notificada de que no podía abandonar Cuba y enfrentó una acusación por desobediencia, a pesar de que no había un proceso legal abierto. Ella ve esta persecución como un intento de evitar que las personas ejerzan sus derechos según lo establecido en la Constitución de 2019. El articulista subraya que la disidente está dispuesta a ir a prisión si es necesario, no porque lo merezca, sino porque no está dispuesta a pagar una multa ni a realizar trabajo correccional, argumentando que no ha violado la ley y que fue detenida sin una orden de detención válida. Esta situación refleja un problema más amplio en cuanto a los derechos y la persecución en Cuba, según su punto de vista.

El Swing de Izquierda, el golpe que más les duele

Sin embargo, lo más trascendente del proceso en marcha es que por la condición de mujer y de pensadora de izquierda de la implicada, esto podría traer consecuencias nada favorables para la dictadura; afectar su credibilidad allí donde aún sigue reclutando apoyo moral, es decir dentro de las izquierdas que aún se mantienen fanatizadas con la “revolución “cubana.

Para desandar este camino podemos comenzar con el impacto que podría tener en estos sectores lo publicado sobre el caso por el sitio de orientación trotskista; comunistascuba.org, bajo el título: “Por la liberación de Alina Bárbara López y contra el injerencismo de la Unión Europea en Cuba”. Apareció el junio 14 de 2023.

En este artículo, se destaca la detención de varios intelectuales cubanos, incluida Alina Bárbara López, que fueron arrestados mientras exigían la liberación de los presos políticos en Cuba. La nota condena la persecución y el acoso por parte de la burocracia cubana contra Alina Bárbara López y exige su liberación e integridad física. El autor, en línea con su orientación ideológica, también critica la intervención de la Unión Europea en los asuntos internos de Cuba, particularmente en relación con los presos políticos. Se argumenta que la intervención de potencias extranjeras solo sirve para promover la restauración capitalista en Cuba y que la clase trabajadora organizada debería ser la responsable de abordar los problemas políticos en el país. Además, se sugiere que la presión internacionalista de organizaciones marxistas es la única forma de mediación aceptable para la burocracia cubana y la clase trabajadora, mientras que la intervención de potencias imperialistas busca principalmente el control económico sobre Cuba.

El artículo también plantea preocupaciones sobre las intenciones de la Unión Europea y su enfoque en expandir su presencia económica en Cuba. Se argumenta que la burocracia cubana podría usar a los presos políticos como moneda de cambio en negociaciones con la Unión Europea, lo que conduciría a un mayor condicionamiento por parte de las potencias capitalistas. Finalmente, se hace un llamado a la clase trabajadora cubana para que tome el control de las decisiones políticas y económicas en el país y construya sus propias organizaciones independientes de la burocracia dirigente. Este radicalismo de izquierda espantaría a cualquier anticastrista conservador o liberal, sin embargo, resulta la mejor coraza con la que se pueda dotar a la perseguida de cara a cualquier propaganda gubernamental con la que se quiera justificar su represalia

El caso es que este tipo de solidaridad con la doctora va más allá de la nueva izquierda cubana. Así lo podemos ver en el sitio la izquierdadiario.mx, donde fue publicado el artículo "Tribuna abierta. Cuba: la intelectual Alina López Hernández denuncia arbitraria y escandalosa persecución judicial en su contra". Aquí se le da eco a una declaración pública de la historiadora y profesora cubana, exponiendo su situación frente al juicio por supuesto delito de "Desobediencia" programado para el 16 de noviembre.  Una vez más se denuncia la persecución y hostigamiento que ha enfrentado debido a sus posiciones políticas y sus protestas pacíficas a favor de la libertad de los presos políticos y la libertad de expresión en Cuba. De paso se subraya que la fecha escogida para el juicio coincida con el Día Internacional para la tolerancia y el Día Internacional de la Filosofía, lo que Alina López Hernández interpreta como una ironía dada la naturaleza discriminatoria y política de su proceso legal. El trabajo concluye reiterando que según Alina López Hernández; los derechos son inalienables y no deben ser mendigados, haciendo un llamado a la conciencia y la voluntad de todos en la defensa de estos derechos fundamentales.

En cuanto al impacto que pueda tener su causa en el movimiento internacional por los derechos de la mujer, puede contribuir la revista digital Alastensas, creada por feministas cubanas. En ella pareció una Declaración de la red de Observatorios Independientes de Cuba referida al caso de Alina Bárbara López Hernández. El documento, que también aparece en otros sitios, expresa su preocupación por el acoso y la persecución que ha enfrentado la Dra. cubana, incluyendo detenciones, interrogatorios y presiones para que abandone el país, así como el bloqueo de su salida al extranjero para participar en eventos académicos.

El texto destaca que Alina Bárbara López Hernández es una historiadora con formación marxista y un compromiso con causas de izquierda. A pesar de no ser una activista opositora, se la considera una persona comprometida con las preocupaciones de la población más humilde y con la rigurosidad en las investigaciones de ciencias sociales. Se menciona que Alina ha desafiado repetidamente el discurso oficial del régimen cubano, exponiendo con datos irrefutables la realidad política y económica del país. La declaración subraya que este enfoque crítico y el cuestionamiento del actual estado de cosas en Cuba la han convertido en una disidente a los ojos del régimen, y su compromiso con la verdad y la justicia la ha llevado a enfrentar persecución. Los observatorios independientes de Cuba exigen la anulación del juicio y la liberación incondicional de la Dra. Alina Bárbara López Hernández.

A diferencia de la nota trotskista, la publicación feminista aboga, además de por la intervención de académicos cubanos y extranjeros, por la implicación en el asunto de Sr. Joseph Borrell y el representante especial de derechos humanos de la Unión Europea, Eamon Gilmore. La declaración está fechada el 20 de octubre de 2023 y es emitida por varios observatorios independientes de Cuba, incluyendo el Observatorio de Género de Alas Tensas y otros observatorios que se preocupan por los derechos humanos y la libertad académica en el país caribeño.

Sé que muchos de mis lectores están de acuerdo en la necesidad de establecer una campaña internacional de solidaridad con Alina Bárbara López Hernández, de modo que cuando le llegue la hora del juicio estatal (que no final) las autoridades cubanas se llamen a capítulo e interpreten sus mismas leyes como es debido, las cuales desde el punto de vista formal no justifican la mayoría de las arbitrariedades que día a día se cometen contra el que disiente del poder en Cuba.

Otros quizá se alegren de la caída en desgracia de la marxista, castigada en apariencia por los suyos. Quien lo haga así desconoce que el régimen cubano, si bien no es un régimen capitalista, tampoco ha sido, es, mi será esa utopía socialista bebida en sus libros por intelectuales, como la profesora Alina. Por el contrario, el grado de sin razón que caracteriza al castrismo desde sus orígenes, es tal que se puede criticar desde cualquier propuesta teórica (por equivocada que esté) de racionalizar la realidad, lo mismo da si es de izquierda, de centro o de derecha.

En el caso de la crítica de izquierda al régimen cubano, se olvidan sus antecedentes en los primeros grupos disidentes creados en Cuba por figuras relacionadas con el antiguo partido socialista popular, es decir, comunistas. El caso más paradigmático lo tenemos en el exprofesor de marxismo, Ricardo Bofill, quien estuvo ocho años preso por sus vínculos con la llamada micro fracción, un grupo de antiguos comunistas que disentían del modo en que el castrismo quería construir el socialismo en Cuba. Fue en 1976, tras salir de la cárcel, que Bofill fundó el legendario Comité Cubano de Derechos Humanos de Cuba.

Con tales precedentes, no resulta absurdo que la hoy perseguida marxista cubana merezca todo nuestro respeto y apoyo, independientemente de lo cercano o lejano que nos pueda parecer su ideario, en mi caso, superado hace décadas. Ella se ha convertido, blandiendo la misma doctrina en la que el régimen intenta encontrar sus fundamentos, en una cuña del mismo palo clavado en su rostro pinochesco del totalitarismo en Cuba

Video "Lo que vaya a pasar en el futuro debemos hacerlo en el presente". 
Alina Bárbara López , canal CubaX Cuba enYouTube

Fuentes:

1/ La articulación pendiente de la ciudadanía cubana - La Joven Cuba

2/ Izquierdas apócrifas o la falacia del falso dilema - La Joven Cuba

3 / Lección histórica para un despertar cívico - La Joven Cuba

4 / Segundas lecturas de una arbitrariedad | el TOQUE

5/  Por la liberación de Alina Bárbara López y contra el injerencismo de la Unión Europea en Cuba (comunistascuba.org)

6/  Declaración de la red de Observatorios Independientes de Cuba sobre el juicio a la académica Alina Bárbara López Hernández (alastensas.com)

7/  EL CASO DE ALINA BÁRBARA LÓPEZ HERNÁNDEZ (prisonersdefenders.org)

8/  Fidel, Escalante, Bofill y la microfracción - OnCubaNews

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Libertad de circulación vs opresión de Estado

 

La limitación de la libertad de circulación por motivos políticos, en cualquiera de las formas mencionadas, tiene como pretensión evitar el auge de un movimiento cívico con liderazgos definidos, que presione desde abajo por transformaciones económicas, políticas y sociales en Cuba. Esas restricciones son ilegítimas y contradicen derechos reconocidos en la Carta Magna, por ello deben ser denunciadas a todas las instancias y convertirse en una de las demandas de la ciudadanía al Estado.

 Alina Bárbara López - Cuba Próxima 10 Oct 2023

La libertad de circulación es uno de los derechos humanos de primera generación.[i] Alude a la prerrogativa de traspasar las fronteras nacionales, y por tanto, en términos sociales tiene que ver con la migración internacional. Está incluido en la «Declaración Universal de los Derechos Humanos?», aprobada en 1948 por la Organización de las Naciones Unidas, cuyo artículo 13 ratifica: 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

En apariencia puede parecer un derecho incuestionable, elemental e inherente a la propia naturaleza de los grupos humanos, que fueron nómadas en su origen. Pero no es así. Los sistemas e instituciones despóticas intentaron siempre controlar el cuerpo de las personas que consideraban subordinadas. Fueran esclavos, siervos o súbditos, el poder impondría restricciones a una de las cosas más valiosas que poseen los seres humanos: su libertad de circulación.

En las diversas formaciones económico-sociales donde existió la esclavitud, las personas esclavizadas debieron sufrir mucho en tal sentido, ya fuera estando ligadas a las propiedades de sus amos, para moverse de las cuales debían tener un salvoconducto; o, por el contrario, alquiladas, vendidas y separadas de su lugar de nacimiento y sus familias. Durante un extenso período del Medioevo, los siervos de la gleba eran regalados o donados junto con la tierra, a la que los unía un contrato de fidelidad que solo el señor feudal podía rescindir. Las grandes metrópolis, por su parte, usaron el destierro como represión contra sus súbditos levantiscos de las colonias.

En Cuba, esta fue una forma de castigo muy empleada por la Corona española, tanto para sancionar delitos comunes, incluida la vagancia, como transgresiones de naturaleza política. Valiosa información al respecto aporta el artículo «Los deportados de la Guerra de los Diez Años. Cuba (1868-1878)», de María Dolores Domingo Acebron, especialista del Departamento de Historia de América en el Centro de Estudios Históricos de Madrid  [ii]

La investigadora considera que el destierro fue uno de los métodos utilizados por las autoridades españolas para reprimir el movimiento insurreccional. «Así, durante estos años fueron deportados un sin fin de ciudadanos, unos por conducta antisocial: alteración del orden público, vagancia, mala conducta, etc., y otros por ser considerados incorregibles» [iii]

Entre los destinos principales de destierro estuvieron: «el propio territorio de la isla de Cuba, en una jurisdicción lejana de su lugar de residencia, la Isla de Pinos, la Península, principalmente a Santander, Cádiz y Mahón y, finalmente, otras posesiones españolas: Ceuta, Melilla, Femando Poo, Filipinas (Manila) y Puerto Rico».[iv] Isla de Pinos era la primera parada de los deportados. Para muchos fue un lugar de tránsito, donde estaban por días, meses o años; ese fue el caso de José Martí, por ejemplo.

De acuerdo a la historiadora, el número de expatriados desde 1869 a 1876, último año en que aparecen fechadas órdenes de deportación, ascendió a 1.377, tanto blancos como de color (mestizos y negros). Ellos procedían de casi todas las jurisdicciones cubanas.

Moralmente la deportación política, en cualquier época y escenario, supone el aislamiento y, por consiguiente, dificulta cualquier acción dirigida a apoyar al movimiento opositor en el país o región de la que se destierra. En Colombia y otros países latinoamericanos, la guerra civil y sus correspondientes secuelas de paramilitarismo o bandidismo de grupos guerrilleros, han provocado desplazamientos forzados de poblaciones. Así mismo ha ocurrido, en distintos momentos de la época contemporánea, en zonas de guerra y conflictos étnicos de Europa, Asia y África.

El poder establecido en Cuba desde 1959 —antes y después de su institucionalización—, restringió en ciertos casos la libertad de circulación de la ciudadanía. Existen ejemplos de desplazamiento forzoso de poblaciones, como los habitantes de ciertas zonas del Escambray donde hubo apoyo a grupos armados opuestos al gobierno. Estos fueron obligados a asentarse en el extremo occidental de la Isla, en la comunidad pinareña de Sandino, e impedidos por décadas de viajar a sus lugares de origen.

La creación de campamentos de trabajo forzado denominados Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), entre 1964-67, fue una clara evidencia de violación de la libertad de circulación. En esos centros, ubicados en la provincia de Camagüey, cubanos de diversas procedencias e ideologías estuvieron obligados a permanecer, contra sus deseos, lejos de sus residencias y familias. Entre ellos hubo personas religiosas, homosexuales, gente que deseaba emigrar, artistas tenidos por díscolos o conflictivos y jóvenes que fueron movilizados para hacer el servicio militar obligatorio.

Igualmente, a lo largo del proceso se han promovido decretos y leyes que impiden residir legalmente en determinados territorios de Cuba, como La Habana o Varadero, que tienen rígidas normativas. Incluso, para visitar determinadas zonas del país, por ejemplo la península de Guanahacabibes, se requiere una solicitud previa que puede ser denegada.

No obstante, esto es más evidente en las causas de naturaleza política. El discurso oficial hizo aportes significativos con consignas como: ¡que se vayan!, o ¡no los queremos, no los necesitamos! A las personas que abandonaron Cuba para residir en otros países, hasta hace poco se les incautaban sus propiedades. Era una decisión injusta que pretendía enfatizar el desarraigo al territorio natal.

En el artículo «El secuestro ideológico de la patria, una barrera a la reconciliación en Cuba», que publiqué en este mismo espacio, afirmé:

«En Cuba, el ámbito del Estado ha intentado establecerse como único vínculo con su ciudadanía. En consecuencia, lo político y lo normativo —que en el caso de un modelo de partido único incluye con fuerza la esfera de la ideología, entendida como ideología de Estado—; fagocitan el resto de los niveles de relación del cubano con la Nación y la Patria. Resultado de esto es la conclusión perversa que asume que quienes no sean partidarios del socialismo, incluso, quienes no convengan con el modelo específico que la ideología de Estado determina como socialista; es un apátrida. Y esa confusión deviene lucha férrea por controlar desde el poder al territorio físico y simbólico de la Patria: «las calles son de los revolucionarios», «en las universidades solo pueden estudiar los revolucionarios», al país únicamente pueden entrar los cubanos que no molesten a este objetivo. Como tampoco pueden permanecer los que se dictaminen como dañinos a la patria socialista» [v]

Lo paradójico es que la libertad de circulación es un derecho establecido en el artículo 52 de la Constitución de 2019. Allí se reconoce que «las personas tienen libertad de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional, cambiar de domicilio o residencia, sin más limitaciones que las establecidas por la ley». Dichas limitaciones son demasiadas, y algunas tan imprecisas que en la práctica se aplican con total discrecionalidad. Las mismas se recogen en el Decreto-ley no. 302, en vigor desde el 14 de enero de 2013, y modificativo de la Ley de migración de 1976, que era en verdad draconiana e impedía la circulación de los cubanos fuera del territorio nacional si no era con autorización expresa de las autoridades o por motivos de emigración definitiva.

En los últimos años, sin embargo —en la medida en que la enorme crisis económica y social por un lado, y la mayor posibilidad de libertad de expresión garantizada por el acceso masivo a Internet por otro, generaron un disenso más activo—, el Estado ha acentuado la coartación de la libertad de circulación como forma de represión.

Esto se ha hecho bajo tres modalidades: 1) impedir que ciudadanos considerados disidentes y críticos viajen fuera de Cuba, 2) presionarlos para que salgan definitivamente del país, o exiliarlos, y 3) prohibir la entrada a cubanos que deseen visitar o regresar a su patria, sean residentes en la Isla o en otras naciones.

En sentido bíblico, exilio fue el castigo que sufrió el pueblo hebreo por no escuchar a Dios a través de diferentes profetas. Para el Estado cubano, la desobediencia de ciudadanos que asumen la práctica de libertades civiles y derechos, muchas veces reconocidos en la propia Constitución pero ignorados por las autoridades, es motivo para afectar su libertad de circulación.

Ejemplos hay demasiados. La mayor parte de los presos políticos en Cuba, aun después de cumplir largas penas, han sido excarcelados a cambio de exiliarse. Así acaeció con la mayoría de los setenta y cinco detenidos cuando la Primavera Negra del 2003, a los que se exoneró de prisión después de que aceptaran salir rumbo a España. Otras personas han sido detenidas ilegalmente a su regreso a la Isla, como el artista Hamlet Lavastida, presionado para exilarse a cambio de su libertad.

Existen compatriotas que fueron informados en aeropuertos de otros países de que no se les permitía la entrada al suyo, dejándolos a veces en un limbo legal por carecer de residencia en otras naciones. Hay también un amplio listado de cubanos a los que se ha prohibido regresar a su patria, algunos durante décadas. El jefe de Asuntos Consulares de la cancillería, Ernesto Soberón, dijo hace un año que es «mínimo» el número de personas que está en esa condición, fundamentalmente por «situaciones de seguridad nacional». Ello no es cierto. Ni son pocos ni se enmarcan todos en esa situación.

Si analizamos el referido Decreto-ley, veremos que en su Artículo 24.1 reza: «A los efectos de la entrada al territorio nacional, resulta inadmisible toda persona que se encuentre comprendida en alguno de los supuestos siguientes». A partir de ahí enumera seis incisos, uno de los cuales es el d, que plantea: «Cuando razones de Defensa y Seguridad Nacional así lo aconsejen».

Pero si examinamos el resto, salta a la cara el inciso c, que prohíbe la entrada a los cubanos por: «Organizar, estimular, realizar o participar en acciones hostiles contra los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado cubano». No se crea que la frase «acciones hostiles» hace referencia a actos terroristas o armados —lo que haría perfectamente comprensible la prohibición— pues esos actos son también recogidos en el inciso a («Tener antecedentes de actividades terroristas, tráfico de personas, narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de armas u otras perseguibles internacionalmente»).

La frase en cuestión es imprecisa, pero según la perspectiva de las autoridades cubanas, son tenidas por «acciones hostiles contra los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado cubano», las críticas al sistema político, a políticas gubernamentales específicas, a altos dirigentes, las denuncias sobre violación de derechos o actos de represión. En fin, que el ejercicio de la libertad de expresión en los países en que residen, o visitan, ha conducido a muchos compatriotas a la condición de desterrados. Entre ellos hay incluso reconocidos artistas e intelectuales.

En este juego perverso con las llaves de la Isla, a veces se aplica una medida inversa: La «regulación» o prohibición de viajar fuera de ella a determinados ciudadanos. También se encuentra normada por el Decreto-ley no. 302, cuyo artículo 23 plantea: «Los ciudadanos cubanos residentes en el territorio nacional no pueden obtener pasaporte corriente mientras se encuentren comprendidos en alguno de los supuestos siguientes». Los supuestos abarcan nada más y nada menos que nueve incisos[vi] De ellos, el más invocado por las autoridades para reprimir por motivos políticos es el h: «por razones de interés público».

Efectivamente, este tipo de razones son reconocidas internacionalmente como excepciones a la libertad de circulación. Por interés público puede decidirse la obligatoriedad de permanecer en un local, municipio, provincia, región o país ante la posibilidad de transmitir epidemias. Puede prohibirse asimismo la entrada a sus países a personas procedentes de otros. Eso fue usual en todo el mundo a raíz de la pandemia de Covid 19. También puede obligarse al desplazamiento de personas fuera de sus zonas de residencia en el caso de siniestros, como incendios, huracanes, escapes radioactivos o accidentes químicos que hagan peligrar la salud y la vida de colectividades. Sin embargo, ello no aplica para lo que el aparato de Seguridad del Estado en Cuba interpreta como «razones de interés público».

Bajo esa etiqueta se prohíbe en Cuba solicitar pasaporte o viajar a intelectuales críticos, periodistas independientes y opositores en sentido general. En mi experiencia como ciudadana «regulada», he podido constatar que se intenta utilizar tal condición como posibilidad para negociar con el objetivo de que las personas desistan de sus críticas al gobierno y al sistema político, o soliciten emigrar definitivamente, que es lo que verdaderamente desean las autoridades.

La limitación de la libertad de circulación por motivos políticos, en cualquiera de las formas mencionadas, tiene como pretensión evitar el auge de un movimiento cívico con liderazgos definidos, que presione desde abajo por transformaciones económicas, políticas y sociales en Cuba. Esas restricciones son ilegítimas y contradicen derechos reconocidos en la Carta Magna, por ello deben ser denunciadas a todas las instancias y convertirse en una de las demandas de la ciudadanía al Estado.


[i] Las libertades individuales fundamentales son las siguientes: de opinión, de expresión, de circulación, las de pensamiento, consciencia y religión, y el derecho a la vida privada https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

[ii] Revista de Indias, vol. 51, nº 191 (1991).

[iii] Ibídem. [iv] Ibídem.

[v] https://cubaproxima.org/el-secuestro-ideologico-de-la-patria-una-barrera-a-la-reconciliacion-en-cuba/

[vi] Ellos son: a) Estar sujeto a proceso penal, siempre que haya sido dispuesto por las autoridades correspondientes; b) Tener pendiente el cumplimiento de una sanción penal o medida de seguridad, excepto en los casos que se autorice de forma expresa por el tribunal; c) Encontrarse sujeto al cumplimiento de las disposiciones sobre la prestación del Servicio Militar; d) Cuando razones de Defensa y Seguridad Nacional así lo aconsejen; e) Tener obligaciones con el Estado cubano o responsabilidad civil, siempre que hayan sido dispuestas expresamente por las autoridades correspondientes; f) Carecer de la autorización establecida, en virtud de las normas dirigidas a preservar la fuerza de trabajo calificada para el desarrollo económico, social y científico-técnico del país, así como para la seguridad y protección de la información oficial; g) Los menores de edad o incapaces que no cuenten con la autorización de los padres o representantes legales, formalizada ante Notario Público; h) Cuando por otras razones de interés público, lo determinen las autoridades facultadas; i) Incumpla los requisitos exigidos en la Ley de Migración, su Reglamento y en las disposiciones complementarias relacionadas con la solicitud, emisión y otorgamiento de pasaportes.


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