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Uruguay - Zambrano: “Si acá hubiera reelección, Lacalle Pou las ganaba”

Por PabloDMestre/ElPaís

 

El Presidente de Zambrano & Cía. aseguró que “el campo está pagando las cuentas para el bienestar de todos los uruguayos”

 

Fiel a su costumbre, el Presidente de Zambrano & Cía. dio su punto de vista sobre todos los temas del país. Consideró que, pese al alto costo que provocó la seca, las consecuencias de la guerra y factores externos, el país transitará por una recuperación en materia económica en este año 2024. Para ello, dijo que será fundamental el aporte del sector agropecuario al que ve, en sus distintos rubros fortalecido tras un pésimo 2023. Y en materia política destacó los logros de la coalición de gobierno que la posicionan bien para retener el mando.

Por Pablo D. Mestre - El País rurales, 07/01/2024

Antes de empezar la entrevista le consulto: ¿cuántas veces le preguntan cuándo saldrá este “clásico” de cada verano? “Cientos de veces, te diría desde el Prado en delante…” respondió Gerardo Zambrano Antón con una expresión mezcla de alegría e intriga, en el inicio de una larga conversación, mate en mano, en una mañana de los primeros días de este 2024… Lo que sigue, es sólo lo sustancial de la misma, en la cual, como siempre, habló de todo: de política y los políticos, de economía, de agro y de su visión de lo que puede pasar en el año.

-¿Cómo vio al 2023?

-El resumen es que el campo está pagando cuentas para el bienestar de todos los uruguayos. Fue un año muy desafiante y con muchas incertidumbres que hicieron más complejo hacer el seguimiento de las cosas y tomar decisiones que, en su mayoría, fueron erradas, más que acertadas.

-¿Cómo es eso?

-Recordemos que empezó el año con una seca terrible, quizás de las más grandes de la historia, que se sumó a dos o tres años de seca continua. Eso, más allá de los problemas productivos, afectó también el ánimo de los productores, por más fuertes que sean. Porque se complicaron las áreas de producción, que además se encarecieron mucho, no hay respuesta de los mercados, eso hace que uno se retraiga y no pueda tomar decisiones acertadas.

-Balance bien distinto al del 2022…

-Exactamente. El cierre del ejercicio agropecuario mostró un gran contraste con el cierre en junio del 2022. Eso hizo que empezaran a detectarse un montón de problemas que cuando los precios son buenos, no trascienden tanto.

-¿Por ejemplo?

-Como ser el tipo de cambio. Empiezan a salir costos, gastos y problemas del país, del Estado y del gobierno, donde se acentúan las dificultades, como pasó en el sector agropecuario fundamentalmente. Porque veo un tipo de cambio, que según los economistas, ahora el dólar debería estar en 43 pesos y no terminó el año ni en 39. Y las previsiones para este año son de 41, según la mayoría de los economistas. O sea, un panorama que vamos a seguir teniendo un retraso cambiario no menor y con las repercusiones en el sector agropecuario y el sector exportador. Pero no es lo único.

-¿A qué se refiere?

-A ese tipo de cambio, tenemos que agregarle lo que venimos diciendo hace muchos años: la burocracia, un Estado grande, costos y funcionamientos realmente complejos, que no ha mejorado y se nota cuando hacemos trámites en oficinas públicas como el BPS, o el MGAP.

-¿Por qué dice que el campo está pagando las cuentas para el bienestar de todos los uruguayos?

-Es un planteo que hice en un almuerzo que me invitó un banco, enumerando las dificultades que tiene el sector. Plantee cómo el sector más pujante de la economía puede trabajar y ser competitivo con un tipo de cambio bajo, con las dificultades de la seca, con una burocracia de trámites y de costos que dificultan el buen funcionamiento ágil. Además con un puerto de los más caros de la región, lo que hace un montón de factores que van en contra de lo que era la principal economía que es el agro.

-¿Cómo cayó su planteo?

-Me encontré con una contestación, que es real y que no la había puesto en foco, hablando de las bondades de la economía del país. Porque tiene una inflación controlada, que incluso terminó el año dentro del rango meta, un tema no menor; ha bajado el desempleo de acuerdo con lo que se hablaba en la campaña electoral, el aumento del salario real ha sido notorio, otro de los compromisos que tenía en la campaña. Quien me respondió empezó a marcar un montón de bondades en cuanto a la situación general del país y de los habitantes y todavía terminó diciendo que, además, iba a llover… ¡Y llovió! (Risas). Pero, también, mirando otros parámetros que pueden marcar la vivencia de los habitantes del país, hay récord de venta automóviles, también de viajes y no sólo a Argentina, a todo el mundo. Hay un movimiento turístico interno que uno lo ve en todos lados. O sea, creo que realmente esas expresiones que me dijeron, contrarrestando las dificultades que vivió el sector durante todo este año, hace que veamos que el campo realmente está pagando el bienestar de todos los uruguayos.

-¿Cómo ve a la economía?

-Según la opinión de los principales economistas, uno de los factores y los parámetros que están mal y que se debe corregir, es el déficit fiscal, más alto de lo esperado. Que aparentemente se mejoraría en 2024, en función de los gastos que tenía el Estado, como la seca que provocó un costo en torno de más de dos mil millones de dólares. Más la pandemia que, si bien ha sido superada, trajo en su momento para el país y para el gobierno un costo muy importante. Y no sólo no se han tocado, sino que hasta se han bajado los impuestos, también de acuerdo con lo prometido en la campaña, a pesar que no se preveían todos estos desastres, sumados a las guerras que pegan en los commodities que es lo que Uruguay produce y exporta.

-¿Por dónde ve los desafíos?

-El déficit fiscal es un desafío, los principales economistas pronostican una inflación que va a estar en torno al 6%, el rango meta, donde va a haber un PBI creciendo, un déficit fiscal que, sin los cincuentones, lo estiman en un 3,5%, y un dólar que manejan a 41 pesos en promedio al fin del 24, cuando al fin del año 22 pronosticaban 43 pesos. O sea, el atraso va a seguir estando y afectando al sector y a la exportación.

-¿Cree que afecta a la competitividad?

-Veremos qué es lo que pasa con estos parámetros económicos que hay que prestar atención, seguirlos bien de cerca y ver realmente si vamos a tener una posibilidad de, en algún momento, recuperar la competitividad. Porque si bien dicen, sobre todo técnicos del gobierno, que no la está afectando, yo, sin ser economista, pienso que no tiene sentido común lógico pensar que no la afecte, cuando uno está desfasado en un tipo de cambio con quienes compiten con nosotros en el mundo.

-Me habló de burocracia también…

-Mirá. Acá se habla mucho de libertades y se busca ser lo más liberal posible, cosa que está bien y que todos los que estamos de este lado coincidimos. Pero veo que esas libertades hoy están complicadas, por poner una palabra, en lo que es la burocracia del Estado y de muchas de las instituciones y de los servicios. Uno va al BPS y es una complicación. Ojo, si uno mira lo que es el sistema, el funcionamiento no está mal desde ahora, sino que viene de antes, es endémico y evidentemente ahí fue durante los 15 años del gobierno del Frente Amplio la cantidad de empleados públicos que subieron. Eso hace que haya costos e ineficiencias, que siempre pregonamos que hay que atacar y que nadie le pone el cascabel al gato. Eso como que quita libertades, porque uno va a esas oficinas, o al propio Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, del cual sabemos la dedicación y bondades de sus jerarcas, pero de ahí para abajo, la parte de los servicios han sido malos. En la época que Mujica fue ministro, o cualquiera de los pasajes de los ministerios del gobierno del Frente, han creado un sistema de los servicios no sólo de una gran burocracia, sino de una ineficiencia importante.

-Todo este rato y no hemos hablado de política aún…

-Y vaya si hay para hablar. Mirá, te digo que el cuco de la LUC, que había puesto en tela de juicio toda la oposición, claramente no ha causado ninguna dificultad, sino que se ha cumplido y ha generado, aunque se pueda mejorar, una base de funcionamiento importante, clara. Ahí se ve la importancia de lo que es la coalición.

-¿Ve fuerte a la coalición de gobierno?

-Bueno, ahora, por suerte y por fin, los partidos tradicionales están convencidos de la importancia de la misma, sin condicionamientos, porque cuando se hacen, como el caso de Cabildo Abierto en muchos temas, realmente no es la coalición que uno entiende que tiene que haber en beneficio de todos. Veo que hay una coalición necesaria, importante. Respetando la historia de los Partidos tradicionales, estamos en un país bipartidista, donde la gente es de un lado y del otro, no hay puntos intermedios. Para poder tener la gobernabilidad, había que hacer lo que hizo el Frente Amplio en su momento: juntar todos los partidos, de extrema, hasta los comunistas, con los socialistas, para votar en conjunto y alinearse electoralmente. Ahora, los políticos del gobierno se dieron cuenta que era imprescindible el funcionamiento de esa manera, donde hay un partido que gobierna y el partido, diríamos opositor tradicional, histórico, lo apoya en cada una de las cosas que propone, dando su opinión y sus comentarios.

-¿Y Cabildo Abierto?

-Bueno, no ha pasado lo mismo con Cabildo Abierto, un partido que surgió de golpe, tuvo una votación explosiva, que le dio el margen que precisaba el Partido Nacional y la coalición para ganar. En su momento le dio una fuerza y con criterios u opiniones distintas en varios temas, siendo el único eslabón de la coalición, que a veces intentaba abrirse y zafar de la cadena; por suerte eso no pasó al final de cuentas. Sí ha pasado internamente, donde algunos de Cabildo Abierto se han abierto tratando o ir para otro lado, o abrir su propio espacio político, pero salvo eso, la convicción de la coalición es absoluta y total. En definitiva, el control de Cabildo Abierto es el desafío que va a tener quien gobierne en la próxima.

-¿Qué destaca del gobierno?

-La parte de infraestructura, impresionante y se ve en todo el país. Está el tema de la reforma de la seguridad social, algo que todo el mundo reclamaba, de todos los partidos durante años, pero que nadie se animaba a hacerlo. Ha sido un trabajo profesional, no tengo duda que es algo que podría tener un descrédito político, por lo que nadie se animaba a encararlo y este gobierno, este presidente lo hizo.

-Ud. habla mucho de educación. ¿Qué opina de la reforma?

-Era otro de los temas tabú, que, aunque el propio Mujica en su momento hablaba de educación, educación, educación, evidentemente nadie hizo nada. Ahora, con Robert Silva a la cabeza y un equipo de profesionales, respaldados por el gobierno y la coalición, han hecho un cambio, imprescindible para tratar que, en base a la educación, Uruguay pueda mejorar en todos los aspectos. Ha sido otro de los pasos importantes que el que el país se ha propuesto y ha hecho.

-También hubo problemas, como en Cancillería. ¿Qué opina?

-Los problemas del famoso pasaporte, que más allá de las discusiones había que darlo, creo que ahí sí se dieron diferencias internas de Partidos y afectó. El problema que se armó con el Canciller y la vice Canciller, el entorno, la denuncia, las grabaciones de Ache que fueron absolutamente desacertadas, más allá de los problemas, los tenían que haber enfrentado de otra manera distinta. Ahora Ache quiere entrar en la política, pero no puede tener ningún espacio después que pone en riesgo todo un sistema y una coalición que es imprescindible. Lamentablemente la Cancillería siempre estuvo minada de esas dificultades, primero con Talvi que tuvo buena gestión, pero se creyó que era el presidente de la República, supongo, hasta que se bajó del barco y desapareció. Otros ministros que eran diplomáticos en la embajada, pero con algunos problemas internos, como Bustillo con Carolina Ache. Ahora está Paganini, que es una excelente persona, ha sido un gran ministro y le va a dar la tranquilidad al Presidente en este año que queda, de tener alguien de confianza en un cargo tan importante para el país.

-¿Qué le parecen los precandidatos del Partido Nacional?

-Álvaro Delgado, no sólo estuvo todos estos años del gobierno al lado del presidente, sino desde antes, cuando formaron el grupo Aire Fresco. Hay que ver que todos los candidatos, de todos los partidos, son primerizos, eso no es un tema menor, porque las campañas políticas son exigentes, si bien también dan mucha experiencia. En ese aspecto, Álvaro, al ser la mano derecha del Presidente desde la formación de su sector y durante todo este gobierno, si bien es primerizo, eso le dio una experiencia y un conocimiento que lo va a ayudar en el momento de salir a la cancha como ha salido y de tomar decisiones como ha tenido que tomarlas el Presidente. Ha sido también una voz que ha comunicado permanentemente las cosas que han ido pasando, aún en los peores momentos, y lo ha hecho con mucha solvencia y con mucha tranquilidad. Creo que es el candidato favorito dentro del Partido Nacional, y es la carta para mantener al partido de gobierno, siempre apoyado por la coalición que es absolutamente imprescindible. Después, Laura Raffo, creo que es un aporte muy importante, alguien inteligente, conocedora, con ganas, con un amplio sector, va a tener también mucho apoyo y creo que es importante que haya una competencia sana dentro de los Partidos. Y además, está Jorge Gandini, con su impronta y su experiencia a nivel parlamentario. Los tres muy buenos candidatos.

-¿En el Partido Colorado?

-El Partido Colorado es importante como partido tradicional y como colaborador en esto. En términos generales, no siempre lo ha sido, tengo recuerdos donde se han alineado, inclusive el Dr. Sanguinetti con el Frente Amplio cuando el gobierno de Lacalle Herrera. Es increíble que veamos al mismo Sanguinetti vigente ahora y con un apoyo incondicional en todos los aspectos a este gobierno, cosa que habla, a pesar de su edad, de la madurez política. El partido Colorado, sería imprescindible que tomara un camino de mejoramiento a nivel de votantes. Todos queríamos, y hasta el propio gobierno, que volviera un Pedro Bordaberry, con su experiencia, con su conocimiento, con su forma de hacer política como parlamentario destacado e inteligente. Creo que ya está el tema definido, pero igual tendría, sé que se enoja cada vez que hablo mucho de él, que tomar una definición final, que es importante para los demás. Inclusive dentro de los otros candidatos esperaban un sí o un no de Bordaberry para lanzar su propia campaña, como en el caso de Gabriel Gurméndez, con un apoyo de la lista 15 y con otros que ha ido sumando. Una persona inteligente, conocedora, con ganas, exitosa a nivel de la gestión privada y pública también. Es una de las personas que tienen gran chance de aportar mucho al partido Colorado y a la coalición, llegado el momento de ganar las internas. Está Robert Silva que realmente le ha puesto el pecho a las balas en el tema de la educación. A nivel político, sin ninguna duda que aporta para el partido Colorado. No sé en ese tipo de gestiones cuando uno sale de un lugar que están haciendo una reforma, si es lo más adecuado o hay que terminar con la gestión y dedicarse a mejorarla o a terminarla, pero creo que es un buen aporte. Ha mostrado tener temple, valentía y eso ha sido una de las cosas que también va a aportar al partido Colorado y por ende a la coalición. Y hay gente joven como Andrés Ojeda y alguno más que en definitiva todo suma. Es muy importante que haya varios candidatos para una competencia interna.

-¿Cómo se mantiene la Coalición?

-Lo importante es darse cuenta que estamos en un país bipartidista, espero que la mala experiencia de los partidos de la coalición con la Intendencia de Salto no se repita. Ese regalo que hicieron blancos y colorados dándole la Intendencia de Salto al Frente fue absolutamente innecesario. Ese tema ya debe haber quedado claro, pero hay que reafirmar los conceptos, reafirmar las necesidades y que la coalición multicolor sea total y absoluta en todos los departamentos. Hay que ir por Canelones, hay que ir por Montevideo, hay que ir por los lugares donde la coalición y el gobierno puedan demostrar las cosas que se están haciendo y no tener que estar sujetos a esa prédica permanente, destructiva del Frente Amplio.

-¿Lo ve viable?

-Sí. Deseo que todas estas cuestiones internas dentro de los partidos de la coalición, de los partidos tradicionales, que hagan un esfuerzo por ir en la dirección indicada y ayudar a poder continuar otro período más de un gobierno que ha, sin dudas, hecho las cosas bien, con más aciertos que errores, y con errores que se han encarado inmediatamente.

-¿Qué opina de la oposición?

-Que nunca aceptó la pérdida del gobierno, fue un mal perdedor, y como se iba de la cancha quería llevarse a quien sea y es crítico a cada cosa que el Presidente haga, aunque cada vez tienen menos argumentos. Pero, pese a cosas que pasaron, con la popularidad de Lacalle Pou intacta, estarán como “sarnosos” viendo que, a pesar de todo, no tienen argumentos como para hacerle caer el apoyo que tiene, que esperemos lo mantengan los nuevos candidatos de la coalición. Veo un Frente Amplio dividido, cosa que nunca estuvo, donde hay dos líderes claros: Orsi y Cosse. Uno apoyado por el MPP y la otra por el Partido Comunista. Y los partidos más del centro, más como fueron en su momento Vázquez, o Astori, hoy no están. Están los extremistas: los comunistas, que sabemos lo que son y el MPP del que he sido siempre crítico y seguiré siéndolo, porque creo que se perdió un periodo dorado del país, con el gobierno de Mujica de despilfarro sin antecedentes. Pero, para atrás no se pueden cambiar las cosas, sí se las puede cambiar para adelante, como la está cambiando este gobierno, y hay que tratar que lo siga haciendo.

-¿Cómo ve esa puja interna en el Frente Amplio?

-El FA está dividido, al punto que Carolina Cosse se solidarizó con el plebiscito para el cambio de la reforma de la Seguridad Social. Si analizaran los disparates que el Frente Amplio propone en cuanto a este tema y los trabajadores lo entendieran, realmente, si hay algo que no pueden hacer es votar a Carolina Cosse con ese planteo de apoyo. Ojo, quiero ver todavía si no se da vuelta. Porque los trabajadores mismos tendrían que decir que no pueden votar a quienes proponen estas cosas que les van a perjudicar y les van a sacar la plata. En ese aspecto, han embretado a Carolina Cosse y le va a pesar. Del otro lado, Orsi es un candidato que parece más moderado, si bien ha cometido errores de posicionarse en cosas sin el conocimiento adecuado, se ha equivocado en ese aspecto, hasta con algunos comentarios que ha hecho. Por lo que dicen, es buen intendente, pero esto es otra cosa. Además, de Cosse sabemos sus características y podemos ver los riesgos, con Orsi no puedo medirlos, porque desconcierta con sus actitudes. En el Frente son sólo ellos, porque el que no aparece es Pereira (Fernando), no sé qué le ha pasado, quedó fuera del circuito, y lo he visto con poca participación últimamente. Quizás, porque está viendo para qué lado tira en la interna por esa división que claramente hoy está establecida en el Frente por primera vez. Y las divisiones no son buenas, los partidos de la coalición ya lo han vivido, y están en un esquema distinto, mientras que el Frente Amplio está en un retroceso.

-¿Qué proyecta para este año?

-El 2024 va a ser un año muy importante en varios aspectos. En cuanto a la producción agropecuaria seguimos con el tema del tipo de cambio, organización, la burocracia, los trámites, los costos, los precios internacionales, un montón de cosas que son desafíos. Estoy convencido que hay un desafío no menor para el 2024, dentro de eso, soy optimista. Porque terminamos un año con un exceso de pastura, como no veíamos hace muchísimos años, y eso es clave para un país con un sector agropecuario con producción a cielo abierto, al aire libre; el clima es clave y ahora está bien alineado. Después, la producción de cultivos de invierno, que la gente desconfiaba tras el pésimo cultivo de verano, salió bien. Los trigos con buenos rendimientos, algún problema de calidades, pero en general ha sido una buena cosecha de invierno. Y hay una buena perspectiva de verano, en el aspecto de que, con el Niño y las lluvias, los maíces están muy buenos, y creo que puede haber una producción de soja importante, que, si los valores no caen mucho, puede ser un buen espaldarazo también para un sector que viene muy castigado, sobre todo por lo del año pasado. En ese aspecto hay buenas perspectivas para lo que viene.

-¿En la ganadería?

-El tema es que todos quienes, y me incluyo, invertimos en suplementaciones, fue esperando un precio, que terminó mal en el 2022 (tras un primer semestre excepcional), y se planteaba había alguna expectativa para el 2023 para la recuperación de valores. A partir de la seca, los productores en general nos pusimos a gastar para mantener la dotación dentro del campo y tratar de mantener el esquema de producción de kilos de carne que en algún momento el precio nos iba a ayudar volviendo a niveles, no de 5,50, pero sí razonables, en torno a los US$ 4. Evidentemente eso no pasó, entonces se arrastró durante el resto del año ese costo adicional y esa mala producción de carne, muy costosa y con valores que no sólo no acompañaron, sino que siguieron bajando. En la producción de carne, tenemos claro los riesgos que estamos pasando, no tanto en la parte de producción, sino toda la parte de comercialización, que es la base. Es una preocupación de la que hay que tener para este 2024 en cuanto al sector agropecuario. Y la lechería va a seguir concentrándose en grandes empresas.

-¿El mercado de los campos?

-Sigue habiendo interés en comprar tierras. No pasa nada de todas esas cosas que dicen que, si gana fulano, si ganaba Lula por ejemplo, vendrían brasileros, todos esos movimientos que ya no ocurren. Sigue habiendo interés normal. Hoy la inversión en tierra ya no es un refugio de capital, sino que es algo con rentabilidad, y ésta se mira mucho. El precio a la baja del ganado ha afectado la comercialización fluida de tierras en función de un número que era rentable. Ha habido muy buenas financiaciones por parte del Banco República, fundamentalmente, y después entraron los otros bancos en líneas de compra de campos a 15 años, en un caso hasta algo más, con tasas razonables que ahora han subido, pero de todas maneras en su momento fue una buena motivación. Siguen estando todas las condicionantes dadas, pero todo termina en el número final y el porcentaje mínimo de un 3% en la rentabilidad del producto, que con estos precios, en la parte de ganadería básicamente, se hace más complicado conformar a los inversores del exterior, o a los locales, que hay muchos, y hasta mismo las AFAPs o esos fondos que vienen del exterior. En ese aspecto, está movido en la incertidumbre, la inquietud y algunas operaciones que se adaptan a esos rendimientos de rentabilidad, algunos negocios eventualmente se están haciendo.

-Entonces es optimista…

-Todas estas cosas hacen ver con cierto optimismo el 2024 a nivel del sector agropecuario, esperando una recuperación de precios y una recuperación del mercado chino, que dicen sería después del primer trimestre. O sea, un año en ese aspecto va a ser mejor a nivel agropecuario de lo que fue el 2023, que fue complicado, de incertidumbres y desafíos. Soy mucho más optimista para este 2024.

-¿En lo político qué espera para el año?

-En lo político, es un año importante para la posible continuidad de planes económicos que se llevaron a cabo muchos, pero que hay muchos más y hay correcciones para hacer. Es un año más que importante en ese aspecto, la parte económica es la que también va a determinar el ánimo del votante para saber a qué atenerse, o hacia qué rumbo tomar. Acá no hay ninguna duda de la popularidad del presidente Lacalle Pou, a pesar de las circunstancias, sorpresiva para muchos y evidentemente eso es un plus no menor. Por otro lado, está la oposición, que no se acostumbró a perder en las elecciones pasadas y va a hacer lo que sea, esperemos que no sea esa campaña sucia que pronostican, seguramente sí harán una campaña de difamaciones y de mentiras repetidas, que hay muchos que se la creen. Habrá que estar preparado para tener los archivos, una manera neutralizar esa campaña sucia que va a estar liderada por un Frente Amplio dividido, con posiciones que no son iguales, por más que lo quieran aparentar. Hay que demostrarles las cosas que esta coalición y este gobierno han hecho y las cosas que hay que seguir haciendo, y dejar de lado todo ese veneno que tienen. Hay candidatos interesantes, a pesar de ser primerizos, como para plantear cosas realmente interesantes, hay una renovación de candidaturas y eso es muy importante para cualquier partido, gente joven y con ganas de trabajar.

-¿Qué espera en la economía?

-Creo que la gente, por un montón de motivos y por un montón de parámetros estadísticos está bien, está mejor, gracias a que el campo está pagando ese bienestar de todos los uruguayos. El 2024 tiene perspectiva de estar mejor aún, eso implicaría un cierre del gobierno del Partido Nacional, con la coalición, que determina una mejora en el bienestar de todos los uruguayos, con una corrección de los factores que se había impuesto por el Frente Amplio a nivel de corrupción en sectores sociales que son imprescindibles, con el control y la buena gestión. Y de esa manera apuntar a una continuidad de gobierno imprescindible y necesaria. Esperemos que pase lo mismo con cualquiera de los candidatos que salga a representar a la coalición y que podamos mantener la continuidad de un gobierno que ha cometido errores, sí, pero ha logrado más cosas buenas. En la vida hay que tomar decisiones permanentemente, el gobierno las ha tomado, en general y sin duda las buenas han sido mejores que las malas y por eso son los resultados de un gobierno al cual nos sentimos totalmente identificados. Con el gobierno y con la coalición que tiene que tener la madurez suficiente para reconocer y saber por fin que estamos en un país bipartidista.

“Si hubiera reelección, Lacalle Pou las ganaba...”

-¿Qué balance hace del gobierno?

-Es un gobierno al cual soy afín y con un presidente que nos ha sorprendido a todos desde el comienzo, con una madurez de interpretación de los problemas, un nivel de comunicación realmente importante, claro y contundente. En un nivel donde, ante las dificultades que hubo, todas conocidas, incluso ante las malas acciones, el presidente hizo las correcciones y tomó las decisiones para mejorarlas, no sólo moviendo ministros, sino también funcionarios de los de confianza, de su entorno. O sea, si bien se cometieron errores, son políticos y hasta de alguna manera personales, y aunque afectan, no tienen la importancia, salvo por supuesto que FAPIT las utilice como lo ha hecho permanentemente. Pero no tienen el impacto final y definitivo en neutralizar las cosas que este gobierno se comprometió y que hizo.

-¿Cómo ve la gestión de Lacalle Pou?

-Ha sido protagonista. Destaco la buena imagen que tiene, tanto a nivel interno que lo mantiene con un nivel de aceptación grande, como a nivel internacional. Por su persona, por su forma sincera, honesta de decir las cosas, pone la cara cuando hay que ponerla.

-Pero no hay reelección en Uruguay...

-Lamentablemente. A mí me gusta el sistema americano, donde hay cuatro años de gobierno, otros cuatro años de una posible reelección y después se van para la casa, pero tienen ocho años como para darle tiempo a hacer cosas. No tengo duda que con la popularidad y la figura del presidente, si hubiera una reelección tipo americano, se mantendría. Con la figura de Lacalle Pou, si se pudiera mantener un segundo periodo, no tengo duda que la elección estaba ganada.

-Pero no estará...

-Es verdad, pero todo eso, hace que los candidatos que vienen ahora desde los distintos partidos, van a tener que demostrar estar al nivel del liderazgo en un gobierno de coalición para llevar el país adelante y salir de las dificultades como se salió en éste período.


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