He terminado de leer “Caraguata” de Leonardo Haberkorn. A mi entender, es uno de los mejores libros sobre historia reciente que se han escrito en los últimos tiempos. Una investigación seria, meticulosa, bien documentada. Por eso lo recomiendo calurosamente.
Uno de los aciertos del libro es que da voz a protagonistas del trágico episodio del peón rural Pascasio Ramón Báez que antes no habían dado su versión de los hechos. Como es el caso de Ismael Bassini – el autor material del crimen – y Enrique Osano que estuvo en la tatucera Spartacus- Asimismo, saca del olvido a Walter Sanzó el tupamaro muerto cuando las Fuerzas Conjuntas tomaron ese escondite.
Los testimonios, muchas veces, son contradictorios y eso no es malo. Todo lo contrario. Enriquecen un relato coral que va develando muchos aspectos de la acción tupamara sin buscar plantear una verdad única y absoluta. Prácticamente no hay ningún romanticismo. El MLN-T que describe el libro está bastante lejos de ser una organización colmada de virtudes. Hay mezquindades, mentiras, egos, luchas intestinas e irracionalidades sorprendentes en personas con sólida formación, como si la vida clandestina les hiciera perder contacto con la realidad.
El asesinato de Pascasio Báez es consecuencia del Plan Tatú pergeñado en 1970 en la Cárcel de Punta Carretas. Según el testimonio de Osano, le advirtió Raúl Sendic en 1971 que la organización iba rumbo al desastre si plantaban una guerra frontal. Sin embargo Sendic expresó que “perdido por perdido”, igual iban “a tirar el manotazo”. Si el testimonio de Osano refleja fielmente las palabras de Sendic estaríamos ante la prueba de una pulsión de muerte incontrolable y fatídica. .
Un aspecto que me resultó profundamente desagradable es que los miembros de la dirección tupamara que decidió la ejecución de Pascasio Báez, busquen eludir su responsabilidad. Como si ese crimen les causara – comprensiblemente – muchísima vergüenza y sean incapaces, aun hoy, de aceptar sus culpas.
Acaso el aspecto más sensible y trágico del libro, sea la personalidad sencilla y humilde de la víctima. Un multioficios como tantos existentes en el medio rural que, por azares del destino, estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Cruel paradoja: los tupamaros terminaron asesinando a un hombre que pertenecía a un grupo social en el nombre del cual, ellos decían combatir.
Jorge Nelson Chagas Fausto 25/2/24 Facebook
Para quien le interese,
Buenas a todos. Era para avisarles nomás que esta será la última entrada mía que leerán en el blog “a Contrapelo” (abro paréntesis para aclarar que a mí me gustaba pensar que esto era una “revista”, pero como todo el mundo insiste despectivamente con eso de llamarlo blog, voy a dar el brazo a torcer y de ahora en más le diré “blog”).
En resumen, no me interesa saber MÁS NADA con la escritura ni con las charlas de política. He llegado a la conclusión de que todo eso es un teatrillo, una farsa que al final del día sólo beneficia a los mismos de siempre.
Ojo, me consta que hay gente buena, inteligente, desinteresada, que sí se come la cabeza reflexionando sobre estos temas e incluso emprendiendo acciones directas para cambiar las cosas; pero, resumiendo, creo que en el fondo sus esfuerzos son mayormente inútiles y no hay mucho que se pueda hacer al respecto.
Ojo, de nuevo, ¡POR FAVOR!, que esta misiva no se interprete como una especie de “llamado a la desesperanza”. No, no. Lejos de eso. Simplemente trato de sacar en limpio qué cosas son importantes para mí y qué cosas no; el trabajo, la familia, los seres queridos, eso importa; todo lo otro también, pero no tanto.
Lo cierto es que a mí lo que me motivó desde un principio a hacer esta página de mierda era la idea de ser escritor; ambición rara, por otro lado, ya que generalmente tiene como resultado llevarlo a uno a ninguna parte (precisamente el punto en el que estoy ahora). Supongo que también hubo algo de vanidad en ello (visto de cerca, ¿qué acto no es fruto de la vanidad?) deseos de demostrar algo a mí mismo y a los demás. Pero, la verdad es que como escritor soy bastante mediocre: lo único que hago al final del día es copiarle a mis ídolos, a gente como Fogwill, Bolaño o Chuck Palahniuk (siendo franco, todo mi “estilo” es una perífrasis del de Chuck; lo siento, queridos lectores, en realidad no soy nada original, y es tanto mi fanatismo hacia ese trolo y enfermo mental que he llegado a leer TODOS SUS LIBROS, incluso los que no están traducidos al español).
Mis “polémicas” ideas políticas, a su vez, son resultado de una mezcla de estudio, intuición y experiencia vivida; algunas de ellas aún están en estado embrionario –lo reconozco–; otras, sin embargo, me parecen tan ciertas y evidentes que a veces quedo perplejo cuando alguien me tacha de loco por pensar así.
Al final, eso que decía Nietzsche en su genial autobiografía, “Ecce Homo” (es uno de mis libros favoritos de él, en serio, se los recomiendo, ¡Está demasiado subestimado!) de que, “en última instancia, nadie puede oír en las cosas, incluidos en los libros, más de lo que ya sabe”, pues “se carece de oídos para escuchar aquello a lo cual no se ha tenido acceso desde la vivencia” sigue siendo tan real que asusta; y aquellos que se escandalizan ante ideas como las mías o que las menosprecian o piden que se las censure, quizás un día, luego de mucha reflexión y años de vida, logren ver la luz y se den cuenta de su irrefutabilidad; otros, por supuesto, no lo harán nunca; a ellos, aun así, envío mis más fraternales respetos.
Hubo gente de los medios y de la política que durante estos días me ha hecho llegar de forma privada sus mensajes de “apoyo”. Todo bien. Gracias. Pero no me interesa saber nada de ustedes. ¡Ojalá un día el uruguayo medio se dé cuenta de la estafa tan grande que supone para una sociedad sana la sola existencia de estos chupasangres!
Asimismo, salvo excepciones como Diego Andrés Díaz o Aldo Mazzucchelli, no rescato a muchos intelectuales de la vuelta que en mi opinión valgan la pena o sean valientes. Como ya dije antes –bah, en realidad como ya dijo el Buen Libro– “vanidad de vanidades, TODO ES VANIDAD”.
Sobre la expulsión, no hay mucho que agregar, salvo que al final resultó ser bastante inútil, ya que seguiré estudiando (¿Por qué no debería de hacerlo? ¡Yo trabajo, y la educación se financia con mis impuestos, ¿No?; Ergo, estoy en mi derecho a seguir haciéndolo!), Uds., no saben cómo, pero ya encontré la manera, ¡KJJJJJJJ!, y esta vez, por el bien de todos, prometo fingir y no pasarme de listo…
Sin fingimientos (al menos por esta vez) y hasta nunca, amigos,
(No traten de contactarme, basta de cartas largas de minitas nabas, por favor)…
Felipe Villamayor
Carlos X. Blanco
Vivimos en el imperio de la mentira. Putin lo dijo y estoy de acuerdo con ello. Basta comparar la información disponible sobre Ucrania y la operación militar especial: la guerra "no ha terminado". No hay "congelación" en los frentes: la única verdad verdadera y contundente detrás del estancamiento y la congelación es que la OTAN y la satrapía de los nacionalistas ucranianos han recibido golpes humillantes durante estos últimos meses. Pero mentir es la especialidad del Occidente colectivo, y toda evidencia es reemplazada por propaganda de tipo orwelliano: se nos dice que la guerra es paz y los nazis son los rusos. El batallón de Azov, las esvásticas y el despotismo de Zelensky, en cambio, en este reino de mendigos, son "democracia".
El Imperio de las Mentiras nos habla de la "guerra" de Israel contra Hamás. Tenemos la impresión de que se trata de dos Estados soberanos que miden sus fuerzas mediante ejércitos regulares más o menos iguales y que se enfrentan en frentes de guerra definidos. Los hechos nos dicen lo contrario: se trata del ejército de un Estado creado artificialmente en 1948, capaz de infanticidio pero incapaz de librar una guerra de guerrillas, una horda de matones que masacra a la población civil palestina que antes y legítimamente vivía en su propia tierra. El genocidio, una limpieza étnica del pueblo de Gaza, se llama "guerra" en el Imperio de las Mentiras. El derecho de un Estado inventado, el "derecho a defenderse", aparentemente equivale al derecho a eliminar a la población palestina para lograr la pureza sionista en el territorio que Israel anexa ilegítimamente.
Los sionistas ignoran que el mundo ha cambiado y que la "gran versión" de su Estado criminal y racista, Estados Unidos, en el que también anidan, ya no está sola. Después de décadas de lloriqueo y victimización, los sionistas tendrán como enemigos a la mayoría de la humanidad, y eventualmente regresarán a sus países de origen, odiados por todos, con el estigma de haber sido verdugos del mismo modo que los nazis. Círculo completo. La “democracia” made in USA quiere transformar el mundo en un campo de concentración, y la ideología “holocáustica” (C. Preve dixit) consiste no sólo en aplastarnos con la memoria democrática, sino también en revivir los horrores. Expertos en hacer realidad las pesadillas. Netanyahu, Zelensky, Biden u Obama, Ursula y Borrell: su jardín democrático es un cementerio y su “verdad” es inmundicia
Sertorio, El Manifiesto 26 feb 2024
Lear-Biden vive sus postrimerías en el páramo del delirio mientras sus herederos acarician la empuñadura de las dagas.
“Loco hijo de puta”. Con estas palabras se ha referido Joe Biden a Vladímir Putin en una reunión con donantes para su campaña electoral. El presidente ruso, preguntado por lo que pensaba de semejantes expresiones, mantuvo su tranquilidad habitual y se limitó a decir que Biden era el mejor presidente para los intereses de Rusia. Sin duda, estos insultos del americano son un referente a la hora de calibrar el nivel de la diplomacia occidental en los últimos diez años, como poco. La caída en picado de las élites atlantistas tiene algo que ver, sin duda, con la revolución pedagógica y moral que se ha vivido desde 1968, con la peligrosa creencia de que los deseos son la realidad. Recordemos que toda la población europea menor de sesenta años ha sido educada en su mayoría con los valores y métodos del mayo parisino. Y así nos luce el pelo.
Pero el viejo demente tiene razones para el exabrupto: Putin les ha decepcionado. Se suponía, y eso nos dijeron en febrero y marzo de 2022, que, con las sanciones económicas y las armas que Occidente estaba acumulando, Rusia volvería a la Edad Media y las tropas ucranianas aplastarían a los ineptos, cobardes y alcoholizados moscovitas. Los analistas globales ya contaban que el imperio putiniano sería descolonizado y dividido en tantos estaditos como fuera posible crear.
Al quedarse sin hamburgueserías, coches de importación y porno occidental, el pueblo se alzaría contra el régimen y Putin, Medvédev, Shoigú y compañía comparecerían ante los jueces esposados y embutidos en un mono naranja. Nunca nos faltó la privilegiada información de los expertos: la prensa nos aseguraba que a Rusia se le acabarían los misiles en mayo de 2022, que las bajas enemigas eran de más de cien mil muertos al final del primer año de combates, que Ucrania mató tres veces al general Gerásimov, quien condecoraba anteayer a los militares destacados en las operaciones de Avdeevka; también se nos decía por fuentes muy bien contrastadas que el presidente ruso tenía alzhéimer, cáncer, párkinson y todo un vademécum de dolencias incurables y que su régimen iba a acabar con una conjura de boyardos. MARIÚPOL iba a ser la tumba del expansionismo del Kremlin, el valladar frente a sus hordas. Pero MARIÚPOL fue tomada por Rusia. Luego vinieron Lisichansk, Severodonetsk, Bajmut, Soledar, Avdeevka; en todas ellas iban a romperse las garras y los colmillos del oso ruso, y en todas ellas Rusia venció y aplastó a la OTAN y a su siervo ucraniano.
También se anunció en el verano del año pasado aquella invencible ofensiva que iba a ser el final de la guerra. David Petraeus, general americano de cuatro estrellas y antiguo director de la CIA, afirmó que sólo el rugir de los blindados occidentales haría huir en desbandada a los rusos, pero la llamada Línea Surovikin apenas sufrió unos leves desperfectos mientras el ejército ucraniano acumulaba noventa mil bajas. El objetivo inicial, Tokmak, que al comenzar el ataque de las tropas de Kíev se hallaba a quince kilómetros de las líneas rusas, sigue a la misma distancia de las armas ucranianas después de cuatro meses de combates.
Pero a Biden las bajas ucranianas le importan poco. Los peones están para ser sacrificados en las partidas de ajedrez. Lo que sí le molestó, y mucho, fue que Tucker Carlson entrevistara a Putin y tuviera decenas de millones de espectadores en América, donde el ruso aparece en las estadísticas como un dirigente mucho más apreciado que el inquilino de la Casa Blanca. Putin estuvo comedido, tranquilo y en plena posesión de sus facultades. Parecía Kárpov en sus partidas legendarias contra Korchnói. Biden se decidió a contraprogramar con una rueda de prensa histórica e histérica: jamás un presidente americano había evidenciado de forma tan rotunda su incapacidad, su declive mental, su patética necesidad de un retiro.
Todas las enfermedades imaginarias que la prensa atribuía a Putin eran reales dolencias en el dirigente yanqui, que recordemos que es incapaz de mantener el control de las fronteras de su país frente a la insubordinación de los tejanos.
Biden se evidenció como completamente gagá al confundir al presidente de México con el de Egipto. El pandemonio de la rueda de prensa superó las peores espantás de Curro y Rafael de Paula en Las Ventas. Todo un contraste con el sereno conversar de Putin con Carlson, que pudieron ver –y comparar– millones de americanos.
No le faltan motivos para un exabrupto al endeble sucesor de Washington; las derrotas militares no son un buen reclamo para el votante, y va a ser muy difícil que Ucrania se mantenga en pie hasta noviembre de este año, cuando se celebren las elecciones presidenciales en las que un caduco Biden va a necesitar de un colosal fraude para repetir su “victoria” de 2020. A veces, ni con todo el dinero del mundo se consigue vencer. Y, sin embargo, la política de Biden ha sido beneficiosa para Estados Unidos: ha arruinado a su competidor alemán con la inestimable ayuda del quisling (traidor) germano, un tal Scholz.
También ha colocado a la Unión Europea en un estado de sometimiento colonial ante Washington y ha roto todo posible vínculo de ésta con Rusia, es decir, ha abortado el despegue de Europa como gran potencia mundial. Por no hablar de los miles de millones de dólares que América va a exigir a Europa que gaste en reponer sus arsenales frente a la “amenaza” moscovita. Armamento, por supuesto, made in USA. En realidad, Biden ha ganado la guerra que más importa, la de Estados Unidos contra Europa. Y eso no se le reconoce porque está perdiendo la guerra que menos le interesa, la de la carne de cañón ucraniana contra Rusia. Tiene motivos el corrupto matusalén yanqui para estar irritado y perder la compostura. Está rodeado de desagradecidos. Como afirmaba Edgar en la tragedia del rey Lear: “Reason is madness” ( la razón es la locura ) Lear-Biden vive sus postrimerías en el páramo del delirio mientras sus herederos acarician la empuñadura de las dagas.
Por Kim Dotcom* KontraInfo 26/2/24
David Webb lo describe mejor en su libro 'The Great Taking'. Es un colapso deliberado diseñado por las élites a través del Estado Profundo y los Bancos Centrales para forzar a las personas a la pobreza y hacerlas dependientes de su nueva moneda digital (CBDC), que les da control sobre todo. El marco legal para hacer esto ya existe.
Mucha gente en Europa y Estados Unidos se pregunta por qué sus gobiernos adoptan comportamientos que perjudican a sus ciudadanos. Guerras, inmigración descontrolada, restricciones impuestas por el cambio climático a los agricultores, ataques a los valores familiares, la creación interminable de divisiones por parte de los medios de comunicación y la desestabilización de la industria. No es por accidente, es deliberado.
Las élites globalistas entienden que el sistema occidental de deuda insostenible y de impresión de dinero está llegando a su fin. Los países BRICS también lo saben y han creado un sistema financiero global alternativo para evitar el inevitable colapso de Occidente. Ésta es la verdadera fuente de tensiones entre Occidente y Rusia/China.
La desdolarización del comercio global hace que el Reinicio Global no sea global y proporciona una alternativa para quienes se niegan a participar. Crea un obstáculo para la condonación de la deuda global que Occidente intenta lograr imponiendo su nuevo sistema financiero en el mundo. No tienen intención de pagar sus deudas. Occidente quiere reemplazar su sistema fallido con un nuevo sistema global de control totalitario. Monedas digitales de banco central (CBDC) combinadas con vigilancia y un sistema de crédito social que restringirá el acceso al dinero si actúas en contra de sus reglas. Quieren tener la capacidad de sancionarlo a nivel individual, tal como sancionan a los países que no obedecen el orden basado en reglas de Estados Unidos.
El papel moneda dejará de existir. Se prohibirán las monedas digitales independientes Su capacidad para pagar sus cuentas y comprar alimentos dependerá de su comportamiento. Es el fin de la libertad de expresión y de las protestas. La IA será entrenada para controlar el comportamiento de miles de millones de personas. Todos seréis esclavos. Pero primero todo tiene que ponerse muy mal para que usted acepte un sistema así.
Guerras, pandemias, pobreza, escasez de alimentos y aumento de las tasas de criminalidad. Sólo utilizarás su nuevo sistema si crees que es la mejor manera de salir del infierno. Están creando voluntariamente ese infierno. Creo que muchos líderes han asegurado su lugar en este sueño totalitario. Están ejecutando el siniestro plan de las élites del Foro Económico Mundial. Vivirán vidas privilegiadas y gobernarán sin interferencias. No tendrán que rendir cuentas por sus crímenes ni serán objeto de críticas. Creen que este nuevo sistema es una necesidad para un mundo mejor. Mejor para ellos, no para ti.
Este es el futuro que quieren. ¿Qué vamos a hacer al respecto?
*Kim Schmitz es un empresario alemán, fundador de Megaupload y Mega.
Por Carlos Manuel Estefanía Aulet
Los neandertales, una especie de homínidos extintos que compartieron la Tierra con los primeros Homo sapiens, han sido objeto de fascinación y debate durante décadas. Una de las áreas más intrigantes de investigación ha sido su dieta, que ha sido examinada a través de diversas técnicas científicas y arqueológicas. En este artículo, exploraremos cómo los científicos están descubriendo los secretos de la alimentación neandertal y lo que revela sobre la evolución humana.
Durante mucho tiempo, la imagen popular de los neandertales como brutos comedores de carne ha persistido en la cultura popular. Sin embargo, los estudios modernos están pintando un cuadro mucho más matizado de su dieta y estilo de vida. Investigaciones recientes han utilizado una variedad de métodos, desde el análisis de isótopos estables hasta el estudio de los restos de alimentos atrapados en el sarro dental, para reconstruir con precisión qué comían los neandertales.
Una de las técnicas más importantes ha sido el análisis de los patrones de desgaste dental. Al estudiar las marcas dejadas en los dientes de los neandertales, los científicos pueden inferir qué tipos de alimentos consumían y cómo los preparaban. Por ejemplo, los patrones de desgaste pueden distinguir entre dietas ricas en carne y dietas más basadas en plantas, así como revelar la forma en que procesaban los alimentos.
Además del desgaste dental, los investigadores también están examinando otros restos arqueológicos para obtener pistas sobre la dieta neandertal. El análisis de los huesos de animales encontrados en sitios neandertales puede proporcionar información sobre los animales que cazaban y comían. Los estudios de los microfósiles vegetales y la presencia de herramientas de piedra también ayudan a reconstruir los patrones de subsistencia.
Lo que los científicos están descubriendo es que los neandertales tenían una dieta sorprendentemente variada y adaptable. Aunque ciertamente consumían carne, también se han encontrado pruebas de que comían una amplia gama de plantas, incluidas verduras, frutas y nueces. Esta diversidad dietética sugiere que los neandertales eran cazadores-recolectores altamente adaptables que aprovechaban una variedad de recursos en su entorno.
Además de revelar detalles sobre la dieta neandertal, estos estudios también están arrojando luz sobre la evolución humana en su conjunto. Al comparar las dietas y los estilos de vida de los neandertales con los de los primeros Homo sapiens, los científicos pueden comenzar a comprender cómo nuestras propias estrategias alimentarias han evolucionado a lo largo del tiempo.
En última instancia, el estudio de la dieta de los neandertales nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias superficiales, compartimos una historia evolutiva profunda y compleja con estas antiguas especies. A medida que continuamos desentrañando los misterios del pasado humano, también ganamos una mayor comprensión de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo. Los neandertales pueden haber desaparecido hace mucho tiempo, pero su legado sigue vivo en nuestra comprensión de lo que significa ser humano.
Fuente:
Hernaiz-García, M., Oxilia, G., Benazzi, S., Sarig, R., Fu, J., Kullmer, O., & Fiorenza, L. (2024). Diet of Neanderthals and early Homo sapiens from macrowear analysis of mandibular molars. Journal of Archaeological Science, 164, 105950. https://doi.org/10.1016/j.jas.2024.105950