El 4 de marzo de 2024, el Presidente de la República convocó al Parlamento en el Congreso de Versalles (1) para consagrar definitivamente el aborto en la Constitución. El texto fue aprobado con el 92% de los votos emitidos.
La República de Macron
No hace falta ser un católico fundamentalista para encontrar singular, incluso sospechoso, este deseo de que el aborto sea considerado un valor supremo, como uno de los pilares de la República de Macron (al igual que existió la República de Salo, de la que finalmente solo se conservará el decadente fresco pintado por Pasolini en su película: Salo o los 120 días de Sodoma) que parece dispuesto a posicionar esta medida como emblemática de su mandato de dos años; otros presidentes antes que él habían optado por marcar su paso, sobre todo mediante la construcción de monumentos que esperaban que duraran, como había hecho Pompidou con su epónimo Centre d'art contemporain en Beaubourg, un monstruo urbano atravesado por fragmentos de un oleoducto que habría explotado antes de tiempo, o Mitterrand con su pirámide compuesta oficialmente por 673 paneles de vidrio (y no 666 según las llamadas teorías de la conspiración).
En verdad, la mayoría de sus predecesores han permanecido en la memoria del pueblo sólo a través de los elementos de comunicación inventados para servir a su imagen o a través de sus indiscreciones muy involuntarias y a menudo burlescas; recordaremos a Giscard y su acordeón (pero también el asunto de los diamantes ofrecidos por Bokassa), el hombre de la calle recordará la gala de Chirac y sus botellas de Corona, Sarkozy con su Kärcher, sus tics y su TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), Hollande con sus escapadas amorosas y su casco de scooter.
Ahora sabemos más o menos cómo funciona nuestro actual presidente, que no divierte a nadie -y menos al pueblo- y que se revela como el arquetipo del manipulador narcisista perverso, como Calígula o Nerón, un retrato poco favorecedor, además manchado por su total devoción a la secta psicópata que gobierna el mundo.
Volviendo a nuestro tema, el aborto, es legítimo dudar de que Macron se sintiera movido por una cierta consideración por el sexo femenino, al que haría así "libre de disponer de su cuerpo" como mejor le parezca, siendo una de las principales características de este tipo de individuos precisamente no tener empatía por nadie más que por sí mismo.
Origen
Fue bajo el mandato de Giscard d'Estaing cuando se promulgó la ley sobre el aborto; Se pensó que hubiera sido preferible reactivar la natalidad con medidas que favorecieran a las familias y no a la mortalidad; pero, precisamente, ¡Giscard lo hizo! con la reunificación familiar! ¡ay! Esta medida no afectaba a los franceses, sino a los trabajadores extranjeros, en su mayoría argelinos que, hasta entonces, venían a Francia por un corto período para llevar a casa el fruto de su trabajo; por lo tanto, a través de este decreto [1], se establecieron definitivamente en Francia y, para muchos de ellos, ya no trabajaron, viviendo a expensas de la princesa, la misma a la que habían expulsado de Argelia unos años antes, en 1962.
Simone Veil, entonces ministra de Sanidad del presidente Giscard d'Estaing, recibió el encargo de este último de iniciar un proceso destinado a despenalizar el aborto (interrupción voluntaria del embarazo), proceso que desembocaría en la llamada "Ley Veil" del 17 de enero de 1975. Originalmente, Simone Veil especificó que "el aborto debe seguir siendo la excepción, el último recurso para situaciones sin salida". Por lo tanto, en su opinión, no era un derecho fundamental, y mucho menos constitucional. Esta parece ser una posición de sentido común que el presidente del Senado, Gérard Larcher, ha aprobado: "La Constitución no es un catálogo de derechos sociales y societarios".
Pero, en este mundo en las garras de la mentira, hemos aprendido a desconfiar de las declaraciones que parezcan ser de buena fe y que solo sirvan para adormecer las facultades de razonamiento de las personas.
Simone Veil habló de "excepción": según las últimas cifras oficiales, en 2022 se realizaron 234.300 abortos en Francia; Este promedio de 200.000 abortos/año se ha mantenido constante durante muchos años; si nos remontamos a la fecha de la promulgación de la ley Veil, equivaldría a estimar el número total de abortos desde 1975 en unos 10 millones de niños franceses cuya esperanza de vida ha sido aniquilada, mientras que nuestra tasa de natalidad disminuye constantemente. Preguntémonos: ¿esta ley de 1975, contemporánea al decreto que autorizaba la reagrupación familiar de los inmigrantes, pretendía preparar el camino para la gran sustitución, una fórmula querida por Renaud Camus, o fue sólo una desafortunada coincidencia? Porque, como veremos, los casos de abortos justificados por el hecho de que está en juego la salud de la madre o del niño, o que la madre ha sido víctima de violación, son minúsculos comparados con esta extravagante cifra de más de 200.000 abortos al año; Digan lo que digan la izquierda y los grupos feministas, los llamados abortos "de consuelo o de confort " representan la gran mayoría.
¿Qué sentido tiene querer perpetuar la ley del aborto constitucionalizándola?
Esta pregunta puede hacerse observando, por un lado, el considerable número de abortos de este tipo y, por otro, la débil oposición a las medidas existentes.
- Los opositores al aborto, opositores por razones éticas o religiosas, pero que tienen una sólida capacidad de juicio y que, afortunadamente, son los más numerosos de esta categoría, admiten el uso del aborto por razones muy concretas que pueden afectar al futuro de la madre y/o del niño, como el producto de una violación o el estado vital del feto.
Las condiciones para acceder a la interrupción médica del embarazo (IMG) se han definido en la "Ley del Velo"; y abordó ampliamente esta preocupación(ley francesa sobre laicidad que prevé la prohibición de llevar símbolos religiosos en las escuelas públicas francesas. Entró en vigor el 2/9/ 2004)Por otro lado, para la Iglesia católica no puede haber derogación, el aborto es un asesinato "simplemente inhumano" para el Papa Francisco como se expresó el 10 de octubre de 2018 durante su audiencia general. Algunos fanáticos aplican tales declaraciones a la carta, como el arzobispo brasileño Sobrinho quien en marzo de 2009 excomulgó a la madre de una niña de nueve años que tuvo un aborto después de haber sido violada por su padrastro; La misma sentencia se dictó a los médicos que practicaban abortos. Más tarde, Sobrinho sería repudiado por sus pares brasileños.
- Volviendo a Francia, políticamente, podríamos esperar más oposición de la derecha y de la extrema derecha. Este no fue el caso. Estos dos partidos siguen siendo "opositores" controlados.
En lo que respecta a la "derecha institucional" (LR), Los Republicanos (en francés: Les Républicains; LR es un partido político francés de derecha),al menos al embrión que queda de ella, no nos sorprenderá, al notar su rápido declive, la posición adoptada por su presidente, Eric Ciotti, aunque muy por debajo de lo que imaginábamos de la mediocridad de este partido: "Evitemos encontrarnos en el campo de los nerds antiabortistas al final del debate". Como si este tema eminentemente fundamental, que requiere compromisos de naturaleza altamente espiritual, pudiera ser descalificado por tal ligereza que lo colocaría al nivel de una mera moda pasajera.
Podríamos haber esperado que la situación fuera diferente con el grupo RN, (Agrupación Nacional —en francés: Rassemblement national, RN, denominado hasta 2018 como Frente Nacional (FN) extrema derecha - que asumimos que estaba apegado a valores más conservadores y que podría haber planteado algunas objeciones que naturalmente eran el resultado de una reflexión incluso superficial, como la que estamos desarrollando ahora. En realidad, no; los diputados de RN, con contadas excepciones, no tienen más visión que los diputados de LR y, ahora, tienen, además, otra visión del mundo totalmente opuesta a los valores tradicionales.
Con solo 12 diputados en contra y 14 abstenciones, el RN continúa alegremente su marcha hacia la integración en el magma globalista y el transhumanismo bajo el liderazgo de su gurú, Laurent Alexandre[2]. Este cambio radical no fue percibido por los votantes de RN, ni siquiera por muchos de sus diputados. Imagínese que todo el mundo ve en la RN sólo una estrella que sigue brillando a pesar de que ha estado muerta durante milenios. Es probable que Jordan Bardella sea el último Joven Líder -al menos virtual- en emerger como un conejo de la chistera de los magos de Davos; Gabriel Attal y Edouard Philippe, que originalmente estaban llamados a suceder a Macron, ya no son creíbles, ni siquiera como hombres de paja, por su notoria incompetencia o falta de carisma, mientras que Bardella tiene activos más poderosos y atractivos, por su brillante personalidad y por el hecho de que cuenta con el respaldo de buena parte de los franceses; parece que la nueva táctica de la secta globalista sería favorecer un acercamiento con la extrema derecha, especialmente en Europa donde tiene el viento a favor. Georgia Meloni inauguró con éxito esta nueva estrategia y recordaremos el beso público dado durante la marcha contra el antisemitismo en apoyo a Israel, por parte del "sapo" Meyer Habib, (que le costará mucho transformarse en una bella princesa) al príncipe azul Bardella.
Bertrand Mathieu escribía el 31 de enero de 2024 en Le club des juristes, bajo el título Inscription de l'abortion dans la Constitution: le fantasme d'un retour en contre: "Consagrar en la Constitución una libertad reconocida por el Consejo Constitucional y atribuir al legislador una competencia que ya le pertenece es una concepción ideológica del texto fundamental. Como bien ha señalado el Presidente del Senado, la Constitución no puede ser el receptáculo de las cuestiones sociales. ¿Un debate, que en el presente caso no existe, sobre tal o cual cuestión social debe requerir una respuesta constitucional? [...] No corresponde al constituyente transcribir a la Constitución ninguna jurisprudencia constitucional que se limite a extraer las consecuencias de derechos ya consagrados en ella. »
Esta es una pregunta importante si queremos entender las profundas motivaciones de Macron que convertirán a Francia, a través de este proyecto, en el primer país del mundo en introducir en su Constitución la posibilidad de recurrir al aborto, con la sola voluntad de las mujeres que lo soliciten. Bertrand Mathieu habla de una "concepción ideológica del texto fundamental". Pero, ¿qué concepción e ideología? Eso es lo que vamos a ver
¿Está Macron obsesionado con todo lo relacionado con Tánatos?
En la mitología griega, Tánatos personifica la muerte; para el psicoanalista Freud, es la representación de las pulsiones de muerte, a diferencia de Eros, la que representa las pulsiones de vida.
Eros es un ser andrógino, cuyo género no está claramente definido, que hoy en día podría estar relacionado con alguna de las tantas clasificaciones contenidas en el acrónimo LGBTQ+.
Según Jean-Pierre Vernant, eminente historiador especializado en mitología griega, existe otro Eros, que es sexual, nacido de la castración de los genitales de Urano, cortado por su hijo Cronos. Cronos (entre los romanos, Saturno), es el rey de los Titanes, de los que hemos establecido, en nuestro artículo ya citado[3], una probable filiación con la secta globalista y los transhumanistas.
Tánatos tiene un hermano llamado Hipnos que tiene el poder de adormecer a los hombres y a los dioses; Maestro del sueño de los hombres, también es dueño del sueño de los dioses, incluyendo así la eternidad, siendo el sueño eterno una metáfora de la muerte, lo que explica por qué Hipnos es el hermano de Tánatos. Adormecer a los hombres es el principio mismo de la propaganda, que hoy en día se llama "ingeniería social"; En cuanto a dormir a los dioses, los globalistas lo están pensando, pero la empresa resultará más difícil...
Es más fácil entender por qué Freud se apoderó de estos personajes mitológicos y por qué suponemos que Macron, una personalidad muy confusa y compleja, podría estar interesado en estas diversas representaciones.
Entonces, para responder a la pregunta: ¿cuál es la motivación profunda por la que Macron quiere consagrar el aborto como un valor perenne de Francia? Pues bien, para él, se trata de asegurar que, tras su paso al poder, sus sucesores tendrán la mayor dificultad para deshacer lo que ha puesto en marcha, favoreciendo en su planteamiento un sistema de trinquete que hará imposible volver atrás, o con gran dificultad; es, en otro nivel, el suyo propio, que es al fin y al cabo el de Presidente de la República de un país que alguna vez fue el faro del mundo, el mismo enfoque que consiste para los globalistas satanistas en tratar de detener el curso de la historia cósmica en favor de su propio interés[4]
Salón de la Fama o La Panteonización
En la obsesión de Macron por el reino de la muerte, no hay que olvidar su "panteonitis", que consiste en grabar en el mármol no de la Constitución sino del Panteón (que está más cerca del Hades) -uso de Nominativo para designar la morada de los muertos- los nombres de ciertas figuras que han contribuido, con diversas acciones, a la desaparición en curso de nuestro país.
De hecho, antes de intervenir para ayudar a Francia en su gran suicidio, era necesario animarla a pensarlo por múltiples medios y gracias a la complicidad de estas personalidades que Macron ha recompensado -o recompensará- post-mortem inscribiendo sus nombres para la "eternidad" en el mármol de su tumba en el Panteón(El Panteón en el V distrito de París es un monumento erigido en el corazón del Barrio Latino) En primer lugar, por supuesto, está Simone Veil, que inició la despenalización del aborto, es decir, la desaparición de millones de vidas francesas de raíz, a instancias de Giscard d'Estaing, no lo olvidemos. Simone Veil no previó ni quiso, como hemos señalado anteriormente, que las frágiles barreras que había puesto para garantizar que el recurso al aborto se limitara a los casos más dramáticos cedieran y que el aborto se generalizara y se hiciera accesible a todas las solicitudes hechas por las mujeres, por razones económicas o sociales o incluso estético en los casos más extremos, sino más generalmente por razones llamadas de "comodidad".
¿Fue la despenalización del aborto una razón suficiente para acoger sus restos y los de su marido en el Panteón, dada la inevitable otra cara de su acción, a saber, la pérdida de vidas humanas?
Fue ministra de Sanidad bajo el gobierno de Jacques Chirac cuando promulgó la ley que lleva su nombre; ¿No es esto problemático en relación con el juramento hipocrático?
Para que conste, fue para rendirle homenaje que Macron nombró en 2017 a la nuera de Simone Veil, Agnès Buzyn, para el mismo cargo de ministra de Sanidad, donde se distinguió por aumentar el número de vacunas obligatorias para niños de tres a once años y, entre otros casos escabrosos, por clasificar la hidroxicloroquina en la lista de "sustancias venenosas" el 13 de enero de 2020, incluso antes del inicio de la pseudopandemia, que provocó la muerte de miles de pacientes, sin atención.
Por último, siempre en el marco de este panteón, un proyecto que Macron querrá llevar a cabo: la recepción en el Panteón del cuerpo de Robert Badinter, el abogado que, fue Ministro de Justicia con François Mitterrand, fue el autor de una ley de abolición de la pena de muerte, promulgada el 9 de octubre de 1981.
Escucho a algunas personas decirme: pero eso va en contra de su tesis funeraria, ya que esta ley está precisamente en contra de la pena de muerte. En realidad, no realmente, está en contra de la pena de muerte para los asesinos, que son mucho menos numerosos que los que asesinaron. Dado que la pena de muerte ha sido introducida con el ejemplo a lo largo de los siglos pasados, y que la cadena perpetua nunca se ha aplicado realmente en Francia para sustituirla, los asesinos y asesinos seguirán infligiendo esta pena de muerte a sus víctimas inocentes en un número cada vez mayor. Existe, por tanto, una ignominia moral a favor del ladrón sobre la víctima, que parece ser la doctrina de la justicia francesa aplicada a todo tipo de delitos.
Finalmente, ¿a quién le importa el destino post-mortem de estos pequeños seres que estaban esperando nacer? ¿Puede pensar que los diez millones de fetos abortados en Francia fueron simplemente desechados e incinerados como "desechos hospitalarios"? Lo que sabemos de esta sociedad mercantil en la que vivimos, que todo lo transforma en dinero contante y sonante, nos lleva a pensar que probablemente no sea así; y tal vez sea ésta la verdadera razón de esta implacabilidad contra la vida.
Pierre-Emile Blairon
Notas:
[1] Decreto del 29 de abril de 1976, firmado por el primer ministro del presidente Giscard d'Estaing, Jacques Chirac.
[2] Véase mi artículo: Tradicionalistas vs. Globalistas: La Gran Conmoción Planetaria del 25 feb 2024 Tradicionalistas contra globalistas: la gran convulsión planetaria – Adáraga (adaraga.com)
[3] Op.cit.
[4] Op.cit.
Traducción adaptada y destaques en amarillo por posta