Estados Unidos se encuentra en una coyuntura crítica que recuerda a las protestas históricas de los estudiantes contra la guerra de Vietnam y el apartheid en Sudáfrica. Los disturbios han afectado a varias de las instituciones de educación superior más prestigiosas de Estados Unidos debido a la guerra en Palestina.
mpr21 25/4/24
La Universidad de Colombia tuvo que cancelar las clases presenciales. Decenas de manifestantes fueron detenidos en la Universidad de Nueva York y la Universidad de Yale, y las puertas de la Universidad de Harvard se cerraron al público el lunes.
Los directores de algunas de las universidades de Estados Unidos han tratado de calmar las tensiones universitarias provocadas por la guerra de Israel contra la población civil palestina (1) Más de 100 manifestantes pro palestinos que acampaban en los terrenos de la Universidad de Columbia fueron detenidos la semana pasada.
Campamentos similares han surgido en universidades de todo el país, mientras los rectores justifican la represión por la necesidad de mantener la seguridad en el campus. La represión policial se avecina, particularmente después de que la Universidad de Columbia cancelara las clases presenciales el lunes en respuesta a los manifestantes que acamparon en su campus de Nueva York (2) De hecho, la Universidad de Columbia se ha convertido en el epicentro del desacuerdo sobre la guerra entre Israel y Hamas expresado en Estados Unidos.
En la Universidad de Nueva York, un campamento de tiendas de campaña instalado por estudiantes acogió a cientos de manifestantes durante todo el día del lunes. La universidad dijo que advirtió a los reunidos que se fueran y luego llamó a la policía después de que estallara un disturbio en el lugar. Poco después, los policías comenzaron a realizar detenciones.
El Times of Israel informa que "la propagación de las protestas antiisraelíes es alentada y celebrada por activistas propalestinos, incluido el grupo antisionista Voz Judía por la Paz. Y eso está generando preocupación entre los grupos judíos en el campus que están pidiendo a los rectores que tomen medidas más agresivas".
Los medios británicos citan a un estudiante que declaró que Estados Unidos se encontraba en un momento crítico, comparando las protestas con las históricas manifestaciones contra la guerra de Vietnam y el apartheid en Sudáfrica.
Las protestas enfrentaron a los estudiantes entre sí, y los propalestinos exigieron que las universidades condenaran el ataque israelí a la Franja de Gaza y desinvirtieran en empresas que venden armas a Israel.
"La mayoría de los estadounidenses ahora desaprueban la acción israelí en Gaza, según sugiere una reciente encuesta de Gallup", concluye la BBC.
(1) https://www.euronews.com/2024/04/23/pro-palestinian-protests-sweep-us-college-campuses-after-arrests
(2) https://www.pbs.org/newshour/education/columbia-cancels-in-person-classes-as-pro-palestinian-protests-sprout-across-u-s-campuses
KontraInfo
Se incrementan en EEUU las protestas estudiantiles contra Israel en repudio ante el genocidio que este último se encuentra llevando adelante en Gaza con la complicidad norteamericana. Se multiplican en ese sentido consignas propalestinas y llamamientos a poner fin a las operaciones israelíes.
En todo el país, desde California hasta Georgia y Cambridge, la Policía lleva detenidos a cientos de estudiantes que han decidido manifestarse en contra de la financiación a Israel.
Oleadas de manifestaciones similares se reprodujeron en campus universitarios de todo el país. Harvard, la Universidad del Sur de California, la Universidad de Texas en Austin y otras se llenaron de jóvenes descontentos con las acciones de su Gobierno en apoyo a Tel Aviv.
A las protestas también se sumaron los estudiantes de la Universidad de Texas en Austin. Según el Departamento de Seguridad Pública de ese estado, las fuerzas del orden practicaron el miércoles 34 detenciones en predios de esa institución educativa.
En sus inicios, el miércoles 17 de abril, varios estudiantes activistas entraron en un prado frente a la Biblioteca Butler, en pleno campus de la Universidad de Columbia, en Manhattan, Nueva York. Instalaron tiendas, banderas palestinas y carteles escritos a mano ("Columbia financia el genocidio"; "Mientras lees, Gaza sangra" y otros). El resultado fue la detención de más de 100 manifestantes propalestinos el pasado jueves, siguiendo los pedidos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien había solicitado detener a los estudiantes.
Este miércoles el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acudió a la universidad para intentar persuadir a los estudiantes de que detuvieran las protestas. Sin embargo, mientras pronunciaba su discurso, los jóvenes gritaban "No podemos oírte" y "Mike, eres un asco". Johnson atinó a responder con cinismo: "Disfruten de su libertad de expresión".
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que más de 90 personas fueron detenidas el miércoles por la noche durante una protesta en la Universidad del Sur de California. Una persona fue arrestada por presunta agresión con arma mortal. La universidad comunicó en X, el mismo día, que la protesta había terminado pero que el campus seguiría cerrado.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió un comunicado en el que aseguró que "el antisemitismo no será tolerado" en el estado.
La Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, restringió el domingo el acceso al Yard, el patio ubicado en el centro del campus. Estos esfuerzos no impidieron que los manifestantes instalaran el miércoles un campamento con al menos 14 tiendas, informa el periódico estudiantil The Harvard Crimson.
Ante el aumento de la protesta en los campus universitarios de EE.UU., el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, publicó un mensaje de video en sus redes sociales, en el que condenó las acciones de estudiantes del país norteamericano y la falta de reacción adecuada por parte de las autoridades de las escuelas.
"Multitudes antisemitas han tomado las principales universidades. Piden la aniquilación de Israel. Atacan a estudiantes judíos", afirmó. Además, calificó las manifestaciones de "horribles" y agregó que "recuerdan lo sucedido en las universidades alemanas en los años 30".
PHILIP GIRALDI •The Unz Review APRIL 25, 2024
Si te preguntas por qué o cómo la cobertura de los principales medios de comunicación sobre lo que está sucediendo en Gaza está tan sesgada como para que parezca una guerra real entre dos adversarios competitivos y bien armados en lugar de una masacre de civiles, ¡no te lo preguntes más! Una filtración ha expuesto un documento interno del New York Times que proporciona orientación editorial sobre palabras que no deberían usarse en ningún artículo relacionado con Gaza o Palestina. Incluyen “genocidio”, “limpieza étnica”, “territorio ocupado” e incluso la propia “Palestina”
La intención es claramente eliminar cualquier palabra con connotaciones negativas que puedan aplicarse de alguna manera a Israel y a lo que Israel está haciendo, llegando incluso a no incluir ninguna sugerencia de que la propia Palestina podría considerarse una entidad política legítima. Al mismo tiempo, los medios de comunicación están dejando oír argumentos de que el asesinato de palestinos por parte de israelíes está justificado, ya que todos ellos son “terroristas”, incluso los más pequeños que crecerán y se convertirán en enemigos de Israel y de los judíos en todo el mundo.
En gran medida, son los propios sionistas los que crearon la necesidad de censurar el lenguaje utilizado para describir los acontecimientos entre Israel y sus vecinos y eso se debe a que Israel, que ocupa de facto e ilegalmente toda la Palestina histórica, se hizo a sí mismo de jure “el estado nación del pueblo judío” allá por 2018, a pesar de sus ciudadanos cristianos y musulmanes que, en ese momento, representaban algo así como el 20% de la población. En pocas palabras, un Estado judío no puede ser una democracia para todos sus ciudadanos, al igual que Estados Unidos no puede ser un Estado cristiano, por lo que es necesario desviar la atención de esa paradoja. Y hay otros grados de malestar que surgen de esa necesidad, incluido el hecho de que los creyentes judíos devotos en realidad siguen los diez mandamientos, incluido el de “¡No matarás!” mientras que Israel no ha hecho nada más que matar desde su fundación, así como muchas violaciones de “No robarás” y “¡No darás falso testimonio contra tu prójimo!” Entonces, en lugar de comportarse mejor y tratar de vivir en paz con sus vecinos, el “Estado judío” optó por cultivar una saga en parte mítica de victimismo conocida como el “Holocausto” etiquetar todas sus letales reacciones exageradas como respuestas legítimas de "derecho a defenderse".
Esto, a su vez, ha generado otra línea de defensa, lo que se ha convertido en la industria virtual que podría denominarse la búsqueda del “antisemitismo”. Y para que sea realmente peligroso para los ciudadanos estadounidenses promedio que todavía creen que es posible criticar el comportamiento de países extranjeros, el canto del “antisemitismo” ha sido retomado de todo corazón por los políticos y se está convirtiendo en leyes, particularmente a nivel estatal. niveles para castigar a las personas que intentan criticar a Israel. Los políticos a nivel nacional en el Congreso también están presentando proyectos de ley que aplicarían restricciones similares en todo el país, por lo que inevitablemente será adiós a la garantía de libertad de expresión de la Primera Enmienda.
Los actuales disturbios en los “campamentos” y “zonas liberadas” propalestinas en 33 campus universitarios en EEUU, que protestan contra lo que claramente es un genocidio que está teniendo lugar en Gaza, pidiendo un alto el fuego y el cese de la inversión institucional en Israel, así como una suspensión de vínculos con organismos educativos del gobierno israelí. Como consecuencia de ello, el Congreso, Joe Biden en la Casa Blanca y casi todos los principales medios de comunicación están etiquetando asiduamente el movimiento como una manifestación de “antisemitismo”. El primer ministro israelí, Netanyahu, en respuesta a los disturbios, dice, inevitablemente, que “ turbas antisemitas se han apoderado de las principales universidades ”, similar a las manifestaciones nazis en la década de 1930, y pidió una importante represión de seguridad contra los manifestantes. Y debe observarse cómo la reacción de las universidades ha sido bastante consistente, es decir, cerrar grupos o oradores palestinos en el campus y dejar solos a los grupos judíos que apoyan las acciones de Israel, lo que indica claramente que esta no ha sido una respuesta imparcial al malestar político. . El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que ha dejado muy claros sus sentimientos proisraelíes, habló el miércoles en la Universidad de Columbia, donde comenzó el movimiento, y desestimó las sugerencias de que las protestas fueran libertad de expresión protegida legalmente. Se estaba dirigiendo a lo que pensaba que eran “estudiantes judíos”, pero, sin embargo, los manifestantes lo interrumpieron cuando dijo que la universidad debe restaurar el orden en el campus y que “no había protegido a los estudiantes judíos en medio de preocupaciones sobre el antisemitismo en el campus y sus alrededores”. Esto es peligroso. Respetamos la libertad de expresión, respetamos la diversidad de ideas, pero hay una manera de hacerlo de manera legal y eso no es lo que es”
Hablando de la administración de la Universidad de Columbia, Johnson preguntó lastimeramente si “¿Ni siquiera pueden garantizar la seguridad de los estudiantes judíos? ¿Se espera que corran para salvar sus vidas y se queden en casa y no vayan a clase? Es simplemente exasperante”. Si el Portavoz hubiera investigado un poco más, habría descubierto que casi todos los supuestos casos de “antisemitismo” en el campus han sido muy exagerados por organizaciones como la Liga Antidefinición (ADL), cuyo director Jonathan Greenblatt ha sido un gran agitador ,al pedir que se presenten cargos penales contra todos aquellos a quienes acusa de “odiar a los judíos”. Ni Greenblatt ni Johnson, él mismo un sionista cristiano, evidentemente están preocupados en absoluto por el hecho de que Israel haya masacrado probablemente a más de 40.000 civiles desarmados, incluidos muchos niños. Es una cifra de muertos que incluye la tortura y el asesinato de prisioneros al estilo ejecución, fosas comunes de víctimas y la destrucción deliberada de hospitales, escuelas e iglesias. Incluye incluso la extracción de órganos de cautivos y cadáveres para trasplantes, producto para el cual Israel tiene una clientela internacional bien conocida y altamente desarrollada. Pero tales detalles se consideran no probados o incluso irrelevantes para Greenblatt y Johnson, al igual que la realidad de que muchos judíos estadounidenses están participando de las manifestaciones
Es de suponer que pronto serán etiquetados como “judíos que se odian a sí mismos” para completar la narrativa aprobada.
Es difícil ignorar en qué monstruo se ha convertido Israel bajo el primer ministro Netanyahu y su banda de matones. Cuando el Ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, respondió a los informes de que Israel se había quedado sin espacio en la cárcel para sus alrededor de 10.000 prisioneros palestinos diciendo que la solución era sacar a algunos de ellos y matarlos para hacer más espacio, no hubo respuesta de Washington. Quizás una mejor solución sería liberar a la mayoría de esos prisioneros, que están detenidos sin cargos, ya que encarcelar a personas sin el debido proceso se considera inaceptable en la mayoría de los países civilizados con "estado de derecho", que Israel y los Estados Unidos de Joe Biden consideran. ser pero manifiestamente no lo son.
Por lo tanto, doy la bienvenida a la rebelión estudiantil contra las atrocidades israelíes a pesar de que ya se han enfrentado a una ola masiva de opresión por parte de las autoridades escolares e incluso de exalumnos que están reteniendo donaciones y también formando grupos que informarán a los posibles empleadores sobre los nombres de los estudiantes que están considerados antiisraelíes, presumiblemente negándoles empleo después de graduarse. Las propias universidades están suspendiendo o expulsando a los manifestantes, incluido un correo electrónico enviado por la Universidad de Princeton a todos los estudiantes el miércoles amenazando con que los estudiantes que participaran en protestas propalestinas como las de Columbia, Yale y otras universidades estarían sujetos a “arresto y expulsión serían objeto de "detención y prohibición inmediata" de acceso al campus, seguida de expulsión.
Mientras tanto, se pedirá a las autoridades civiles que sigan arrestando a los manifestantes, cuando sea necesario, utilizando recursos tanto de la policía como de la Guardia Nacional. ¡Todo recuerda el tiroteo contra manifestantes estudiantiles no violentos en la Universidad Estatal de Kent hace 54 años! El senador Tom Cotton de Arkansas, uno de los principales beneficiarios del dinero del lobby israelí, aboga por que los manifestantes, a quienes describe como “criminales pro-Hamas”, se enfrenten a ciudadanos enojados que deberían “tomar el asunto en [sus] propias manos” y directamente castigar a los infractores.
Y mientras tanto, el gobierno de este justo país, que se ha convertido en el defensor a tiempo completo de Israel, estará gritando al unísono que los manifestantes son "antisemitas" e incluso "terroristas alineados con Hamás", degradándolos hasta tal punto que cualquier cosa que se haga. a ellos será considerado aceptable por los medios y los formadores de opinión. No se pronunciará una sola palabra crítica sobre lo que está haciendo Israel, aparte de vagos llamamientos al estilo Biden para que se tomen algunas medidas “humanitarias” para matar menos, que Netanyahu ignora habitualmente. Por el contrario, el Congreso y Biden están recompensando a Israel por su comportamiento con su reciente donación de ayuda exterior de 26.000 millones de dólares para rearmar al Estado judío, algo que un Washington endeudado ya no puede permitirse, aunque Biden afirma que el regalo “hará que el mundo más seguro” y ser recordado como un “buen día para la paz mundial”. Irónicamente, parte del dinero está destinado a “ayuda humanitaria”, lo que podría sugerir algo para los palestinos, pero como Estados Unidos se niega a tratar con la agencia de asistencia de la ONU (UNRWA) y ciertamente no trabajará con lo que queda del antiguo gobierno de Hamás. En Gaza, Israel sin duda limitará y controlará la ayuda, tal como lo está haciendo ahora, antes de quedarse con todo el dinero sobrante. La verdadera historia debería ser cómo Israel trata a Estados Unidos como un bien mueble, una fuente de dinero, armas y cobertura política ilimitada sin ofrecer nada a cambio, aparte del malestar constante y la complicidad en crímenes contra la humanidad. Sólo cabe esperar que el coraje de los estudiantes que han iniciado cierta resistencia con su campamento en Columbia produzca alguna comprensión entre el público estadounidense de cómo la deferencia acrítica hacia las “necesidades” e intereses israelíes ha corrompido seriamente a Estados Unidos y bien podría llevar a al borde de la ruina para ambos países.
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La Universidad de Columbia amenaza con utilizar el ejército estadounidense para aplastar las protestas estudiantiles de Columbia contra el genocidio en Gaza 54 años después de que la Guardia Nacional fuera desplegada en Kent State y llevara a cabo la atroz masacre de estudiantes que protestaban contra la guerra en Vietnam, la administración de la Universidad de Columbia ahora amenaza con traer a la Guardia Nacional al campus para aplastar las protestas estudiantiles que se oponen al genocidio en Gaza. . Es el colmo de la ironía que los funcionarios de la administración de la Universidad de Columbia se hagan eco de los llamados de los republicanos de extrema derecha en el Congreso a utilizar el ejército estadounidense para reprimir el movimiento estudiantil en Columbia. Los esfuerzos por intimidar, asustar y doblegar la voluntad de los estudiantes que exigen justicia no tendrán éxito. La gente de todo Estados Unidos y, de hecho, de todo el mundo saluda la heroica postura adoptada por los estudiantes de Columbia y los estudiantes de los campus universitarios de todo Estados Unidos que exigen la liberación del pueblo palestino
En un escandaloso acto de intimidación contra la protesta pacífica, la administración de la Universidad de Columbia amenaza con pedir a la Guardia Nacional que tome medidas enérgicas contra el movimiento estudiantil contra el genocidio en Gaza. Es aún más indignante que esto ocurra casi 54 años después de la infame masacre de Kent State. El movimiento estudiantil está explotando en todo el país en una ola histórica de protestas en solidaridad con el pueblo palestino. Ninguna represión podrá detenerlo: ¡Palestina será libre!
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