28.ENE.18 | postaporteñ@ 1875

NOTAS SOBRE EL CASO LULA Y LA NUEVA DEMOCRACIA

Por LopezSirio / RyR / Artola

 

El ex-Pte. Lula y el lulismo le deben al país y a la izquierda de A. Latina y mundial una autocrítica sobre su parte de culpa en la corrupción institucional reinante en Brasil (que, se sabe, ya venía desde antes, como lo prueban los casos ocurridos en los gobiernos de Collor y de  Fernando Henrique Cardoso); eso es un hecho.Prof. Dr. Sirio López Velasco

(Universidade Federal do Rio Grande lopesirio@hotmail.com)

27/01/2018

Al mismo tiempo, el ex-Pte. Lula, el lulismo y muchos analistas consideran que  tanto el impeachment de la Pte. Dilma Rousseff como la condena judicial de Lula son fruto de una conspiración neoliberal de grandes empresarios, banqueros, agentes financieros (el Primer Poder, económico, “el Mercado”, no sometido al alcance de las decisiones resultantes de la voluntad democrático-popular), las cúpulas partidarias de la derecha  y del falso centro-izquierda, la  gran prensa (en especial la Globo, erigida en Cuarto Poder, a veces con peso de Primer Poder), sectores de los Poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y factores externos (vinculados al imperio yanqui-OTAN, deseoso de controlar los recursos naturales brasileños y de subordinar a sus intereses la política internacional de Brasil). 

Algunos comentaristas consideran que el ataque a la Pte. Dilma y al ex-Pte. Lula fue decidido cuando bajaron los precios internacionales de las commodities y que en Brasil la torta había disminuido de tamaño, lo que llevó a los súper-ricos a no querer más compartir con los pobres ni siquiera las migajas que habían concedido a éstos los Gobiernos del PT (a través, en especial, del Programa Beca Familia, que retiró a  millones de la pobreza extrema, sin, no obstante, proporcionarles las condiciones para una subsistencia autónoma que les permitiese renunciar a aquella ayuda dentro del capitalismo, y, mucho menos, enrumbarse hacia el poscapitalismo, que concebimos como un socialismo en perspectiva ecomunitarista)

También puede pensarse que cerca de la mitad del segundo mandato de la Pte. Dilma, aquellos sectores decidieron actuar porque percibieron que la Pte. lograría hacer elegir un sucesor, alejándolos otra vez  de la conducción del país por la  vía de la voluntad de las urnas. Sea como sea, la conducta efectiva de los sectores antes mencionados obligan a Lula, al lulismo y a todos quienes  luchan por el socialismo a cuestionar hasta su raíz al Estado y a la Seudo democracia actual, con sus bases económicas y prolongamientos (como lo es una gran prensa al servicio de los intereses de los poderosos).

No hacerlo seria condenarse a tropezar una y otra vez con la misma piedra, viendo a Lula o a quien venga a substituirlo, o imposibilitado de llegar a la Presidencia, o ser retirado de la misma por la vía del impeachment  (por la acción combinada de los sectores antes citados), bajo cualquier pretexto (como lo fue, por ejemplo, el de las supuestas “bicicletas fiscales”, supuestamente usadas por la Pte. Dilma, y de las que hoy nadie más habla pues los especialistas dicen que inmediatamente después del impeachment fueron legalizadas por y para Temer, para facilitar su tarea de acabar con diversos derechos de los brasileños, rematar el país en beneficio de las multinacionales y en detrimento de la orientación público-estatal de sectores estratégicos, y someter al Brasil a la política internacional de los EEUU)

Hacer esa reconsideración a fondo debería llevar a Lula y a la izquierda a proponer al país una refundación completa de la democracia, que incluya la democratización de la economía (hoy en Brasil, según Oxfam, cinco billonarios tienen la misma riqueza que la mitad de la población más pobre del país), de la gran prensa (aprobando una “ley de los tres tercios iguales” entre prensa pública/estatal, comunitaria y privada, que impida que esta última erija monopolios u oligopolios nacionales o regionales que crean-controlan  una falsa “opinión pública” manipulada), que promueva la educación ambiental ecomunitarista en todo un sólido sistema educativo público, gratuito, de calidad y al servicio de los más necesitados (como también habrá de serlo un nuevo Sistema Único de Salud), potencie el ejercicio de la democracia directa (o por lo menos participativa) por el pueblo (en especial mediante repetidos plebiscitos y referendos de alcance municipal, estadal y nacional, para decidir sobre cuestiones que afectan la vida de la ciudadanía muy significativamente, como es el caso de las directrices macroeconómicas y de política externa, leyes laborales, cuestiones ambientales, y sistemas de salarios, jubilaciones/pensiones, seguridad y defesa, entre otros temas que hace mucho tiempo en Suiza son sometidos a la decisión popular), e incluya activamente al ciudadano en las tareas de seguridad y defensa de su comunidad y del país; tal democracia debe limitar el número de los mandatos (incluso en el poder judicial, cuyos miembros también deberán surgir de la elección popular y estar bajo control popular, como ocurría en la Grecia antigua), promover la rotación de los ciudadanos en el ejercicio de las funciones públicas (para evitar la perpetuación de la actual clase política corrupta), y cortar de raíz la corrupción mediante un efectivo y continuado control popular sobre los actos de todos los funcionarios.

El conjunto de estos cambios debe orientarse rumbo al socialismo de perfil ecomunitarista, donde el pueblo podrá vivir una  vida digna (aunque frugal, como lo imponen los imperativos ecológicos). Esa nueva democracia brasileña velará de manera permanente por la soberanía nacional, y habrá de articularse con una A. Latina integrada solidariamente y con postura/acción soberana e independiente en el escenario mundial.

Bibliografía mínima

López Velasco, Sirio. Ideas y experiencias de la democracia. Una mirada ecomunitarista, Ed. Fi, Porto Alegre, 2017, disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/180sirio

Lopez Velasco, Sirio. Contribuição à Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista, Ed. Fi, Porto Alegre, 2017; disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio

La rendición de la izquierda en Brasil

El pasado miércoles, el Tribunal de Porto Alegre dictó sentencia sobre Lula a raíz del soborno recibido por parte de la constructora OAS, una de las contratistas de Petrobras.

Se trata de una nueva vuelta de tuerca de la investigación de la corrupción entre la petrolera estatal y las empresas constructoras, que salpican a políticos de diferente color, principalmente del PSDB, el PMDB, y el PT.

En concreto, se acusa a Lula de que la empresa OAS le dio un departamento de 297 metros cuadrados en Playa Asturias, Sao Paulo, a cambio de suculentos contratos con Petrobras. El juez Sergio Moro, quien lleva adelante la causa del Lava Jato, había encontrado culpable a Lula por recibir sobornos por 1,2 millones de dólares, por lo que lo condenó a 9 años y medio de prisión. El Tribunal de Porto Alegre, no solo lo encontró culpable, sino que también aumentó la condena a 12 años. De esta forma, Lula tiene muchas chances de no poder presentar su candidatura presidencial para las elecciones de fin de año, siendo líder en las diferentes encuestas, e incluso podría estar preso para ese entonces.

Ese es el punto nodal de la cuestión y ha hecho a la izquierda sufrir un nuevo desparramo. En Argentina :Tanto el PO como el PTS han salido a repudiar la sentencia a Lula.[1]

El primero, considerando que “la condena a Lula es funcional a la tentativa de despejar el terreno a las variantes capitalistas más extremas, estableciendo un hilo conductor con la ofensiva actual que viene llevando el gobierno de Temer” y que forma parte de una “manipulación” y “proscripción política”  que debe ser derrotada.[2] 

Dicho de otra manera, Temer es la “derecha extrema” y Lula es el mal menor. Hay que recordarle al PO que Lula no está preso por encabezar una lucha contra Temer, sino por aceptar sobornos, o sea, por aceptar plata de los obreros para que una empresa en particular explote a más obreros.

Así y todo, el PTS da un salto más al vacío, y sostiene que se trata de un “autoritarismo judicial” y “cercenamiento de derechos democráticos” que apuntan a “restringir el derecho democrático elemental de la población a votar a quien quiera, incluso a Lula”. Es decir, se consagra la democracia burguesa, donde la clase obrera hace política como ciudadano y no como clase. Aún más, si lo que importa es elegir libremente, si la clase obrera elige a un delincuente como presidente no habría nada que hacer, porque es su derecho elegir a quien quiera. Por último, llama a los “trabajadores” a “unir sus filas para luchar contra las reaccionarias reformas de Temer (para abolir la reforma laboral y frenar la previsional) y en defensa de los derechos democráticos de toda la población, en primer lugar contra la restricción del derecho a votar a quienes quieran”

Es decir, la estrategia del frente único, que no excluye al PT, obviamente. Entre lo que sostiene el PTS, y la negación de la revolución, hay solo un par de centímetros. La única excepción fue IS, quien se delimitó del PT y se negó a defender a Lula.

Tanto el PO como el PTS tienen los mismos problemas. Por un lado, su posición frente a Lula y al PT, por el otro, la caracterización que tienen del proceso que se viene desatando en Brasil desde la presidencia de Dilma.  En el primer caso, tanto el PO como el PTS identifican en el PT y en Lula, elementos progresistas que los ubican como el “mal menor” frente a Temer.

Esto es completamente falso. Lula es tan corrupto como Temer, y el PT ha llevado adelante un ajuste tan violento como el que está llevando a cabo el PMDB.

Alcanza con ver el último período del gobierno de Dilma Rousseff para ver los diferentes recortes y congelamientos que impulsó, similares a los que ahora lleva adelante su exvice.  Incluso, el PT tiene el antecedente del “mensalao” por el que fue encarcelado el ex presidente del partido, y ex funcionario de Lula, José Dirceu. Más aún, en las últimas elecciones municipales, el PT fue en alianza con varios partidos que habían votado la destitución de Dilma y negoció con el PMDB una reforma política, mostrando que algo queda de aquella alianza con la “derecha” y “contra natura” (Altamira dixit).

El problema, y nos lleva ya al segundo punto, es que ni el PO ni el PTS logran ver que, lo se está desarrollando en Brasil, no es un “golpe institucional” con una avanzada sobre las libertades democráticas y la “libertad de elegir”. Y eso es porque no distinguen que en ambos campos, el de Temer y el de Lula, está la burguesía, en medio de una crisis política que aún no termina.

La diferencia entre Temer y Dilma, es que mientras esta última sufrió movilizaciones multitudinarias, Temer logró contener el proceso que entró en un reflujo. Temer es el producto del retroceso (relativo, por ahora) de la acción directa de la clase obrera, no su causa. Temer busca evitar la candidatura de Lula porque sabe que hoy por hoy pierde las elecciones y su destino puede ser la cárcel. Se trata de una pelea entre el personal burgués. En lugar de defender a uno contra el otro, lo que corresponde es levantar una fuerza propia.

Como vemos, el PO y el PTS proponen para Brasil lo mismo que para Argentina: ser los legítimos herederos de un movimiento burgués. En lugar de dar una discusión clasista con las bases de estos partidos, se apela a la defensa de su líder como forma de identificación. En lugar de preocuparse por construir un candidato propio, hacen campaña por el enemigo.

Si Lula está preso por ser un límite al ajuste, ¿por qué no lo van a votar? La izquierda se niega a poner sobre la mesa un programa revolucionario y una estrategia propia. Simplemente, proponen “resistir contra el neoliberalismo”, cuando lo que hace falta es una política socialista para intervenir en la crisis. El primer paso para ello, es convocar a un congreso de obreros y desocupados, que vuelvan a llenar las calles de Brasil con movilizaciones exigiendo  cárcel a Temer, Lula, y a todos los que ajustaron y robaron a la clase obrera, sean del partido que sean.

Condena efectiva para Lula y todos los ladrones del PT

Juicio y castigo a Temer y todo su gabinete corrupto.

Por un Congreso de Trabajadores que de salida a la crisis política.

Razón y Revolución

26/1/18

Notas

 1/ El PTS reprodujo el comunicado del Movimiento Revolucionario de los Trabajadores, disponible en https://goo.gl/ScCTrf

 2/ https://goo.gl/HMMnk7

 

Humor por ARTOLA | LULA:

Mi amiga CRISTINA me mandó un WhatsApp diciendo..." LULITA SIEMPRE A TU LADO, SOS TAN HONESTO COMO YO..."...La traerán a la celda de al lado...??

http://rostrazos.blogspot.com.uy/2018/01/lula-mi-amiga-cristina-me-mando-un.html?m=1


Comunicate