John Riddell
I - Construyendo el marco estratégico
Los activistas revolucionarios que fundaron la Internacional Comunista (Comintern) en 1919 tuvieron poco contacto con los movimientos de liberación colonial fuera de Rusia.
No obstante, solo un año después, en julio de 1920, el Komintern adoptó una estrategia de largo alcance para la revolución nacional y social en los países dependientes, más tarde denominada el frente único antiimperialista.
Esta política fue adoptada mucho antes de que apareciese una estrategia análoga de frente único en los países capitalistas industrializadas de Occidente. Además, la búsqueda de la unidad en los países oprimidos de Asia y África se llevó a cabo con persistencia, mientras que el frente único en Europa era cosa de arranques y frenos.
El frente único antiimperialista no logró resultados decisivos en la década de 1920; y en China, donde las condiciones eran las más favorables, condujo en 1927 a una severa derrota.
Para comprender este revés, debemos ver las ambigüedades de la política misma y la relación contradictoria entre las de los partidos nacionales con la dirección del Comintern con sede en Moscú
En las décadas siguientes los esfuerzos para forjar la unidad contra el imperialismo mostraron victorias, y la gran mayoría de los gobiernos coloniales terminaron cayendo en casi todas partes. La interacción a principios de la década de 1920 entre los pioneros anticolonialialistas con la revolución rusa nos revela mucho si queremos ver la dinámica de esos movimientos a lo largo del siglo XX.
Los socialistas y liberación colonial
El Comintern surgió en parte como una reacción contra la Internacional Socialista o Segunda Internacional, que unificó las fuerzas socialistas en el mundo desde 1889 hasta 1914. El Segundo Congreso de la Internacional Comunista (1920) denuncia a su predecesora que "en realidad, solo reconoce la existencia de los pueblos de piel blanca", o como lo decía el comunista indio Manabendra Nath Roy en esa misma reunión, para la vieja Internacional antes de 1914 "el mundo no existía fuera de Europa". [1]
La doctrina marxista descansaba entonces sobre una lógica económica, en el surgimiento de las naciones. La expansión capitalista, aunque cruel en sus efectos, tuvo un resultado progresivo: la creación del proletariado moderno. Algunos socialistas de derecha, como Hendrick Van Kol de los Países Bajos, racionalizaron esto para apoyar el colonialismo ilustrado. Los marxistas revolucionarios lograron en 1907 convencer al Segundo Congreso de la Internacional de condenar categóricamente el colonialismo, pero solo por un estrecho margen de 127 a 108. [2]
Incluso entonces, la Internacional no llegó a llamar a la independencia de las colonias.
Los levantamientos revolucionarios en China, Turquía e Irán (Persia) en 1908-1911 convencieron a muchos socialistas de que las luchas de liberación en Asia sacudirían la estabilidad capitalista. Lenin anunció la nueva era al colocar el título audaz en un artículo en 1913, "Europa atrasada, Asia avanzada" [3]
"En todas partes de Asia hay un poderoso movimiento democrático que crece, se difunde y gana fuerza. La burguesía está allí, incluso del lado del pueblo contra la reacción. Cientos de millones de personas están despertando a la vida, la luz y la libertad. ¡Qué delicia que este movimiento mundial está en los corazones de todos los trabajadores con conciencia de clase, que saben que el camino hacia el colectivismo pasa a través de la democracia! ¡Qué simpatía por la joven Asia está impregnando a todos los demócratas honestos! ¿Y la Europa 'avanzada`? ¡Está saqueando China y ayudando a los enemigos de la democracia, los enemigos de la libertad en China!"
Tomó tiempo para que esa inversión que hacía Lenin de los términos "avanzada-atrasada" cobrara vida; Los documentos de la Internacional Comunista estaban erizados de referencia a las naciones "atrasadas"
Fernando Claudìn ha sugerido que el ala revolucionaria de la Segunda Internacional, la que fundó la Internacional Comunista, seguía portando las dos ideas preconcebidas "eurocentristas", las cuales, ambas, se remontan a la fundación del marxismo, o sea:
1) La liberación de los países coloniales y dependientes"debe ser resultado de la revolución socialista en Occidente"; y 2) "La transformación socialista del mundo significará su europeización"[4]
Ambos temas fueron abordados en los primeros dos años del Comintern.
Cuando estalló la guerra en toda Europa en 1914, la mayoría de los partidos socialistas se unieron para apoyar a sus gobernantes y sus esfuerzos bélicos, mientras que una minoría revolucionaria se mantuvo fiel a la promesa internacional de oponerse a este conflicto imperialista. Los socialistas antibélicos a menudo explicaban, sin embargo, que apoyarían incondicionalmente la guerra de los esclavos coloniales contra sus amos europeos;
Entre sus demandas estaba la "liberación inmediata de las colonias". Lenin pidió apoyo para los movimientos revolucionarios de liberación nacional, incluso si no eran de carácter socialista. No todos sus aliados en el ala izquierda de los socialistas pacifistas estuvieron de acuerdo; Karl Radek y León Trotsky desestimaron por inútil el levantamiento irlandés de 1916 contra el dominio británico, por ejemplo [5]
1917: el impacto de la revolución
Los pueblos de Rusia que se sacudieron del régimen zarista en 1917 eran, en su mayoría, miembros de nacionalidades y grupos étnicos minoritarios. La mayor parte del territorio zarista estaba en Asia, y cerca del 15% de la población era de religión musulmana Lenin, Radek, Trotsky y otros bolcheviques se unieron para exigir libertad a los pueblos oprimidos, incluido su derecho a separarse de Rusia.
Cuando los consejos revolucionarios de trabajadores y campesinos (los soviets) tomaron el poder en octubre de 1917, las medidas para promover la libertad nacional se encontraron entre sus primeras decisiones.
Una de las primeras acciones del gobierno ruso soviético era proclamar el derecho de todos los pueblos sometidos dentro de los límites del antiguo imperio zarista a la "autodeterminación totalmente, incluyendo el derecho a la separación"
Finlandia, Estonia y otros estados actuaron según esa promesa, estableciendo su independencia. Otra de las primeras proclamas soviéticas, prometió a los trabajadores y agricultores musulmanes, que "a partir de ahora, sus creencias y costumbres, sus instituciones nacionales y culturales serán declaradas libres e inviolables". Declarando nulos e inválidos todos los tratados a través de los cuales el zarismo había dominado y saqueado a los pueblos orientales, y los convocaba a "construir su vida nacional sin obstáculos" [6]
En unos pocos meses, los soviéticos fueron atacados por las fuerzas combinadas de los ejércitos rusos y expedicionarios de las potencias imperialistas. En algunos casos, como en Ucrania, ambos lados de la guerra civil se proclamaron en nombre de libertad nacional. Algunas fuerzas antisoviéticas en naciones minoritarias buscaron ayuda en el exterior. Los esfuerzos por la liberación nacional se desenvuelven en medio de la agitación de una vasta guerra revolucionaria que se extiende a lo ancho del mundo.
En noviembre de 1918 estalló la revolución en Alemania, llevando a la guerra mundial a un abrupto desenlace. Los consejos de trabajadores inspirados en el ejemplo ruso surgieron en Alemania y otras partes de Europa. La esperanza era que la rebelión obrera en el este brindase ayuda a la república soviética de sus primeros días [7]
El Congreso fundacional
La Internacional Comunista fue inaugurada en marzo de 1919 por una Conferencia Comunista Internacional en Moscú. Debido al bloqueo imperialista a la Rusia soviética sólo se limitó a 52 delegados. Trece delegados vinieron de minorías no europeas en Rusia, incluyendo las ligas de trabajadores coreanos y chinos en Rusia (8)
El manifiesto de la conferencia, redactado por Trotsky, denunció fuertemente la opresión colonial. "Hay rebeliones abiertas y fermentaciones revolucionarias en todas las colonias"
"La liberación de las colonias solo sería posible con la liberación de los centros imperialistas... Esclavos coloniales de África y Asia: la hora de la dictadura proletaria en Europa también será la hora de vuestra liberación".
El historiador Sobhanlal Datta Gupta, estudioso del Comintern, afirma que reconociendo al mismo tiempo la cuestión colonial, estas las palabras"hacen evidente que en el momento del nacimiento de la Comintern, se consideró como un apéndice de los problemas de la revolución proletaria en Occidente." [9]
Esta conclusión puede haber sido exagerada, el texto puede leerse también como una simple declaración de expectativas en un momento en que, a juicio de los socialistas revolucionarios, el probable triunfo en pocos meses de la revolución en Europa central y occidental demolería pronto los imperios coloniales.
El manifiesto, traducido a muchos idiomas, tuvo una influencia influenció anticolonial en muchas partes del mundo. Por ejemplo, Claude McKay, pionero comunista negro en EEUU, nos dice que "este pasaje del manifiesto despertó interés despertado entre muchos grupos de negros radicales, que distribuyeron el documento a través del país"[10]
Otras resoluciones del Primer Congreso fueron en apoyo a los pueblos coloniales en su lucha contra el imperialismo y condenaron a los partidos obreros que antes estaban a favor de la guerra por apoyar explícitamente el dominio colonial(11)
Datta Gupta también señala en una resolución del Congreso una referencia desacertada al uso de los imperialistas, contra los trabajadores europeos, de "tropas coloniales brutales y bárbaras", esto es, trabajadores que se reclutaban en las colonias. El delegado holandés S.J. Rutgers protestó contra ese pasaje, proponiendo en su lugar una denuncia a las potencias coloniales por atacar a los trabajadores en Europa "con la misma crueldad con que procedieron contra los pueblos coloniales"
La propuesta de Rutgers no fue incorporada. Sin embargo, incluso cuando el congreso estaba reunido las tropas africanas desplegadas por la intervención francesa contra la república soviética estaban demostrando su oposición a esta guerra; los generales franceses los llamaron "incontrolables". El error con respecto a las "tropas negras" no se rectificó formalmente hasta el Congreso Mundial de la Komintern de 1921 [12]
Para la lucha global "combinada"
El enfoque del congreso fundacional en la revolución se modificó pronto. Ocho meses después del congreso, Lenin propuso un marco para una lucha integrada y global contra el imperialismo. Para entonces, la mayor crisis de la guerra civil había pasado, y los ejércitos soviéticos, incluidos cerca de 300,000 musulmanes y 50,000 soldados chinos inmigrantes, avanzaban hacia Asia.
En noviembre de 1919, Lenin explicó las implicaciones de esta lucha en una conferencia de organizaciones comunistas de los Pueblos del Oriente, fundada el año anterior para unir a los grupos pro-soviéticos entre los pueblos predominantemente musulmanes del antiguo imperio zarista.
"... la revolución socialista no será únicamente, o principalmente, una lucha de los proletarios revolucionarios en cada país contra su burguesía. No, va a ser una lucha de todas las colonias y los países imperialistas oprimidos, de todos los países dependientes, contra imperialismo internacional ... a guerra civil de los trabajadores contra los imperialistas y los explotadores en todos los países avanzados está comenzando a ser combinada con las guerras nacionales contra el imperialismo internacional [13]
Con ese marco estratégico general fijado, el Komintern se puso a establecer un instrumento para su implementación. Un mes después, el 11 de diciembre de 1919, el Comité Ejecutivo de la Comintern estableció un Departamento del Este para coordinar el trabajo en este campo. Además, un brazo educativo, la Universidad Comunista de Trabajadores del Este, se formó el 21 de abril de 1921, administrado por el Comisariado soviético de Nacionalidades(14)
(Continuará...)
Notas
[1]. John Riddell, ed, trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo, Unite: Actas y Documentos del Segundo Congreso, en 1920, hereinaft Segundo Congreso (Nueva York: Pathfinder, 1991), 1: 220; 2: 694.
[2]. Riddell, La lucha de Lenin por una Internacional Revolucionaria: Documents, 1907-1917 (Nueva York: Pathfinder, 1984), 5-16.
[3]. I.V. Lenin, "Europa atrasada, Asia avanzada" (18 de mayo de 1913), en Riddell, La lucha de Lenin, 99.
[4]. Fernando Claudín, de Comintern a Cominform, (Nueva York: Monthly Review, 1975), 275.
[5]. Riddell, Lenin's Struggle, 212, 357, 369, 372-9.
[6]. Riddell, ed., Para ver el amanecer: Baku 1920, Primer Congreso de los Pueblos del Este, luego el Congreso Bakú (Nueva York, Pathfinder 1993), 12-13; para las declaraciones completas, ver 247-52.
[7]. Véase Riddell, ed., La revolución alemana y el debate sobre el poder soviético (Nueva York: Pathfinder, 1986).
[8]. John Riddell, ed., Fundación de la Internacional Comunista: Procedimientos y Documentos del Primer Congreso (Nueva York: Pathfinder, 1987), 41-3.
[9]. Sobhanlal Datta Gupta, Comintern y el destino del comunismo en la India 1919-1943 (Kolkata: Seribaan, 2011), 72.
[10]. Riddell, ed., Hacia el Frente Unido: Actas del Cuarto Congreso de la Internacional Comunista (Leiden: Brill, 2011), 808-9.11]. Riddell, Primer Congreso, 248, 202.
[12]. Riddell, ed. Primer Congreso, 131 (Rutgers), 248 (resolución), 342-4 (antecedentes); Riddell, ed., A las masas: Actas del Tercer Congreso de la Internacional Comunista, 1921, Tercer Congreso (Leiden: Brill, 1995), 946 (corrección).
[13]. Riddell, Primer Congreso, 261.
[14]. Datta Gupta, Comintern y la India, 95-96.
Fuente: LINKS, http://links.org.au/comintern-asia-toward-global-strategic-framework
ENVIÓ FERNANDO MOYANO