21.FEB.18 | postaporteñ@ 1882

Lula condenado, debates en la izquierda

Por MACHADO /viento sur

 

El Tribunal regional federal de la 4ª Región confirmaba, el 24 de enero, la condena del antiguo presidente Lula por corrupción, en un asunto referido a la pretendida propiedad de un apartamento en Guarujá (Sao Paolo). Lula se ha vuelto no elegible, en virtud de una ley promulgada por su gobierno. 

3/02/2018 | Joao Machado viento sur

Hay otros procesos contra Lula que siguen en curso. No hay duda alguna de que había corrupción en su gobierno (como en todos los demás gobiernos brasileños en los últimos decenios). No hay duda alguna de que Lula ha participado en ella, y que deben existir pruebas contra él.

Una condena política

Pero en el asunto recientemente juzgado, las pruebas son extremadamente dudosas. Su condena ha estado ciertamente motivada por los intereses políticos de la mayoría de la derecha brasileña. Están previstas elecciones generales para octubre y, en lo que se refiere a la presidencia de la República, todos los sondeos colocan a Lula muy por delante de los demás candidatos, tanto en la primera como en la segunda vuelta.

Por esta razón, se dice con razón (no solo en la izquierda) que esta condena es una continuación del golpe de Estado parlamentario que ha expulsado a Dilma Rousseff del poder.

Tras el juicio, el PT ha reafirmado la candidatura de Lula, aunque no sea elegible. Se han presentado recursos contra la condena. Además, la ley permite el registro de su candidatura (en agosto), y solo después de ello podrá ser puesta en cuestión.

Y como el PT puede recurrir, es incluso posible que Lula pueda ser elegido, y será entonces cuando su toma de posesión sea rechazada.

Los recientes sondeos han mostrado que, hasta ahora, la confirmación de la condena no ha reducido las intenciones de voto a favor de Lula. Además, muestran que un candidato apoyado por él tendría menos votos que él, pero pasaría a la segunda vuelta. Es posible que el PT mantenga la candidatura de Lula y la reemplace solo unas semanas antes de las elecciones.

Una izquierda dividida

En este escenario confuso, la izquierda brasileña se ha dividido durante las últimas semanas en al menos cuatro posiciones.

Si se considera al PT y a sus aliados como parte de la izquierda, se puede decir que esta última ha protestado en su mayoría contra la condena de Lula, que ha defendido su derecho a ser candidato y ha afirmado que apoyaría (o podría apoyar) su candidatura. Estos sectores no creen necesariamente en la inocencia de Lula pero como parte de la población, según las encuestas, le cree culpable pero tiene la intención de votar por él.

Una segunda parte de la izquierda, crítica de los gobiernos del PT (política de colaboración de clases, defensa de los intereses burgueses y política de desmovilización popular), ha participado sin embargo en las movilizaciones en defensa de Lula intentando, en la medida de lo posible, desmarcarse del lulismo.

Este sector está formado por una parte minoritaria del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL), por una parte muy minoritaria del movimiento sindical y por una parte minoritaria de los movimientos populares, y tiene la intención de presentar un candidato a la presidencia.

Estos dos sectores de la izquierda han intentado organizar manifestaciones a gran escala contra la condena a Lula. Han sido significativas (miles, incluso algunas decenas de miles de participantes), pero más pequeñas de lo previsto. Mucha gente tiene la intención de votar por Lula, pero no se moviliza en su defensa.

Un tercer sector de la izquierda, constituido por la mayoría de la militancia del PSOL, no ha participado en las manifestaciones, comprendiendo que serían concebidas como parte de la campaña de Lula. Este sector, aun denunciando el carácter político de los juicios que le han condenado ya, y defendiendo el derecho de Lula a presentarse como candidato, pone no obstante por delante sus críticas a los gobiernos del PT.

En fin, un cuarto sector de la izquierda, aun teniendo una posición crítica sobre los juicios que han condenado a Lula, sostiene que debería ser condenado y encarcelado y, a partir de ahí, no defiende su derecho a ser candidato.

Esta posición es compartida por una pequeña minoría de la militancia del PSOL, por el PSTU (Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado, un partido morenista) y la mayoría de la central sindical más a la izquierda en Brasil, la CSP-Conlutas (cuya dirección está ligada al PSTU). Todos estos debates proseguirán durante las semanas y meses que vienen.

fuente Hebdo L’Anticapitaliste - 416 (08/02/2018)


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