29.MAR.18 | postaporteñ@ 1891

LA IZQUIERDA Y LA POSVERDAD: Vivian Trías, agente de un servicio de espionaje

Por E.Valenti/MPortal

 

Nunca como en los últimos tiempos la izquierda ha tenido que tragarse enormes sapos que demuestran que no somos – como proclamamos a los cuatro vientos – ajenos y, sobre todo inmunes a vicios y deformaciones que siempre atribuimos a la derecha. En el poder e incluso en la oposición hicimos cosas despreciables. No me refiero a errores.

Montevideo Portal 27.03.2018 

Por Esteban Valenti

Desde la deshonestidad y la corrupción en el poder hasta el novísimo recurso de apelar a la posverdad. Aunque el concepto tiene su historia, explotó en la opinión pública y en los medios sobre todo, luego de la campaña electoral de Donald Trump, acompañada con una curiosa definición de "verdades alternativas".

Posverdad,  se refiere a toda información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público. En las bases de datos de la Real Academia de la  Española (RAE), posverdad aparece con registros de uso que se remontan al año 2003.

¿La izquierda ha brindado información o realizado aseveraciones que no se corresponden con la realidad y que apelaron a las emociones, creencias o deseos del público, de cierto público?

Lo hicimos durante décadas y en forma constante, insistente y muy intensa. Y si queremos combatir la posverdad que tanto afecta el rigor en la historia, en los relatos políticos, en el prestigio y respeto de los ciudadanos hacia la política en general y a determinados actores de la política y de las instituciones, hay que responder una pregunta mucho más angustiante y compleja ¿Debe la izquierda combatir la posverdad o debe saber utilizarla? ¿Cómo debe hacerlo, en caso de querer derrotar ese instrumento?

Voy a utilizar un ejemplo, los medios electrónicos y sobre todo la TV le fue adversa en forma militante a la izquierda uruguaya durante décadas, lo denunciamos siempre y con mucha fuerza. Pero...llegado el momento y sin bajar la guardia en el debate, nos dimos los instrumentos para dar la batalla en la televisión y las radios. Y lo logramos en forma creciente, en la campaña por el voto verde, a pesar de las trapisondas, y en especial en las elecciones de 1989.

¿A pesar de que la posverdad no es una tecnología y su problema central no es la concentración de su propiedad, debemos hacer lo mismo con la posverdad?

Mi más profunda convicción es que no, que es un suicidio para la izquierda combatir esa profunda deformación de la realidad en base a nuestra propia posverdad. Para ello debemos reconocer, analizar críticamente que hemos hecho uso y abuso de "nuestra posverdad"

Todo la última etapa del socialismo real, la defensa del estalinismo en su época, la invasión a Hungría y Checoslovaquia, los presos políticos y por opinión en los países socialistas, la revolución cultural en China y muchos otros ejemplos, tienen y tuvieron una gran carga de posverdad, de apelar a las emociones y a la ideología y no a la realidad.

No hay lucha de clases, ni nada parecido, que pueda negar las barbaridades que ocultamos, tratamos de ocultar o le construimos justificaciones que en definitiva fueron la base de nuestra profunda derrota política y del derrumbe del "Muro"

Que algunos quieran seguir reivindicando la mentira, la deformación histórica, acusando al "liberalismo", es una muestra más del total abandono del espíritu crítico, que está antes y por encima de toda doctrina o conjunto de ideas

Es la base de las ideas progresistas y revolucionarias. Y darle el mérito al "liberalismo" de que es el propietario único e indiscutible de la lucha por la verdad histórica, es una derrota anticipada para las ideas de la izquierda.

Un ejemplo, hoy en día hay grupos de izquierda que se niegan a analizar los datos más elementales, básicos, constantes que llegan del desastre de Venezuela, no solo en el plano político, democrático, sino en todos los terrenos: económico, productivo, social, de la salud, de la emigración que llegan a diario y, esos grupos intentan construir un relato para disputar la opinión pública con falsedades, con deformaciones, con explicaciones que no resisten la menor confrontación con los hechos. Algunos - ya casi nadie - lo siguen llamando el socialismo del siglo XXI, cuando la realidad es "algo viejo y caduco" del siglo XIX y de socialismo no tiene nada.

En Uruguay en la izquierda también hemos construido relatos totalmente alejados de los hechos. Por ejemplo las causas complejas y completas del golpe de estado, la resistencia, creando protagonistas que no tuvieron prácticamente ningún papel en ese largo proceso de más de una década, porque estaban destruidos política y militarmente. Me refiero al MLN y a otras fuerzas.

En el análisis que hacemos en general del golpe de estado, no valoramos, ocultamos u olvidamos que fuera de los sindicatos, la CNT, la FEUU y poco más y, que todas las restantes organizaciones sociales, empresariales, no se manifestaron de ninguna manera en contra del golpe, y me animo a decir que había una importante corriente de apoyo a los militares. No analizamos las causas de ese proceso, que duró bastante tiempo, al punto que en el plebiscito de 1980, es cierto que ganó el No por el 57.20% pero también es cierto que el SI, obtuvo el 42.80%  Es decir que había todavía una parte importante de la población que no repudiaba al régimen.

Eso no niega que Uruguay haya sido el único país de la región, que respondió al golpe de estado con una huelga general con ocupación de lugares de trabajo y estudio y que duró dos semanas. No hay antecedentes en América Latina ni en otros países de una resistencia de ese tipo ni de haberle ganado  un plebiscito a una dictadura.

Junto a esto, el análisis de la interpretación de los comunicados 4 y 7, también merece ser profundizada, porque tiene muchas enseñanzas sobre el papel de la democracia en las definiciones de la izquierda uruguaya en aquellos años. Es un tema que he tratado en varias columnas intentando aportar una mirada autocrítica en especial por el papel del Partido Comunista y en particular por un lamentable editorial del diario El Popular, que incluso era una caricatura burda de la posición del PCU en esos años.

No me voy a referir al intento de imponer el relato sobre ciertos títulos universitarios inexistentes y sobre el uso y el abuso del poder en ciertas empresas del estado durante nuestros gobiernos. Lo dejo a la interpretación libre con los nuevos hechos a la vista.

Ahora, estamos en presencia de un proceso similar, la pertenencia o no de Vivian Trías como agente de la red del STB, el servicio de inteligencia de Checoslovaquia en los años 60 y parte de los 70 en América Latina y Uruguay. Durante 14 años.

El historiador Fernando López D’Alesandro investigó en una amplia gama de documentos escritos, manuscritos, y no conforme con esos elementos recurrió a dos peritos caligráficos para certificar si esos documentos eran auténticos, es decir si había sido manuscritos por el dirigente socialista Vivian Trías. Las conclusiones de los peritos no dejan ninguna duda:

"Todo lo expuesto nos permite concluir que los manuscritos que lucen en los documentos cuestionados e ilustrados ut supra, encuentran dentro de los parámetros entre los que fluctúan los caracteres que surgen de los manuscritos que usted nos proporcionara como pertenecientes indubitablemente a la autoría gráfica de Vivian Trías" Esc. María Gabriela March Urdangarín - Perito caligráfico, perito en documentoscopía y grafología

Luis Pablo Franzini March - Perito calígrafo, perito en documentoscopía y grafología

Los documentos que D’Alesandro puso a su consideración la convicción de su veracidad es "indubitable" como dicen los peritos.

Pero nunca faltan los que quieren a través de la interpretación, incorporar "otra" verdad. Me refiero a varios que escribieron sobre el tema.

Trías estuvo a sueldo del STB durante muchos años. No sabemos cuánto cobró en total. En definitiva es un detalle. Por lo tanto era "un agente" del STB en Uruguay y en la región. Los servicios no pagan por generosidad o por confluencia ideológica.

Trabajó al servicio, no de un partido político extranjero - lo que no es por cierto ningún honor - sino nada menos que a sueldo de un servicio de inteligencia, que es mucho peor y es diferente.

Lo hizo en tres planos: montando redes, con gente que ni siquiera sabía que estaba trabajando para el STB; realizando análisis sobre la realidad nacional o regional para ese servicio (ver el lamentable informe sobre Rafael Videla y su régimen asesino) y por último difundiendo ideas y materiales que le proporcionaba el STB o que generaba el propio Trías. No sé cuál de las tres cosas es peor.

Una acotación, si el informe sobre Videla, lo hubiera enviado a Papa Noel y no al STB, igualmente hubiera sido y es, un horror, por los enormes errores de apreciación, por el crédito que le dio a ese criminal y porque es parte de un enfoque que tiene sus raíces en lo que en su momento se llamó el socialismo nacional. Además formó parte de una corriente de la izquierda latinoamericana que debería inscribirse en los peor de nuestra historia. Pero además lo envió al STB y se sumó al "apoyo crítico" de entre otros, el Partido Comunista Argentino a esa dictadura sangrienta que entre los 30.000 desaparecidos, asesinó a muchos uruguayos y unos cuantos comunistas argentinos...

Y que haya respetables historiadores uruguayos que pretendan justificar esa posición simplemente por un tema de fechas, es realmente injustificable. Yo vivía en esa época en Argentina, como también dos connotados dirigentes socialistas y cuando se produjo el golpe cantado, contra "Isabelita", dudo que alguien bien informado se tragara semejante pastilla de la "reorganización nacional". Es más, por aquellos días los que a falta de política, hacia seguidismo militarista, debatían eran las supuestas diferencias entre Videla (el duro) y Viola (el blando). Otra sanata.

Es cierto, Vivian Trías no se puede defender porque murió en 1980. ¿Y? ¿Por ello deberíamos callarnos todos y ocultar esa documentación o atribuir su condición de agente a la convergencia de opiniones entre él y el STB? Algunos argumentos, aunque provengan de honorables historiadores dan vergüenza.

Como el que afirma que en realidad había una convergencia entre las ideas y propósitos de Trías y el STB y por lo tanto no es tan grave que haya sido asalariado como agente. Es peor, quiere decir que el servicio checoslovaco ni siquiera tenía necesidad de darle orientaciones, creía que las que aportaba Trías eran totalmente funcionales a sus objetivos. Un horror.

¿Es doloroso? No tengo dudas que para los socialistas de muchas generaciones y sobre todo de los más viejos luchadores, es un trago muy amargo. Para los socialistas que estaban en Buenos Aires en aquellos años debe ser todavía más doloroso. Para algunos historiadores o alumnos de Trías, que valoran sus capacidades como docente e investigador  - que las tenía sin duda - también debe ser un sapo muy grande de tragar.

Me ha sucedido y lo único que puedo aportar es la experiencia de que la verdad, solo la verdad, solo la realidad, cura y permite seguir adelante. Es doloroso para los frenteamplistas que lo cuentan como un destacado dirigente que estuvo en los primeros momentos del FA, pero barrer bajo la alfombra solo posterga y empeora todo. Porque, además el reguero de documentos que dejan los servicios es siempre letal.

Es cierto que era la guerra fría, que en América Latina atravesaba uno de los periodos más duros de esa guerra que veníamos perdiendo con enormes derrotas y horrores, pero eso no puede servir para explicar claudicaciones y "trabajos" de cualquier tipo. Aunque el dinero se empleara para un club de futbol, una biblioteca o varias publicaciones, siempre seguirá siendo trabajar como agente de un servicio de inteligencia. Y Trías era una persona muy inteligente y no tengo la menor duda que sabía perfectamente en que se había metido.

Que los servicios de inteligencia buscaban captar agentes a todos los niveles, es una las bases de su propia existencia, pero que uno de los principales dirigentes de un partido acepte esa función, es otra cosa muy diferente.

Además del tema del contenido de ciertos materiales, de la influencia de ese empleo como agente en su producción y divulgación, hoy en día la izquierda uruguaya, toda, que afronta junto a la izquierda en el mundo una crisis tan aguda y compleja, debe elegir los caminos y lo que no puede hacer es elegir ocultarse, entreverar, agregar supuestos cómplices para disminuir la gravedad de ciertos hechos. Volvamos con dignidad a nuestros orígenes, cuando la verdad, de los explotados, los postergados, los luchadores con principios y la verdad dicha ante los más poderosos nos marcaron a fuego. Y vaya si era incomoda.

Hubo agentes de los servicios de inteligencia que se cubrieron de gloria luchando contra Hitler, contra el imperialismo, por su patria y por su causa. ¿Es este el caso?

Si alguien lo piensa que nos lo diga. Ese es otro debate


Comunicate