31.MAR.18 | postaporteñ@ 1892

Venezuela/ ¿Bolívar soberano o famélico?

Por LPadrino/Guerra

 

Al margen de la trastocada neolengua bolivariana llamándola “reconversión monetaria”, lo cierto es que el régimen, al suprimirle tres ceros al ya anémico “Bolívar fuerte” está poniendo en práctica la segunda macro-devaluación de nuestro signo monetario.

por Dr. José López Padrino

Jueves, 29 de marzo de 2018 OPINIONYNOTICIAS.COM

En medio de una gran inestabilidad económica, política y social el iletrado Maduro anunció en cadena nacional una nueva devaluación del Bolívar a partir del próximo 4 de junio. Este anuncio con tinte electorero es el reflejo del fracaso de la política económica aplicada en los últimos años.

La logia cívico-militar pretende maquillar el desastre económico e hiperinflación que afecta a la nación.

La realidad es que la economía se ha desplomado casi en un 52%, en relación a los últimos cuatro años. Venezuela padece la inflación más alta del mundo, con una tasa intermensual que oscila entre un 80% y un 100%. La inflación al cierre de 2017 fue de 2.000% y para 2018 se calcula que podría llegar a un 7.000%.

Además, la deuda externa está en el orden de los US$ 190.000 millones. El PIB ha caído 39% en los últimos cuatro años y se calcula que el Banco Central de Venezuela (BCV) tiene menos de US$ 10.000 millones en reservas operativas. Además, el 81% de las familias venezolanas tienen ingresos que las colocan por debajo de la línea de pobreza. El 74.3% de la población ha perdido en promedio 8.7 kilos por persona, y alrededor de 9.6 millones de venezolanos comen dos veces al día o menos.

Las importaciones de comida y medicinas se han reducido entre 69% y 87% respecto al 2017. Esta dantesca situación es el producto de los sistemáticos desaciertos del régimen en materia económica. Esta es una radiografía parcial de la gran estafa económica y social que representa el mal llamado “socialismo del siglo XXI”

Esta segunda mega-devaluación del Bolívar es un capítulo más de la perversa agenda bolivariana, no debemos de olvidar que el insepulto Tte. Coronel le eliminó también tres ceros a nuestra unidad monetaria en el 2008.

Esta mega-devaluación, al igual que en el 2008, representa una acción aislada que no resuelve el grave problema de la hiperinflación, de la escasez de alimentos y medicinas, de la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos golpeados por las políticas neoliberales de Maduro y su mafia cívico-militar. Eliminarle tres ceros al Bolívar fuerte representa un retoque contable para facilitar los cálculos aritméticos del Banco Central de Venezuela (BCV), más no incidirá en el abaratamiento del costo de la vida. Con la eliminación de los tres dígitos los precios de los alimentos, insumos y servicios “caerán”, pero el desfase entre los precios y la capacidad adquisitiva se mantendrá pues el salario también se reducirá en 3 dígitos.

Además si no se controla la hiperinflación, los precios seguirán en ascenso y en pocos meses la eliminación de los tres dígitos será cosa del pasado. Históricamente la creación de una nueva convertibilidad monetaria suele ocurrir como parte de un plan de estabilización económica, como ha ocurrido en otras latitudes. La cruda realidad es que en 10 años de “robolución bolivariana” un millón de Bolívares viejos pasó a valer 1 Bolívar del llamado  falazmente “soberano”; la peste bolivariana nos hizo un millón de veces más pobres y miserables.

Otros factores que conspiran contra la descabellada medida de crear una nueva moneda por parte del régimen son el tiempo y los recursos. En el 2008, el Tte. Coronel implementó una mega-devaluación monetaria idéntica a la actual, restándole tres ceros a la moneda, pero el Banco Central de Venezuela tuvo un año de plazo para imprimirlos en la Casa de la Moneda e importar los nuevos billetes al país. Desde el 2010 la cantidad de billetes circulantes en Venezuela supera los 15.500 millones de piezas de acuerdo con las estadísticas del BCV, lo que significa que el país deberá suplantar esta cantidad de billetes en solo “seis semanas”, pero no tenemos ni el tiempo, ni los recursos para alcanzar esta exigente meta.

El fracasado y arrogante régimen bolivariano con esta nueva “mega-devaluación monetaria” generará un incremento de la hiperinflación, deterioro de las condiciones de vida, mayor desempleo, pobreza, hambre y miseria.

A nuestro Bolívar no tan solo le cambiaron su rostro por la de un mulato afro descendiente, sino lo transformaron en una moneda paria, en un Bolívar famélico, cuya convertibilidad es cada día más incierta.

 

La reconversión y el Petro

porJosé Guerra-RUPTURA.org 31/03/18

Agobiado por la hiperinflación y sin saber qué hacer para enfrentar la crisis económica, el gobierno de Maduro optó por aplicar una nueva reconversión monetaria y lanzar el Petro como moneda para las transacciones comerciales.

Conviene recordar que en febrero de 2008, el presidente Chávez propuso una reconversión monetaria que consistió en quitarle tres ceros a la moneda para, según él, tener una moneda fuerte, una economía fuerte y un país fuerte.

El resultado fue un absoluto fracaso: la tasa de inflación acumulada entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017 alcanzó a 2.257,4%.

Hoy de aquel bolívar fuerte no queda ni vestigios. ¿Por qué fue tan elevada la inflación en ese lapso? Por los desarreglos monetarios y fiscales en los cuales incurrió el gobierno de Chávez, quien no era una persona dada a entender los asuntos económicos ni tampoco parecía que le preocuparan tanto. De un gabinete económico dirigido por Jorge Giordani y Nelson Merentes no era mucho lo que se podía esperar. Ambos contribuyeron a llevar al país al actual caos.

Pero con Maduro se han roto todos los parámetros de la sanidad fiscal y monetaria. Uno no sabe a quién le hace caso Maduro en temas económicos pero si hay alguien que lo asesora o aconseja como se dice del señor Serrano Mancilla, él es entonces el artífice de esta tragedia que viven los venezolanos.

La idea de hacer una reconversión monetaria y quitarle tres ceros más al bolívar, es una medida cosmética que intenta esconder la hiperinflación. Carece de cualquier sentido establecer un nuevo cono monetario sin que el mismo esté antecedido de medidas firmes para contener la hiperinflación. Además, hacerlo en tampoco tiempo, dos meses, luce apresurado y una medida desesperada, con fines electoreros.

Se estima que esta nueva reconversión le puede costar al país más de US$ 10 millones que bien pudiesen servir para mitigar la falta de alimentos y medicinas que hoy sufren los venezolanos.

También ha salido la idea del Petro como moneda a ser usada en las transacciones corrientes de la economía. El Petro tiene como respaldo las reservas petroleras, sin embargo, de acuerdo con el artículo 12 de la Constitución, las reservas petroleras son enajenables y no se pueden dar en garantía.

Algo similar establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos. Para realizar una transacción en petras, ello exige que primero se establezca una relación entre el bolívar y el Petro debido a que esta supuesta moneda no tiene valor intrínseco.

En los hechos, todo parece indicar que el gobierno va a implantar un sistema bimonetario, el cual es muy difícil de manejar. Todo esto sugiere que el gobierno de Maduro no encuentra qué hacer con la economía y en ese desconcierto sigue dando bandazos. Venezuela merece algo mejor que este gobierno absolutamente incapaz, que despilfarró la mayor riqueza petrolera de la historia venezolana y que además ha sumido al pueblo en el hambre y la desesperanza.

 

Solidaridad TOD@S L@S VENEZOLAN@S

 

Compatriotas, sirva el presente correo para solicitar apoyo a las luchas del pueblo Pemón que igual a otros pueblos indígenas, localizados en el territorio que ha sido declarado por el gobierno nacional “Arco Minero del Orinoco”, está sometido al imperio de organizaciones criminales que bajo el mote de “sindicatos mineros” cometen todo tipo de delitos contra los humildes habitantes de la zona.

Acciones criminales que han venido siendo denunciadas ante las autoridades locales, regionales y nacionales sin respuesta positiva de parte de éstas lo cual envalentona a las citadas bandas delictivas que amparadas por el “decreto ECOCIDA” destruyen el hábitat de los pueblos originarios, envenenan sus fuentes naturales de agua, violan, asesinan y roban sin que autoridad alguna intervenga en defensa de los pueblos agraviados.

Anexamos dirección electrónica del “Pronunciamiento del Pueblo Pemón en torno a la situación de la Comunidad Indígena San Luis de Morichal”

http://www.ecopoliticavenezuela.org/2018/03/20/pronunciamiento-del-pueblo-pemon-relacion-al-asesinato-oscar-meya-comunidad-indigena-san-luis-morichal/

Igualmente le ofrecemos más abajo el “Documento en apoyo al pueblo Pemón” el cual solicitamos suscriba como organización social o individuo con el objeto de exigir la intervención de las instituciones del Estado para restablecer el derecho de los pueblos a vivir en paz en sus territorios ancestrales, además de reafirmar nuestra defensa a la selva amazónica venezolana, patrimonio natural de la nación que está siendo destruido para saciar las ansias de oro y minerales preciosos que enriquecen a unos pocos y empobrece a todo el pueblo venezolano.

¡Sin selva no hay agua, sin agua no hay vida!

Agradecemos una amplia difusión de ambos documentos y, una vez suscrito el Documento de apoyo al pueblo Pemón, enviar correo confirmatorio a:

Dorixa Monsalve Dam<no.al.arco.minero@gmail.com>

 

Solidaridad con el pueblo Pemón:

fuera el crimen organizado de los territorios indígenas

 

El pasado 13 de marzo fue secuestrado Oscar Meya, hermano del Capitán Omar Meya, de la comunidad Pemón ubicada en San Luis de Morichal, Municipio Sifontes del estado Bolívar. Una semana después el Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón confirmó la muerte de Óscar Eliezer Meya Lambos a manos de una de las bandas criminales (autodenominadas sindicatos) que opera en los pueblos de dicho municipio, cuyos miembros se niegan a entregar el cuerpo del asesinado. A esta banda se le acusa también de la muerte de Domingo Cabrera, quien fue asesinado el 30 de julio del 2017. Con Meya serian dos los indígenas de la comunidad San Luis de Morichal que han sido asesinados en los últimos meses.

La ambición por el oro y el abandono de los pueblos del Sur por parte del Estado han traído como consecuencia disputas sumamente violentas entre grupos armados por el control de territorio, siendo los más afectados las comunidades indígenas y los habitantes de otros pueblos de la zona. Existen cientos de noticias, correspondientes a la última década, que reportan masacres y crímenes de lesa humanidad perpetrados principalmente por los mal llamados “sindicatos”, con los cuales también se han llegado a vincular cuerpos de seguridad estatales en distintos niveles.

El secuestro en febrero de 2015 de nueve soldados y del para entonces comandante del Ejército venezolano, Giancarlo Giordani Leal, por parte de las comunidades indígenas Ye’kwana y Sanema del río Caura, es sólo una de las decenas de casos registrados de conflictos generados a partir de abusos militares en las comunidades. Lo más preocupante es que tanto los indígenas como los pequeños mineros y el resto de los habitantes de estos pueblos afirman que la mayor parte de estos brutales acontecimientos no salen reflejados en ningún medio de comunicación masivo ni son informados por el gobierno.

Estos acontecimientos se han potenciado, especialmente en los últimos dos años, en que la explotación minera está siendo asumida en el inmenso territorio decretado como "Arco Minero del Orinoco", el cual se ha convertido en una gran "Bulla" de expoliación de la Naturaleza.

La ausencia del estado de derecho condiciona todo un escenario de violencia, criminalidad y violación de derechos humanos donde se impone laley del más fuerte. En estas zonas mineras caracterizadas por presentar los niveles de desigualdad, miseria y pobreza más altos del territorio nacional, los sectores más excluidos, como los Pemón en este caso, sufren la violencia y el sometimiento social de estructuras estatales y/o paraestatales, epidemias como la malaria, la depauperación crítica de servicios como el transporte o la asistencia sanitaria, y un claro desplazamiento de sus territorios.

Como lo expresaba recientemente un indígena indignado por los recientes acontecimientos: “Ésta situación se viene suscitando desde hace años atrás, ya que la comunidad Pemón del Morichal no ha dado su brazo a torcer en la defensa de sus territorios ancestrales y en contra de la explotación minera. El año pasado fue asesinado un integrante de la comunidad y así van; la violencia de los denominados sindicatos busca empoderarse, vivimos bajo una zozobra permanente.

Como históricamente lo han hecho, las comunidades Pemón se encuentran en resistencia por la defensa de sus territorios contra intereses ajenos que pretenden eliminar cualquier obstáculo para extraer recursos minerales del área. Por ello, los abajo firmantes nos solidarizamos con la lucha y la resistencia de los Pemón y demás comunidades indígenas sometidas a los flagelos mencionados. De igual forma acompañamos al Consejo de Caciques Generales Del Pueblo Pemón en su exigencia de una urgente actuación de los organismos competentes en áreas de derechos (Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Poder Popular para Asuntos Indígenas) ante la negativa del “sindicato” de entregar el cuerpo de Oscar Meya y las prácticas de amedrentamiento que aplican contra los indígenas, así como demanda del reinicio del proceso de demarcación de los territorios.

NO A LA ENTREGA DE LOS TERRITORIOS ANCESTRALES DE LOS PEMONES Y DEMÁS PUEBLOS ORIGINARIOS PARA LA EXPLOTACIÓN MINERA

NO A LA DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD Y EL PATRIMONIO HÍDRICO DEL AMAZONAS

Firman:

Plataforma Contra el Arco Minero


Comunicate