31.MAR.18 | postaporteñ@ 1892

REGRESO SIN GLORIA Y SIN CASA

Por FERNANDO MOYANO

 

José Mujica propone utilizar soldados para construir viviendas para los más humildes:

http://www.lr21.com.uy/politica/1363069-jose-pepe-mujica-plan-juntos-uruguay-mpp-viviendas-soldados

>Una opinión personal

por Fernando Moyano

Fue presidente y se le ocurre ahora que ya no es. Y esto es lo que dice:

"En lugar de tener soldados pintando árboles y haciendo ejercicio, lo mejor es tener una masa de efectivos construyendo casas humildes de bajo costo. Les pagaría unos pesos más de lo que ganan, que es una miseria. Si los mandamos al Congo y otros lados, bien pueden hacer una campaña para construir viviendas humildes, para bajar los costos, los actuales costos de la construcción son prácticamente imposibles como están planteados. Esta propuesta no le quitaría trabajo a las empresas, no les quita nada porque como no hay plata para hacer eso, no van a trabajar. Pueden hacerlo para un público con más poder adquisitivo"

?Mujica remarca la importancia ?de que el Estado no abandone a su suerte "a los más humildes" para referirse a la franja de miseria de nuestra sociedad. Esa que  las estadísticas disimulan por distintos trucos (poner "pautas africanas" al definir qué es "pobreza", no mirar el crecimiento de la desigualdad, considerar el "producto bruto" y no el ingreso neto y la distribución, etc.)

El  tema de la "utilidad de los pobres" para mantener la continuidad del sistema tiene una enorme importancia, y habrá que verlo por aproximaciones sucesivas. Pero hoy ya resulta imposible negar dos cosas: que ese cinturón de miseria es una disfunción social creciente que altera toda nuestra sociedad, y que su utilidad principal hoy por hoy es para justificar las políticas de control disciplinario

Mujica agrega otro elemento: Los soldados están dentro de esa franja miserable

Y así debe ser. La miseria sirve para reclutar soldados, y los soldados para disciplinar la miseria desde adentro y desde afuera. Pero eso, que parece muy inteligente en la teoría del control social "de pizarrón", tiene algunos problemas en la cancha. A la vista está, la vieja sociedad amortiguadora con sus formas de contención de la marginación social, ya no funciona tan bien.

Pero vamos a lo nuestro de hoy. Lo que puede concluirse de estas declaraciones es:

> Las fuerzas armadas no sirven para nada, Son una pesada carga inútil en el presupuesto del Estado. Y además los gobernantes tienen que estrujar su mente tratando de encontrar una utilidad que las justifique.

>Hay necesidades imperiosas por cubrir, y el Estado no tiene recursos

> Y los gobernantes no pueden encontrar una solución. ¿Cuánto será dos más dos?

Aunque una solución han intentado: la política mercenaria de las "misiones de paz" de la ONU, sumar esos dos más dos pero al revés, como fuerzas negativas, mantener esa situación y hacerla más aberrante todavía, pero en forma tratar de ser un paliativo. 

Primero quiero detenerme en algo que dice Mujica. Es de enorme importancia, por lo que dice y por quién lo dice.

La empresa privada no puede resolver este problema

La sociedad tiene una enorme necesidad insatisfecha, las necesidades de su gente, vivienda, salud, educación, autonomía energética, desarrollo industrial propio; dejemos los otros temas y concentrémonos en la vivienda. 

La sociedad tiene los recursos para atender esa necesidad, pero están puestos al revés: la capacidad ociosa, las fábricas que cierran, la gente sin trabajo. Mujica no se deja engañar por la forma de ocultar el desempleo bajo la forma de reclutamiento militar de los miserables, es desempleo.

La sociedad tiene los recursos para resolver el problema, pero los recursos están en manos de propietarios privados de los medios de producción.

Y estos empresarios capitalistas sólo buscan su propio beneficio. Atender las necesidades de ese sector miserable no rinde beneficios, porque no pueden pagar el costo de las viviendas incrementado por ese beneficio que se busca. Y subir los salarios, para que la gente pueda comprar su casa, liquidaría los beneficios del régimen de explotación salarial del trabajo, dicho en su lenguaje "le quitaría competitividad a las empresas". 

¿Qué es esto? Es un notable ejemplo práctico de algo que a veces se plantea en abstracto.

Es una contradicción entre las RELACIONES DE PRODUCCIÓN (la empresa capitalista) y la necesidad y posibilidad del desarrollo de las FUERZAS PRODUCTIVAS (capacidad de construir casas para la gente)

Pepe: ¿Y si hacemos una REVOLUCIÓN SOCIALISTA?

Como sabemos, Mujica ha sostenido la idea de que la construcción de una sociedad socialista en este escenario es hoy imposible, que se necesita primero recorrer  un camino que él llama "capitalismo como la gente", porque el capitalismo, pese al "afán de lucro" que a él le desagrada, tiene una capacidad de desarrollo productivo, que necesitamos. Pero ¿qué pasó, entonces?

Hoy, sólo nos ocuparemos de una pequeña pieza de este problema, el paliativo que intentaron para la dificultad que tiene el Estado para mantener su inútil, caro y bochornoso aparato militar. Eso ha sido la política mercenaria de las "misiones de paz", vender "servicio de seguridad" para la guerra neo-colonialista, porque la ONU en realidad está al servicio de esa guerra.

Ahora Mujica dice "al Congo y a otros lados" queriendo decir al Congo y a ningún otro lado más ya, y al Congo cada vez menos. La política mercenaria funcionó durante dos décadas, nunca logró aliviar realmente el costo del aparato militar (la ONU solamente paga un 30% del costo directo e indirecto del servicio que usa) pero sí crear una pantalla, y también un aliciente al reclutamiento, que de otra manera no sería atractivo, "lo que ganan es una miseria"

Pero se podía salir en misión al extranjero. Y ahora que esa posibilidad mercenaria está en decadencia, la falta de alicientes es una dificultad más. ¿Por qué no ha funcionado? Porque lo que no sirve acá y en la fácil no va a servir afuera y en la difícil. Y la guerra imperialista se complica cada vez más.

Mujica dice el Congo, y ya no puede decir Haití. Aunque la participación uruguaya en la ocupación militar de ese país fue algo menor en números absolutos y duró menos, fue mucho más importante en términos relativos (en relación a la población 30 veces más que el promedio de la región), en términos políticos (por la importancia de Haití para Nuestra América) y en exposición y desgaste. Haití fue una vidriera de todos los problemas de la política mercenaria, no pudieron ocultarse.

Entraron ahí como continuación de un golpe contra un gobierno democráticamente electo, y por medio de una invasión extranjera; hicieron del país un protectorado de un imperialismo colectivo; sostuvieron al sector político más reaccionario de la política haitiana continuación del duvalierismo; sirvieron de respaldo a la política de entrega a las multinacionales de ese gobierno duvalierista; sirvieron como banco de pruebas del proyecto subimperialista de Brasil; también como campo de entrenamiento de las fuerzas armadas latinoamericanas para la represión interna (de nuevo Brasil); hicieron de Haití el "país de las ONG" que lucraron apropiándose de la ayuda internacional

Y todo esto frente a la terrible miseria del pueblo haitiano, agravada por catástrofes naturales y catástrofes provocadas por la intervención militar, como la epidemia del cólera. Catástrofes que servían para pedir ayuda humanitaria internacional, que era luego desviada.

Y por cierto, las tropas de ocupación no eran espectadoras pasivas sino parte activa. Represión directa los primeros tiempos, luego retaguardia de respaldo de la policía haitiana a medida que esta se reconstruía bajo su tutela y sin dejar de ser activas represoras eventualmente. Foco de corrupción. Fomento de una periferia lumpenizada dentro de la población haitiana. Y, por supuesto, los casos de violaciones sexuales.

Las tropas uruguayas trataron de vender allí una cara más amigable, no como las de otros países de prácticas más bestiales, los de Sri Lanka que protagonizaron las primeras violaciones sexuales masivas, los de Nepal que volcaron heces contaminadas en el río provocando el cólera. Pero como el alacrán del cuento, "no pudieron con su naturaleza", y un video mostró por el mundo la imagen de cuatro militares uruguayos violando a un muchacho haitiano. Resulta que el gobierno uruguayo estaba tratando de que la participación en las "misiones de paz" permitiese dar una buena imagen internacional de Uruguay.

Para los estándares de la ONU violar civiles es algo que de boca para afuera se condena, pero se encubre. Pero que aparezca en Internet... 

La participación de Uruguay en las misiones, sí, de boca para afuera se la seguía alabando. Pero comenzó a ser no tan bien recibida en los hechos.

Al final, la intervención en Haití era difícil de financiar para los propios países imperialistas, y la cesaron sustituyéndola por otras formas de protectorado.

Pero antes, Haití también resultó una fea vidriera y un problema para el gobierno de Mujica, que prometió retirar las tropas a menos que hubiese en ese país un proceso de democratización efectivo. Pasó todo lo contrario. 

Pero no las retiró, encontró la primera resistencia dentro de su propio gobierno, en su ministro de Defensa y "compañero de todas las horas" Eleuterio Fernández Huidobro que respondía al interés de los mandos militares, que a su vez administran los intereses de la corporación militar y siguen subordinados al imperialismo.

Significativamente, lo primero pesa más que lo segundo, como queda en evidencia cuando la ONU reduce la participación de efectivos uruguayos en el Congo y Jorge Menéndez (el nuevo ministro de Defensa, las personas no hacen la diferencia en esto) PROTESTA, "¡Queremos más!"

Más guerra y más destinos cipayos. Pero la complicación de la guerra imperialista hace que el lugar de este tipo de tropas de segunda fila deje de ser tan importante, y en primera fila los uruguayos ni quieren ni podrían. 

Y por lo tanto el desempleo oculto, de nuevo ya no está tan oculto. La prestación de servicios mercenarios está en baja, las tropas vuelven a los cuarteles a no hacer nada, y ya sin cobrar los sobresueldos por salir al exterior (que pagamos nosotros) ni los viáticos (que pagaba la ONU). Tampoco paga la ONU el mantenimiento del armamento y equipos en la escena, ya que no están más en la escena.

Todo un problema traer de Haití las tanquetas artilladas, hubo que esperar a que las trajese la ONU. Y luego de llegadas las desguazaron porque aquí para nada sirven y el mantenimiento es demasiado caro para el ejército uruguayo.

Y entonces los problemas de mantener ese costoso aparato militar inútil son cada vez peores. Uno de los más grandes es la falta de alicientes para el reclutamiento de tropas entre esa franja de miseria de nuestra población, porque la zanahoria de las misiones en el exterior se transforma en un rabanito.

No dudamos que Mujica esté sinceramente preocupado por la situación de esa franja de miseria, y de su falta de vivienda. Pero más preocupado está porque el ejército no colapse. 

Porque hay algo evidente. Poner a esta gente que no tiene nada que hacer y que cobra sueldos del estado (por miserables que sean) a construir viviendas para los sectores más humildes puede ser razonable. PERO PARA ESO NO NECESITAN SER SOLDADOS

Podemos hacer la cuenta bien y no al revés. Recursos que son caros y no se usan para nada, necesidades sociales que deben cubrirse y no hay recursos para ello, dos más dos:

Desmantelar las fuerzas armadas y crear un servicio estatal de construcción de viviendas y otras prestaciones sociales

Otro elemento interesante aquí es que Mujica se esmera en aclarar que su plan no afectaría los intereses de las empresas capitalistas de construcción; ni se le pasa por la cabeza fijarse si afectaría o no el desempleo de los trabajadores de la construcción. 

Hace 90 años el parlamento discutió una ley que pretendía emplear a las tropas en la construcción de carreteras; Emilio Frugoni se opuso. Cuestionado por los parlamentarios de derecha, dijo: me opongo, porque en este país hay una clase obrera, y el uso de la tropa en esos trabajos civiles le quita trabajo a los obreros y los perjudica en su capacidad de lucha por sus propias reivindicaciones.

Frugoni proponía desmantelar las fuerzas armadas. Mujica se estruja el cerebro para ver cómo conservarlas.

Para terminar vamos a ver como se completa el círculo, el tema de la casa. Todo el discurso que promovía la participación de Uruguay en las fuerzas mercenarias "de paz" de las Naciones Unidas estuvo centrado en la oportunidad que tendrían nuestros pobres soldados de "hacerse una casita"

El terremoto de 2010 dejó cientos de miles de haitianos sin casas, las tropas uruguayas estuvieron allí y nunca hicieron ni una casa para los haitianos porque "no era esa su misión".

La participación de Uruguay en esas misiones mercenarias se ha reducido drásticamente, ahora los soldados vuelven a casa pero su casa es miserable, y ya no pueden usar esa oportunidad para hacerse la casa. Es un elemento más del fracaso de esa política mercenaria, y todo un símbolo.

Ahora que ya no es presidente se pone a pensar en lo que no pudo resolver cuando lo era, y el subconsciente lo traiciona: Mentar la soga en casa del ahorcado, la casa que no se pudo. Y todas las que siguen sin construir.


Comunicate