18.ABR.18 | postaporteñ@ 1899

Una murga anarcomadurista que viene de Montevideo...

Por El Libertario

 

Acompañada con un ritmo musical que nada tiene del vibrante candombe de los carnavales de la Banda Oriental, sino que más bien parece seguir la pauta marcial que se le hace llegar desde la embajada chavomadurista por aquellas tierras, está circulando la letra con la que una patética comparsa que defiende a la actual dictadura venezolana pretende nuevamente justificar ese vergonzoso respaldo. 

Redacción  El Libertario 17 abril 2018
 
Generalmente nos ocupamos poco o nada de los particulares ejemplos que hay en Latinoamérica de quienes abogan por un régimen al que tan claramente condenan su historia, ejecutoria y perspectivas, ya que suelen ser exponentes de ese marxismo borbónico (por aquello de ni olvidar ni aprender) que se empeña en ser representación fiel de la izquierda en la región, tanto como se empeña en defender lo que a todas luces es indefendible.

Pero en este caso, hemos tenido que hacer una excepción pues la charanga se hace llamar nada menos que "Federación Anarquista Uruguaya" - FAU, lo que impone la obligación para nosotros ineludible de explicar ¿qué hace un grupo que se dice "anarquista" asumiendo la defensa continua, incondicional y esencialmente acrítica de un Estado capitalista burocrático gobernado por un régimen autoritario y militarista que se autotitula "popular y progresista"?

Por un siglo, el anarquismo ha debido enfrentar el constante reto de mantener su opción revolucionaria y libertaria como esencialmente distinta a la vía que se presenta desde el marxismo, que afirma ser su igual e incluso una ruta con la que hay que buscar cómo enlazarse

Frente a esa pretensión de disolver al anarquismo en lo que en buena medida es su contrario o convertirlo en una suerte de antecesor o hermano menor, la historia ha mostrado que tal confluencia es imposible si el ideal ácrata es consecuente consigo mismo y con su compromiso por la libertad e igualdad en solidaridad, por el cual tenía que mantenerse en la posición que le ha sido característica enfrentando resueltamente a las autotituladas "revoluciones" del marxismo, que han terminado siendo capitalismos tan o más opresivos, explotadores y autoritarios que el capitalismo clásico que pretextaban combatir y superar. 

Esa experiencia ya la tuvimos en este continente en el caso de Cuba y ha sido ampliamente documentada en el imprescindible libro El Anarquismo en Cuba, de Frank Fernández. Coincidencialmente, también ese caso señaló el comienzo del declive de aquella FAU que no supo ser fiel a sus convicciones y se dejó seducir por la mitología con que el castrismo embaucó a la mayor parte de la izquierda latinoamericana.

Con el tiempo, pareció que la FAU salía de esa trampa en la que gustosamente había caído, pero la aparición de Hugo Chávez y su "revolución bolivariana" resulto una tentación irresistible para volver a su viejo amor por las dictaduras autoritarias de izquierda, con pretextos de "solidaridad antiimperialista" y "apoyo crítico hacia la construcción de un camino original al socialismo"

Con testarudez que no deja de resultar extraña en una organización que se identifica como anarquista, la FAU ha realizado una porfiada apología pública del gobierno venezolana, ante cuyas expresiones más llamativa hemos respondido en "Funerales de Estado, Amnesia y Anarquismo"

http://periodicoellibertario.blogspot.com/2013/05/funerales-de-estado-amnesia-y-anarquismo.html;

"Por si quedaban dudas: ¡La FAU vuelve a extraviar los puntitos!

"http://periodicoellibertario.blogspot.com/2015/03/por-si-quedaban-dudas-la-fau-vuelve.html;

"¡Otra vez la burra al trigo! La FAU reitera viejas pifias sobre Venezuela

"http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/08/otra-vez-la-burra-al-trigo-la-fau.html; y "La FAU y Venezuela: Del insistente empeño en tropezarse con la misma piedra" http://periodicoellibertario.blogspot.com/2017/11/la-fau-y-venezuela-del-insistente.html.

Como dato curioso, es con la muerte de Chávez y más aún en lo que va de la presencia de Maduro en Miraflores que la FAU se ha consolidado en funciones de  vocero calificado de esa peculiar mixtura que, a falta de otra denominación, cabe bautizar como anarcomadurismo.
 
De nuevo vuelve a estas obsequiosas andanzas la comitiva carnavalesca de la FAU, que en su carta opinión de marzo 2018, accesible en    http://www.ainfos.ca/ca/ainfos17741.html, dedica un comentario titulado "Venezuela y otro intento de invasión", a presentar un cuadro de la crítica situación venezolana que resulta punto por punto similar al grotesco montaje propagandístico con que la dictadura de Maduro intenta justificarse ante quienes quieran creerle fuera de Venezuela.

Y decimos fuera del país (o queriendo desconocer lo que realmente sucede acá), porque solo en esa situación puede alguien obviar que la ineficaz y corrupta gestión oficial es la principal responsable de la enorme crisis de desabastecimiento que padecemos.

Se recurre al viejo mantra stalinista de culpabilizar "a la CIA y al imperialismo", para dar excusas al fracaso gubernamental, que al igual que el desmedido militarismo, la desaforada represión, la violación e incumplimiento de Derechos Humanos elementales, la inenarrable corrupción, la imposición del más descarado extractivismo expoliador de la naturaleza que se entrega a la voracidad del capital transnacional, y ese evidente signo de fracaso del chavomadurismo que está ejemplificado por la masiva migración-huida fuera del país de cientos de miles de sus habitantes

Nada de esto parece ser importante para la FAU, pues no se digna mencionarlo y se interesa más en destacar las tensiones entre Cancillerías que generaría no haber invitado al gobernante venezolano a la reciente Cumbre Presidencial en Perú ¡curiosa preocupación para una federación anarquista!

Además, tras repetir al pie de la letra la caracterización que desde el gobierno se hace de cualquier adversario como de "derecha y fascista, la FAU se olvida de mencionar las condiciones absolutamente ventajistas e irregulares que la dictadura ha logrado imponer para realizar procesos electorales; eso parece no hacer mella en  la percepción que la murga montevideana tiene de los procesos electorales en Venezuela, así que califica de "recalcitrantes" a quienes ahora no quieren seguir siendo comparsa en un torneo tan lleno de trampas y  extremadamente desigual.

Ciertamente, la pandilla actualmente al mando en Washington no está en sintonía con la banda cívico-militar de Caracas y hará lo que pueda por amargarle la vida, pero en ningún caso es obligación de quienes asumimos la causa anarquista apoyar a uno u otro gang en sus pleitos, cuando resulta que a fin de cuentas ambas gavillas comparten similar objetivo de explotar y oprimir a nuestros pueblos.

Por lo tanto, es chocante que la FAU se rasgue las vestiduras al hacerse eco de la repetida maniobra chavomadurista (que en eso sigue las enseñanzas de sus maestros de la dictadura cubana) de denunciar la presunta amenaza de una inminente intervención militar imperialista, con el añadido de unos supuestos despliegues de fuerzas paramilitares en territorio venezolano, aunque al hablar de ese fantasmal riesgo se ignora convenientemente que los únicos paramilitares marchando abiertamente por las calles de Caracas son los que emplea la dictadura de Maduro para reprimir con violencia las incontables protestas de calle, que para la FAU no existen o son propiciadas por "la reacción"

Finalmente, pudiera parecer que perdemos tiempo y esfuerzo dedicándonos a ripostar a esta trasnochada farándula uruguaya, pero entendemos que vale la pena el esfuerzo de dejar claro que el anarquismo consecuente no tiene que transigir jamás con gobiernos que se dicen de izquierda y terminan siendo autoritarismos de la peor calaña, ni siquiera alegando excusas de las supuestas pésimas intenciones de algunos de sus adversarios

En el caso de América Latina está el ejemplo de Cuba, y ahora de Venezuela, para demostrar cabalmente que desde el anarquismo no puede haber puntos de coincidencia o posibilidad de apoyo a semejantes esperpentos del capitalismo burocrático, de la misma manera y con igual énfasis que no las hay para los regímenes del capitalismo neoliberal y con máscara democrático-representativa.


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