El Brasil parece no tener conciencia de la situación, pero está viviendo la mayor crisis humanitaria de su historia, Para infelicidad de los roraimenses, en su estado, el menos populoso y más septentrional del país (ndt: fronterizo con Venezuela), con el menor de todos los PIBs, distante tres mil kilómetros de Brasilia, esa crisis ocurre
Lúcio Flávio Pinto | Amazônia Real, 9-5-2018
Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa
El diario Folha de São Paulo del domingo 6 de mayo, publicó un artículo en la cual la gobernadora de Roraima, Suely Campos, pide socorro y da una idea más real de la tragedia al establecer un paralelismo con el estado y la ciudad más ricos y populosos del Brasil.
Convertidos a la realidad del estado de São Paulo, los 50 mil venezolanos que entraron en Roraima en los últimos tres años serían 4,4 millones de nuevos habitantes, a la media diaria de 700 inmigrantes de aquel país. En la capital paulista, equivaldrían a 1,2 millón de nuevos moradores.
En el otro extremo del territorio nacional, esa avalancha sin paralelo se vuelve en una vaga referencia, a pesar de las escenas dramáticas de la familias enteras acantonadas en condiciones sub-humanas en Boa Vista (ndt: es la capital y el municipio más poblado de Roraima) que concentra dos tercios de la población del estado. Ya representan 10% de los 522 mil habitantes del estado y más de 15% de los moradores de la capital.
La insensibilidad del gobierno Temer agrava el caos, a lo cual contribuye el silencio cómplice de la izquierda, principalmente la abrigada bajo la bandera del PT. El partido, con su jefe Lula al frente, entonó loas al bolivaríanismo de Chávez y Maduro. Pero no asume ninguna responsabilidad por el más nefasto de sus efectos, la diáspora de los ciudadanos del país rumbo a los países vecinos, en especial el Brasil.
No son apenas indios y pobres, aunque constituyan la mayoría del contingente. Personas con profesión definida, formación universitaria y calificación técnica caminan decenas o centenas de kilómetros por la única vía de acceso al Brasil en busca de cualquier empleo.
No importa el salario que se le ofrezca, el menor salario, el mínimo, será muy superior al que tenía o ya no tienen más. Para las mujeres, hasta la prostitución es considerada una alternativa “menos peor” de que permanecer en la tierra natal, lo que da una idea pungente de la gravedad del problema.
Incluso siendo del PP (Partido Progresista), de la base aliada del gobierno federal, la gobernadora se sintió ofendida por las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, y del propio presidente de la República, Michel Temer, al respecto de la acción civil pública que propuso ante el Supremo Tribunal Federal.
Su objetivo es restringir temporariamente o imponer límites a la entrada de más venezolanos “hasta que la Unión asuma el deber constitucional de promover medidas en el área de control de seguridad, salud y vigilancia sanitaria”
Ella dice que el gobierno federal escaseó sus recursos. Recibió de ayuda federal 480 mil reales, mientras que la Unión Europea donó R$ 10,6 millones al Alto Comisionado de la ONU para refugiados, sólo para la actuación en la frontera
La gobernadora reconoce que algunos de los principales centros del país “comienzan ahora a darse cuenta de la gravedad de la situación”, pero recuerda que la convivencia de los roraimenses con esta crisis se remonta a tres años. Además de los factores internos.
A despecho del avance del frente económico en un espacio compuesto por todos los biomas amazónicos, que hacen de Roraima el más representativo estado de la región, la pobreza continúa siendo su principal marca. No es casualidad, que al inicio del verano, el estado batió el record de deforestación en abril. Menos recursos naturales con menos riqueza es un problema que los venezolanos no generaron, pero la gobernadora sí.