21.MAY.18 | postaporteñ@ 1909

un nuevo 20 de mayo fueron miles los que se movilizaron desde la avenida Rivera y Jackson

Por varios /posta

 

MILITARES HACEN APOLOGÍA DE LA REPRESIÓN

HORAS ANTES DE MARCHA DEL SILENCIO

 

Jean Georges Almendras-20 de mayo de 2018- ANTIMAFIA 2000

Una vez más, este 20 de mayo,  nos damos cita para estar presentes en la Marcha del Silencio, por la Avenida 18 de Julio de la ciudad de Montevideo, capital del Uruguay, en su edición número 23, siendo la consigna “Impunidad: responsabilidad del Estado ayer y hoy”, con el mensaje “El día en el que el silencio grita”. 

Una vez más estamos presentes, pero entendemos que una marcha de esta naturaleza debería ser más directa y más comprometida (y más sonora) con la denuncia de la cultura de la impunidad que hoy impera en el Uruguay. Más directa y más comprometida también a lo largo del año, instrumentándola de forma más enérgica, sin perder su esencia de movilización pacífica, pero haciendo hincapié que la lucha contra la impunidad no se reduce a la militancia de un solo día, de un solo momento. Porque la cultura de la impunidad está vigente y presente entre nosotros los restantes 364 días del año. Una impunidad de la cual el Estado uruguayo no está ausente, porque bajo diferentes formas –muchas veces muy sutiles- la fomenta y la fortalece. En definitiva son  muchos los caminos que hoy nos llevan a decir que la impunidad impera y nos está condicionando.

 ¿De qué forma impera? Impera, precisamente (irónicamente o causalmente) cuando nuestros gobernantes –que representan ideas progresistas- han dado suficientes muestras de inoperancia, de insensibilidad y de complicidad con quienes desde las sombras –civiles y militares- desde el advenimiento de la democracia en el Uruguay, no han hecho otra cosa que socavar todos los caminos para que se haga justicia

Impera, precisamente, y por ejemplo,  cuando 48 horas antes de la Marcha, el Comandante del Ejército uruguayo, Guido Manini Ríos, en un acto público (en conmemoración del Día del Ejército, por tratarse de un nuevo aniversario patrio de la Batalla de las Piedras) reivindicó la represión interna de las Fuerzas Armadas.

Y esto fue denunciado por María Victoria Moyano Artigas, hija de dos desaparecidos uruguayos y nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo en la Argentina, quien se encuentra en Montevideo, con el cometido de participar de la Marcha del Silencio.

Tras tomar conocimiento de las palabras del Comandante del Ejército en el discurso oficial (y ante la presencia del Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez), Maria Victoria Moyano, no pudo evitar aludirlas en términos de absoluta repudio y sorpresa, al dialogar con periodistas de La Izquierda Diario de Uruguay

Por un lado el Comandante del Ejército dijo que esa Fuerza “es capaz de asumir la defensa nacional que incluya a todos los orientales, que sea capaz de disuadir cualquier amenaza, sea esta una agresión externa, una acción terrorista o de cualquier organización que pretenda desconocer nuestro estado de Derecho".

María Victoria Moyano sostuvo: “Estoy sorprendida que a 48 horas de la marcha del silencio, el Jefe del Ejercito haya realizado semejante apología de la represión interna de las Fuerzas Armadas frente al Presidente, algo que además es ilegal en Uruguay por estar impedidos de intervenir en asuntos internos, sin que haya tenido consecuencias, siendo además que fue el propio Ejército Uruguayo quien reconoció públicamente el secuestro, tortura y desaparición de personas”

Luego agregó: “Este personaje, ya fue denunciado por Madres y Familiares por mentir sobre los lugares de enterramiento de desaparecidos durante la dictadura, y además desarrollo funciones durante el Terrorismo de Estado con tres ascensos durante ese período”.

“Mientras que estamos luchando por el juicio y castigo a los represores de la dictadura cívico militar, tanto en los Tribunales de Uruguay, Italia y Argentina, y recientemente se ha logrado la destitución del torturador Miguel ZULUAGA de la AUF donde era jefe de seguridad; quien además debería estar procesado y condenado, tenemos que escuchar estas provocaciones de quienes quieren fortalecer a las Fuerzas Armadas para seguir manteniendo su impunidad frente a los graves delitos de lesa humanidad que han cometido y sus privilegios como la Caja de Jubilaciones militares que ilegítimamente le hacen pagar a todos los trabajadores uruguayos” agregó María Victoria Moyano

Cabe consignar que antes del desfile militar que se llevó a cabo en el ceremonial dispuesto, en momentos que el Cte. del Ejército Manini Ríos se dirigió al Presidente Vázquez  se expresó en términos no menos significativos y preocupantes:  “Quieren mostrarle a su manera que su voluntad de servir está intacta, que su moral está más alta que nunca, que el Ejército que integran está de pie y que nada ni nadie lo pondrá nunca de rodillas"

Que a 48 horas de una marcha como la del silencio, referida expresamente al reclamo de justicia, que el Comandante de Ejército haya hablado en tales términos, obviamente que resulta sorprendente cuando no punzante.

Y está muy claro que este mensaje fue dado a conocer públicamente y ante el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, quien en definitiva es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, lo que agrava aún más la situación del Comandante ( y si se quiere del Presidente mismo quien seguramente debería adoptar medidas) sin perjuicio de que tales dichos resultan notoriamente ofensivos para quienes han sufrido las consecuencias de la represión militar en tiempos de dictadura.

Y está muy claro también que esos dichos dejan en evidencia que los militares uruguayos se encuentran aferrados a una postura que se contrapone a un régimen democrático, que tiene en el debe todo lo relacionado a los DDHH. Es decir, todo lo relacionado con el castigo a los responsables de violaciones de derechos humanos y de delitos de lesa humanidad. Y naturalmente al hallazgo de más restos de detenidos desaparecidos.

Desde el advenimiento de la democracia en el Uruguay solo se han hallado a la fecha solo cuatro restos de detenidos desaparecidos, y en todo este lapso, si bien se han llevado a prisión a algunos represores, y a personajes como Juan María Bordaberry, Gregorio Álvarez (ambos ya fallecidos) y Juan Carlos Blanco, la nómina de personas que aún no han pisado los juzgados resulta extensa.

Una nómina que ha puesto al gobierno uruguayo –que se precia de izquierda y progresista-  bajo la lupa de organizaciones de derechos humanos, locales e internacionales, como un gobierno en el que las investigaciones a civiles, policías y militares, por haber cometido violaciones de derechos humanos, van a paso de tortuga, como van a paso de tortuga los caminos o las vías a favor de la ubicación de los restos de detenidos desaparecidos, enterrados en terrenos de unidades militares, merced a la omertà (silencio)  de integrantes de las fuerzas armadas. Y más aún a la poco ética forma de distorsionar la verdad, como ocurrió cuando el mismo Comandante del Ejército Guido Manini Ríos no hace mucho tiempo aportó datos erróneos de lugares donde se dijo se hallaban enterrados restos de detenidos desaparecidos.

Aportar datos falsos a los investigadores fue lo que hizo el Comandante del Ejército. Y hacerlo descaradamente y sin haber sido amonestado u observado por el Presidente de la República, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, oportunamente es más grave aún, porque el titular del Ejecutivo se expone a ser un indiferente como Jefe de Estado, a una situación que esencialmente, además de herir la sensibilidad de los familiares de los detenidos desaparecidos, tácitamente puede incluso hasta  ser interpretada como una sutil complicidad con los militares, en su nada disimulado cometido de entorpecer la labor de los investigadores.

En fin, hay mucho por decir de la realidad uruguaya en materia de investigaciones de los casos de delitos violatorios de los Derechos Humanos. Porque poco se ha avanzado en ese punto de la realidad nacional y mucho se ha hecho para dejar que el tiempo cierre heridas sin el castigo de los culpables y sin que las verdades salgan a la luz pública.

También hay mucho por decir de la Marcha del Silencio, que es la expresión de un pueblo que busca la justicia y que en su consigna está señalando con el dedo al Estado como el responsable de la impunidad: ayer y hoy.

Y eso es algo más que una consigna. Es una sumatoria de hechos y de situaciones visibles, tangibles. Una responsabilidad de gobernantes de los partidos tradicionales y una responsabilidad de gobernantes frenteamplistas. Nos guste o no. Y las pruebas o las evidencias de esta oprobiosa y vergonzosa realidad es apabullante.

La consigna de la Marcha del Silencio de este 20 de mayo, nos debería llevar inexorablemente a un cambio de la matriz de la Marcha en sí, porque creo que ya es hora de que en toda nuestra principal avenida se sientan las voces de los familiares de los detenidos desaparecidos y de las nuevas generaciones que acompañan. Pero las voces de verdad. Gritando a los cuatro vientos que hace falta justicia y que se corre una carrera contra reloj, antes de que a los culpables se los lleve la naturaleza ( y se lleven a la tumba los lugares donde están los enterramientos clandestinos) y antes de que la cultura de la impunidad se torne cada día más indestructible, con la complicidad de los gobernantes y de algunos hombres y mujeres del sistema político y del sistema judicial.

Porque detrás de todo este complejo panorama, haciendo un poco de historia, no debemos olvidar que  el Pacto del Club Naval del año 1984 seguramente tenga mucho, pero mucho que ver, con todo esto.

Pero esa ya es otra historia, que no se distancia de la historia del 2018. Una historia que merece ser  profundizada, por usted amigo lector. Se lo aseguro.   

Comenzamos con las opiniones de la hija de la detenida desaparecida uruguaya María Asunción Artigas: la nieta recuperada María Victoria Moyano Artigas, hoy una valerosa y carismática luchadora, madre ella misma y en vías de ser abogada, que reside con su hija y su compañero de vida en Buenos Aires.

Y concluimos con dos tramos del comunicado de prensa reciente, precisamente de  integrantes de la familia de María Asunción Artigas que residen en Montevideo, es decir, la mamá de María Victoria Moyano, que naciera en cautiverio en la década del setenta, en el Centro de  Detención Clandestino denominado Pozo de Banfield, en la provincia de Buenos Aires.

“El estado uruguayo y sus funcionarios civiles y militares durante la dictadura son los responsables de la persecución política, los miles de presos políticos, las violaciones, las torturas, los asesinatos y desapariciones durante la época del terrorismo de estado en el país. Y también es responsable de la impunidad que se mantiene, el estado uruguayo y su régimen político.”

“En Uruguay hubieron pactos sostenidos desde la salida de la dictadura entre partidos políticos y represores que implementaron mediante la legislación, el accionar del Poder Judicial y de los gobiernos de turno innumerables formas para garantizar la impunidad, impidiendo que se juzgue y en último caso otorgarles beneficios como prisión domiciliaria a los pocos represores que fueron condenados después de décadas”

--Una vez más, este 20 de mayo,nos damos cita para estar presentes en la Marcha del Silencio

Una vez más pedimos, exigimos y reclamamos, que la Marcha del Silencio no se siga meciendo en la cuna de la indiferencia de  los responsables de la impunidad: el Estado, ayer y hoy.

Una vez más, este 20 de mayo, nos damos cita para estar presentes en la Marcha del  Silencio. Y estamos presentes

Pero interpreto, después de 23 marchas, que ya es hora de que nuestras voces reclamando justicia y verdad se sientan desde los cuatro puntos cardinales

Y que las sientan los gobernantes. Y no solo una vez al año, y a través de imágenes.

 Ya es hora y momento que las escuchen. Que las escuchen. Bien fuerte.

Capaz entiendan de una vez el mensaje, después de 23 años. Capaz.

 

20 de MAYO...


La liturgia que acompaña la manifestación en recordatorio de "las víctimas" de la dictadura siempre tensiona nuestros ánimos.

 Por principio uno respeta las diferentes manifestaciones que la gente haga, más cuando se levanta la voz (que no parece ser el caso) para en un
mismo momento recordar y reflexionar acerca del autoritarismo y la resistencia.

De más está decir que entre los desaparecidos había convencidos demócratas y reformistas de todo pelo cosa que no inhabilita para nada su lucha.

Tal vez lo que poco se menciona es a aquellas muchas que luchaban por la revolución y que la ritualización política termina ocultando entre el himno, el silencio y la complicidad con el Capital en un relato acomodado.

Quitar los acontecimientos de su sentido histórico tal vez no sea volver a desaparecer los cuerpos pero si invisibiliza su lucha.

Si las luchas de los sesenta y setenta hubiesen sido por la Democracia todos los que querían eliminar la explotación de la existencia se convierten en errores. Como ingenuas, manigiados, colas de la época, idealistas, simpáticos ignorantes y fanáticos terminan siendo tratados todos los luchadores.

 El relato liberal y progre sólo mira su provecho y se caga en la realidad histórica. 

La reducción del pasado a un relato tonto nos convierte en tontos al igual que a las desaparecidas. La instrumentalización política de la manifestación, himno nacional, políticos, representantes de la explotación, macabros títeres del poder estatal y defensoras del orden impuesto, marchando juntos, sólo hace más patética la jornada.

Quisiéramos una memoria para entender, para homenajear y para fortalecer la búsqueda de una vida mejor, libre y sin dominación

 No se puede reivindicar la dignidad de la lucha del pasado aplastando la del presente. Nuestra responsabilidad no sólo está con los compas del pasado
sino con los del presente y futuro.

Hay otra memoria que no intenta ser sectaria sino amplia y profunda, otra memoria que quiere poner sobre la mesa las tensiones, contradicciones y diferencias pero que sobre todo quiere entender para no desnaturalizar la lucha de aquellas que ya no están.

También hay personas que jamás utilizarían a sus muertos para justificar una explotación contra la cual sus compañeros lucharon y murieron pero no es
el caso de muchos izquierdistas.

Aunque les pese a los progres, políticos, alcahuetes acomodados, milicos y empresarios, aun hay una memoria para luchar, aun hay dignidad, aun
hay quienes levantarán las banderas de la revolución social contra los viejos y nuevas explotadores, aun hay puños en alto.

Colectivo De Jovenes 

 

Repudiable: “A dos días de la Marcha del Silencio el Comandante en Jefe del Ejército reivindicó la represión interna de las Fuerzas Armadas”


Lo denunció María Victoria Moyano Artigas, hija de desaparecidos uruguayos, y nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, quien llegó ayer al Uruguay para participar de la marcha que todos los años repudia el accionar del las Fuerzas Armadas en la represión y desaparición de personas durante la última dictadura militar.

En el acto aniversario del Ejercito en el día de ayer, su Comandante en Jefe Manini Ríos había dicho que esa Fuerza "es capaz de asumir la defensa nacional que incluya a todos los orientales, que sea capaz de disuadir cualquier amenaza, sea esta una agresión externa, una acción terrorista o de cualquier organización que pretenda desconocer nuestro estado de Derecho".

Azorada por estas declaraciones, Moyano sostuvo que “Estoy sorprendida que a 48 horas de la marcha del silencio, el Jefe del Ejercito haya realizado semejante apología de la represión interna de las Fuerzas Armadas frente al Presidente, algo que además es ilegal en Uruguay por estar impedidos de intervenir en asuntos internos, sin que haya tenido consecuencias, siendo además que fue el propio Ejército Uruguayo quien reconoció públicamente el secuestro, tortura y desaparición de personas” y continuó “Este personaje, ya fue denunciado por Madres y Familiares por mentir sobre los lugares de enterramiento de desaparecidos durante la dictadura, y además desarrollo funciones durante el Terrorismo de Estado con tres ascensos durante ese período.”

Moyano sostuvo que “mientras que estamos luchando por el juicio y castigo a los represores de la dictadura cívico militar, tanto en los Tribunales de Uruguay, Italia y Argentina, y recientemente se ha logrado la destitución del torturador Miguel ZULUAGA de la AUF donde era jefe de seguridad; quien además debería estar procesado y condenado, tenemos que escuchar estas provocaciones de quienes quieren fortalecer a las Fuerzas Armadas para seguir manteniendo su impunidad frente a los graves delitos de lesa humanidad que han cometido y sus privilegios como la Caja de Jubilaciones militares que ilegítimamente le hacen pagar a todos los trabajadores uruguayos.”

Por último, Moyano manifestó su deseo que este domingo seamos miles en las calles repudiando las declaraciones de Manini y para que todos los genocidas sean condenados y estén en la cárcel donde corresponde.

María Victoria Moyano

 

Hoy no iremos a la marcha, basta de silencios!

Si bien puede culpabilizarse en lo que corresponda a cada uno de nosotros, por el permanente estado de impunidad, es evidente que la sociedad uruguaya lleva el "gran bonete"...

Quienes no viven el día a día en esta tierra, a veces no alcanzan a comprender el grado de cinismo a que nos hemos acostumbrado... un "afamado profeta de este hoy", ya nos proponía antes de su acceso a presidente, que "los uruguayos teníamos que aprender a bajarnos la bombachita"; que como te "digo una cosa te digo la otra", y sentenciaba que "no estoy de acuerdo con meter los viejitos presos"..., pero no ha sido él solo, el hoy almidonado mandatario, de pasado militante más que dudoso, intento poner "punto final" al pasado reciente, rebautizando al día 19 de junio, como el día "simbólico" del nunca más ????.  

No creo que a quien le importe en algo la dolorosa y presente aun desaparición de nuestros Compañeras-ros, se le escapen estos "detalles" y otros miles...    Es demasiado fuerte ver a estos descarados personajes y toda su comparsa de alcahuetes y lame culos, desfilar año tras año, con máscara dramática y en silencio, mostrándose como preocupados por la suerte de nuestros desaparecidos...si, si, una sola noche entre todas las noches de los 365 que cuentan todos los años que llevamos de impunidad reinante.

Responsable ayer y responsable hoy... este Estado, hoy gerenciado por una gavilla de cínicos y traidores sostenido por "el soberano" cuando lo llaman una vez cada 5 años a decir si a la impunidad, disfrazada ésta de payasescas y muy oficiales comisiones que se pierden en el tiempo a la búsqueda de una falsa verdad...

Mario

 

Estimados compañeros todos

Por problemas mecánicos de último momento no tengo la  seguridad de estar  en persona en  la concentración que se realizara a las 16H en la plaza  Ojala pueda estar allí, junto a Uds. pero; no depende de mí.

Sin embargo me gustaría expresarles mi "sentir " frente a los últimos acontecimientos.

Quizás como bien esta anunciado la CONDENA SOCIAL hizo que ZULUAGA quedara excluido del Mundial 2018. (una conquista)

Mi Reflexión lleva a pensar es que ha sido por Falta  de ésta Condena Social que los Desaparecidos siguen siempre en ése manto de Silencio?...

Ahora sabemos que NO ahora conocemos parte de la Verdad; incluso si ya lo "Sabíamos" y/o sospechábamos...

Triste realidad para muchos  familiares que en su desesperación han sufrido  más de 376.680 horas de Angustia ,desesperanza y el olvido

Esperanza....Pongámonos en su lugar, en la Impotencia que esto significa. reflexionemos x ellos..... Es suficiente ésta Marcha del silencio que se realiza solo Una vez por año?...No será necesario otros tipos de protesta?...  por mes?... Por trimestre?...reflexionando...

E

Ayer y hoy

21 de mayo de 2018 | Escribe: Natalia Uval en la diaria

 

Siete gobiernos tras la dictadura sólo han logrado hallar los restos de cuatro de los casi 200 desaparecidos; los responsables procesados son pocos y la verdad sigue oculta, pero el reclamo no afloja.

Se repitió la consigna, la misma que en 2017 recordó que la impunidad es responsabilidad del Estado, ayer y hoy. Se repitieron los rostros, un poco más gastados cada año. Se repitieron los carteles en alto con la foto de cada desaparecido, de cada desaparecida. A paso lento, la multitud se fue ensanchando, desde la calle Jackson, en cada esquina de 18 de Julio. Se repitió el silencio, sólo interrumpido esporádicamente por algún niño, o por los drones que sobrevolaban la 23ª Marcha del Silencio en reclamo de conocer el destino de los detenidos desaparecidos en la última dictadura cívico-militar.

“Estamos igual; con bastante desazón, en la medida en que no se ha avanzado, prácticamente. Al ritmo que vamos, no sé... Serán 100 años o 200 años”, estimaba, antes de empezar a caminar, Ignacio Errandonea, de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Él busca a su hermano Juan Pablo desde hace más de 40 años. “Falta voluntad política para una investigación seria. Si no hay una orden desde las más altas autoridades –o sea, que el presidente ordene a los servicios de inteligencia que busquen y den toda la información que tienen–, vamos a seguir como estamos”, sostiene.

Los carteles con los rostros de los desaparecidos pasan de mano en mano, hasta que cada uno encuentra su lugar. No todos sostienen a sus seres queridos; algunos militantes sociales o conocidos sustituyen a familiares que este año no pudieron estar. Hasta una niña levanta un cartel con una foto en blanco y negro de una persona a la que nunca conoció. “Vinimos por los desaparecidos”, explica la niña, que se llama Antonia y tiene 12 años. “Para que nunca más vuelva a pasar”, acota Julia, que ya llega a 25.

A las siete en punto, la larga columna empieza a moverse. No hay consignas partidarias, pero sí reclamos plasmados en carteles: “Ni olvido ni perdón”, “¿Dónde están nuestros compañeros desaparecidos?”. “¿Quiénes son los responsables?”, inquiere otro cartel. Más adelante, una pancarta de los estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación contesta: “El gobierno es responsable. Basta de impunidad”.

El coordinador del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (GTVJ), Felipe Michelini, había dicho más temprano a Radio Uruguay que el Poder Judicial, y en particular la Suprema Corte de Justicia, “lo que ha hecho, en definitiva, es legalizar la tortura al negarles a las víctimas la investigación judicial correspondiente”.

Errandonea entiende que los sucesivos gobiernos del Frente Amplio, desde 2005, se han quedado “en las hojas” y no han “atacado el tronco”. “Es verdad que se está excavando [en busca de restos de desaparecidos], es verdad que se está sistematizando la información, pero el GTVJ no ha encarado y no tiene la potestad de conformar un equipo de investigación. Y si no hay investigación, se trabaja con datos que vienen voluntariamente”, señala, y resume: “Estamos sujetos a la buena voluntad de los criminales”. “Es como si cada vez que se comete un crimen en Uruguay llamáramos a la buena voluntad de los ciudadanos para tener información. No, la Policía investiga. Bueno, en este caso la Policía no investiga, el Ejército no investiga, nadie investiga. Por eso estamos desde hace 40 años reclamando por nuestros familiares que están desaparecidos”, dice.

Nilo Patiño, también de Familiares, afirma que los tres poderes del Estado son responsables por el sostenimiento de la impunidad. “No hay avances porque no hay voluntad de avanzar. En el contexto de América Latina, habría que mirar bastante para los costados para darse cuenta de cómo viene la mano. Las democracias no están consolidadas si no se trabaja todos los días por ellas, y dejar la justicia pendiente en una democracia significa que la democracia vaya renga”, advierte.

En la sede del Banco República, frente a la Plaza de los Treinta y Tres, Plenaria Memoria y Justicia colocó una pancarta con la frase: “De la condena social no escaparán”. Un hombre que duerme en la calle se tapa con una frazada y escucha con sus auriculares, a todo volumen, un partido de fútbol. Un joven, también con auriculares, pasa cantando una canción en inglés. Pero en general, la marcha motiva a la gente a detenerse y a observar. “¿Estas son las personas que no encontraron?”, le pregunta un niño a su madre, señalando los carteles. Tiene en su mano una bandera de los Treinta y Tres pintada con marcador en una hoja A4.

Es imposible contar las cuadras que ocupa la marcha del silencio. Sólo los drones lo saben. A partir de Ejido, se repiten los nombres, los apellidos, los apodos de cada uno de los que faltan. En la pantalla del IMPO se ven sus rostros, con gestos de otros tiempos.

La marcha se detiene en la Plaza Libertad, como todos los años. Como todos los años se entona el himno, y como siempre, el aplauso final se transforma en un gesto de protesta, se vuelve rítmico, indignado. Se detiene y luego se retoma cuando el eco de otros aplausos, allá lejos, expresa la misma molestia, la misma desazón. Siete gobiernos pasaron desde el fin de la dictadura; sólo se hallaron los restos de cuatro de los casi 200 desaparecidos y los militares procesados se cuentan con los dedos de la mano.

En la Plaza Libertad, se repite el gesto de bajar los carteles hasta el año próximo. Que será el número 24 desde que se empezó a caminar para recordar el asesinato de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw en el otoño de 1976. Pero habrá pasado un año más. “Cada marcha es la misma y es otra. Como el cauce de un río por el que corre siempre agua nueva”, decían los familiares en su convocatoria. Y explicaban que marchan en silencio “para escuchar más claros sus nombres, que son los nuestros. Y para dejarlos hablar, porque los desaparecidos hablan de todos nosotros, de la sociedad que somos, de la sociedad que queremos”.

Discrepancias entre nacionalistas

La Comisión Nacional de Jóvenes del Partido Nacional se sumó este año a la convocatoria a la Marcha del Silencio, junto con el Frente Amplio (FA) y con sectores del Partido Colorado, entre otros.

El diputado nacionalista Jorge Gandini dijo a la prensa, tras participar en un homenaje a Héctor Gutiérrez Ruiz en el cementerio del Buceo, que discrepa con la convocatoria de los jóvenes de su partido. Según recogió Radio Uruguay, Gandini afirmó que la búsqueda de verdad y justicia “es uno de los temas que han dividido” a la población. “Hoy las instituciones no peligran, la democracia está definitivamente consolidada. Hoy el FA gobierna y el reclamo parece ser al FA. Yo no le voy reclamar nada al FA”, sostuvo.

Sturla, día por medio

El cardenal católico Daniel Sturla escribió ayer en su cuenta de Twitter: “Día de recuerdo doloroso para nuestro país y de justo reclamo de las familias por saber de sus desaparecidos. Que el Espíritu Santo ilumine a los que tienen en sus manos aportar por la justicia y la paz entre los orientales”.

El viernes 18, Sturla había celebrado una misa en la catedral de Montevideo con motivo del Día del Ejército, con asistencia de numerosos oficiales uniformados. En esa ocasión, sin referirse a la cuestión de los desaparecidos, dijo: “Nuestro país ha sufrido muchos desencuentros de hermanos a lo largo de su historia. Y aún estamos sufriendo las consecuencias dolorosas que dejó nuestro último gran desencuentro como hijos de esta tierra. Pero si miramos nuestra historia, los mejores momentos han sido aquellos en los que, al final, hemos sabido encontrarnos, acordar, transar, mirar para adelante en el respeto a las diferencias legítimas”.


Comunicate