04.JUN.18 | Posta Porteña 1914

Sergio Ramírez: "El tiempo de Daniel Ortega en Nicaragua se acabó"

Por Confidencial / DPA

 

– El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes de Literatura 2017, dijo hoy que el presidente Daniel Ortega soltó “al genio maléfico de la botella”, al responder con “caos y terror” a la crisis que su Gobierno enfrenta y que ha causado un centenar de muertos en seis semanas, según organismos de derechos humanos.

Por Gabriela Selser (DPA)

Vicepresidente durante el primer gobierno de Ortega (1985-1990), el laureado autor de “Castigo Divino” afirmó en entrevista con DPA que el ex guerrillero de 72 años construyó su propio final y no logrará sostenerse en el poder.

Lo que nunca se ha visto en Nicaragua se está viendo ahora, una gran rebelión pacífica de amplios sectores sociales, que sin embargo hoy pareciera encaminarse hacia una guerra. ¿Cómo interpreta lo que sucede?

Sergio Ramírez: Una guerra no se puede dar sino entre dos bandos armados, y aquí sólo hay uno: el que agrede desde el poder a la población civil de manera cada vez más artera e indiscriminada. Caos y agresión letal, más que guerra. Incendios provocados, asaltos a comercios, asaltos en las calles y carreteras por las fuerzas de choque, ejecuciones. Pareciera que el objetivo es sembrar el terror para que la población de desmovilice.

Se ha acusado al Gobierno y al partido Frente Sandinista de contratar a pandilleros y delincuentes para atacar a civiles y dañar inmuebles, muchos de estas propiedades del Estado. ¿Qué consecuencias tendrá todo esto para la gente y para el país?

SR: Han soltado a un genio maléfico de la botella, a estas fuerzas anárquicas para sembrar el caos, y las consecuencias son para toda la sociedad sin distingos de colores políticos. Y son consecuencias impredecibles. Ya han muerto hijos de policías y de funcionarios judiciales, acérrimos partidarios de Ortega. 

La consigna parece ser que nadie esté seguro, pero anoche (viernes), en el barrio capitalino de Rubenia, las turbas asesinaron a un ciudadano de Estados Unidos que llegó a auxiliar a un amigo que lo llamó pidiendo ayuda, porque estaba en manos de esas turbas. Eso trae ya conflictos internacionales. Y eso también es impredecible cuando sueltas al genio de la botella.

En uno de sus recientes textos periodísticos, “Los nietos de la revolución”, usted planteaba que la gran diferencia de esta rebelión con la revolución que triunfó en 1979 es que esta es pacífica. En vista del desmedido actuar de la Policía y los paramilitares, ¿podríamos ver un escenario donde los opositores también comiencen a armarse?

SR: No quisiera verlo, porque otra guerra civil es indeseable por completo. Nadie la quiere. Pero la resistencia civil, que es legítima, está siendo reprimida sin piedad, a un costo ya mayor de 100 muertos en menos de dos meses. A ese ritmo, estamos ya en medio de un baño de sangre. Al Gobierno es al único que le toca parar esta insensatez.

El Ejército ha prometido quedarse al margen del conflicto y ha desmentido versiones de un presunto involucramiento con francotiradores. ¿Piensa que se mantendrá en esta posición?

SR: El Ejército ha desmentido oficialmente cualquier participación en la represión y merece crédito. En la debacle que estamos viviendo, con todas las instituciones en harapos atadas al carro de un poder abusivo, la única institución que sigue siendo confiable es el Ejército. Tienen mi respeto. Pero me parece que si hay fuerzas paramilitares, esto viola el artículo 95 de la Constitución, que dice que no pueden existir más cuerpos armados en el territorio nacional que los establecidos por la ley. Y el Ejército debería estar obligado a desarmarlos

¿Cómo valora la respuesta exterior a esta crisis? Hasta ahora sólo Estados Unidos, Costa Rica, México y el Parlamento Europeo han condenado la violencia gubernamental, además de Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). ¿Cómo interpreta el silencio de América Latina?

SR: Este silencio va rompiéndose, no solo en América Latina sino también en Europa y en la opinión pública en Estados Unidos. La declaración del secretario general de la ONU, António Gutiérrez, es clara y contundente, y el comisionado de Derechos Humanos de la misma ONU insiste en que lo dejen entrar a Nicaragua con una misión de investigación. Cada vez habrá más atención, en la medida en que se siga matando a ciudadanos indefensos

Al responder a los reclamos de que abandone el Gobierno, el presidente dijo: “Aquí nos quedamos todos”. Conociendo usted tan bien a Daniel Ortega, ¿cómo interpreta sus palabras?

SR: Si su frase significa “aquí nos quedamos todos, y yo en el poder”, ese es un deseo suyo sin posibilidades reales. Su tiempo se acabó. Se lo quitaron sus propias acciones. Y la historia es implacable

 

ES  HORA  DE  PATRIA  PARA  LOS  SANDINISTAS  NO  DANIELISTAS

 

No es la tasa de descuento del gran capital la que está en juego: ¡es la patria!

Henry Ruiz (Modesto)

CONFIDENCIAL 4 de junio 2018

 

Es hora de la patria para una república nueva, descubierta por un nuevo pensamiento incubado en la nueva generación de nicaragüenses, su juventud en todos sus estamentos.

La lucha cívica, encabezada por los estudiantes universitarios distingue y señala, el no uso de medios de guerra para enfrentar la represión que ejerce el Estado sobre la sociedad nicaragüense. La densidad en marchas ciudadanas de masas organizadas y los tranques son los instrumentos principales de sus formas de lucha.  La lucha cívica ha demostrado en el seno del pueblo que es efectiva como herramienta para la toma de consciencia política.  La represión organizada de la Policía Nacional, los paramilitares y las llamadas “turbas sandinistas” que cambalacharon lo divino (así les llamó el tirano a las masas revolucionarias entonces) por el adjetivo asesino, responden a una ordenanza política de mando unificado.

Todo parece indicar que la capacidad de orden y represión de la Policía Nacional fue rebasada en los primeros días de la insurrección cívica. Los cuerpos paramilitares de Ortega, las pandillas de turbas sandinistas identificadas como Juventud Sandinista, la incorporación de los llamados nostálgicos combatientes sandinistas y militares retirados y en reservas, participaron (participan) en la recomposición de fuerzas para la represión

A este nuevo conglomerado es al que las masas del pueblo han estado enfrentando y lo seguirán haciendo pacífica y cívicamente con gran costo en vidas, en tanto el Ejército de Nicaragua mantiene su compromiso político de acuartelamiento.

La masacre de jóvenes de todos los estratos sociales y credos religiosos y trabajadores de todos los oficios es una herida como estigma sagrado que no cerrará ni debe cerrarse en la memoria del pueblo.

Nadie como Sandino nos enseñó el peso que tiene la soberanía nacional, en la base constructiva de la República. Sandino nos indicó el peso específico de tal valor fundacional. Los liberales Jerez y Castellón en el siglo XIX fueron responsabilizados por nuestro pueblo como causantes de la presencia conquistadora del filibustero Walker, de la Guerra Nacional Centroamericana y la destrucción humana y riquezas del acervo de entonces. Consecuentemente los ciudadanos renunciaron por vergüenza a militar en las filas liberales por décadas.  Lección pendiente en las filas del danielismo.

Y, la confiscatoria Ley 840, que entrega la soberanía nacional a un chino a cambio de la promesa de construir un canal interoceánico por el territorio nacional, ¿en dónde coloca al Gobierno de Ortega y a los que organizaron el llamado modelo público-privado?

Es necesario recordar que las filas militantes del danielismo, el COSEP y sus voceros saludaron la entrega de la Soberanía Nacional como un trueque inevitable por el progreso económico y social de Nicaragua. ¿Hasta dónde llegó ese modelo? ¿Qué hay que reconocer de bueno y qué censurar y corregir? Los campesinos de la lucha contra la Ley 840 por la soberanía y contra el canal están alzados en lucha contra el tirano y son parte del trabuco cívico en lucha contra la dictadura. ¿Cómo los ven y miden los voceros del gran capital?

Daniel Ortega y su mujer Rosario, se nutrieron en este caldo político de nuestra historia política; ellos abandonaron las ideas heredadas de las luchas revolucionarias de los pueblos contra el colonialismo, el imperialismo, el capitalismo y las de nuestra propia historia ejemplarizada en el General Augusto C Sandino

Ellos abandonaron la educación patriótica de sus primeros días de vida política por las prácticas nefastas de pactar con lo peor, si de esas alianzas dependía el poder político que anhelaban. Como arquitectos del mal elaboraron una mezcla de ideas híbridas y raras que les permitió pactar con el gran capital, predicar un socialismo sin sustancias genuinas y un cristianismo con prácticas esotéricas de muñecos y alfileres. Daniel y Rosario llenaron los vacíos dejados en el vaciamiento ideológico del sandinismo y abrazaron con destreza el cinismo, el arte del engaño, la “bandidencia” como astucia y práctica. El internacionalismo lo abandonaron por alabanzas vacías, discursos falsos y acuerdos inconfesables.

Pasar por tonto o hacerse el tonto por conveniencia, es aquel militante que alza a Sandino en su corazón y ser cándido para sostener ante propios y lejanos que en Nicaragua el danielismo desarrolla una nueva etapa del proyecto revolucionario del FSLN. A estos ciudadanos militantes en las filas del FSLN y quienes se autollaman sandinistas mas no danielistas, les conviene reflexionar profundamente su militancia política en esta hora adversa, porque es la hora de la patria y solo hemos de ver luz brotando de ella

Hacerse el tonto o ignorar la represión asesina que encabeza Ortega y Murillo, es hacerse cómplice de toda la tragedia que vivimos.

Justicia e institucionalidad democrática es el tema del diálogo que abre y cierra simultáneamente expectativas en las filas del pueblo

De las entrañas de los jóvenes que encabezan la insurrección cívica nació el lema ¡Ortega fuera! La pareja ha igualado a Somoza en muchas cosas y le ha superado en otras, porque dicen por ahí, que la historia se repite bien como comedia, bien como tragedia

Los nicaragüenses de hoy estamos repasando la tragedia de ayer. La lucha popular es oportuna y abre una ventana histórica hacia una nueva Nicaragua, con reglas claras de convivencia democrática, con la estructura jurídica de un Estado Social de Derecho, con transparencia y rendición de cuentas a los ojos de los nicaragüenses de todos los estratos y territorios.

La condición que los jóvenes estudiantes y representantes del movimiento campesino pusieron en el Diálogo es correcta y sana para hallar las respuestas y que el tirano pare la matanza de tanta sangre joven. Con la pareja de dictadores fuera del territorio nacional los arquitectos que el pueblo conozca y crea en ellos, podrán crear la nueva figura de la República que hemos soñado.

Estudiantes y campesinos son nuestro ingenio de lucha; los distintos estratos de nuestra sociedad van encaminándose a desarrollar una fuerza potente capaz de dar al traste con la resistencia del tirano y su mujer.

Son muchas las evidencias de que Ortega se atrinchera militarmente en El Carmen, se apertrecha para resistir y mejorar sus posiciones de negociación no ante los muchachos y los campesinos anti canal sino con el gran capital. “Si quieren que me joda solo, pues nos jodemos todos”. No le importa el juicio político sobre los asesinatos constatados como poco le importa el contundente informe preliminar de la CIDH

O el próximo levantamiento de los expertos de la CIDH, porque aferrado a la fuerza bruta y enfermiza, prefiere pensar que como Hitler morirá en el bunker antes que rendir cuentas por sus crímenes.

Los personeros del gran capital, en especial Pellas, han propuesto la salida de Ortega por la vía institucional, es decir, adelantando la fecha de las elecciones. La misma iniciativa que algunos de sus voceros llamaron “aterrizaje suave”. Esta solución no es posible. La fuerza es la que puede y moverá a Ortega. La familia Ortega Murillo y cercanos también comprenden intereses del gran capital.

Existirá un momento en la lucha del pueblo en que sus familiares y cercanos reflexionaran la salida del poder. Supondrá un arreglo y en ese arreglo los jóvenes y campesinos no pueden ser ninguneados. El gran capital tiene velas en este escenario. Pilatos no tiene lavamanos en este juego; tampoco debe estar Judas en la mesa.

Si de disponer de fuerzas y Constitución se trata, las elecciones deben ser a más tardar en octubre con las condiciones institucionales necesarias aunque sean transitorias a perfeccionarse después. La Conferencia Episcopal debe seguir coadyuvando a la solución. La buena fe no basta en este tinglado

Los templos católicos como los recintos universitarios deben estar dispuestos para la batalla final. El Ejército de Nicaragua debe ser conminado, no deben caber conjeturas como la de que los francotiradores, contingente activo esencial en la represión salvaje contra las masas cívicas en protestas, son de sus filas: la presencia del Dragonov ha sido despejada y tal fusil es tutela principal del Ejercito de Nicaragua (EN)

Los comunicados del EN conminan a que la ciudadanía debe creer a pies juntilla sus declaraciones. Las evidencias son engaños en estas situaciones.

¡Fuera Ortega, fuera Murillo!

¡Vivan las madres de abril!

¡Memoria eterna a los jóvenes inmolados!


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