Entrevistado por Rompkbzas, el ex tupamaro habló sobre la demanda que presentará contra el Estado por su prisión indebida, sobre por qué tuvo que pactar con los militares y sobre los "personajes nefastos" que montaron el "cuento de hadas" sobre la historia oficial del MLN
El Espectador/ 7 junio 2018
A mediados de 2013 y luego de décadas de silencio, comenzaron a aparecer algunas cartas publicadas por él. En julio de ese año, reapareció en España, donde vivía. En julio de 2015, tomó la decisión de volver a Uruguay, utilizando su nombre verdadero, para presentar un libro.
Terminó siendo detenido en el hotel en el que se hospedaba, ya que la identidad que figuraba en su pasaporte no era la real. También fue indagado por acusaciones de violaciones a presas políticas en la Cárcel de Punta de Rieles, una causa que se reactivó con su retorno.
El 14 de setiembre de 2015 fue procesado por la Justicia, que dispuso su prisión domiciliaria. Y en diciembre de ese año publicaría otro libro, en el que expone los motivos por los que regresó a Uruguay y las “contradicciones” en las declaraciones judiciales de sus ex compañeros durante su proceso.
Luego de casi dos años, la Suprema Corte de Justicia terminaría absolviéndolo. Pero su periplo promete seguir. Hace pocos días retornó una vez más y anunció que presentará un demanda contra el Estado uruguayo.
“Nunca intuí que esto iba a pasar”, dijo en Rompkbzas Héctor Amodio Pérez. “No tenía cuentas pendientes ni con la Justicia ni con la Policía”. Sostuvo.
Consultado sobre la aparición, en paralelo a su llegada, de llamado “archivo Berrutti”, el ex tupamaro dijo no saber por qué existe asombro con respecto a ese tema.
“Los servicios de inteligencia son las cloacas del Estado, en todo el mundo. Si se los cuestiona, hay que cuestionarlos por su propia existencia. Pero los Estados, por lo visto, tienen necesidad de ellos”, dijo.
Amodio habló de los pactos “secretos” que hubo entre dirigentes del MLN y los militares. También de la figura del histórico líder del grupo guerrillero.
“El Bebe Sendic fue un compañero más, que no tuvo en el devenir interno del MLN el peso que, luego de su muerte, se le ha querido dar”, afirmó.
Según su visión, los Tupamaros fueron derrotados por sus propios errores. Entre ellos, los planes de Sendic de llevar la guerrilla al interior del país.
De todas formas, recordó que el líder en su momento propuso la disolución del MLN, pero fue derrotado en la interna. El resto, dijo, pasó a estar liderado por cuatro “personajes nefastos”: José Mujica, Eleuterio Fernández Huidobro, Julio Marenales y Mauricio Rosencof.
“Fueron los que montaron la historia oficial del MLN y contaron el cuento de hadas”, afirmó.
Amodio, que reside desde hace décadas en España, contó sus experiencias con la fama de Mujica en ese país.
“Me paraban en la calle y me felicitaban. La primera vez fue sorpresa, luego indignación”, recordó. “A Mujica se le conoce como el presidente más pobre del mundo , el candidato al Nobel de la Paz, pero no se sabe que fue el que fundió al Uruguay, que está pagando las consecuencias”, afirmó.
Entre las consecuencias incluyó a Raúl Fernando Sendic, el ex vicepresidente. “Ha sido el chivo expiatorio de esta debacle pública. Sendic era el delfín de Mujica, que lo promocionó. Era su sustituto”, dijo.
Amodio admitió que fue un “grandísimo error” el que cometieron sus ex compañeros y él mismo al alzarse en armas. Pero que hay situarlo en las condiciones sociales y políticas de esos años.
“Nos teníamos que equivocar. El camino de la lucha armada era el único que había abierto”, afirmó.
En ese marco, sostuvo que “no tuvo más remedio” que pactar con los militares. “A mí el MLN me condenó a muerte por un hecho que yo no cometí” aseguró, en referencia a la caída de la Cárcel del Pueblo, responsabilidad que atribuyó a Adolfo Wassem.
“A mí no me quedaba otra solución que buscar una alternativa para salvar mi vida y la de mi compañera”, sostuvo.
Lo que Amodio admite es haberle ordenado una “serie de papeles” a los militares que, en su “quilombo interno”, creyeron importantes.
El ex guerrillero remarcó que el “falsa” la versión de que “señaló” a camaradas para entregarlos al Ejército. “El MLN inventa eso cuando lo de la Cárcel ya no funciona”, dijo. “Sabe perfectamente quienes fueron. Algunos fueron senadores, otros siguen en funciones de gobierno, otros en el movimiento sindical”.
Amodio se refirió a la demanda que resolvió presentarle al Estado.
El monto, dijo, dependerá de la valoración que haga con sus abogados. Según explicó, hay una parte ya tasada, correspondiente a los días que pasó indebidamente en prisión domiciliaria.
La demanda, de todas formas, abarca sobre todo el “daño moral” que sufrió. “Por estar preso aquí no pude asistir al entierro de mi hijo”, recordó. También el daño que le causó el juez Luis Charles, con una serie de consideraciones personales incluidas en el fallo.
Por último, mencionó el lucro cesante a partir de las pérdidas que sufrió la empresa de su familia por su prisión. “Vamos a pedir lo más justo posible para que la discusión no se alargue innecesariamente”, dijo
Amodio consideró que su proceso se debió a la “presión política y social” sobre la Justicia, que creyó correcto procesar a alguien que estaba amnistiado desde 1985.
“Mi lucha actual es probar que los señalamientos no ocurrieron”, afirmó.
El ex tupamaro fue consultado, por último, sobre los reclamos de Verdad y Justicia de los detenidos-desaparecidos en la dictadura.
Según dijo, para llegar allí falta voluntad política. “Todo pasa por los acuerdos entre el MLN y los mandos de la época. Pero creo que ni los mismos militares saben dónde están los restos”, concluyó.
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