El Prof. de historia y ex ministro de la Corte Electoral, Rodolfo González Rissotto, dijo categóricamente que el voto en blanco o anulado favorece al FA y perjudica a los partidos más pequeños
Montevideo-Hébert Dell’Onte Larrosa/TodoElCampo – 25 de Octubre de 2014
El Prof. de historia y ex ministro de la Corte Electoral, Rodolfo González Rissotto, dijo categóricamente que el voto en blanco o anulado favorece al Frente Amplio y perjudica a los partidos más pequeños.
Las elecciones se prestan para que surjan posibilidades muy variadas como forma de protesta contra el sistema, los políticos, la política en sí misma, o contra el orden establecido.
Una forma de protestar es votando en blanco o anulado.
Y esto hasta tal punto es así que hay militantes por el voto en blanco o anulado. No suelen ser organizaciones sino individuos en solitario o grupos muy pequeños que no tienen representatividad alguna y muchos de los que votan en blanco o anulado no lo hacen por esos grupos sino como opción y elección propia, individual.
Votando en blanco o anulado el ciudadano expresa o cree expresar una protesta contundente. “Mi voto no va para ningún partido ni candidato”, suele razonar, pero la verdad es que se equivoca.
La dinámica electoral hace que el voto en blanco o anulado favorezca a determinado partido, por lo que ese voto supuestamente ajeno al sistema termina donde el ciudadano no quiso ponerlo al sufragar. De haber querido hubiera puesto una lista de ese partido.
Ayer radio Centenario entrevistó al profesor de historia y ex ministro de la Corte Electoral, Rodolfo González Rissotto, quien se refirió al tema y dijo categóricamente que el voto en blanco o anulado favorece al Frente Amplio y perjudica a los partidos más pequeños, a los que dependen de unos pocos votos para llegar a una banca en diputados como el caso de la Unidad Popular o el Peri, o dependen de esos votos para llegar al senado, como el caso del Partido Independiente.
El profesor Rodolfo González Rissotto fue ministro de la Corte Electoral de manera ininterrumpida desde el año 1996 hasta el 2010 y es autor, junto con el recientemente fallecido ex senador Guillermo García Cosa, del libro El fin de la inocencia. La representación proporcional integral falseada, editado a fines de 2013.
En el libro Guillermo García Costa y Rodolfo González Rissotto presentan un análisis de los resultados de las elecciones de 1958, 1966 y 2009 y llegan a la conclusión que con el 48,5 % de votos obtenidos no se puede obtener la mayoría parlamentaria, como fue el caso del Frente Amplio en elección de 2009. Entienden que la Corte Electoral realiza una interpretación que beneficia al Frente Amplio y que lo sucedido en 2009 favoreció a ese conglomerado político adjudicándole 50 bancas en Diputados y 17 en el Senado.
Los autores afirman que en las elecciones de 2009 el Frente Amplio debió obtener una banca menos tanto en el Senado como en Diputados, o sea no debió tener mayoría absoluta en ninguna de las Cámaras.
Según el libro lo correcto había que no se adjudicara un diputado y un senador al FA sino a la Asamblea Popular y un senador al Partido Independiente, y explican lo sucedido como un error interpretativo.
“NO ES UN VOTO INOCENTE”
Ayer González Rissotto insistió en su convicción de que el voto en blanco o anulado favorece al Frente Amplio y perjudica a los partidos más pequeños.
González Rissotto dijo a radio Centenario que una u otra opción “son formas de manifestarse en ciudadano que pesa en primera instancia en que un candidato alcance la mayoría absoluta”.
Agregó que aparte de eso esos votos en blanco o anulados tienen un efecto “absolutamente distorsivo” porque “esos votos no se tienen en cuenta para adjudicar las bancas, entonces eso trae artificialmente un acrecentamiento de los votos para los otros, para los partidos que tienen mayor cantidad de votos, en particular beneficia al partido que tiene mayor cantidad de sufragios”, aseguró.
González ejemplificó su afirmación de la siguiente forma: “Si hubiera un 10 % de votos en blanco y votos anulados, cuando se va a definir el total de esos votos, hay que extraer ese 10 % por lo tanto hay teóricamente 89 bancas (a diputados)”, razonó.
Esas 89 bancas, ¿cómo se benefician?
Con los actuales datos estadísticos “de cada 10 votos anulados o en blanco 4 votos y medio beneficiarían al Frente Amplio, serían un adicional de votos que no tuvo pero que tienen que tenerse en cuenta”.
En segundo lugar esos votos “favorecerían al Partido Nacional”, añadió.
El profesor dijo claramente que “no es cierto” que el voto en blanco o anulado “es un voto inocente que no va a ningún partido, ¡vaya si va a un partido e incide en los resultados electorales!”, exclamó.
Recordó los conceptos ya expuestos en el libro que escribió con García Costa sobre que en las elecciones pasadas los votos anulados y en blanco fueron determinantes de la banca número 50 para el Frente Amplio, y ahora en esta elección” del 26 de octubre “el porcentaje de votos anulados o en blanco puede hacer crecer en tres o cuatro bancas al partido mayoritario”
“Quienes están haciendo campaña” en favor del voto anulado o en blanco “saben muy bien el impacto y saben muy bien lo que quieren lograr; seguramente es una forma encubierta de decir ‘vote por tal partido’”, dijo el ex presidente de la Corte Electoral.
“La gente no tiene conocimiento de estos detalles técnicos, votan de determinada manera y terminan beneficiando al partido que ya no querían beneficiar o votar”, explicó el Prof. González Rissotto.
Más adelante insistió en su explicación: El voto anulado o en blanco beneficia a la fuerza política mayoritaria. Eso “es así, como lo hemos señalado. El voto en blanco y el voto anulado en la medida que no se cuenta en la distribución de bancas ese porcentaje se distribuye teóricamente entre los partidos”
“Obviamente que si hay un 10 % para repartir y un partido tiene el 40 % se lleva cuatro bancas y media”. “Imagínese la incidencia”. Un partido puede así bordear la mayoría absoluta parlamentaria, reafirmó. Y como favorece a los partidos mayoritarios “perjudica a los partidos minoritarios”, concluyó.
DISCREPANCIA.
En el mismo sentido que González, el actual vicepresidente de la Corte Electoral, Wilfredo Penco, dijo a radio Nacional que los votos en blanco o anulados en realidad no anula el voto, sino lo que se anula son las hojas de votación.
“El voto con hojas anuladas o el voto en blanco son votos válidos. Votos que se cuentan a los efectos de contar las mayorías absolutas que requiere el candidato a presidente o el plebiscito”, dijo Penco y discrepando con González aseguró que esos votos anulados o en blanco “no se toman en cuenta para las asignaciones de bancas parlamentarias”