16.JUN.18 | Posta Porteña 1918

Aumentan los Trabajadores Inmigrantes Venezolanos

Por P.C.I.

 

Y Se Suman Al Ejercito Internacional De Reserva

Que Facilita La Explotación Capitalista

 

El capital no tiene patria. La fuerza de trabajo tampoco.

Hacia donde fluyen y se concentran la mayoría de los capitales, hacia allá se dirige también la fuerza de trabajo y la masa de los recipientes que contienen esta mercancía: los asalariados, los proletarios.

Por encima de las legislaciones de los países, de las fronteras geopolíticas y de las diferencias culturales, las migraciones se pusieron a la orden del día en la medida en que, en determinados países, el capitalismo agotó buena parte de su fase originaria y, en los países donde crecían las concentraciones industriales y las actividades económicas conexas, ya no se podía contar con una masa suficiente de estratos sociales proletarizados (campesinos, artesanos, pequeños comerciantes y productores)

Las mercancías fluyen hacia los mercados donde son mejor pagadas. Los trabajadores asalariados, ya sea que realicen trabajo simple o trabajo complejo, buscan vender su mercancía, la fuerza de trabajo, por el mejor precio posible. Los trabajadores buscan empleo dentro o fuera de su país de origen para poder adquirir los bienes y servicios requeridos para su sobrevivencia y la de su familia.

En la sociedad capitalista se constituye un ejército industrial de reserva, conformado por trabajadores desempleados. Este ejército le permite a los capitalistas pagar salarios bajos a los trabajadores activos.

La demanda de fuerza de trabajo tiene relación directa con las necesidades de la producción y el comportamiento de la economía, pero esta demanda conduce a la sobreoferta de mano de obra, que se expresa en ejércitos de parados o ejercito industrial de reserva. Evidentemente, por lo tanto, el ejército industrial de reserva sobrepasa las fronteras nacionales y los regionalismos existentes dentro de cada país, para convertirse en una gran masa internacional. El ejército industrial de reserva es una confirmación de que el proletariado no tiene patria.

Engels, citando a Marx, nos plantea que “Cuanto mayor es la riqueza social… tanto mayor es la superpoblación relativa o ejercito industrial de reserva… Y cuanto mayor es este ejército de reserva, en relación con el ejército obrero activo (o sea, con los obreros que trabajan normalmente), tanto mayor es la masa de superpoblación consolidada (permanente) o las capas obreras cuya miseria está en razón inversa a sus tormentos de trabajo. Finalmente cuanto más extenso es en la clase obrera el sector de la pobreza y el ejército industrial de reserva, tanto mayor es también el pauperismo oficial. Tal es la ley absoluta, general, de la acumulación capitalista”

Estos ejércitos de parados se han construido a partir de procesos como:

a) pauperización y quiebra de pequeños comerciantes y productores, urbanos y rurales, que pasan a depender de un salario; b) destrucción parcial de la economía familiar para disponer de la mano de obra femenina; c) migraciones de trabajadores dentro de un país, de una localidad a otra; d) migraciones de trabajadores de un país a otro; e) trabajadores desplazados con sus familias a causa de guerras y catástrofes naturales; f) avance de la automatización y de la productividad de la mano de obra y aumento de la composición orgánica del capital.

Con la agudización de la crisis capitalista crece el desempleo y el Ejercito Industrial de Reserva. Los trabajadores desempleados sufren la miseria y los trabajadores activos sufren la caída del salario real. La llamada “aristocracia obrera”, que son asalariados con mayor nivel de vida, ven que su mundo ideal entra en crisis y les toca vivir la experiencia de trabajar solo para comer. Y aunque la burguesía y los partidos oportunistas y sindicatos del régimen, se dedican a realzar las diferencias de nacionalidad entre los trabajadores, la cotidiana contradicción entre el capital y el trabajo, empuja a la unión entre los trabajadores nacionales y los inmigrantes, para moverse como una sola clase, el proletariado, internacional, enfrentada a la explotación capitalista.

El trabajador migrante es explotado adicionalmente, aprovechando la condición ilegal de muchos de ellos. Estos trabajadores “sin papeles”, son presa fácil de la codicia de los patronos que, quejándose hipócritamente de la “falta de mano de obra autóctona”, los mal pagan tras agotadoras y largas jornadas de trabajo, muchas de ellas en condiciones infrahumanas, en diferentes oficios que requieren de mano de obra “no calificada” o trabajo simple.

En el 2015, de los 244 millones de migrantes en todo el mundo, 104 millones (43 %) habían nacido en Asia. Europa fue el segundo lugar de nacimiento del mayor número de migrantes (62 millones o 25%), seguido por América Latina y el Caribe (37 millones o 15%) y África (34 millones o 14%). En 2015, la India tenía la mayor “diáspora” registrada del mundo (16 millones), seguida por México (12 millones). Otros países con grandes diásporas incluían la Federación de Rusia (11 millones), China (10 millones), Bangladesh (7 millones) y Pakistán y Ucrania (6 millones, cada uno).

Casi dos tercios de todos los migrantes internacionales viven en Europa o en Asia. América del Norte es la región que ocupa el tercer lugar en la recepción de migrantes internacionales, seguida de África y América Latina.

Según el informe de Migración del 2015 de las Organización de las Naciones Unidas, entre el 2000 y el 2015, la mayoría de los inmigrantes internacionales vivían en Europa y Asia. Los 10 países con mayor cantidad de inmigrantes fueron EEUU (46.627.102, 19,8% del total de inmigrantes internacionales, y 14,3% de la población total de EEUU), Alemania (12.005.690, 4,9% de todos los inmigrantes internacionales en el mundo, y 14,9% del total de la población de ese país), Rusia (11.643.276, 4.8% de todos los inmigrantes de la población mundial y 7.7% de la población de ese país); Arabia Saudita 9.060.433,3,9% de la población total de inmigrantes y 31,4% del total de su población), El Reino Unido, (8.543.120), Emiratos Árabes Unidos (7.826.981, 3.1% del total de inmigrantes a nivel mundial), Canadá (7.850.000, 3.4% de todos los inmigrantes en el mundo y 20,7% de la cantidad de población de ese país), Francia (7.784.418 personas), Australia (6.763.663, 2,8% de todos los inmigrantes en el mundo y 27,7% del total de la población de ese país), España(5.852.953, 2.8% del total de inmigrantes en sus fronteras y éstos representan cerca del 14% de la población).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hay una alta concentración de trabajadores migrantes en sectores económicos específicos y diferencias significativas según el sexo. En 2013, la mayoría de los trabajadores migrantes del mundo, hombres y mujeres, trabajaba en el sector de los servicios: 106,8 millones sobre un total de 150,3 millones, o un 71,1 por ciento. De ellos, se estima que 11,5 millones son trabajadoras y trabajadores domésticos migrantes. El número de trabajadores migrantes en la industria, incluyendo las manufacturas y la construcción, era de 26,7 millones (17,8 por ciento), y en la agricultura, de 16,7 millones (11,1 por ciento).

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con base en estadísticas poblacionales con corte al 2010, según las cuales 28,5 millones de latinoamericanos y caribeños residían en países distintos a los de su lugar de nacimiento; es decir, el 4 por ciento del total de la región. Para ese año México presentaba la mayor cantidad de migrantes fuera de sus fronteras (12 millones) y Colombia ocupaba el segundo lugar con 1.076.000 trabajadores nativos en el exterior. Colombia, se ha caracterizado por el gran flujo de su población, en tres etapas, comprendidas en los períodos de la década de 1970 que se movilizó el primer grupo de personas hacia Estados Unidos, la década de 1980 (la segunda ola se dirigió hacia Venezuela) y en la década de 1990 (tercera ola) las rutas comprendían otros países como España y otros países entre ellos Ecuador.

Los destinos elegidos por los migrantes colombianos según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE),son: Estados Unidos (34,6 por ciento), España (23,1 por ciento), Venezuela (20,0 por ciento), Ecuador (3,1 por ciento), Canadá (2,0 por ciento), Panamá (1,4 por ciento), México (1,1 por ciento), Costa Rica (1,1 por ciento), y con un porcentaje mínimo Australia, Perú y Bolivia.

Un censo de 2009 dio a conocer que en el exterior residen más de tres millones 378 mil 345 colombianos cifra que hacía de Colombia uno de los países de mayor migración en Latinoamérica. En Venezuela históricamente se presentó una importante presencia de oleadas de trabajadores inmigrantes de Europa, Asia y América Latina, destacando los inmigrantes colombianos, ampliamente explotados en la agricultura, el comercio y los servicios, aprovechando la condición ilegal de la mayoría

A partir del 2017 se incrementó significativamente el éxodo de trabajadores venezolanos al exterior, siendo Colombia el principal destino de los obreros y obreras, la mayoría de baja calificación y sin documentos.

De acuerdo a un estudio de la Universidad Simón Bolívar (USB) un total de 2 millones 500 mil venezolanos salieron del país durante el 2017, producto de la crisis que afronta Venezuela y que cada vez se agudiza más. El estudio también reveló que dicha cifra podría aumentar y ubicarse en 3 millones ó 3 millones 200 mil al cerrar 2018.

Uruguay, Perú, Colombia, Brasil y Ecuador registraron en el 2017 una mayor llegada de inmigrantes venezolanos respecto del 2016. Durante la última década en Venezuela ha venido creciendo la emigración, en principio dominada por empresarios en crisis y por profesionales y técnicos, pero el crecimiento significativo en los últimos 2 años es el reflejo de la incorporación de obreros calificados y no calificados, que incluso han migrado de manera ilegal.

Hasta el 2015 los países preferidos por los migrantes venezolanos eran Estados Unidos, España, Colombia, Chile y México

Cuadro 1
Estimaciones del total de trabajadores migrantes por región
2010-2015

REGION

MIGRANTES

TRABAJADORES
MIGRANTES

2010

2015

2010

2015

millones

%

millones

%

millones

%

millones

%

África

19,3

9

20,6

8,5

8,4

8

8,7

5,8

Asia

61,3

28,7

75,1

30,8

30,7

29

50,4

33,6

Europa

69,8

32,6

76,1

31,2

35,1

33

49,5

33

América Latina y el Caribe

7,5

3,5

9,2

3,8

3,2

3

4,35

2,9

América del Norte

50

23,4

54,5

22,4

25,1

24

37,05

24,7

Oceanía

6

2,8

8,1

3,3

3

3

 

 

TOTAL

213,9

100

243.7

100

105,5

100

150

100

Fuente: OIT. Datos de la División de Migración del Departamento
de Economía y Asuntos Sociales (UNDESA) de Naciones Unidas.

 

Como se ve, uno de los países destino de la migración venezolana es Colombia, que cuenta con una larga frontera con Venezuela, siendo la región más empleada para el ingreso de los trabajadores migrantes el norte de Santander. El Norte de Santander es el segundo departamento colombiano con mayor desempleo en Colombia, su tasa de 12,6% en 2016 estuvo por encima del total nacional (9,1%). Sin embargo los empresarios colombianos de áreas como la comercial, los servicios y la construcción contratan venezolanos para ahorrar costos. La mano de obra de origen venezolano contratada en Colombia corresponde en un 70% a trabajadores no calificados y 30% con estudios superiores. La capital del Norte de Santander es Cúcuta y registra el índice de desempleo más alto de Colombia, que está en 15,65%. Uno de cada seis cucuteños no trabaja.

En otras regiones colombianas migrantes venezolanos son contratados como recolectores de café sin derechos laborales, pensiones ni salud, en general no se les ofrece la más mínima garantía laboral y el trabajo se paga por kilo recogido al día. Por supuesto que este es el mismo trato que reciben los migrantes de todas las nacionalidades, incluidos los trabajadores colombianos cuando emigran a otros países, incluso a Venezuela, donde hace vida una numerosa masa de asalariados colombianos.

Brasil también es un importante destino de la migración de trabajadores venezolanos. Allí el desempleo no ha disminuido y el gobierno solo en el 2017 eliminó casi 21 mil puestos de trabajo. Particularmente los agricultores y ganaderos brasileños han comenzado a sacar provecho de la mano de obra temporal y barata que representan los inmigrantes venezolanos. Ni en Colombia ni en Brasil se han reportado sanciones contra estos agricultores y ganaderos por explotación laboral a la mano de obra inmigrante. Pero el mismo comportamiento se observa en Venezuela, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, México, Estados Unidos, etc.

Así mismo, a la sobre-explotación a la que son sometidos los trabajadores inmigrantes e indocumentados, se suman su incorporación al tráfico de drogas, al comercio sexual y la estructuración de negocios financieros a partir del envío de remesas y divisas a sus países de origen

Actualmente hay una la lucha política mediática entre el gobierno venezolano y la oposición, y entre los gobiernos de Colombia, Brasil, Perú, Chile y EEUU, por un lado, y el gobierno burgués venezolano por el otro. Esto ha conducido al manejo de cifras exageradas, tanto sobre la migración de trabajadores colombianos a Venezuela, como sobre la migración creciente de trabajadores venezolanos a otros países

En ese campo de confrontación mediático y politiquero, los factores políticos opuestos al gobierno venezolano han planteado la existencia de una “crisis humanitaria” en Venezuela y los gobiernos de Colombia y Brasil han solicitado asesoramiento y apoyo financiero para establecer “campamentos de refugiados” que reciban el éxodo de venezolanos que cruzan sus fronteras. El gobierno venezolano niega esta crisis y insiste en que esto forma parte de una guerra económica orquestada por EEUU, que, según ellos, ha sido la causante del desabastecimiento y la especulación.

Pero es evidente que el salario mínimo nominales en Venezuela entre 9 dólares mensuales (si se parte del cambio oficial) y 2,5 dólares mensuales (si se utiliza como referencia el dólar paralelo); y todo esto mientras en la calle los precios de los bienes y servicios están dolarizados y convertidos a bolívares según la tasa del dólar paralelo. Y con una canasta alimentaria que equivale aproximadamente a 125 dólares, sin considerar otros bienes y servicios básicos, es de esperar que un importante sector de los trabajadores asalariados venezolanos, calificados o no, opte por la emigración como una de sus alternativas de sobrevivencia.

Aunque no se dispone de estadísticas oficiales, lo cierto es que efectivamente importantes contingentes de trabajadores se están moviendo desde Venezuela a otros países, en la búsqueda de oportunidades de empleo y de mejoras salariales, con la expectativa de enviar remesas de dinero a sus familiares. Parte de este contingente que se está movilizando es de trabajadores inmigrantes que residían en Venezuela, que ahora vuelven a sus países de origen (Colombia, Perú, Chile, etc.). Así mismo, el crecimiento más reciente del éxodo de trabajadores venezolanos, se realiza bajo condición ilegal, circunstancia que siempre ha sido aprovechada por el empresariado capitalista en todo el mundo.

Ya varios gobiernos, dentro de los que destacan los de Colombia y de Brasil, han visto la oportunidad de negocio que se abre con el mercado de migrantes venezolanos y han solicitado financiamiento para activar albergues o “centros de atención transitoria” para migrantes venezolanos. El gobierno de Estados Unidos manifestó que está dispuesto a proporcionar ayuda técnica y humanitaria a Colombia y Brasil para atender a los inmigrantes venezolanos.

Ante la agudización de la crisis capitalista, los diferentes gobiernos burgueses en el mundo aplican medidas de flexibilización laboral, bajos salarios, impulso del aumento de la edad de jubilación, intensificación del trabajo, reducción de costos en la higiene y seguridad en el trabajo, aumento del trabajo en horas extras, etc. Estas políticas irán favoreciendo la movilidad de los trabajadores en diferentes países y el consecuente aumento de la explotación del trabajo de los inmigrantes.

El proletariado es una clase internacional y sus luchas no pueden dejarse limitar por las reaccionarias corrientes patrióticas, nacionalistas o regionalistas, que niegan la lucha de clase anticapitalista y promueven la competencia y confrontación a los asalariados, en la disputa por puestos de trabajo, de la cual saca partido la burguesía con el apoyo de sus gobiernos y de los sindicatos del régimen.

La oposición de clase del proletariado debe estructurarse partiendo de:

1/ Rechazar los discursos politiqueros que usan las estadísticas de la inmigración solo con fines electoreros. Rechazo a toda división de los trabajadores por razones de nacionalidad. Los trabajadores nacionales y los inmigrantes deben asumirse como una sola clase que debe enfrentar la explotación de los patronos capitalistas.

2/  Asumir la lucha reivindicativa de los trabajadores como un movimiento internacional del proletariado contra la explotación capitalista.

3/ Impulsar movilizaciones y piquetes de agitación llamando a la huelga, indefinida, sin previo aviso y sin servicios mínimos, por: a) aumento de salarios para trabajadores activos, jubilados y pensionados, b) reducción de la jornada de trabajo a 6 horas por turno de trabajo y 30 horas semanales, sin reducción del salario y sin horas extras, c) reducción de la edad de jubilación a 50 años, d) pago de bono o seguro de paro forzoso a los trabajadores desempleados, e) establecimiento de guarderías, comedores industriales y lavanderías de ropa para los trabajadores y trabajadoras, f) mejora de las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo.

4/ Organización de los trabajadores por la base, con la realización regular de asambleas. Constitución de Sindicatos de Clase como alternativa ante los sindicatos patronales actuales. Los sindicatos de clase deberán agrupar a trabajadores activos e inactivos, sin distingo de nacionalidad, credo religioso, opinión política o color de piel; y deberán establecerse en cada localidad, agrupando a trabajadores de diferentes empresas y ramas de actividad económica. Rechazo a la separación de los trabajadores entre empleados y obreros o entre “nomina mayor” y “nómina menor” o “nómina contractual” y “nómina no contractual”

Partido Comunista Internacionalista mayo 2018


Comunicate