30.JUN.18 | Posta Porteña 1922

POSTALINAS

Por posta

 

S.O.S. NICARAGUA


Lo que está sucediendo en Nicaragua es horroroso. Ante esto, los silencios desde estos pagos son preocupantes. Escribí una hojita para ver si ayuda a algún indeciso a tomar posición. En realidad no sé qué puedo hacer para solidarizarme con este pueblo. Les pido que lean el adjunto y me digan su opinión. Les pido que si tienen conocimiento que alguien está haciendo algo y se podría dar una mano, me lo hagan saber. Si tienen alguna idea de qué se podría hacer, también. Si quieren reenviar el adjunto a otros amigos, pueden hacerlo. Espero respuesta, gracias. Un abrazo

de Emilia M. Carlevaro 27/06/18
 

S.O.S. NICARAGUA

Supongamos que la reforma previsional que impulsó Ortega era justa (y no regresiva) y que los que manifestaban en su contra estaban equivocados…

Supongamos que no hubo omisión ni negligencia en sofocar el incendio que terminó con parte del corazón de la  Reserva Biológica Indio Maíz y que los que denunciaron y protestaron por esto estaban equivocados…

Supongamos que los sacerdotes católicos que auxilian, conversan y apoyan a los jóvenes activistas son más conservadores y pro imperialistas que el recientemente fallecido Cardenal Obando y Bravo, que se opuso al primer gobierno del FSLN y que apoyó a la contrarrevolución (instigada, respaldada  y financiada por Reagan y el escandaloso Irangate), pero que en 2016 fue declarado por Ortega “Prócer de la Paz y la Reconciliación”…

Supongamos que todos los organismos de derechos humanos –gubernamentales y no gubernamentales, nicaragüenses y extranjeros- se hayan convertido unánime y simultáneamente en marionetas del imperialismo y la reacción, sesgando sus informes para desprestigiar al gobierno y que los que reclaman su intervención y divulgan sus informes están equivocados…

Supongamos que la mayor parte del cerno del FSLN de la Revolución del 79 (Henry Ruiz, Mónica Baltodano, Víctor Tirado, Dora Ma. Téllez,  Sergio Ramírez, Luis Carrión, Gioconda Belli, Ernesto Cardenal, etc.) se hallen en estado de confusión o de vileza extrema e induzcan al pueblo a cometer errores y que miles los sigan…

Supongamos que el imperialismo yanqui tiene la capacidad de orquestar, tras 11 años de gobierno de Ortega (con control total de las fuerzas coercitivas del Estado, con dominio de gran parte de la prensa y de los aparatos de las organizaciones de masas), una maniobra desestabilizadora de tal magnitud que hace que miles se lancen a  las calles arriesgando sus vidas…

Supongamos, entonces, que estamos frente a una espectacular maniobra desestabilizadora contra un gobierno defensor del pueblo, revolucionario y antiimperialista, que logra que miles de alienados, digitados por el imperio y la burguesía, salgan –estúpidamente- a protestar, inermes, arriesgando que los maten a ellos y sus familias para apenas arañar a las fuerzas gubernamentales. En síntesis: miles de pobres (en Nicaragua el 80% de la población lo es) digitados, confundidos, dispuestos a morir…

Entonces, si todos estos supuestos fueran verdad, ¿qué debería hacer el gobierno con estos manifestantes? ¿Su no razón es razón para dispararle al boleo, encarcelarlos e interrogarlos bajo tortura, herirlos, matarlos?

Y nosotros, aquellos uruguayos que siempre pensamos que los gobiernos tienen el deber de que sus Estados cumplan con la obligación de garantizar los derechos de las personas, empezando por la vida y la libertad, los que venimos trabajando por eso, dentro y fuera de fronteras, desde el pachecato hasta ahora, ¿qué hacemos?

¿Decimos que el gobierno y el Estado de Nicaragua tienen menos obligaciones que los de Uruguay?

¿Decimos que los más de doscientos muertos -los habidos en estos dos meses- son menos valiosos que los nuestros? ¿Que los nuestros no debían morir porque tenían razón y estos sí porque estaban equivocados?

¿Nos hacemos los distraídos?

¿Repetimos el argumento de que se prestaron –consciente o inconscientemente- para desestabilizar un gobierno revolucionario y que entonces…?

 [- ¿Entonces qué?, terminemos la frase por favor. Entonces… ¿se lo buscaron?… ¿se lo merecen?...]

Nosotros, los que nos oponemos a la pena de muerte aun para el peor delincuente, ¿la aceptamos contra los manifestantes?, ¿acaso la sospecha que haya fuerzas políticas nicaragüenses de  derecha que con total oportunismo pretendan manipular y dirigir las protestas, nos inhibe para solidarizarnos con las víctimas?

Muchos nicaragüenses nos hablan y escriben informándonos, pidiéndonos solidaridad, apelan a nuestra sensibilidad de demócratas, progresistas, defensores de los derechos humanos y/o izquierdistas… ¿no les contestamos?, ¿no vamos a hacer una gestión, un gesto público?

¿Es que todavía no comprendimos que no se trata de dirimir si los manifestantes tienen o no razón, sino de defender sus derechos y libertades fundamentales?

Nadie nos pide que opinemos sobre la política interna nicaragüense, nos piden que ayudemos a evitar que se siga enlutando Nicaragua con la sangre de los que desde los más remotos pueblitos a las ciudades, desarmados, luchan en las calles.  Nos piden que, de una vez por todas, seamos capaces de exigir que cese la represión, que se ponga fin al accionar terrorista del Estado.

Nos recuerdan, sin decirlo, que la defensa de los enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos no tiene fronteras.

Me resuena la canción de Zitarrosa, pongo una de sus  líneas en plural:

Qué pena, que no nos duela el dolor

 

Sobre la agresión sufrida por el cro. Miguel Ríos Mbumbele

 

Repudiamos enérgicamente el maltrato y la desidia de que fue objeto nuestro compañero Miguel Ríos Mbumbele durante la transmisión del partido Argentina-Nigeria en el anfiteatro de Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires.
Miguel fue increpado por algunos asistentes al asociar su color de piel con el equipo contrincante del seleccionado argentino

Nuestro compañero es uruguayo, y cuenta con una extensa militancia política y social en Argentina.

La xenofobia es la expresión de la ignorancia más acérrima del ser humano, es creerse superior al otro sin medir sus propias limitaciones conceptuales como ser humano e integrante de una sociedad. Y lo más grave es creer ser lo que no se es, por consiguiente, en su interpretación primaria y banal, lleva al odio y la supuesta primacía sobre el otro.

Tenemos la oportunidad histórica de vivir en un país hecho a imagen y semejanza de la inmigración absoluta, donde confluyen infinidad de razas, credos y culturas disímiles. Este hecho se da de bruces con el famoso "ser nacional", el cual es una falacia, y por ende no tiene ningún asidero el rechazo hacia un semejante por su condición de género, ni cultural, ni de pertenencia, que fabrica odios infundados y despropósitos de violencia, sin reparar en la esencia de uno más de los nuestros que confluyen en una sociedad de iguales.

Le hacemos llegar nuestro abrazo militante al compañero Miguel por este mal momento vivido, a instancias de sujetos inadaptados y discriminadores por ver en el otro a un diferente

Por ello, Miguel y nosotros peleamos por una sociedad de iguales, donde los derechos humanos de cada uno sean respetados por la esencia y condición de cada cual. Esa es nuestra concepción de vida, y no con los que están para dividir y violentar al que tiene que ser su hermano y no un enemigo.

UN SALUDO FRATERNAL Y ABRAZO MILITANTE A NUESTRO COMPAÑERO MIGUEL.

POR EL RESPETO A LA DIVERSIDAD.
ABAJO LA DISCRIMINACIÓN Y LA XENOFOBIA.

Movimiento 26 de Marzo / Agrupación Bs As

 

Desde posta nos solidarizamos con el querido Negro Miguel, y le hacemos llegar nuestro saludo y le decimos No nos bajés los brazos…Villa Biarritz te esta junando

 Salú el porteño

 

¿Para qué futuro educamos a los militares?

30 de junio de 2018 | la diaria

En la madrugada del lunes de esta semana, el coronel retirado Carlos Díaz Vecino ensució con pintura verde dos placas de la memoria, colocadas en la ex sede del Centro General de Instrucción para Oficiales de Reserva y frente al Hospital Militar para recordar que esos lugares, como muchos otros, fueron escenario de crímenes cometidos en el marco del terrorismo de Estado. Díaz usó su propio automóvil, que fue registrado por cámaras de vigilancia del Ministerio del Interior. La Justicia pudo identificarlo con rapidez y lo condenó, el jueves, a seis meses de libertad vigilada y a reparar los daños que había causado. El incidente, menor desde el punto de vista material y grave desde el simbólico, merece una reflexión.

Díaz tiene 56 años: decidió ingresar a las Fuerzas Armadas después del golpe de Estado de 1973. Su formación militar se desarrolló durante la dictadura, y la mayor parte de su carrera, tras la recuperación democrática. Quizá el fin del régimen frustró sus expectativas de ejercer tareas de gobierno cuando llegara a grados superiores. En todo caso, su conducta muestra que, lejos de lamentar lo que hizo el Ejército contra el país (y del arrepentimiento personal que podría caberle por su relación con algún delito), rechaza la verdad y sigue, a su manera, en guerra. Lamentablemente, el suyo no es un caso aislado

Se cumplieron ya 45 años del golpe de Estado, y desde el regreso a la democracia sucesivos comandantes en jefe han planteado un relato que no termina de reconocer lo evidente.

Sigue sin aparecer un mando que diga, con claridad y firmeza, que las Fuerzas Armadas violaron obligaciones básicas de cualquier ciudadano y cualquier militar, que cometieron actos aberrantes y que lo hicieron al servicio de un proyecto antinacional, antipopular y antidemocrático.

Corresponde preguntarse, ya con alarma por el tiempo transcurrido, qué se enseña en las instituciones de formación castrense sobre aquel período de nuestra historia, qué relato se consolida en la convivencia entre pares y superiores, qué nociones existen realmente acerca de la misión de las Fuerzas Armadas y en qué medida se desarrolla, entre sus integrantes, una mínima capacidad de raciocinio, necesaria para percibir el brutal contraste entre esa misión y el prontuario de la dictadura.

La negación contumaz del pasado no es, por supuesto, culpa exclusiva de los militares, y ni siquiera son ellos los principales responsables.

No les corresponde a los uniformados, en democracia, definir el marco conceptual de su propia educación para las tareas que la sociedad les asigna, o sea el contexto ideológico en el que las Fuerzas Armadas se reproducen como institución.

Desde 1985 ha existido, en esta materia, una omisión persistente, grave y peligrosa de los gobiernos ejercidos por los tres mayores partidos. En importante medida, también ha estado omisa la sociedad, que no ha exigido con la energía necesaria el saneamiento democrático de la formación militar, indispensable para que el “nunca más” llegue a ser factible. Y para que nadie crea que la memoria puede ser eliminada pintándola de verde

 PERLITAS

“El Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) consideró que la administración que encabezó José Mujica (2010-2015) violó el ´principio de igualdad´ de trato a los oferentes en el llamado a licitación para adjudicar canales de televisión digital en Montevideo y perjudicó, de esta manera, al consorcio conformado por la productora Oz Media y la editorial Bla”. Información publicada por Semanario Búsqueda (28/06/18).

“No hay nada que sustituya al diálogo directo con la gente. El Frente Amplio tiene que hacer lo mismo que el MPP y la 609, tiene que concentrarse más en el plan de movilización (...) Ahí sí, se tiene que despertar el mamado”. Lucia Topolansky, vicepresidente de la República. Entrevista de radio M24 (26/06/18)

“Ser candidato es un orgullo, un honor, y por supuesto yo lo aprecio en ese sentido. Es viable (pero) voy a decirlo con la mano en el corazón, con toda sinceridad, yo no sé qué voy a hacer, y he decidido, dada la importancia de esta decisión, tomarme un tiempo más, de modo de ir realmente determinando si una eventual candidatura en mi caso ayuda o no ayuda”. Danilo Astori, ministro de Economía, luego de la extensa reunión que mantuvo con el expresidente José Mujica. Fuentes Confiables, radio Universal (27/06/18)


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