Con información de La Jornada y Noticieros Televisa Reuters | domingo, 01 jul. 2018
Moscú.
El domingo miles de personas protestaron en Rusia por la decisión del gobierno de aumentar la edad de jubilación, sin embargo, debido a las restricciones de seguridad, no se presentó ninguna manifestación en las ciudades anfitrionas del del Mundial debido a las restricciones de seguridad vigentes durante el torneo.
La mayoría de las protestas fueron lideradas por partidarios de Alexei Navalny, quien es el crítico más prominente del Kremlin.
Navalny expresó que sus partidarios llevaron a cabo protestas en 39 ciudades de todo el país, desde la costa del Pacífico hasta Murmansk, cerca de la frontera con Noruega. La mayoría de las asambleas fueron aprobadas por las autoridades locales, por lo cual no hubo informes de arrestos.
También hubo algunas protestas callejeras organizadas por otras fuerzas políticas, incluidos los comunistas.
Asimismo, Alexei Navalny publicó fotografías de las protestas con personas que llevaban pancartas con consignas como: ‘eleven la pensión, no la edad de jubilación’ y ‘¡Saquen las manos de nuestras pensiones!’.
Por su parte el primer ministro Dmitry Medvedev, un aliado cercano al presidente Vladimir Putin, el mes pasado indicó que el gobierno quería aumentar la edad de jubilación de la siguiente manera: Para los hombres en cinco años, de 60 a 65, y ocho años para las mujeres de 55 a 63
La razón con la que se argumentó la reforma propuesta fue para aliviar la presión sobre las arcas del Estado.
Algunos críticos expusieron que la edad de jubilación en muchas regiones es más alta que la esperanza de vida. De acuerdo con algunos sondeos, la aprobación de Putin cayó del 75 al 69 por ciento después de anunciar la reforma.
El presidente Putin emitió un decreto para aumentar las medidas de seguridad en las once ciudades que albergan partidos de la Copa del Mundo, de tal manera que esa medida les dio poderes adicionales a las autoridades locales para prohibir las manifestaciones.
Investigadores universitarios reclaman la anulación de un decreto del Poder Ejecutivo que subordinó los estudios sobre el agua y sus resultados al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Víctor L. Bacchetta / Sudestada, 03/07/2018
El Decreto del Poder Ejecutivo 115/018, del 24 de abril último, reglamentó la Ley de Recursos Hidrobiológicos (N° 19.175), aprobada el 20 de diciembre de 2013, que sustituyó a la Ley de Pesca (N° 13.833) del año 1969.
Por el Artículo 2°, la nueva ley “tiene por objeto establecer el régimen legal de la pesca y la acuicultura, con el fin de asegurar la conservación, la ordenación, el desarrollo sostenible y el aprovechamiento responsable de los recursos hidrobiológicos y los ecosistemas que los contienen en el territorio nacional y en las aguas, tanto continentales como marítimas”.
La nueva reglamentación es más extensa que la anterior al incorporar acuicultura, pesca artesanal y otros temas pero incluyó un novedoso Capítulo VII dedicado a la pesca de investigación que pone en manos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), las autorizaciones de los permisos de pesca “con fines de investigación, científicos y docentes”, así como la divulgación de sus resultados
Varios organismos realizan pesca de investigación, como la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, la OSE y la Intendencia de Montevideo, entre otros, pero las disposiciones de este decreto afectan especialmente las actividades docentes de la Universidad de la República (UdelaR) y por eso la primera reacción provino de un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias.
Debe promoverse una campaña popular y profunda de revisión histórica en nuestra región, que de inmediato sea la base para la transformación del nomenclátor público, miserable y perpetuo tributo a los traidores, al tiempo que es intolerable burla a las víctimas, héroes e inocentes. Florida, Paysandú, la infame Triple Alianza, etc. ,etc.
José Antonio E
Quien controla la estructura económica son las TRASNACIONALES y la DIRIGEN los economistas los Jueces que están a su servicio, y las fuerzas armadas están igualmente en lo mismo. Eso es lo que hay que TRANSFORMAR como se lee en el EPITAFIO de la tumba del GRAN REVOLUCIONARIO CARLOS MARX
Juan Jaime A. F.
276 Este tipo de frases da la razón a Montero cuando dice que en la tortura «no hubo una voluntad de matar, no hubo una voluntad de destrozar a la gente como se dice que hubo. Había un terrible miedo de que esa gente [según ellos sediciosa] recibiera un apoyo nacional o internacional». Como se ha visto a lo largo de este apartado hubo amplios sectores de las fuerzas represivas con una voluntad manifiesta de destrozar a sus enemigos, quienes además de adversarios eran personas odiadas por ellos. «El mecanismo se retroalimentaba: debo odiarte a ti para no odiarme a mí mismo por torturarte; puesto que te odio, puedo torturarte, sin odiarme a mí mismo.» Blixen, 291.
Sólo así, o ni siquiera así, se entienden los salvajes castigos a los luchadores sociales, llegando a obligar a sus hijos a ver cómo agredían a sus padres o torturando opositores de no importa qué edad. Elsa Fernández Sanz, abuela materna de la bebé Carmen Gallo Sanz desaparecida en 1977 y encontrada en 1999; a los sesenta y dos años de edad fue secuestrada, en su Argentina natal junto a su hija Aida Celia, torturada en los pozos de Quilmes y Banfield y, posteriormente asesinada.
277. Benedetti, 1986, 151. De 1968 a 1973 varios torturadores fueron «fusilados». «A uno que torturaba en la cárcel –recuerda Garín– la Orga lo mata frente al penal de Libertad. Lo ametrallan. Ahí paran las torturas, porque quién iba a torturar si sabían que te iban a matar». «Germán González recuerda un episodio en el que discutía una represalia por un caso de torturas a prisioneros. “Discutimos si había que matarlo, herirlo o golpearlo, y en cualquier caso se nos hacía difícil graduar la violencia, porque el hombre estaba armado, porque era difícil llegar hasta él, y de repente el Bebe plantea una idea inesperada: ‘¿Y si le pegamos una puñalada y lo degollamos, como en la Guerra Grande’”» Blixen, 225. A los días Sendic fue –en bicicleta junto a otro tupamaro– hasta la casa de un jerarca de la tortura, el teniente Criado, y le disparó en el abdomen, hiriéndole de gravedad.