14.JUL.18 | Posta Porteña 1926

MARIÁTEGUI - TRABAJO - HUMANISMO

Por RAGARRO

 

Aniversario 124 de José Carlos Mariátegui

 

La pasión es la fuerza esencial del hombre, que tiende enérgicamente hacia su objeto

Marx, Manuscritos de 1844 (XXVII

 

 

UNO I  : Cronología Sumaria

-1894  14 de junio. Nace en Moquegua-Perú

-1902  Por un accidente en la escuela queda baldado de la pierna izquierda. Prosiguió autodidacta

-1909  Trabaja en la imprenta del periódico La Prensa, como “alcanza rejones”

-1911  Publica sin autorización Popularidad de Lerroux (defensa de Pablo Iglesias), su primer articulo

-1917  Publica Maximalismo Peruano, que es la definición del Socialismo Peruano

-1918  Edita Nuestra Época, “revista de combate” (22 de junio)

-1919  Edita La Razón, “diario proletario”

-1919  Es deportado a Europa

-1923  Regresa al país. Desarrolla sus Conferencias Acerca de la Crisis Mundial

-1923  Declara ser “partidario, antes que nada, del frente único proletario”

-1924  Pierde su pierna derecha, la sana, y queda en silla de ruedas de por vida

-1926  Funda Amauta, revista de “doctrina, arte, literatura, polémica”

-1928  Publica 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana

-1928  Constituye el Partido Socialista del Perú, eje de su Creación Heroica Teórica y Práctica

-1930  16 de Abril. Fallece en Lima-Perú, pronunciando su Admonición Trascendental

 

II Socialismo Peruano

BUENO, PUES, MUY BOLCHEVIQUES Y MUY PERUANOS, PERO MÁS PERUANOS QUE BOLCHEVIQUES (31.12.17)

I1I Polémica Básica

1- Contra el Anarquismo Sindicalista

2- Contra el Indigenismo Restauracionista

3- Contra el Nacionalismo Anti-internacionalista

4- Contra el Internacionalismo Anti-nacionalista

 

         IV Lucha Social

1- Reivindicativa. Derecho al Trabajo Digno, Educación Digna, Salud Digna

2- Electoral. Para la Agitación y Propaganda Clasistas

3- Insurgente: Armas-Programa-Doctrina

         V Creación Heroica 1: Teoría. Cuatro Libros Fundamentales

1- Defensa del Marxismo, construcción ideológica

2- 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, construcción teórica

3- Ideología y Política en el Perú, construcción política

4- Invitación a la Vida Heroica, construcción orgánica

 

         VI Creación Heroica 2: Práctica. Cuatro Realizaciones Concretas

1- Frente Único Proletario, Programa Mínimo, Reivindicativo (18.03.23)

2- Partido Socialista del Perú, Programa Máximo, Prospectivo (07.10.28)

3- Labor, Quincenario de Información e Ideas (10.11.28)

4- CGTP, Manifiesto de la Confederación General de Trabajadores del Perú (01.05.29)

 

         VII Admonición Trascendental:

NO PUEDE HABER RENOVACIÓN SINO SOBRE LA BASE DE GRANDES PRINCIPIOS. TRABAJEN MUCHO (16.04.30)

DOS

La vida y obra de JCM, de comienzo a fin gira alrededor del trabajo creador. El trabajo en teoría y práctica fue una constante en la vida de JCM. Por eso estimó a sus compañeros de trabajo y al pueblo trabajador. Felizmente esta vida y obra ha sido rescatada por su esposa Anita Chiappe e hijos, y por sus biógrafos y comentaristas. El principal de ellos es Guillermo Rouillon Duharte, (acompañado y luego continuado por Armida Picón de Rouillon, su gran compañera y colaboradora). Comenzó preparando su fundamental Bio-Bibliografía de JCM, (1963) y después siguió con Biografía de JCM (tres tomos) Y sin desmerecer a otros se puede señalar a Narciso Bassols Batalla, Marx y Mariátegui, (México, 1985), y Antonio Bermejo Santos, JCMariátegui: Humanismo Estética y Contemporaneidad, (Cuba, 2011)

El primero, gran conocedor de la situación internacional en vida de JCM; el segundo, gran conocedor del humanismo, de la estética y la contemporaneidad de tiempos de JCM y de la actualidad. Y ambos con el material ya rescatado de la obra de JCM.

En Mariátegui, suscitador de peruanidad, (2013), Guillermo Rouillon señala en el acápite Una lección de flexibilidad política: “Sí, la paciente y amplia labor de Mariátegui orientada a forjar un frente único antiimperialista y antifeudal, de contenido esencialmente democrático, la tarea de Amauta que se constituye en un polo de atracción de la intelectualidad progresista del país, la educación política que lleva a Mariátegui a los estudiantes a través de Claridad y sus conferencias en la Universidad Popular ‘Manuel González Prada’, su trabajo de organización de los yanaconas y campesinos, y fundamentalmente la gigantesca labor que despliega en el seno de la clase obrera, todo ello nos muestra a un Mariátegui que ha visto el nacimiento del fascismo y que tiene plena conciencia del enorme valor político de la unidad de la clase obrera y de todas las fuerzas democráticas, un Mariátegui que comprende y sabe lo que políticamente significa un frente único. Naturalmente, y este es un rasgo característico en Mariátegui, adapta estas concepciones a la realidad del país, de un Perú semifeudal y semicolonial, gobernado por la dictadura leguiista ya entregada al capital monopolista norteamericano. Es decir, no trasplanta mecánicamente la experiencia, la asimila a las peculiares condiciones concretas del Perú.” (p. 208)

En Marx y Mariátegui, (1985), Narciso Bassols señala que “La popularidad de la obra escrita de Mariátegui es muy grande. Baste mencionar que sólo de ‘7 Ensayos’ se habían editado hasta 1980, más de 2 millones de ejemplares, en español, francés, italiano, inglés, rumano, ruso, búlgaro, etc.

Es innegable, pues, que esa obra aporta un mensaje que ha sido recogido e identificado donde quiera que el público ha tenido acceso a ella, empezando, desde luego, por su país de origen. Mariátegui, que tenía un gran sentido del relativismo histórico y comprendía perfectamente que un fenómeno así sólo puede ser comprendido en función de consideraciones de tiempo y de lugar, no habría de estar de acuerdo con una valoración de esa boga sorprendente que la situara de otra manera. La tradición política decimonónica había llegado a su agotamiento en Latinoamérica cuando se inició la publicación de AMAUTA, en vísperas de la gran crisis de 1929. El fracaso del liberalismo sudamericano, aun en sus formas progresistas, explica y justifica el interés por la obra mariateguiana.” (Capítulo Octavo, El Mensaje de Mariátegui, p. 251)

En J.C.Mariátegui: Humanismo, estética y contemporaneidad, (2011), Antonio Bermejo señala que: “El condicionamiento histórico del proceso de interpretación de la realidad peruana presupone la concientización de la estructura y relaciones del pasado, desde la perspectiva del materialismo histórico, lo que implicaba de hecho un replanteamiento conceptual de la naturaleza o fisonomía de las relaciones precapitalistas en el Perú y del proceso complejo y contradictorio de fragmentación cultural o superposición de culturas sintetizado en la noción de nacionalidad en formación. Esto constituye un esfuerzo intelectual pionero de un representante del marxismo en Latinoamérica por desentrañar el entramado social que explicaba la estructura y relaciones del pasado de un país situado en las llamadas áreas periféricas o tercermundistas.” (Capítulo III, Consideraciones finales)

Con este valioso material se puede recordar que en 1925 JCM señala que “la Inteligencia, demasiado enferma de ideas negativas, escépticas, disolventes, nihilistas, no puede ya volver, arrepentida, a los mitos viejos y no puede todavía aceptar la verdad nueva”, y que “La política se ennoblece, se dignifica, se eleva cuando es revolucionaria.

La revolución que será para los pobres no sólo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza, del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu” (artículo Henri Barbusse, 23.05.15, en La Escena Contemporánea, 1925, p.156, primer libro que editó JCM). Así ya planteaba el logro del trabajo digno, que dejaría tiempo libre al trabajador para “todas las complacencias del espíritu”

En 1929 JCM presenta dos críticas a Paul Lafargue: “La función ética del socialismo -respecto a la cual inducen sin duda a error las presurosas y sumarias exorbitancias de algunos marxistas como Lafargue- debe ser buscada, no en grandilocuentes decálogos, ni en especulaciones filosóficas, que en ningún modo constituían una necesidad de la teorización marxista, sino en la creación de una moral de productores por el propio proceso de la lucha anticapitalista”, y que “es una impostura pretender que Marx quería separar al obrero de su trabajo, privarlo de cuanto espiritualmente lo une a su oficio, para que de él se adueñase mejor el demonio de la lucha de clases.

Esta conjetura sólo es concebible en quienes se atienen a las especulaciones de marxistas, como Lafargue, el apologista del derecho a la pereza” (Defensa del Marxismo, Cap. Ética y Socialismo, 1929, 1964, pp.49, 52)

Estando en Europa, JCM conoció el titulo de la obra de Lafargue y los comentarios a ella, pero evidentemente no alcanzó a conocer su contenido, pues nunca se refirió a él. Su primer comentario indirecto fue su artículo Henri Barbusse. Y ya su comentario directo fue en Defensa del Marxismo. Muchas veces un título abre o cierra las puertas a los lectores. Y éste es el caso del Derecho a la Pereza. No es posible estar de acuerdo con el título, pero sí es posible estar de acuerdo con su contenido. Y esto es menester aclarar

Paul Lafargue (1842-1911) fue un reconocido luchador social. Marx y Engels lo estimaron mucho. Sufrió persecución, prisión, tortura. Nombrado miembro del Consejo General de la Primera Internacional (1866) fue comisionado por Marx a España para luchar contra el anarquismo. Estando en prisión escribió en 1880 el Prólogo a su libro. Elegido varias veces por el pueblo, usó la tribuna parlamentaria para recorrer Francia difundiendo las ideas marxistas, y por eso pudo señalar en su libro que “En la barraca de feria el espectáculo comenzará con un entremés titulado Farsa electoral : delante de electores con cabeza de borrego y orejas de burro, los candidatos burgueses, vestidos de payasos, bailarán la danza de las libertades políticas, frotándose la cara y el culo con sus programas electorales de múltiples promesas, y cantando las miserias del pueblo con lágrimas en los ojos y las glorias de Francia con la voz aflautada; mientras tanto, las cabezas de los electores rebuznarán, en sólida masa coral: ¡ji ja! ¡ji ja!”.

Después, a su solicitud Engels escribió El Desarrollo del Socialismo de la utopía a la ciencia (1880) Además, escribió, entre otros textos, El Mito de Prometeo, desechando la idea de ser el creador del culto al fuego y demostrando, en cambio, que el mito representaba el paso del derecho materno al patriarcado. Y Engels, antes de fallecer en 1895 lo declaró su heredero.

 El libro tiene cinco capítulos: 1- Un dogma funesto (el “derecho al trabajo”), 2- Una moral perversa (hacer trabajar incluso a niños de 7-8 años), 3- Efectos del exceso de producción (el desempleo), 4- Menos horas de trabajo (para lograr ocupación general y tiempo libre), 5- Palabras a los moralistas (la máquina es la redentora de la humanidad)

Es, pues, evidente que el mensaje del título no concuerda formalmente con el mensaje del contenido. Lafargue usó el título “derecho a la pereza” como contraste a “derecho al trabajo” y ahí está el error o limitación, la confusión que ocasionó respecto al mensaje.

El término “pereza” no es error de traducción. Es igual en otras versiones: 1 francés: Le droit à la paresse. 2 castellano: El derecho a la pereza. 3 inglés: The right to laziness. 4 alemán: Das Recht auf Faulheit. 5 italiano: O direito à preguiça. 6 ruso: ????? ?? ???? (pravo na lieñ). 7 esperanto: La rajto al pigreco.

¿Podía haber usado otro termino? En griego existe el término intraducible diagogos , pero que puede significar ocio elegante, juego noble, reposo distinguido. (Aníbal Ponce, Educación y Lucha de Clases, p. 71) Es lo mismo que señala JCM como “todas las complacencias del espíritu”

Pero no halló Lafargue un término apropiado a lo que quería expresar, y por eso seguramente usó “derecho a la pereza” como contraste a “derecho al trabajo” (asalariado)

 Y fue JCM quien lo halló. Primero señaló que “Un proletariado sin más ideal que la reducción de las horas de trabajo y el aumento de los centavos del salario, no será nunca capaz de una gran empresa histórica” (Mensaje al Congreso Obrero, enero de 1927, en Ideología y Política, p. 116.)

Después señaló que “La reivindicación que sostenemos es la del trabajo. Es la de las clases trabajadoras, sin distinción de costa ni de sierra, de indio ni de cholo” (Réplica a L.A. Sánchez, marzo de 1927, ídem, p.222)

Y posteriormente precisó que EL DESTINO DEL HOMBRE ES LA CREACIÓN. Y EL TRABAJO ES CREACIÓN, VALE DECIR LIBERACIÓN. EL HOMBRE SE REALIZA EN SU TRABAJO

El proceso de la instrucción pública. Ideologías en contraste, octubre de 1928, en7 Ensayos, p.154)

 ¡Es éste el más profundo pensamiento del más universal de los peruanos!

Corresponde a las Nuevas Oleadas de Activistas NOA desarrollar este tema en la teoría y en la práctica. Qué entender en la actualidad como Trabajo Creador, ahora que con la máquina estamos en la cuarta revolución industrial y que la máquina es la redentora de la humanidad cuando pase a ser propiedad social.

  En los años 60 del siglo pasado, cuando en la Unión Soviética se cantaba “nosotros viviremos en el comunismo”, preguntado un soviético ruso estudiante universitario qué haría en el comunismo, sólo atinó a responder: ?????????! = otdojnut = ¡descansar!. (¿Como Yahveh Sebaot al séptimo día de su creación?)

 Pero así como para Marx el derecho al trabajo (asalariado) es un contrasentido, un mezquino deseo piadoso, igualmente el derecho a la pereza (vagancia) es un contrasentido para muchos, un mezquino deseo piadoso.

Pero detrás del derecho al trabajo (y del derecho a la pereza) está el poder sobre el capital, y detrás del poder sobre el capital la apropiación de los medios de producción, su sumisión a la clase obrera y, por consiguiente la abolición tanto del trabajo asalariado como del capital y de sus relaciones mutuas. Y por eso mismo la máquina es la redentora de la humanidad.

Por eso, corresponde a las NOA desarrollar este tema en teoría y práctica. Será un nuevo aporte del Socialismo Peruano.

TRES

Sin entrar en pormenores, como Humanismo es la centralidad del ser humano en teoría y práctica, sin ser los únicos, sus temas mayores son el trabajo (directa e indirectamente productivo), la relación individuo (aislado) y sociedad (colectividad), la moral (ética)

El Humanismo burgués desplazó el trabajo esclavista y el trabajo servil, pero impuso el trabajo asalariado (igual o hasta peor que los anteriores)

Con su élite despreció y explotó al pueblo trabajador, “la plebe”, igual o peor que como ocurrió durante el esclavismo y el feudalismo. Y blandió igualmente la moral hipócrita que apoyaba este ensalzamiento de la élite y este menosprecio de la plebe. Por eso trabajo, élite, plebe, moral, son temas que analizó el Humanismo proletario presentando su propio análisis y solución.

Por eso el ser humano está pasando de la prehistoria a la historia, como lo señalara Marx ya en 1859: “No se trata aquí de un antagonismo individual, que nace de las condiciones de existencia de los individuos; pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean al mismo tiempo las condiciones materiales para resolver este antagonismo. Con ese sistema social termina, pues, la prehistoria de la sociedad humana” (Contribución a la Crítica de la Economía Política, Prólogo)

JCM también trató estos temas. Respecto al trabajo, a lo ya señalado se puede agregar su comentario a El Nuevo Derecho de Alfredo Palacios. (30 de junio de 1928)

Señala primeramente el  comentario del prologuista del libro, que “No falta a este libro el tono sentimental un tanto dramático y a veces épico, desde que, en cierto modo, es una epopeya, la más grande y trascendental en todas, la más humana, en suma: la epopeya del trabajo. Por eso, supera el tratado puramente técnico del especialista, frío industrial de la ciencia, que aspira a resolver matemáticamente el problema de la vida”

Sigue JCM y señala que “Palacios se da cuenta perfecta de que el proletariado ensancha y educa su conciencia de clase en el sindicato mejor que en el partido. Y, por consiguiente, busca en la acción sindical, antes que en la acción parlamentaria de los partidos socialistas, la mecánica de las conquistas de la clase obrera”

Luego, recordándole el autor de Reflexiones sobre la Violencia señala que “Sorel expone una idea -la de que el derecho al trabajo equivaldrá en la conciencia proletaria a lo que es derecho de propiedad en la conciencia burguesa- mucho más importante y sustancial que todas las eruditas especulaciones del profesor Antonio Menger”

Evidentemente, JCM toma en cuenta que no se refiere al trabajo asalariado sino a lo que señalara Marx en 1850: “El derecho al trabajo es, en el sentido burgués, un contrasentido, un mezquino deseo piadoso; pero detrás del derecho al trabajo está el poder sobre el capital, la apropiación de los medios de producción, su sumisión a la clase obrera asociada, y, por consiguiente, la abolición tanto del trabajo asalariado como del capital y de sus relaciones mutuas” (La lucha de clases en  Francia de 1848 a 1850)

Así, derecho al trabajo del proletariado equivale exactamente a derecho de propiedad de la burguesía

Respecto al individuo, tiene un artículo siempre de actualidad, El Problema de las Élites (1928),  donde señala que “Las verdaderas ‘élites’ intelectuales operan sobre la historia revolucionando la conciencia de una época. El verbo necesita hacerse carne. El valor histórico de las ideas se mide por su poder de principios o impulsos de acción”, y que “Es absurdo hablar de un drama de las ‘élites’

Una ‘élite’ en estado de ser compadecida, por este solo hecho deja de ser ‘élite’. Para la historia no existen ‘élites’ relegadas. La ‘élite’ es esencialmente creadora”. Luego comenta que “No es una auténtica ‘élite’ la que debe el poder a un privilegio que ella misma no ha adquirido con sus propias fuerzas”, y que “una revolución es siempre la obra de una ‘élite’, de un equipo, de una falange de hombres heroicos y superiores”, y que por consiguiente “el problema de la ‘élite’ existe también como problema interno para el proletariado, con la diferencia de que éste, en su lucha, en su ascensión, va templando y formando dentro de un ambiente místico y pasional, y con la sugestión de mitos vivos, sus cuadros directores”

Por eso concluye que “Las nuevas ‘élites’ vendrán del lado que entre los intelectuales conservadores confesos o embozados, no se quisiera que viniesen. El Napoleón de la Europa de mañana, que impondrá el código de la sociedad nueva, saldrá de las filas del socialismo. Porque al porvenir le toca realizar o mejor comprobar esta fórmula: Revolución – Aristocracia”. (Aristocracia = gobierno de los mejores)

Respecto a la colectividad, al pueblo, JCM tiene tres artículos íntimamente ligados: Dos concepciones de la vida, El hombre y el mito, La lucha final (COC, tomo 3, El Alma Matinal) Para resumir, en el tercero señala que “El impulso vital del hombre responde a todas las interrogaciones de la vida antes que la investigación filosófica. El hombre iletrado no se preocupa de la relatividad de su mito. No le sería dable siquiera comprenderla. Pero generalmente encuentra, mejor que el literato y que el filósofo, su propio camino. Puesto que debe actuar, actúa. Puesto que debe creer, cree. Puesto que debe combatir, combate. Nada sabe de la relativa insignificancia de su esfuerzo en el tiempo y en el espacio. Su instinto lo desvía de la duda estéril. No ambiciona más que lo que puede y debe ambicionar todo hombre; cumplir bien su jornada”

Y respecto a la moral, ya en Sentido heroico y creador del socialismo había planteado que “Los marxistas no creemos que la empresa de crear un nuevo orden social, superior al orden capitalista, incumba a una amorfa masa de parias y de oprimidos, guiada por evangélicos predicadores del bien.

La energía revolucionaria del socialismo no se alimenta de compasión ni de envidia. En la lucha de clases, donde residen todos los elementos de los sublime y heroico de su ascensión, el proletariado debe elevarse a una ‘moral de productores’, muy distante y distinta de la ‘moral de esclavos’, de que oficialmente se empeñan en proveerlo sus gratuitos profesores de moral, horrorizados de su materialismo.

Una nueva civilización no puede surgir de un triste y humillado mundo de ilotas y de miserables, sin más título ni más aptitud que los de su ilotismo y su miseria. El proletariado no ingresa en la historia políticamente sino como clase social; en el instante en que descubre su misión de edificar, con los elementos allegados por el esfuerzo humano, moral o amoral, justo o injusto, un orden social superior

Y a esta capacidad no ha llegado por milagro. La adquiere situándose sólidamente en el terreno de la economía, de la producción. Su moral de clase depende de la energía y heroísmo con que opere en este terreno y de la amplitud con que conozca y domine la economía burguesa.” (20 de enero 1929)

 Esto muestra que “toda la historia no es sino una transformación continua de la naturaleza humana” (Marx, Miseria de la Filosofía) y que se desarrolla en espiral. Aparentemente regresa al mismo sitio, pero en verdad cada vez avanza un peldaño más. Por eso hay progreso (por grados, de peldaño en peldaño)

         Entonces:

Así como la Lógica ha pasado de formal a dialéctica Así como el Socialismo ha pasado de la utopía a la ciencia

Así el Humanismo ha pasado del ideismo al materiismo

Por eso tenemos ahora HUMANISMO PROLETARIO

Siendo sus máximos exponentes MARX EN EL MUNDO MARIÁTEGUI EN NUESTRO PAÍS PERÚ

Juzgue el lector

                                                                           RAGARRO

                                                                           COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

14/06/18


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