14.JUL.18 | Posta Porteña 1926

"¡Qué se vaya Ortega del poder!"

Por varios/posta

 

Gioconda Belli:

“En Nicaragua se puede producir un genocidio

sin precedentes en América Latina”

 

 Deutsche Welle 10/07/18

La escritora nicaragüense Gioconda Belli dijo a DW que la única salida a la crisis es que Daniel Ortega desista de la represión y acepte elecciones anticipadas.

Gioconda Belli es una de las voces más importantes de la cultura de Nicaragua. Poeta y novelista, Belli es una sandinista histórica y ha pintado como nadie en sus relatos el desarrollo de los ideales revolucionarios de Nicaragua, especialmente desde el punto de vista de la mujer, obras que la han posicionado como una de las autoras más reconocidas de América Latina. Deutsche Welle habló con ella sobre los sucesos en Nicaragua.

Deutsche Welle: Usted fue parte de la lucha por la Revolución Sandinista, y trabajó junto a Daniel Ortega y Rosario Murillo. ¿En qué piensa que se ha convertido el ideal de esa revolución en Nicaragua?

Gioconda Belli: Estamos en un momento muy difícil en Nicaragua. Nunca habíamos visto una represión a este nivel contra un pueblo desarmado, y eso realmente no representa en absoluto los ideales de la Revolución Sandinista. Daniel Ortega hace tiempo que destruyó ese legado y está escribiendo las páginas más oscuras y negras de la historia del Frente Sandinista.

Si bien el detonante de las protestas fue, en principio, económico, el descontento va más allá. ¿Qué piensa usted que quiere el pueblo nicaragüense?

Lo que quiere el pueblo nicaragüense es que le devuelvan su libertad, su democracia y, sobre todo, su derecho a elegir. Porque en estos once años hemos ido perdiendo, poco a poco, en primer lugar, la independencia de los poderes del Estado. Y poder elegir sin fraudes a sus autoridades. El gobierno está cometiendo crímenes terribles contra la población y acusando a la propia población de ser la que está causando su propia desgracia. Eso es algo que ni siquiera Somoza hizo, porque en la época de Somoza éramos un ejército guerrillero, y Ortega ahora está atacando a una población desarmada.

¿Hay en este momento crítico en Nicaragua movimientos sociales que puedan promover un cambio democrático en el país? ¿Cuáles son?

En este país hay personas con una gran capacidad política e intelectual que han sido relegadas por Daniel Ortega, que ha puesto solo figuras decorativas en los diferentes ministerios, a las que la gente ni siquiera conoce, y que ni siquiera tienen derecho a hablar por sí mismas con los periodistas. El pueblo se ha organizado de una manera extraordinaria. Este es un movimiento autoconvocado. No hay un liderazgo claro, pero sí hay personas que han surgido: por ejemplo, en la Mesa del Diálogo se formó la Alianza Cívica por la Democracia y la Justicia. Hay otros movimientos de la sociedad civil y la sociedad se está uniendo para dar una respuesta, en caso de que logremos que Daniel Ortega se vaya, que es lo que queremos.

¿Cuál es la situación de la prensa en Nicaragua?

Como presidente de PEN Nicaragua, quiero denunciar, además, los innumerables ataques que se han realizado contra la prensa. Ayer (9.09.2018), en esa visita a los obispos en Jinotepe, donde atacaron a los obispos, las fuerzas paramilitares también atacaron a los periodistas, los golpearon y destruyeron sus cámaras. Era la prensa independiente de Nicaragua, que fue a acompañar a los obispos. Esta ha sufrido innumerables ataques y violaciones a los derechos humanos. Ya asesinaron a un periodista de un balazo en la cabeza cuando cumplía con su trabajo. Se llamaba Ángel Gaona, y eso está todo filmado. Hay otro periodista al cual, el primer día de las protestas, han dejado inconsciente a punta de golpes, y le está costando mucho recuperarse. Así que queremos denunciar este acoso contra la prensa de nuestro país.

¿Cree que la oposición podrá lograr con sus protestas, y sin armas, que se llame a elecciones anticipadas o que Ortega se vaya?

No sé si vamos a lograr que Ortega se vaya o llame a elecciones anticipadas. Estamos realmente acorralados, solos, sin defensa en este país, por este gobierno que ellos están sosteniendo a sangre y fuego. Tenemos un presidente que en once años no ha dado una sola conferencia de prensa. Dicen que quieren la paz pero matan por ella.

Pienso que hay un rechazo tan grande en la población hacia este gobierno y una decisión tan firme de continuar la lucha, que no sé cuándo se va a ir, pero estoy convencida de que Ortega sí se va a ir.

De no suceder eso, ¿cómo ve usted el futuro de Nicaragua, y qué piensa que debería hacer la comunidad internacional para apoyar una salida pacífica a la crisis?

De no irse Daniel Ortega, veo muy peligrosa la situación porque creo que este es un gobierno vengativo que ha demostrado una capacidad de represión e intolerancia extraordinaria, y eso que apenas fueron amenazados en su poder. Solo fueron cuestionados por el pueblo. Su estrategia fue tan burda, tan gruesa y tan cruel contra la gente, que creo que está claro que vamos a sufrir enormemente porque se van a vengar de toda nuestra inconformidad. Por eso hay una decisión unánime, creo yo, de seguir hasta donde sea posible, luchando.

Y en cuanto a la manera de apoyar una salida pacífica en Nicaragua, nosotros habíamos planteado el diálogo nacional, en el que hubo una gran representación de cada uno de los sectores de la sociedad civil. Pero ese diálogo está estancado porque Ortega cree que puede recuperar el control del país a través de la violencia y la represión. El gobierno se ha cerrado y ha tratado de usar la Mesa de Diálogo solo como propaganda de sus posiciones, que son las de tratar de decir que las palomas les tiran a las escopetas, y que ellos son los agredidos, y es realmente un cinismo que ya rebasa toda imaginación, incluso la mía de escritora.

Nunca había visto un cinismo tan desvergonzado para mentir, para actuar sin escrúpulos. Uno se queda asombrado de que tengan esa capacidad. Y esperamos que no se crean sus propias mentiras, porque la verdad es que ellos están solos, aislados en este pequeño país, solo tiene un pequeñísimo grupo alrededor de ellos. Creo que la comunidad internacional, precisamente porque estamos desarmados, tiene que hacer un esfuerzo enorme por apoyarnos, porque aquí se puede producir un genocidio, una masacre sin precedentes en América Latina.

La única salida pacífica a esta crisis es que Daniel Ortega desista de la represión, se siente a dialogar y acepte que se realicen elecciones anticipadas.

Entrevista: Cristina Papaleo (ERS)

 

La crisis que vive Nicaragua inició el 18 de abril con una protesta de estudiantes. Hasta la fecha, el conflicto ha dejado más de 350 muertos y unos 2.000 heridos según organismos de derechos humanos independientes

 


Ortega lanza brutal ataque contra estudiantes

 

Dos muertos y 16 heridos: paramilitares dispararon contra Iglesia Divina Misericordia

Atrincherados en la UNAN negociaban la entrega del recinto a cambio de garantías, cuando policías y paramilitares atacaron con fusiles de guerra.


·          Maynor Salazar | CONFIDENCIAL  14 de julio 2018

El Gobierno del comandante Ortega lanzó un brutal ataque este viernes con fuerzas policiales y paramilitares para desalojar a los jóvenes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, mientras estos estaban negociando la entrega del recinto a cambio de garantías.

El operativo militar, que duró más de doce horas, continuó en la mañana del sábado contra la iglesia Divina Misericordia, donde murió el joven Gerald Vázquez de un disparo en la cabeza. También falleció de disparo de bala el estudiante José Flores, y otros dieciséis jóvenes  resultaron heridos.

Los jóvenes finalmente fueron rescatados la mañana del sábado, por una misión encabezada por el Cardenal Leopoldo Brenes, el nuncio Waldemar Stanilaw, y miembros de la CIDH y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas. Los estudiantes fueron trasladados a la Catedral en dos autobuses y varias camionetas. Recibieron atención médica y alimentación, asimismo se reencontraron con sus familiares.

En una conferencia de prensa improvisada, el Cardenal informó que “fueron diez horas de intensas negociaciones” para conseguir la libertad de los jóvenes. “Damos gracias a Dios porque los muchachos están sanos y salvos. Vamos a trabajar para garantizar la seguridad de ellos”, insistió Brenes, quien agregó que la liberación se dio hasta en la mañana debido al peligro que podían correr los estudiantes en medio de la oscuridad.

El nuncio Waldemar resaltó el trabajo de la Iglesia e insistió que la única salida es el diálogo. Sobre el abuso a los derechos humanos aseguró que la voz de la institución religiosa siempre busca la defensa de los ciudadanos, sin importar el bando. “Pedimos que se respeten, los de todos”, expresó.

Denise Cook, representante del MESENI de la CIDH en Nicaragua, afirmó que han monitoreado la situación de derechos humanos en el país. Respecto al ataque a los estudiantes de la UNAN, indicó que “en todos los informes, se ha hablado claro de que se está haciendo un uso desproporcionado de la fuerza y que debe existir el  legitimo derecho a la protesta. Se ha llamado en informes a la necesidad de clarificar quiénes son estas fuerzas armadas que parecen operar con impunidad en el país. pedimos que se desmonten esas fuerzas lo antes posibles para que sepamos con quién hay que hablar”

Así fue el ataque

El ataque de las fuerzas combinadas de Ortega contra la UNAN empezó a eso de las dos de la tarde. Los paramilitares y policías llegaron en camionetas hasta las barricadas, ubicadas cerca de la rotonda Rigoberto López Pérez. Nicaragua, un estudiante que logró escapar antes de que los universitarios se refugiaran en la Iglesia La Divina Misericordia, relató a CONFIDENCIAL, que los atacantes llegaron con armamento militar.

“Nosotros estábamos resistiendo pero ese armamento que llevaron era pesado. M16, AK y más. Nosotros no tuvimos más opción que refugiarnos detrás de las barricadas, pero a medida que ellos avanzaban, estábamos más en riesgo, por eso comenzamos a informar en las redes sociales”, relató Nicaragua.

Después de casi una hora de disparos constantes a las barricadas y los portones de la universidad, los jóvenes solicitaron la presencia de los obispos de la Conferencia Episcopal, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión de Verificación y Seguridad.

Gobierno aborta negociaciones

Paulo Abrao, secretario general de la CIDH, escribió en su cuenta de Twitter que los estudiantes de la UNAN habían abierto una “discusión” días atrás para una desocupación espontánea y pacífica. “La respuesta que reciben: un ataque inadmisible. Se debe cesar fuego y permitir la entrada de la Comisión de Verificación y Seguridad”, afirmó Abrao.

Los estudiantes entregarían el recinto si las autoridades académicas se comprometían a no someter a los protestantes al consejo disciplinario, a garantizarles su registro académico y el derecho de reestructurar UNEN. También solicitaban medidas cautelares para todos los involucrados en las protestas dentro de ese recinto y el respeto del Gobierno a dichas medidas, y que no criminalizarán la protesta.

Hace dos días, los estudiantes habían iniciado negociaciones con la Comisión de Seguridad y Verificación del Diálogo Nacional para desalojar el recinto universitario, a cambio de garantías para su seguridad, y el restablecimiento de la autonomía en la Universidad.

Los estudiantes prepararon un borrador de los acuerdos, dirigido el 13 de julio a Jorge Solís, coordinador de la Comisión de Verificación y Seguridad. Ellos estaban dispuestos a entregar el recinto, siempre y cuando se cumplieran sus peticiones, pero los paramilitares atacaron, antes de que lograran negociar la entrega del recinto. Sin embargo, el Gobierno se adelantó a abortar la negociación, provocando un baño de sangre.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro expresó en su cuenta de Twitter que “solicitamos al Gobierno de Nicaragua que deje pasar al Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) de la CIDH a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua UNAN-Managua para garantizar la vida y seguridad de los estudiantes”.

No obstante, la petición de Almagro, al igual que la de los miembros de la Conferencia Episcopal, no fue escuchada por el Gobierno. Los armados intensificaron el ataque a los estudiantes, que resistían dentro del recinto lanzando piedras morteros y algunas bombas Molotov, para defenderse.

Refugiados en la Divina Misericordia

La fuerza represiva de los armados provocó la retirada de los casi 200 estudiantes que permanecían atrincherados en la UNAN. Los jóvenes se refugiaron en la parroquia Divina Misericordia, ubicada a cien metros del sitio. Nicaragua logró escapar y refugiarse en un lugar seguro. Los otros que se quedaron en la iglesia, recibieron un nuevo ataque de parte de los paramilitares y policías.

Monseñor Silvio Báez escribió en su cuenta de Twitter: “¡Están disparando contra la parroquia Divina Misericordia! Hay dentro un sacerdote con heridos. ¡Alto a la represión!”.

A pesar de que los miembros de la CIDH acudieron al auxilio de los estudiantes, los paramilitares y policías, no permitieron la entrada de estos a la parroquia.

“No hay ningún sacerdote herido pero sí estudiantes. Y la Policía y paramilitares no están dejando pasar a funcionarios del #MESENI de la CIDH ni a ambulancias de la Cruz Roja. Urge que lo permitan para sacar a heridos”, escribió Báez, quien agregó que se realizaban gestiones para detener el ataque.

Los heridos, confirmados por los estudiantes a través de mensajes en las redes sociales, eran cuatro. Uno de ellos es una doctora, que tenía un disparo en la pierna, con orificio de entrada y salida.

El cardenal Leopoldo Brenes repudió los violentos ataques contra los jóvenes de la UNAN, y solicitó a Ortega que detuviera la violencia en contra del pueblo. También lamentó que estuvieran disparando en contra de la parroquia Divina Misericordia, donde se brindaba labor humanitaria atendiendo a los heridos.

El rescate de los heridos

Los paramilitares aprovecharon para ingresar a las instalaciones e incendiar varios edificios de la universidad. También quemaron el preescolar Arlen Siu, ubicado por la rotonda Rigoberto López Pérez.

La Policía bloqueó todos los accesos hacia la UNAN y la Parroquia La Divina Misericordia. Mientras tanto a lo interno del templo los jóvenes estaban tirados en el piso, cubriéndose de los disparos de los armados. Los que estaban heridos de gravedad, si bien fueron estabilizados, se quejaban del insoportable dolor.

A través de un video en redes sociales denunciaron que además de los heridos, había compañeros que fueron secuestrados por los paramilitares al momento del ataque. “Nadie está a salvo, nos quieren matar”, dijo una joven en un video que circuló en WhatsApp.

Nuevamente Almagro se pronunció sobre la situación y expresó que “deben cesar inmediatamente las acciones de violencia y represión del Estado contra población civil en UNAN, en Masaya, Monimbó y Managua. Garantías plenas para la integridad de todos. Los autores de estos atentados serán hechos responsables por sus crímenes Nicaragua”.

Francisco Palmieri, Vicesecretario de Estado adjunto principal para Asuntos del Hemisferio Occidental, condenó los ataques de la policía contra los estudiantes de la UNAN, residentes de Masaya, y también la detención de Medardo Mairena, coordinador del Movimiento Campesino. “Esta violencia para intimidar y reprimir al pueblo debe cesar inmediatamente”, insistió.

Abrao anunció a eso de las nueve de la noche que cerca de la UNAN estaba la Comisión de Verificación y Seguridad, esperando con ambulancias, para entrar hasta la Parroquia Divina Misericordia, para sacar a los heridos y a dos periodistas extranjeros. Uno de ellos era Joshua Partlow, del Washington Post.

A las diez de la noche, gracias a la mediación del padre de la Iglesia Divina Misericordia, se logró el acercamiento de las ambulancias para trasladar a los heridos que se desangraban y permanecían atrapados. También la salida de los dos periodistas extranjeros.

Fueron los únicos que salieron de la Iglesia. Los demás ciudadanos se quedaron dentro de la Iglesia, pues los paramilitares no permitieron la salida de los jóvenes y de los periodistas que estaban cubriendo el ataque en el templo.

Una caravana de vehículos intentó acercarse al recinto universitario a eso de las doce de la noche, sin embargo, el resguardo policial a la zona, no permitió que se acercara al lugar. Hasta el cierre de esta nota, a las doce de la medianoche, el asedio de los paramilitares continuaba y la valentía de las personas de la caravana, no menguó.

Ataque en Masaya

En Masaya, poco antes de que Ortega terminara su discurso en la delegación policial, un nuevo ataque contra los ciudadanos de los barrios San Miguel, Países Bajos y Monimbó, fue realizado por policías y paramilitares.

El ataque duró alrededor de tres horas. Los ciudadanos manifestaron que se registran al menos cinco heridos, y dos muertos, sin embargo, no se ha podido confirmar esta información  y la identidad de los presuntos fallecidos.

Los armados no lograron entrar hasta Monimbó. La resistencia de los ciudadanos logró que se replegaran. “La cosa se vino calmando como a las diez de la noche, después no hemos escuchado nada”, afirmó un poblador de San Miguel.

Los monimboseños aseguran que a pesar del fracaso del Repliegue del presidente Ortega en Masaya, no bajarán la guardia, pues están seguros que en cualquier momento los armados pueden atacarlos.

“Vos sabés que ellos quieren una cosa, matarnos, matar al pueblo histórico, y  nosotros no nos vamos a rendir”, dijo otro ciudadano.

Álvaro Leiva, secretario de la ANPDH, informó que tiene registrado dos muertos. Un policía y un civil, sin embargo, la información con exactitud se dará a conocer cuando realicen más averiguaciones


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