20.JUL.18 | Posta Porteña 1928

LA HISTORIA DOMINANTE SIGUE SIENDO LENINISTA Y CÓMPLICE DEL TERRORISMO DE ESTADO

Por RICARDO

 

El capital mundial, Wall Street y Hollywood, la élite financiera internacional, las universidades, la izquierda burguesa en pleno, los políticos y sindicalistas de todo el mundo, al llamarle “socialista” a la URSS, siguen ocultando lo que fue realmente el leninismo y el trotskismo (1)

¡El dogma de los “países socialistas”, parece peor que el de la inmovilidad de la Tierra!

Es verdad, que a los personajes mismos del despotismo histórico del Estado ruso (Stalin, Trotsky, Lenin, Zinoviev…) se los denuncia mucho más libremente que antes.

Pero básicamente, el estalinismo se “desestalinizó” culpando a Stalin de todos los males. Stalin fue el chivo expiatorio por excelencia.

Pero como el proceso mismo de putrefacción capitalista ruso siguió agravándose, se fue poco a poco denunciando a los otros, siempre un poquito menos que a Stalin, siempre pasándole la mano por el lomo a Trotsky y/o a Lenin, como si hubiesen sido algo menos atroces que lo que fue Stalin.

Es sin duda el caso de muchos trotsko-leninistas, que siguen pretendiendo que los bolcheviques fueron un partido proletario, que formó parte de la revolución en Rusia, que hicieron en el fondo todo lo posible por el socialismo, aunque fracasaron, por la “burocracia”.

Rolando Astarita, por ejemplo, reconoce ahora alguna masacre hecha por Trotsky, como reafirmando que toda la barbarie es por culpa de “la burocracia”. ¡Cómo si la burocracia estatal pudiese ser otra cosa que la estructuración estatal y estatista de todo poder capitalista!

Sin embargo, la putrefacción ideológica del mundo socialdemócrata sigue avanzando y los leninistas de todo tipo siguen construyendo ideologías, produciendo mierda literaria para protegerse en la caída. Es decir, siguen mintiendo descaradamente para proteger tanto a los personajes claves del terrorismo de Estado (que fueron todos los bolcheviques y principalmente sus jefes: Lenin y Trotsky), como al sistema social que impusieron con el verso del socialismo(2)

Un buen ejemplo de toda esta actividad de continuidad en el ocultamiento y de reconocimiento a medias es todo lo de Padura escribe y dice, así como lo que reproducen sus partidarios más o menos críticos. En Posta Porteña numero 1922, del mes pasado (junio 2018 viene un buen ejemplo de textos de esta calaña: Padura, Lenin, Stalin y El hombre que Amaba los Perros de Fernando Curiqueo de la Universidad de Chile. ), (Padura, Lenin, Stalin y El hombre que Amaba los Perros)

 El texto parece una confesión y sin embargo sigue tratándose de un ocultamiento. Se dice algo para esconder lo esencial: el sistema social mismo del leninismo, el capitalismo a ritmo acelerado en base al trabajo forzado y el terrorismo de Estado.

Así, en dicho artículo, el autor señala que Leonardo Padura ha manifestado que, de haber triunfado Trotsky, en lugar de Stalin, la situación no hubiese variado, demasiado en cuanto el destino de la Revolución del 17”

Y agrega: En varias entrevistas le han preguntado a Padura qué piensa él, si en lugar de Stalin, hubiese sido Trotsky el que se hubiera hecho con el poder. Padura ha respondido que la situación habría sido parecida a la que hubo con Stalin. Eso sí, en lugar de “veinte millones de muertos, con Trotsky habría habido sólo un millón.”

¡Hasta eso de un millón de muertos y no 20 millones sigue siendo una distorsión de la realidad! No fue Stalin que impuso oficialmente el terrorismo sino Trotsky y Lenin. El aumento cualitativo del terrorismo de Estado y su generalización (con respecto al zarismo) se produce al principio del poder bolchevique y no con Stalin que es, más bien, un régimen de continuidad.

En realidad, tanto Padura como Curiqueo, siguen inmersos en el mundo de los personajes. El reconocimiento de Padura de que Trotsky, hubiese sido igual que Stalin, pero que hubiese liquidado a menos gente, solo aporta confusión y falsea los hechos.

De la misma manera la denuncia de Curiqueo, de que Padura no llega a denunciar a Lenin, presentado como una gran originalidad, no es más que espectáculo y fetiche. Se sigue sin denunciar que fue el sistema leninista mismo, aplicado tantas veces desde entonces (China, Rumania, Corea, Vietnam, Camboya, Laos …), el que conduce invariablemente a conformar una sociedad sustentada en los campos de concentración.

Denuncia a Fulano y a Mengano, pero no denuncia al sistema que llaman “socialista” y que es vulgar capitalismo con trabajo forzado generalizado.

Denuncia un poco a Trotsky y un poquito menos a Lenin, pero no denuncia en absoluto la clave social de ese sistema terrorista de Estado capitalista. Se esconde que eso fue y es el Leninismo.

Justamente lo propio del sistema instaurado por Lenin/Trotsky no tiene nada que ver con la personalidad individualista y autoritaria de esos personajes. La clave, de la obra de Lenin/Trotsky es haber impuesto la contrarrevolución y haber forzado el desarrollo del capitalismo. La clave programática de la socialdemocracia rusa siempre tuvo ese objetivo. Sus críticas al zarismo, nunca cuestionaron al capitalismo como sistema social, sino a la incapacidad del zarismo para imponer a sangre y fuego el trabajo forzado, que el capitalismo requería.

No fue Stalin que declaró el terrorismo de Estado y el trabajo forzado, sino que es la esencia misma del sistema de organización social y estatal fundado y fundamentado por Lenin y Trotsky. 

No fue Stalin quien pretendió ofrecer las mejores condiciones de explotación mundiales, gracias al sistema generalizado de campos de trabajo (campos de concentración), al capital mundial y particularmente a los banqueros mundiales y las sociedades anónimas de Wall Street, sino Lenin y Trotsky desde el día mismo en que controlaron el poder.

Eso es lo que siguen ocultando los intelectuales de izquierda burguesa en el mundo (3)

Resumamos, para terminar esta nota, la clave del mismo sistema leninista fue:

-      Represión( con el apoyo de los milicos de todo el mundo) del proceso revolucionario que se desarrollaba en Rusia y Europa Central, oposición y liquidación física de todas las organizaciones revolucionarias en la región.

-      Utilización sistemática del terrorismo de Estado capitalista para imponer el trabajo forzado (fundamentado sistemáticamente por Lenin y Trotsky en los congresos del partido “comunista” y en el libro Terrorismo Comunismo de este último) y la transformación de Rusia en un gran campo de concentración.

El estalinismo no constituye en absoluto una ruptura con ese sistema de terrorismo de Estado, de trabajo forzado para el desarrollo del capital (con su sistema generalizado de trabajo cuasi esclavo en los campos como método principal de aumentar la tasa de plusvalía en toda la URSS) sino su más perfecta continuidad.

RICARDO

notas


1)   Por supuesto ello no quiere decir que no se denuncien aspectos de ese sistema: como los “excesos totalitarios de Stalin o Lenin”, o tal o cual represión contra el pueblo (algunos de los cuales fueron publicitados por Hollywood). Como en todas partes, la clave para defender el sistema social como tal es denunciar los excesos de tal o cual dictador. Lo que nunca se denuncia es precisamente que el sistema social impuesto por el bolchevismo en 1917 fue la reorganización estatal y capitalista de una situación revolucionaria e incontrolada. Lo que siempre se oculta es la contrarrevolución capitalista de 1917 por la cual el capital mundial potenciado por el bolchevismo impuso a sangre y fuego, un sistema demoledor de carne humana que se vendió al mundo con la etiqueta, unánimemente admitida, de “socialista”. Ver mis otras intervenciones sobre el tema, así como las Notas sobre el monumental libro de Ciliga (“El país de la mentira desconcertante”) y los inacabados aportes del Colectivo Fanni Kaplan.

2)  Cuando escribo esta nota me entero de la publicación de un nuevo libro titulado “l’histoire du Goulag” escrito por 2 investigadores Juliette Cadiot y Marc Elie. Dicho libro pretende explicar porqué “la estructura penal inédita de una amplitud inigualada” que duró “más de 30 años de 1929 a 1960”

 Como muchos otros, dicho libro, le atribuye a Stalin la constitución del sistema de campos de concentración, ocultando que fueron Lenin y Trotsky que lo hicieron. Hasta la persecución sistemática de los parásitos es atribuida a Stalin, cuando todo el sistema de terror y trabajos forzados contra los “parásitos” fue constituido y “fundamentados teóricamente” desde el principio (1917-1923) por Lenin y Trotsky

3)  El leninismo sigue siendo por otra parte la ideología de los criminales de Estado de “Izquierda” también en Latinoamérica, la base ideológica (más o menos revelada) de los socialdemócratas estatistas y trabajistas como Lula, Maduro, Ortega, Morales, Correa…, aunque la resistencia proletaria no les ha permitido llegar a los niveles de trabajo forzado que impusieron en otras partes (¡Es el límite capitalista de ese mismo programa!). Como Paul Mattick denunciara, estamos ante el programa social de los partidos del trabajo y organización de masas, el programa histórico de la socialdemocracia, el que unificó a sus principales herederos, desde Stalin a Mussolini y Hitler


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